Acto de fe
—Que adictivas son las personas que te hacen feliz. —sonrió— Ese tipo de persona es Kookie para mi.
—Incluso si la tierra se quiebra, incluso si alguien sacude este mundo... no vuelvas a soltar estás manos que hoy sostienes. Por favor Eunbi, no me despiertes del sueño.
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Que mal se siente, el reconocer cuando se extraña tanto a una persona y sin embargo, no poder hacer nada al respecto, no poder ni siquiera buscarla.
Tantos recuerdos compartidos, tantas sonrisas y sentimientos enlazados, demasiadas lágrimas derramadas y angustias pesadas en una balanza que denota el sufrimiento vívido.
Aunque me genere tanta vergüenza reconocerlo, aún te sigo extrañando, y mucho más que la primera vez.
—¡Es patético! —el grito frustrado de la pequeña Eunbi me volvió en sí. Alcé la mirada enfocandome, en la postura decaída de Yuna.
Cabizbaja, hombros caídos, manos juntas... un claro ejemplo de culpa y pena propia, su postura en si misma denota la dulce mentira que la rodeó, apoderandose de ella en todo este tiempo.
—¿Por qué no nos dijiste? —cuetionó Yerin con un timbre de voz bastante apagado, decepcionado. Por su parte, Yewon se esforzaba en calmar el fuerte temperamento de Eunbi.
—No piensas hablar, ¿eh Yuna? —una endurecida risa interrumpió a Sojung unnie.
—Tsk, valla que te comieron la lengua los ratones unnie.
—Es suficiente Eun, —reprendió con dulzura la menor, para volver hacia la azabahe— unnie, por favor...
—Yo, no quise esconderlo, es solo que...
—¿Esconderlo? Yuna, nos mentiste, no pudiste confiar en nosotras. —la menor frunció sus labios conteniendo los deseos de quebrar delante nuestro— En qué pensabas, dime, quiero entender.
—Pensaba en ustedes, no quería lastimarlas. No podía imaginarme el solo hecho de que llegasen a odiarme por algo como esto.
—¿Odiarte? —Yerin seguía igual de afectada como cuando vio la foto en naver— Creiste que no podríamos soportar tu felicidad, que seriamos tan egoístas como para sabotear tus sentimientos. ¿Eso piensas de nosotras?
—Unnie, no quería dañarlas.
—Pero lo hiciste. Tú actitud me hizo daño, no se a ellas, pero a mí si me lástima la perspectiva que tienes sobre mí. En serio piensas, ¿qué porque no estoy con Taehyung no deseo que tú estés bien con la persona que amas? Y si esa persona es Jimin, soy la primera en apoyarte y darte mi bendición, pero no pudiste ser sincera, ¿verdad? —esta volteó dispuesta alejarse, cuando Yuna dio pasos abruptos para tomarla del brazo— Me decepcionas, no me considero tan egoísta. —dicho esto, safo del agarre de la menor y se alejó.
—Unnie, Yerin unnie, por favor... —el timbre de Yuna comenzó a quebrarse, al fin. Yewon no dudo en acercarse hasta ella y rodearla entre sus brazos, conteniendola— En serio lo lamento, nunca quise mentirles, no esperaba que todo se saliera de control de este modo. —la menor la abrazó repitiendo lo mismo una y otra vez: “esta bien”.
—No es cierto, nada está bien. Prepárate para ser bombardeada justo o peor que Yewon cuando salió lo de su relación con Yoongi. —las duras palabras de Eunbi no eran de ayuda alguna, mucho menos luego de que la voz sentimental de Yerin fuera tan clara y fuerte.
—Basta, eso no pasará. Big hit lo cancelará, ¿crees qué el ceo este dispuesto a tirar todo el trabajo y esfuerzo de estos últimos años por la borda? —Sojung negó cruzada de brazos— Eso no pasará, Bangtan está floreciendo en el extranjero, un simple rumor fundamentado en una foto no será suficiente para dañar su imagen de ahora en más.
—Pero la foto no es falsa. —comenté de pronto, llamando la atención de las cuatro chicas presentes, por mi parte, solo me enfoque en el brillo que la apagada mirada de Yuna destilaba. Ignoré sus deseos de disculparse conmigo y continúe— ¿Podremos seguir promocionando como si nada?
—Nuestro mánager esta moviendo sus hilos, no será un problema. Lo más seguro es que suelten un comunicado oficial negándolo todo, y denunciando a los usuarios que manipulan fotos a su favor.
Sojung es una excelente estratega, suele pensar a largo plazo y en futuras consecuencias, de hecho, a ninguna de nosotras nos sorprendería que el día de mañana, cuando decida no renovar su contrato, formé parte del circulo interno de Source music.
Después de todo, la insulsa foto que circula solo les muestra de espalda.
—Se que fallé, ¿bien? Se que no fui lo que esperaban, y lo siento. Pero... ¿qué gran pecado cometí? No quería lastimarlas.
—No lo entiendes, justificas tus decisiones con la buena intención de tu corazón, pero la vida no funciona así Yuna. —con seriedad contuve los deseos de quebrar cual cristal— No es justo que quieras convencernos de lo contrario, comprendemos tus intenciones, créeme, pero cada acción conlleva sus propias responsabilidades. Por ello es tu turno de entender a Yerin cuando se siente lastimada, es tu turno de aceptar que fuiste egoísta al quitarnos de la ecuación, así que si, es tú turno de guardar silencio y brindar espacio para aquellas de nosotras que se sienten pasadas por alto.
Dicho aquello giré mi cuerpo y me decidí a enlistarme para la presentación previa que teníamos preparada por la tarde, nuestro segundo álbum completo aún tiene muchos premios por ganar y mucha más relevancia que mantener. No podía distraerme por esta agridulce noticia.
La agenda fue cumplida al pie de la letra, las sonrisas y chistes no se hicieron faltar en medio del aire, la atmósfera fue bastante gentil, claro, hasta que las luces se apagaron y el show dió un evidente cierre. La vuelta en ban fue silenciosa, Yerin unnie se veía apagada, Eunbi denotaba indiferencia, Sojung se veía preocupada y no me sorprende, Yuna por su parte, se encontraba susceptible y reacia alzar la mirada de su regazo.
—Unnie, ¿puedo pasar? —la dulce voz de Yewon no me tomó por sorpresa, por supuesto que di el pase mientras terminaba de acomodar las colchas en mi cama, después de todo, esta mañana no tuve el tiempo suficiente para extenderla.
—¿Ya has pasado por el cuarto de Yerin? —con timidez sonrió, me recosté en la cama y la miré detenidamente— Tu ya lo sabías, ¿verdad Yewon? —por su reacción no me quedó duda alguna, asentí con la cabeza, bastante consternada.
—No es como lo piensas unnie, ella no me lo contó. —la curiosidad pico profundo, y aunque no quería sucumbir a esta, a veces no puedo con mi propio genio. Palmee con delicadeza un costado del colchón, y esta acató mi sugerencia, sentándose a mi lado— Una madrugada la vi preparada, dispuesta a salir, por la hora me alarme y solo la seguí...
—¿Se encontró con él? —asintió— ¿Y hace cuánto de esto?
—¿Cuál es el caso? eso no cambia nada, Eunbi unnie.
—De hecho si, ¿qué fue lo que obtuviste como respuesta por parte de Yerin? Dime.
—No estaba dispuesta a ceder, no quería escucharme, ni mucho menos entrar en razón. Fue dura con ella.
—Si lo fue, pero es entendible no te parece. —flexione mis piernas, abrazandome a mis rodillas, depositando el mentón entre ellas.
La puerta se abrió y Sojung ingresó al cuarto dispuesta a desmaquillarse para ir a la cama.
—¿Como te sentirias tú... si tu mejor amiga contemplará por las noches cada una de tus lágrimas, si aquella a la que le contaste cada uno de tus miedos y dolores, los más íntimos, no corresponde con sinceridad? Yerin se encontró con Taehyung el mes pasado, y la primera en saberlo fue Yuna. —negué— No quiero ni imaginarme que fue lo que le pudo haber confiado en su momento de mayor fragilidad.
—Pero cualquiera se equivoca unnie, somos humanos. Y las buenas amigas están para soltar perdón y volver a intentarlo.
—Asi es, pero seamos honestas Yewon, cuando tienes a tu persona especial, solo quieres pasar todo tu tiempo con ella~.
Soy consciente de lo iluminado que se encontrarán mis ojos, del brillo que emana de mi voz, y eso es lo que todavía ocasiona él, a pesar de estas barreras invisibles de distancia que nos separan mutuamente.
—Pero sabemos muy bien que no debemos, no podemos, y nos conformamos con recordarlo a detalle. —reconoci.
—¿También te sientes decepcionada?
—No voy a mentirte, no estoy enojada, pero si celosa. —sonrei apenada— Me gustaría tener su valor, y a diferencia de Yerin, envidio el coraje que embriaga a ambos. Pero también entiendo su punto, si mi mejor amiga me ocultará algo así por mucho tiempo, no podría dejarlo pasar con tanta facilidad. —la tristeza me invadió, como un relámpago en su totalidad, recordandomelo una vez más, mi caso con Jungkook no es igual.
Perdimos credibilidad, confianza y comunicación desde mediados de abril del año pasado, ya estamos a finales de enero, no puedo hacerme banas ilusiones y tontas comparaciones, ellos a diferencia nuestra, nunca dejaron de pensarse. Y yo... aún me lo pregunto.
—Eh, Yewon, creó que ya es hora de que vallas a dormir. —Sojug se oía consternada— Fue un día largo, y ya es tarde. —la mayor sonrió, y la menor se despidió de ambas con una reverencia, giré la cabeza al percatarme de la mirada de unnie sobre mi.
—Buenas noches unnie. —con medio bostezó entre mis labios, recompuse mi postura para recostarme, acobijandome entre las colchas.
Jungkook, —decidí cerrar mis ojos— ¿será que alguna vez piensas en mí?
¡Valla sorpresa!
Tal como unnie lo predijo el día anterior, el pilar del entretenimiento lanzó un comunicado oficial, dejando en claro que tomaría cartas en el asunto para todos aquellos que quieran manchar la reputación de sus artistas. Por nuestra parte, el ceo decidió no hacer acto de presencia, anegado a decaer en las garras de los troll y sus controversias, por supuesto que tuvo una charla de casi una hora completa con la valiente de Yuna.
—Eunbi, tenemos que hablar. —volvi mi cuerpo hacia ella y aprecié la cautela en su timbre de voz.
—¿Qué ocurre unnie? Te notó demasíado distraída, y se que no es por Yuna, ¿o si? —negó, relamiéndo sus labios, como un acto de valor, alzó su mano cerrada y la extendió hacia mí— ¿Unnie? —observé como su puño comenzaba aflojarse, hasta dejar la palma completamente expuesta.
Mis párpados se abrieron de golpe, podía sentir el pinchazo en mi pecho y de repente, mis costillas dolían, como si el aire comenzará a excasear.
—No lo habías perdido, me había olvidado de devolvertelo luego de lo ocurrido con mi padre. —tomé entre mis dedos aquella bella sortija de tanto valor sentimental, y sin ser consciente, una lágrima comenzó a escabullirse, abriéndose paso por mi mejilla.
Luego de un año... vuelves a donde perteneces.
El comienzo de nuestra rotura se debió a esta sortija, luego de haberla creído perdida, él no volvió a dirigirme palabra alguna. Ni siquiera cuando nos encontramos en el estudio de mnet, solo me dió vuelta el rostro. ¿Por qué?
Pensé que si dejaba de aparecer, le querría menos, tal vez lo olvidará por completo. Quizás si dejaba de intentarlo, la relación comenzaría a cesar. Aún así, mantenía la esperanza de que si comenzaba a dejar de enviarle mensajes luego de tanto silencio recibido por su parte, él me buscaría, pero no, nunca paso. Mi teléfono permaneció oscuro y en soledad durante varios días, semanas, meses, un año.
—Estás loca... no puedes forzar a alguien a dejar de amar, ¡no puedes pribarme de una conexión así!
Sojung, discutía mucho con ella el año pasado debido a mis sentimientos. Solía callarme con sutileza, oprimiendo con racionalidad las ilusiones de un corazón soñador, esperanzado en el amor correspondido.
No se lo perdonaré.
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—El rubio le sienta bien. —reconoció con molestia hyung, luego de tanta presión ejercida por parte de Jimin— Aún así, yo no voy por la vía pública tan descuidadamente, poniendo en riesgo a la persona que digo amar. Ten cuidado, puedes perder el poco avance que has obtenido. —dicho aquello, el mayor de hombros anchos se alejó, dejando detrás a un pelirosado.
—¿Tú crees qué ella se encuentra bien? —tomó su teléfono y con el ceño fruncido comentó— Me dijo que no me preocupara...
—¿Y qué más podría decirte? no seas idiota Jimin. —el más alto bufo ante la tonta reacción de su mejor amigo. Mis ojos se posaron sobre él, a un costado del salón de prácticas.
Taehyung al fin se animó luego de tanta dedicación y esmero, a publicar su propio proyecto, scenery, que hace alusión a el verdadero sentimiento del amor, el genuino significado del anheló. Supuestamente dedicado al amor que ejerce army, pero se muy bien que aquella letra es símbolo en gran parte al cariño sincero que aún atesora para con nonna.
Y es que el no estar a su lado, que mal se siente. Quisiera al menos un momento en su presencia. Porque un solo día lejos suyo, para mí, es como sentir pasar mil días a la vez.
Los chicos no tomaron del todo bien la noticia del noviazgo entre Jimin y Yuna, pero los más afectados fueron sin duda alguna Seokjin y Hoseok, indudablemente Tae presentía algo al respecto, no lo culpó, también noté a hyung bastante animado y aunque no fue lo primero en cruzar por mi cabeza, no me tomó por sorpresa.
Yoongi me resulta una incógnita, no suelo descifrar en que piensa, lo que siente o como sobrelleva el peso de su memoria, aún así, lo admiro por su fuerza de voluntad. Namjoon por su parte, se encuentra saturado con el nuevo rumbo que está tomando el grupo, y el reconocimiento en la cadena estadounidense no es de mucha ayuda para su estrés, quiere que todo salga perfecto y por ello a veces suele olvidarse de si mismo, de que también es humano.
El regreso se acerca, a solo un mes y medio, me parece tan poco, el tiempo fluye con rapidez. En abril se presentará nuestro trabajo más esperado luego de Idol y el cierre del ciclo love yourself, globalmente, claro esta. Map of the soul será un nuevo ciclo, y espero Nam logré obtener mucho más crédito con su solo. Se lo merece hace tanto.
—¿Aún siguen en conversaciones con ella? —escuché la voz de Yoongi al pasar por el salón de grabaciones.
—Halsey dará el si, confía en mí. —Nam se ve confiado, sin duda es una buena señal.
“No importa que tan duro sea, a veces hay que aprender a soltar y quedarnos con lo mejor de ese amor. Y si no, luchen incansablemente hasta que deje importar el mundo, porque solo gana el que lucha. Nunca lo olvides Kook.”
Las palabras de Namjoon hyung siguen intactas en mi mente, me gustaría que fuera tan sencillo como suena, inclusive, el mismo sufrió al acatar su propio consejo y marcar nuevamente a Yon nonna, en la noche más importante de todas, cuando pisamos la gran alfombra roja en nuestra primer presentación sobre la tarima de la gran Usa.
El 2018 tuvo sus altas y bajas, sufrimos y lloramos como agrupación, pero también sonreímos a grandes carcajadas, atesorando bellas y nuevas memorias, pero nunca olvidando los viejos y preciados recuerdos vividos. Este año es nuevo, lleno de records que alcanzar y gloria que recibir, pero también... trae un gran vaciamiento consigo.
Contemplé el anillo que colgaba sobre mi cuello, recordando el dolor que sentí cuando acepté el hecho de que ella había decidido olvidarnos. Y aunque también lo intenté, no pude, no fue tan sencillo para mí.
—Cuando veas este anillo, recuérdame. Por favor, nunca te lo quites, porque nunca lo quitaré de mi dedo anular. No pienso olvidarte, ni en la distancia.
Quisiera saber dónde estás, quisiera volver contigo, que vuelvas conmigo. —escondi el anillo dentro del cuello de mi camiseta.
La fresca brisa del anochecer resulta renovador. Y es que sin ser consciente me encontré de camino hacia aquella plaza cercana, la misma de nuestra adolescencia, deseoso de volver a recordar, vivificar las memorias más preciadas y resguardadas.
Todo sigue igual, las luces, las bancas, los árboles... es impresionante apreciar como con el paso del tiempo, un lugar puede permanecer exactamente igual a lo que tú recuerdas. Me resulta dolorosamente alentador.
Las sonrisas, cada gesto, los momentos, cada beso robado, cada abrazo brindado, todo pasa con su memoria claramente reflejada en mi vida.
Mis pies se detuvieron ante aquella fantasmagórica silueta, mis párpados entrecerrados, anhelando que el recuerdo duré, está vez, mucho más que solo tres minutos. La suave y reconfortante brisa que choca directamente con la piel desnuda de mi rostro, es agradable y nostálgica, pero valla que esto era nuevo.
—Tu aroma... —nunca antes lo había sentido tan claramente. Delicioso, encantador y sublime.
—¿Jungkook? —aquel timbre, suave y tierno, imposible de olvidar, me vi obligado abrir los ojos y dar directamente con aquel hermoso rostro delante de mí— Eres tú... —recordandome nuevamente, la magnitud de cuanto le extrañaba.
Sus ojos destellantes, denotando el dolor en su mirada me privaron de quedarme quieto apreciandolo.
Y solo... la rodee entre mis brazos, embriagandome, perdiéndome al fin entre la suavidad de sus cabellos. Sintiendo el propio ritmo acelerado de mi corazón gracias al simple hecho de mantener su pequeña cabecita sobre mi pecho, y sus delgados brazos sobre mi cintura, aferrándose un poquito más de mi cordura y racionalidad.
—Lo lamento, fue mi culpa y no me di cuenta hasta hace poco. Oppa, nunca me hubiera quitado el anillo que me regalaste, yo... yo... —se encontraba llorando, odiaba verla llorar— no quiero perderte, no de nuevo. —se aferró con mucha más fuerza a mi pecho, permitiéndome sentir las lágrimas de sus bellos ojos mojados.
—No, nada de esto fue tu culpa, soy yo quién lamenta haberse comportado como un idiota. Pensé que todo había cambiado cuando dejaron de llegar los mensajes...
—Te llamé muchas veces, pero... me dio fuera de servicio y no supe que más hacer. Te borré de mi lista de contactos.
—Lo sé, al final, fui yo quien cambio.
Solíamos caminar hacia el mismo lugar, pero justo aquí, se convirtió en nuestro último pasaje, solíamos hablar sobre el para siempre, pero ahora nos destruimos sin necesidad.
Observé su nombre en la lista de mis contactos y aquella bella foto que la caracterizaba.
Pensé que soñábamos el mismo sueño, pero ahora el sueño realmente se convirtió en uno, y mí corazón se rompe de solo pensarlo, por ello preferí quemarlo para que el dolor y mi persistente amor, no permanezcan en lo absoluto.
¿Desea borrar el contacto?
Eres el miedo, eres el amor, eres la pérdida.
Borrar.
Un sentimiento como el de una lágrima es un verdadero lujo, se que no habrá nada como una bella despedida, así que por favor, comienza ahora Jungkookie.
Suspiré— Tómalo con calma... —arrojando el celular lejos de mí vista— Ánimo, ánimo...
—¿Por qué?
—Por miedo, temí quedarme solo y atrapado en este amor, con tu ausencia en mi presente y el dulce recuerdo en mis sueños. No fue fácil, no quise hacerlo, pero aún mantenía las esperanzas, quería saber de ti, confiar en ti. ¿Podríamos... volver al inicio?
—Porsupuesto que no. —rompió nuestra cercanía y limpió con dificultad sus ojos, gracias al cubre bocas que portaba, al igual que el mío.
Tenía todo el derecho a negarse, lo sabía muy bien, pero no impedía que aun asi doliera.
—No sabes que adictivas resultan las personas que te hacen feliz. Ese tipo extraordinario de personas, que con solo su presencia logran robarte una sonrisa. Ese tipo de persona es Kookie para mí.
Me resulta tan claro ahora, la esperanza que brillaba en el fondo de mi oscuridad, en lo profundo de mi corazón, era la misma certeza.
—Tonto, mira dónde estamos, no pienso dejarte olvidar todo lo vivido. —sorbio su nariz y alzó la mirada— Porque no estoy dispuesta a dejarte ir, no necesitó volver a intentarlo, porque quiero empezar desde donde lo dejamos.
Con una tonta sonrisa en mis labios alce mis manos y frote suavemente sus pómulos, buscando limpiar las marcas del rímel distorsionado sobre su piel.
—Entonces, debería devolverte el favor, nonna. —aún ante su atenta mirada de ojos cristalinos y negros, cual adorable mapache, incline mi cabeza, acercándome hacia la zona que era cubierta por aquella tela, sus dulces y ensoñados labios.
Depositando un suave e ingenuo rose entre estos. Me alejé y no evite soltar una risita al contemplar su sonrojó.
—No has cambiado en nada, ¿qué se encuentra maquinando esa cabecita tuya?
—N-no podría decirlo en voz alta... pero tal vez, podría enseñarte. —y ahora eran mis mejillas las que padecían un ataque de pena y vergüenza.
—¿De-desde cuándo eres tan descarada? —alejé la mirada, detrás suyo, observando aquella conocida y vieja amiga, mi más preciada máquina expendedora.
Recordando preciados fragmentos de nuestra niñez como trainers.
De hecho, me sumerji tanto en ellos, que ni siquiera me di cuenta en que momento Eunbi se bajó el barbijo y tomando de mi mano, enrollo nuestros dedos a la vez. Alzándose en sus propias puntitas de pie, me invitó a ceder la postura, permitiéndole llegar a mi oído y susurrar.
—Buscaré por dentro, y buscaré por fuera, porque cada madrugada me fue imposible el contenerme al pensar en ti, Kookie~. —soltando un leve suspiró, herizo cada fibra sensible en mi cuerpo y prosiguió— Tenías razón, soy una depravada, asi que deja que nonna se encargue de consentirte está noche.
No dudo en depositar un beso en mi mejilla, y mordió sutilmente el lóbulo de mi oreja izquierda, con un brinquito soltó una risilla juguetona que me descolocó por completo. Con su mano libre alzó y acomodo su barbijo al avanzar.
Todavia podia sentir las mejillas ardiendo, el pecho bombeando con fuerza y una fuerte punzada entre los pantalones, todo debido al hecho de imaginarmela en medio de la fría y solitaria madrugada. Sin oponer oposición, me dejé arrastrar debido a la dulce unión ejercida por nuestras manos.
Tenemos mucho tiempo para ponernos al día... —observé aquella sortija en su dedo anular, y no pude evitar sonreír— No perderé más tiempo, porque eres el acto de fe que me impulso siempre hacia adelante. Mi dulce y sexy conejita.
—Incluso si la tierra llegará a quebrarse, incluso si alguien sacudiera este mundo... te prohíbo que vuelvas a soltar estás manos. Por favor Eunbi, no vuelvas a soltar mis manos, no me despiertes del bello sueño.
El amor cada uno lo vive a su manera. Algunos piensan que es un bello acto de fe, se trata de apostar, confiar en el otro y luchar por superar las diferencias todos los días y todo el tiempo.
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