|Cap ₇|Muchos hombres.


Le di un golpe a la mesa, haciendo saltar a mis dos amigas.

Mi sangre comenzaba a arder y cada vello de mi cuerpo se hallaba erizado. Tenía la piel como gallina y mis ojos no dejaban de ver la pantalla, con su mensaje en el chat.

Miré a Whee-in y grité. Muy. Muy. MUY fuerte. Por suerte, no había nadie en la terraza, solo nosotras tres.

—¡___, me asustas! —exclamó ella.

—¡Es él! ¡Ju-Jungkook! ¡Mierda! ¡Jungkook! —le pasé el móvil.

No podía creer que me volviera a hablar. Ni si quiera lo podía creer posible. Aunque había pensando en él toda la semana, nunca creí posible que me volviera a hablar.

NUNCA.

—¿Quién es? —preguntó como un angelito mi amiga Hwasa, tomando de su juguito.

—¡Jungkook! ¡Es Jungkook! ¡La persona más hermosa del mundo! —movía mis brazos con exageración.

Tal vez exagero mucho.

—Bien, lo preguntaré de nuevo —tomó de su juguito, se aclaró la garganta—. ¿Quién es Jungkook?

Sin saber qué hacer, ignorando su pregunta, me lancé al suelo de la terraza, escondiendo mi cara entre mis piernas. Pareciendo una loca.

—No puedo creerlo... —traté de calmarme—. Esto no puede ser real.

En verdad. Nunca jamás había actuado así con un mensaje de alguien, y menos de un chico. Nunca jamás había actuado con tal entusiasmo, y al mismo tiempo saboreando el miedo, el descontrol y la inseguridad.

—¡No seas tonta, ___! —gritó Whee-in con el móvil en mano—. ¡Si no le contestas tú, lo haré yo! —gritó, emocionada.

—Sí, tienes razón.

Con una gran sonrisa me levanté del suelo, notando que mis pantalones se hallaban un poco sucios por estar ahí abajo.

Ahora, todo me valía mierda a excepción de ese mensaje.

Bueno, ahora mismo debía de controlar mi emoción y no reflejar aquello en mi próximo mensaje. Debía de ser astuta al menos por un momento. Si le contesto algo cortante pero no tanto, y él me sigue enviando mensajes, es porque en realidad desea charlar conmigo.

Habrá que arriesgarse.

Chat


—👉👈❤

—Eres tan hermosa.

—Tú también lo eres.
De ninguna manera
te quedas atrás.

—No es verdad, pero
bueno, ¿cómo ha estado
tu día?

—Vine a ver una película
con unas amigas.
¿Y el tuyo?

—Me alegro mucho
por ti. Yo hoy he estado
todo el día en casa.

—¿Y has tenido muchos
certámenes?

—No muchos, pero
sí me he estresado
bastante.

—Quiero confesar que
nuevamente creí que no
volverías a hablarme.

—Oh, por favor, no
creas eso. Ya había
dicho que a veces me
desconecto de las redes.

—Lo sé, lo sé.

—Jajaja, ¿por qué eres
tan tierna?

—No lo sooooy.

—Lo eres. Me encantan
tus mejillas. Quisiera
apretarlas.

—Claro que no son lindas.
Para nada.

—Oh, sí que lo son.

—Okay, okay ❤

—Me encantas. Mucho.


Fin Chat


Había pasado la prueba. Esa prueba en la que él me siguió enviando mensajes, a pesar de que yo nada más le había enviado unos tres emojis.

No paraba de sonreír.

Yo le encantaba.

Le encanto a Jungkook.

Cree que soy tierna.

Cree que soy hermosa.

Aunque hasta para mí misma todas esas palabras parecían erróneas pensando en mí, para él no. Él me cree alguien hermosa.

Esto es mucho para .

Después de tanto tiempo, mi corazón volvía a retomar el latido. Había parecido una eternidad sin hablar con él, y ahora cuando lo había conseguido hacer, se sentía de puta madre.




•••




Pasaron tres días después de aquella charla virtual. Nos encontrábamos en receso con Whee-in, sentadas en una banca.

—Ella no es bonita —dijo mirando enfrente, negando con la cabeza.

—¿De quién ha...? Ah, ella.

Dije al notar que Tae Hyung y su novia pasaban a unos metros de nosotras, tomados de las manos. Ella llevaba cara de culo, como si todo le aburriera o siempre estuviera enojada.

¿Quién podría tener una cara tan pesada teniendo a Kim Tae Hyung a su lado? Yo nunca fui así. Todo nuestro tiempo juntos eran risas, abrazos, besos, sonrisas y coqueteos. Siempre y a cada minuto nos recordabamos el uno al otro lo mucho que nos queríamos.

|ғƖαѕʜ ʙαᴄᴋ|


Tae Hyung se sentó a mi lado, pasó su mano por mi espalda y pronto sentí un beso en mi cabeza. Tal vez había notado que me sentía un poco triste. Él se había vuelto experto en saber mi estado de humor con sólo mirarme a los ojos.

Yo no dudé en abrazarlo por el cuello, acercando mi rostro a su cuello y suspirar. Su olor me relajaba.

Tae. Mi paz.

—Te quiero —acarició mi espalda con delicadeza, pasando sus dedos con lentitud.

Necesitaba mucho esas dos palabras.

—Yo también te quiero, Tae Hyung —esbocé una sonrisa, levantando un poco mi cabeza y así besar su mejilla.

—¿Cuánto me quieres? —habló en mi oído, susurrando.

—De aquí, al infinito y más allá —dije con diversión.

—¿En serio? —se separó unos centímetros para mirarme a los ojos, suspirando al mismo tiempo—. Eso es mucho.

—¿Y tú? —sonreí, muy cerca de sus labios.

—También lo hago. Desde aquí, al infinito y más allá. Mucho más allá. Donde nadie ha ido.

Suspiré y, lo seguí viendo a los ojos. Sólo podía ver esos ojos que tanto quiero. Repletos de luz y brillos.

¿A mí también me brillarán así al verlo?

—Dame un beso —pidió en un susurro, sin dejar de abrazarme. Sin dejar de mirarme a los ojos.

Observé sus ojos un momento. Me acerqué a su rostro con cuidado y rompí nuestra corta cercanía. Junté cuidadosamente nuestros labios, sintiendo lo cálido de éstos mismos. Me separé y lo vi a los ojos nuevamente.

Él sonreía, como si yo fuera lo más lindo que haya visto.

—Te quiero tanto, ___.

|ғɪη ғƖαѕʜ ʙαᴄᴋ|

¿Entonces por qué me dejaste?

—¿Y qué piensas de ella?

—Ah, ¿quién? —le pregunté a Whee-in.

—De ella. La fea novia de Tae.

—Ah, mhm... Tal vez no posee mucha belleza exterior, pero sí interior, ¿no lo crees?

—No lo sé, tal vez... Mhm... ¿Pero cómo podría ser buena persona teniendo esa cara de culo siempre?

Aguanté una risita.

—Bueno, sí, tienes razón. Igual, no se ven felices —hice una mueca.

—No, ¿cierto?

—¿Y has pensado en lo de hablar con Tae?

—¿La disculpa, dices?

—Creo que los dos se deben una disculpa. Los dos hicieron las cosas mal.

—Tienes razón... Al menos deberíamos hablar... como amigos, aunque de todos modos... siento que sería un poco difícil.

—¿Y no que ya te habías olvidado de Tae? —enarcó una ceja—. Creí que ese tal Jungkook ya te tenía bastante enamorada.

—¡Lo estoy! —alcé los brazos—. Pero... Pero Tae fue alguien importante... Siento algo muy... muy grande por Jungkook, pero el tema de Tae no se me ha olvidado. Dime, ¿cómo puedo superar algo, cuando ese algo aún tortura mi cabeza?

—Por eso lo digo. Deberían hablar. Tal vez esa es la única forma de la que puedas seguir.

—Lo haré... Le hablaré hoy.

—Ya quiero ver eso —alzó y bajó las cejas.

—Hablaré a solas con él —entrecerré mis ojos.





•••





(hobi_sun) : Holaaa.

—¿Qué quieres ahora? —le pregunté al celular, echándome sobre el sofá de mi casa.

Abrí su chat y respondí con un Hola.

Chat


—¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú?

—Muy bien. Ayer salí
al cine con la chica
que me gusta.

—¿Y cómo estuvieron?
¿Se besaron?

—No, no nos besamos,
pero le di un ramo de
rosas y una caja de chocolates.

—Qué suertuda.

—Lo es. ¿Cómo te ha
ido con ese chico
de Omegle?

—Muy bien. Hemos
hablado. Descubrí que
le encantó.

—¿Y cuándo se
van a conocer?

—Estamos en semestre
de clases.

—¿Y?

—Que tanto él como yo,
tenemos responsabilidades.
No es fácil viajar tantas
horas.

—Siempre es posible,
si te gusta mucho
esa persona.

—Lo sé.

—Si fuera él, viajaría.

Fin Chat

Bueno, no tenía claro el porqué, pero siempre terminaba con no responderle los mensajes a Hoseok.

Ahora, quería concentrarme en Tae Hyung.

Ahora se trataba del momento en el que le escribiría por texto para decirle que quiero hablar con él en la preparatoria. Mis manos sudaban. ¡Han pasado meses desde nuestra última palabra!

Lo nuestro no terminó como en realidad quisiera, y por ello, debía arreglarlo. Tampoco querría perder a una persona tan importante en mi vida, por un corazón roto. Tal vez... Tal vez yo fui la culpable de todo.

Tal vez nunca debí esperar tanto de él.


Chat


—Hola. Necesito que
hablemos mañana
por la tarde en la
preparatoria.

—Bueno.


Fin Chat


—¡Woah! —agarré mi pecho.

Estoy segura que me faltaba aire. No puedo creer que eso hubiera sido tan fácil, pero a la vez tan difícil de hacer.

¡No me lo creo!

Para desconcetrarme del tema —porque lo necesitaba—, apreté una historia de Instagram de Jungkook, donde salía su hermoso y pulido rostro por los mismísimos ángeles. Lo deleité unos cortos minutos, haciéndome suspirar.

¿Cómo puede ser tan bello?

¿Cómo esa persona tan hermosa puede creer que yo también lo soy?

Reaccioné a la historia con un emoji de una carita con corazones en los ojos. Al instante, él me respondió con muchos corazones y un emoji sonrojado.

Definitivamente, tengo la mente en las nubes. ¡Muchos hombres en mi vida!

Tae Hyung, mi problema.

Hoseok, el chico entrometido.

Jimin, ex enamorado y ahora mejor amigo.

Y, Jungkook... Oh... Jungkook. Mi perdición.

Además de algunos chicos de mi clase, a los cuales nunca les hice mucho caso. Aunque aún insisten. ¿Por qué lo hacen?





•••





—¡Hazlo, o nunca lo harás! —animó Whee-in.

—¡Sí, sólo espera un segundo! —dejé una mano en la pared y respiré dramáticamente, como si la vida se me dependiera de ello.

—¡___, vamos! —alentó.

—¡Listo, estoy lista! —me reincorporé, le di una mirada a la pelinegra y fui directo adonde él se encontraba.

Desde lejos, pude ver que mirada cosas en su móvil, muy atento. El pasillo se hallaba vacío, por lo que aproveché en caminar hacia él.

¡No puedo creer lo que estoy por hacer!

Al llegar a su lado, él levantó la mirada, inexpresivo, sólo me miraba a los ojos. Tragué saliva al sentir nuevamente esos ojos tan intensos en mí, penetrando lo más profundo de mí:

Mi alma.

—Hola, Tae —dije.


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