.164.
|Jimin|
Tu alegría, tu risa, tus gritos... cuando me llamaste, te volviste mi flor personal.
-Siento que el mundo es diferente al ayer. -caminábamos sin algún rumbo fijo.
-Eramos tan jóvenes, tu eras una niña -sonreí al recordarla.
-No eras tan grande oppa -sonrió burlona.
-Es cierto -sonreí- aún así, parecías mi madre. -toqué su cabeza.
-Eres mi amigo. -su sonrisa solo finjia, ambos sabiamos que dolía.
-Lo sé y tu la mía, pero... ¿dejaré de lado lo qué siento?
-Debes hacerlo.
-Suena tan fácil para ti. -bajó su mirada para seguir caminando.
Estoy esperando por ti, justo detrás de ti, quieto como una flor...
-Creo que nuestro encuentro es obra del destino.
-¿Eso crees? -oi su voz.
Floreceremos hasta que nos duela.
-Tú eres yo, yo soy tú -le sonreí.
-Incluso si corres y corres, terminarás en el mismo lugar oppa.
Al igual que tú, estoy preocupado pero... no quiero arrepentimientos.
-Mi corazón se agita, bombea tanto cuando te veo. -me declare.
Por mucho que mi corazón revolotea estoy preocupado, el destino esta celoso de nosotros.
-No quiero que te pierdas Jimin.
El tiempo que anhelo, es el tiempo que busco desesperadamente, un tú y yo, se está desvaneciendo...
-Lo único que quiero es que te quedes a mi lado.
-Hasta que tu corazón se sienta entumecido, hasta que te cueste respirar... -nego al verme- no tendría porque ser asi.
-Sólo necesitamos coraje.
-Mira, juguemos... -ella se adentró aquellos juegos, sin más remedios simplemente la seguí y la observe jugar hasta ya no aguantar más.
-Está bien equivocarse, cometer errores -encogi mis hombros con suplica.
-Falta poco... -seguia concentrada en aquella consola, suspiré rendido, sólo me concentre en verla jugar, admirandola.- Oye vamos, a la maquinita. -asenti para seguirla, jugué y reí con ella.
No quiero que este momento terminé, encendiste esa luz en mi.
-Eso fue divertido -sonreía.
-Cuando habrás esa puerta, yo seguiré esperándote, seguiré ahí, lo sabes.
-Jimin...
-Tratamos de encontrar la respuesta correcta pero... no existe tal cosa, solo se asemeja a un laberinto de desiciones. Debes decidir.
No sirve de nada analizar, somos completamente imperfectos pero te amo y no cambiaria nada.
-Ya es suficiente.
-Sólo dime, que puedo sobrevivir sin ti.
-Si, lo harás, lo superarás.
Mientes, aun asi... quiero protegerte mi pequeña heroína.
-¿No te quedarías conmigo?
Negó- Lo siento...
-¿Por qué?
-Sabes la respuesta.
-Por última vez, déjame hacerte sentir bien. Solo una vez más, -negué con fastidio, la situación me pone mal- prometo, no dejarte, Yuna yo... -tomé sus manos, pero ella bajó su mirada.
-Aléjate Jimin.
-Tu rostro lleva una máscara, pidiéndome que me valla... se que no es cierto -negué acariciando sus bellas manos pero se alejo de mi.
-Lo siento, las cosas se volvieron locas... aquí es donde vienen los remordimientos, ¿verdad?
-Se honesta, no te arrepientas de nada. -la observé para seguirla.
-Bien... -suspiró para detener su caminar.
-Dilo, por favor, dilo... -con dudas decidio, seguir caminando, entonces tomé su muñeca- Yuna...
-Por favor, olvídalo.
-¿Por qué debería?
-Es lo correcto.
-¿Qué es correcto? -sonrei irónico.
-Jim... -tomé sus mejillas para besarla, un beso desesperado y realmente necesitado.
-Te amo, eso no cambia ¿lo sabés?
-Lo sé -asintio cabizbaja.
No era la respuesta que esperaba
Sus ojos empezaron aguarse- Pero...
-Lo sé... se supone que es por nuestro bien. -me separé un poco de ella para bajar la vista.
-En serio lo...
-No te disculpes, se que tienes miedo. -Igual yo.- Se que quieres cuidarme, pero... te cuidaré a ti.
-Jimin -susurro.
-Realmente me gustas Yuna, por eso lo entiendo, por eso... lo acepto. -el timbre de mi voz comenzo a quebrarse- Probablemente seremos amigos para toda la vida... -podía sentir el nudo en la garganta y las incontrolables ganas de llorar.
Todo, lo aguantaría todo... solo por ella.
-Pero... está bi.. -sentí sus labios sobre los mios, un tierno y delicado beso de su parte, un beso que traía inumerables recuerdos a mi mente.
Mi niñez, ella, el colegio, el salón de musica, nuestro escondite.
-Yo... -sus ojos derramaban lágrimas, su voz era un susurro.
Entiendo..
-Sólo déjame abrazarte, sólo... unos diez segundos. -la rodeé entre mis brazos, sentí su aroma, aquel aroma llamado nostalgia, alegría, recuerdos, amor.
Permiteme abrazarte para no distanciarnos, para no tener ningún remordimiento.
Hemos llegado tan lejos, esperaré en silencio porque...
-Creo en ti.
-No importa cuantas veces caigas en la vida, sólo importa levantarte después de cada caída, para asi, superarte cada día un poco más.
El amor... empieza con una mirada.
Sus ojos al verme.
Se dice con una palabra.
-Oppa me gustas -sonrió.
Se siente con un beso.
-Por favor cuidate -bese su pequeña frente.
y se pierde con una lágrima...
La abracé con fuerza.
Sólo porque el amor es hermoso, no significa que podamos ser felices siempre.
Mis lágrimas siguen cayendo, pero deseó la felicidad de esa persona... aún si eso, no me implica en su vida.
-Jimin...
Desde la creación del universo, todo, todo estaba destinado a ser.
-Eres quien me salvó, el ángel de mi mundo.
-Creo en ti, oppa. -mis lágrimas fluían, la abrazaba con mayor fuerza.
-Creo en un nosotros, tal vez no hoy... pero si en un futuro.
-Tambien lo creo Jimin. -me abrazó con fuerza.
Nuestra felicidad estaba planeada porque te amo y quizás me amas a tu manera.
-El tiempo sólo avanza... -susurro desde mi pecho.
Y no he hecho nada...
-Como un sueño, tengo miedo de que desaparezcas al igual que el tiempo -susurre aún rodeandola entre mis brazos.
-Lo sé, oppa yo confió en ti. -lo recalca porque conoce mi debilidad, la falta de apreciación.
-Yo confió en ti. -limpié sus lágrimas, para dedicarle una sonrisa. De repente comenzó a nevar- ¿Vamos por algo caliente? -ella asintió ligeramente, tomé su mano y enrolle nuestros dedos para encaminarnos y llegar a una cafetería cercana.
|Yuna |
-¿Quieres un café? -asentí y le obserbr marchar a ordenar.
-Odio que te marches sin escuchar aquellas palabras que... tanto anhelo decirte... -lo miré detrás de la caja, sonrei- Te amo, Park Jimin -susurre y una lágrima se escapó, rodando por mi mejilla, la limpié para poder observar la nieve caer por el ventanal de mi costado.
¿Cuánto más debo sufrir?
¿Temerle al amor?... ¿ocultar mis sentimientos para que no lo sepas?
Incluso si corro rápidamente, me alcanza, esta maldita lluvia del amor.
¿Cuando podré ser yo misma?
Los copos de nieve caen sobre las transitadas calles de Seúl.
El inicio y el final de mis sentimientos, estoy parada justo ahí...
Suspiré
Tal como esa historia para niños.. el amor no es como te lo cuentan.
Amar es soltar, esperar y confiar en el otro.
|Jimin|
-Aqui tienes -sonreí para acercarme y darle su pedido mas una pequeña torta.
-¿Volveré a verte? -ignoro el resto.
-No quiero perderte.
-No digas adiós, sólo regresa a mi, cuando sea el momento. -tomó su taza observando aquella nevada.
Enfréntare al destinó.
-Espérame...
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