Capitulo 01


Harry Potter era un conejito pero el era el único en casa lo que fue extraño para el nunca salió de casa su tía pegaría el grito de terror si lo viera en el patio los vecinos podían murmurar y no querría perder su reputación. Ella lo ha estado soportando por años y su límite se acerca demasiado pronto.

Harry nunca entendió por que el tenía lindas orejas felpudas blancas de conejito incluso cuando se miraba en el espejo su sonrisa lucía  tan adorable como a un conejito, atrás en su espalda abajo tenía su moñito de conejito igual de blanco y esponjoso su cola se movía nerviosa todo el tiempo y alegre cuando tenía comida.

Tia no le daba comida que ella servía en la mesa para ellos el era un mero animal debido a su físico anormal. Mayormente ella le daba zanahorias, lechuga y algunas frutas y las frutas eran raras de comer para el pero al menos tenía las zanahorias una todos los días, sabía que no estaba en su mejor peso el era Delgado, flacucho y su piel muy pálida debido a la falta de sol en su cuerpo podría pasar por una persona albina ahora que lo piensa bien las había visto en la tele de vez en cuando mientras limpiaba.

Harry no sabe que hay afuera de las ventanas, nunca fue al colegio como Dudley eso sería muy malo para los Dursley. Su tía le enseño lo básico, hacer sus necesidades, bañarse, comer, limpiar, cocinar, lavar y estar en silencio en su armario como piensan que es un animal lo dejan ahí en el espacio más pequeño posible y ya está acostumbrado a eso.

Harry sabe que se llama Harry suena tonto pero no lo sabia hasta hace poco que según su tía estaba cumpliendo once años. Ella se veía paranoica hasta la muerte mirando la puerta y la ventana en cada momento posible, su tío la calmaba el parecía saber que sucedía, su cumpleaños paso con las horas de todos modos no recibió nada solo más tareas que cumplir.

Al almuerzo su tía le dio un montón de lechugas algunas tenían unas manchas negras feas y olian mal pero el hambre no se quejaba de bien o mal necesitaba engañar a su estómago y comió todas las hojas de lechuga estaba tan acostumbrado a esto, aunque deseaba poder comer un trozo de pan y mantequilla o un jugó de los de dudders o quizás un poco de helado delicioso.

Su olfato le permitía poder oler a larga distancia, sus orejas eras maravillosas escuchaba antes de que llegará por eso estaba listo antes de que su tía llegará a golpear su puerta.

Tia le dejo agua en una taza como si fuera un perro de los de la tia Marge, para hacer sus necesidades tenía una caja de arena para gatos su tia pensó que defecaria como un conejito pero cuando eso no funcionó lo dejó usar el baño de vez en cuando.

Sus orejas esponjosas se movieron al oír pasos en la acerca acercándose rápidamente antes de que le gritaran se encerró en su armario no paso ni un minuto cuando el timbre sonó.

Petunia frunce el ceño descontenta ella se levanta para abrir la puerta y la cierra con un grito indignado, el timbre suena de nuevo

–¿Quien es?

–Es uno de ellos– ella susurra disgustada, Vernon enrojece y abre la puerta de zopteton

–¿Quien es usted y que quieres en mi casa? – grita

Vernon observa al hombre frente a el cabello negro largo y cara fea vestido de luto, que horrible piensa.

–Soy Severus Snape vengo a entregar su carta de aceptación al joven Potter– escupe con desdén –Dejame verlo y me iré de tu propiedad.

Petunia parece chirrear como un ratón atrapado Severus entra sin permiso ignora los gritos de Vernon, el la ve ir al armario para arrastrar al supuesto Salvador del mundo mágico.

Esto no es lo que espera del niño de oro lo espero como un príncipe sin embargo esta lejos de serlo. El niño es dolorosamente pequeño y flacucho enormes orejas de conejito y ojos de cierva color verdes lo miran con miedo el esta nervioso ya puede imaginar su moño moviendose de un lado a otro nervioso, el niño viste ropa sucia y rota y muy grande lo hace ver más pequeño.

Potter era un vulnerable conejito.

Perfecto

–Señor Potter soy Severus...

–El moustro se irá ahora– Petunia parece alterada y desesperada ella le lanza una pequeña mochila de bebé a su pecho la cual toma –Hemos estado esperando este maldito momento muchos años ese viejo estúpido ni una vez vino a ver al mocoso, llevatelo o te juro Snape lo dejaré en un zoológico o lo venderemos como rata de laboratorio, llevate al mocoso ahora mismo lo lo queremos, fuera  fuera.

Ella le lanza al niño a sus pies mirando hacia abajo puede ver su cola paralizada y sus orejas planas tratando de ocultar sus ojos llorosos.

Mierda no se apuntó para esto.

–Muy bien– asiente –En ese caso se le retirara la manutención del niño ya no recibiría las libras que se le proporciona.

–Me importa una mierda– Vernon sale a enfrentarlo quizás les haga falta ese dinero pero ya no querían al anormal.

–Bien– Severus levanta al niño en sus brazos –Entonces me lo llevaré.

Severus sabe que no puede dejar al pequeño conejo ahí más tiempo, sabía que vivía ahí y según Albus estaba bien, al parecer se equivocó. Y con lo que ha visto es más que obvio el abuso infantil a Potter y Severus lo soporta tal acto tan repugnante.

Hogwarts esta cerrado hasta el comienzo de clases si están ahí es solo para enviar las malditas cartas la escuela inicia en septiembre aún falta. Albus estaba de vacaciones y solo Minerva y el estaban en el castillo así que no podía llevarlo, tampoco podía cuidarlo tenía cosas que hacer.

Así que tomó un decisión mientras se aparece

La mansión Malfoy era una de las más antiguas y codiciadas, llena de magia protectora casi como Hogwarts para semejante casa solo vivían pocas personas dentro Lucius Malfoy un híbrido dragón su esposa Narcissa Black una híbrida veela se casaron muy jóvenes y enamorados de ese amor nació su primogénito Draco un híbrido dragón como su padre Severus confía plenamente en ellos llegando deja caer el glamour en el revelando sus rasgos de leopardo su cola negra se balancea tras de el en su cabeza dos orejas negras puntiagudas muchos creyeron que el sería un murciélago pero se equivocaron.

–Amo Severus

–Buenos días pox llevame al maestro por favor.

El elfo chilla feliz y lo guía dentro de la mansión espera que ellos acepten cuidar al niño el mes de espera luego ira a Albus para ver cómo proceder con el niño. Dicho niño miraba en silencio feliz de salir de los Dursley y desconfiado por que no sabía donde estaba pero notando las orejas del hombre sabía que estaba donde debía. Su moño se movía felizmente esperando conocer más gente como el así ya no sería tan anormal

–Que huele tan bien– Lucius apareció a su costado, Harry chillo temblando de miedo al tener sangre de criatura considerada una presa imaginate tener un dragón frente a un dulce conejito.

–Lucius

–¿Quien es el niño, huele muy bien? – Severus frunce el ceño

–Es Harry Potter al parece su familia abusaba de el, lo hecharon de la casa no tengo donde cuidarlo tengo cosas que hacer pensé que si ustedes pudieran cuidarlo un tiempo mientras consigo hablar con Albus.

–El es un conejito– murmura  hay muy pocos conejos en su mundo son tan lindos y vulnerables la presa más fácil de todos, el mundo mágico tenía sangre de criaturas en sus venas con los años se mezcla con más y las criaturas en estos días podías ver de todo un poco.

–Si ¿puedes llamar a Narcissa se que no tomaras decisión sin ella? – resopla

Lucius asiente y envía un elfo los hace pasar a la sala el niño todavía se esconde en el cuello de Severus.

–¿Que huele tan bien? – Draco entra corriendo su nariz olfatea el aire el niño tiene escamas en sus brazos y orejas letales de color rojo oscuro brillante sus orejas pocas veces se caen siempre se mantienen erguidas al acecho. –¡Un conejito! – susurra como si fuera un secreto Narcissa aparece saluda con duda y toma asiento

–Siéntate Draco – ordena la veela –¿Que esta sucediendo?

Severus suspira y cuenta de nuevo entrando en más detalles Lucius y Narcissa miran la mochila de bebé donde esta la ropa del niño con horror, aunque muchos piensan que son los típicos Magos oscuros no es todo lo que se dice, las apariencias engañan, ellos son padres ante todo.

–Entonces quieres que se quede aquí con nosotros

–Así es cissa

–¿Hablaras con Dumbledore?

–Cuando atienda mi llamada si– responde

Narcissa murmura pensativa

–¿El huele muy bien sabias eso? – ella dice a cambio, Severus olfatea al niño que  sigue ahí oculto.

Severus olfatea de nuevo

–¿Que exactamente huelen? Siento la suciedad de el, el olor a miedo, nervios y su olor natural opacado creo que son almendras.

Lucius sonrie

–Son almendras pero huele más a caramelo es dulce.

–Si, huele muy bien – Draco interrumpe

Severus no le ve el asombro todos tienen un olor particular algunos no tienen nada. Deja esto para después.

–Lo cuidaremos– Narcissa habla levantándose ella se acerca el moño del niño se tambalea de un lado a otro nervioso –Hola cariño– salida Severus lo obliga a soltarlo

Sus orejas cubren sus ojos planas sus manos quieren cubrir el resto de su rostro pero la blonda lo detiene

–Soy Narcissa Malfoy parece que te quedaras con nosotros un tiempo me gustaría conocerte también cariño.

Harry respira hondo su corazon palpita como loco la dama huele a leche lo que no entiende, pero huele tan bien deja que sus orejas se levanten tímidas y temblando también

–Soy Harry

Narcissa hace todo lo posible para no arrullar al conejito

–Hola Harry eres tan lindo, este es mi esposo Lucius y nuestro hijo Draco tiene tu edad.

Harry observa a los otros dos hombres rubios que parecen tan aterradores huelen a menta y humo da miedo. Sus orejas caen de nuevo

–No te lastimaran

–Hola harry– Draco se acerca sonriendo muestra sus colmillos

Harry mira tan sorprendido de no ser el único anormal, de estar con gente que lo trata tan bien

–¿Y que hago aquí? – pregunta dudoso

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