.132.

Narra Jimin

¿Qué es esto? Kookie se encerró en si mismo, no habla con nosotros, hyung por su parte esta demasiado ido...

-¿Entiendes algo? -Tae me miro, negué para suspirar- rayos...

Estábamos de regreso a casa, faltaban horas para llegar al aeropuerto internacional de Incheon.

¿Qué le dirás a la pequeña?

Narra Yuna

-Eunbie unnie...

-Lo sé, hoy regresan.

-¿Estarás...? -sonrió débil para asentir- Cuentas con nosotras, lo sabes ¿verdad?

Asintió- Lo sé y gracias -suspiro- iré a bañarme -salio de la habitación.

Unnie, esperó todo se arregle en cuento ellos lleguen...

Narra Taehyung

-Llegamos chicos, arriba. -pidió Nam y bajamos en silencio, el mánager estaba esperándonos con la ban, subimos a esta y nuevamente ese silencio incómodo entre todos.

Uno que Seok hyung decidio romper al llegar a la casa- Bueno, Jung Kook ¿por qué no bajas?

-Iré a ver a la empresa para ver al ceo. -informo subiendo su ventana mientras el auto arranco.

Jimin suspiro- ¿Y ahora? -miro a los mayores.

-Debemos darle su tiempo. -volteamos a ver a Yoon hyung.

-Es cierto -suspiro Nam- vamos. -ingresamos a la casa y está se encontraba en silencio, se sentía la calidez de un hogar, aún así, era triste volver de este modo.

-¿Oh? chicos -Sojung intento sonreír, reverenciamos ante ella.

-Unnie, ¿no sabes...? -Yerin se acerco a la mayor y entonces nos vio, reverencio- ¿sólo seis? -pregunto al percatarse de la ausencia del menor.

Pude presenciar la falta de sonrisa en ella, eso me preocupó aún más.

-Iré a desempacar, permiso. -reverencio levemente Yoongi, Hoseok se adelanto callado detrás de él.

-Bienvenidos... -intentó sonreir la mayor.

-Hablemos un momento. -Nam palmeo a Jin y él asintió, los tres se alejaron de nosotros.

-Ire.. a desempacar -Jimin reverencio para seguir rumbo a nuestra habitación.

Un silencio incómodo se hizo presente entre ambos- Ye...

-¿Qué pasó? -pregunto afligida.

Narra Yon

Pequeña...

-¡Yon reacciona!

-Pe-perdón... -reverencie apenada.

-Has tirado cinco platos, has dado tres ordenes mal y ni siquiera me escuchas, ¿qué te ocurre?, ¿no necesitas el empleo?

-¡Perdón! -seguí aun con mi espalda inclinada y mi cabeza gacha ante el dueño del local, hoy era el dia en el que él no acompañaba todo lo que queda de la tarde.

Suspiro resignado- Vete a casa -pidio.

-Pe-pero... -me oi preocupada, acaso eso era ¿un despido?

-Solo ve y descansa, más te vale, no cometer los mismos errores mañana. -enojado me quitó el delantal para alejarse.

Suspiré con más alivio en mi pecho y comence a caminar rumbo a la casa. Me era inevitable el recordar sus ojos, aquélla mirada, la tristeza en ella, ¿por qué?

-Ah -toque mí cabeza al haber chocado con alguien por mi descuido, me disculpe- lo siento...

-¿Seguirás de largo? -me detuve al oír su voz y giré para poder verlo.

-¿Oppa?

Narra Namjoon

-¿Qué fue lo que ocurrió? -pregunto ella.

-No lo sabemos -declare con honestidad y nos miró confundida a ambos.

-Jung Kook, él... -hyung intentó expresar el comportamiento extraño que tomo el menor.

Entonces me fui, dejandolos solos para que hablen del tema. Aún no entiendo lo que sucede, estoy realmente mareado con la situación, por ello decidí caminar por los alrededores.

-Lo lamento -me incline para ayudarla a levantar su bolsa, la joven agradeció y siguio sus pasos, suspire frustrado conmigo mismo- ¿eh? -mire el entorno con mi ceño fruncido- ¿cómo llegue hasta aquí? -me cuestione mentalmente.

Estoy en la ruta que da con el trabajo de Yon, mí inconsciente me juega trucos, aún así... quisiera verla, necesito verla.

Caminé un poco más y la encontré, pero no de la forma que imagine. Ella era rodeada en otros brazos y sus lágrimas caían por sus mejillas.

Simplemente me paralice, por el simple hecho de verla así... en aquella condición tan vulnerable y me fue imposible recordar.

-Llora... -la abracé con fuerza.

Los recuerdos me inundan, las emociones a flor de piel, pero sin embargo, no soy yo quien la consuela, quien la abraza, sino que, es otro...

Mis puños fueron abriendose de a poco, mí cabeza se dejó caer, mi vista era gacha, un último vistazo fue suficiente para mi humillado corazon.

Él la rodeo de sus adorables mejillas para secar sus lágrimas con una leve sonrisa que reconfortaria a cualquiera, tomó su mano y la guió hacía otro lugar.

Sólo pude apreciar su silueta marchar junto a él, simplemente no pude decir o hacer nada al respecto; al fin y al cabo, ser feliz es lo que debo de exigirle a ella.

-Eres como este rió, siempre hacia delante... -sonrio contemplando las corrientes de este.

-Creo que Yon... -las palabras de Jin no salian con claridad, porque dudaba en si debia de decirlas o no.

Si ya eres feliz con alguien más, deberia de ser suficiente para este pobre idiota, que ni siquiera se anima a decir lo que siente, porque teme no poder protegerte de lo que pueda sobrevenirte.

Narra Hwang Eunbi

-Yuna ¿y Eunbi? -ingrese a su habitación y fue lo primero que indague.

-Fue a bañarse -suspire aliviada al oirla- ¿estarán bien verdad?

-En este momento él no me interesa. -declare con honestidad y unnie bajó su mirada.

Toc toc ambad nos miramos confundidas, ¿quién podría ser?

-Pase -Yuna dio la aprobación.

-H-hola... -reverencio avergonzado al abrir la puerta.

-Volvieron... -susurre, no tenía ni idea de que ya estuvieran en la casa.

-Jimin... -los ojos de unnie se cristalizaron, tragué saliva comprendiendo que sobraba en aquel lugar, entonces salí de la habitación.

Suspire- Maldito idiota... -baje las escaleras tan rápido como pude en busca de él, pero ni rastro, oí a unnie en la cocina y logre divisar a Hoseok en el patio trasero, entonces me dirigí hasta él, dejando al roedor para despues- Hoseok -lo llame, pero le note turbarse al oír mi voz, pasaron unos minutos en silencio hasta que logre oirlo.

¿Qué le pasa? Frunci el ceño.

-Eun... -me abalance hacia él para abrazarlo, apenas y me correspondió.

-¿Qué...? -mi voz estaba comenzando a quebrarse gracias al nudo en mi pecho- ¿qué esta pasando?

¡Demonios! no quería que las cosas fueran asi, pero realmente necesitaba correr hacia sus brazos. Él siempre fue quien me consoló, siempre me ayudó, siempre estuvo ahí para mi y siento, que es momento de dejar el pasado atrás, los malos recuerdos y...

Pero podia presentir que algo no andaba bien, y mas allá del imbécil de Jungkook, ¿acaso algo ocurrió con Hoseok?

Él guardo silencio, únicamente prestandom su pecho como un consuelo, entonces mis lágrimas salieron, no las detuve, no quise hacerlo.

Creo que es tiempo de dejar de huir, de pelear conmigo misma y hora de oir a mi corazón..

Narra Jung Eunbi

Salí del cuarto del baño para dirigrme al dormitorio y al abrie la puerta pude verlos a ambos.

-Estaremos bien... -Jimin la rodeaba con sus brazos, en un calido y tierno abrazó.

-Oppa... -ella lloraba en su pecho.

-Está bien, está bien... -acariciaba su cabeza con dulzura y el amor se podia ver en sus ojos.

Cerré la puerta despacio, no queria interrumpirlos.

Volvieron...

-Kookie... -susurre para a paso firme ir hasta las escaleras, casi corriendo.

Necesitaba verlo, realmente lo necesito, necesito estrecharme en un fuerte y perdecto abrazó, necesito que me diga que todo estara bien, que no pasa nada, que me ama, realmente, realmente lo necesito aqui...

Al llegar hasta el escalón central, pude verlo ingresando a la casa, despojandose de sus zapatillas en la entrada, levantó su mirada, encontrandose con la mia.

Me apresure a correr hasta él, abalanzandome a su cuello, obligándole a inclinarse y rodearme con sus brazos.

Si, esto es, es lo que necesito...

-Kookie... -susurre con alegria y es que me sentía a salvo, segura... pero sus manos fueron alejándose y llegaron a mis hombros, obligándome a alejarme de él- Kookie... -le miré con preocupación, su rostro, el semblante que tanto amó.

Se encontraba triste, enojado, cansado, se le veia afligido, entonces me vi con la necesidad de calmar aquella agonia. Pose mí mano sobre su mejilla con ternura, calidez y amor.

-Estas en casa -mis lágrimas corrieron libremente desprendiendose de mis lagrimales para rodear mis mejillas, sonreí- te extrañe... realmente te extrañe oppa...

Pero alejó mi mano suavemente y con firmeza, lo miré confusa, las lágrimas seguían su curso.

-De-debemos hablar... -susurro en un tono frió, seco, un tono de alarma ante mi fragil corazón.

-¿Qu-qué ocurre... mi amor? -susurre.

Algo no cuadra, algo no se siente bien, como si algo me dijera... que se acerca un final... uno doloroso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top