|Cap ₂₁|Más besos, agarrones y besos.


De inmediato, nos separamos, algo tímidos y cohibidos. Aquel beso había sido tierno, así como Yoongi; alguien tierno, un buen chico. Él siempre había sido un buen chico.

Toda la fiesta se quedó hundida en un silencio sepulcral, observándonos a los dos con asombro. Inmediatamente, mis mejillas se encendieron. Yoongi sonreía, cabizbaja y avergonzado. Aclaré la voz y sonreí, muy borracha. Ni si quiera sabía por qué todos nos miraban, digo, sólo fue un beso.

—¿Qué sucedió? —dijo una chica, entrando por las puertas de la terraza. 

—Yoongi y ___ se besaron —respondió un chico, boquiabierta. 

—¡Oh! —la chica se exaltó, emocionada—. ¡¿Eso es cierto?! 

—Eh, sí —me encogí de hombros, teniendo a Min aún cerca de mí—. ¡No es para tanto! —me sonrojé aún más.

—¡Bésense de nuevo! —gritó un chico, divertido.

—¡Sí, yo no vi el beso! —agregó la misma chica que había entrado por las puertas. 

—¿Es en serio? —me crucé de brazos, sonriendo—. Creo que fue suficiente por hoy.

—¡Vamos, ___! —gritó Jackson, animando. 

¿En verdad toda la fiesta se detuvo para animar otro beso entre Yoongi y yo? No podía negar que sí me había gustado aquel beso, a pesar de no encontrarme en mis cinco sentidos, creo que lo había disfrutado. Y, digamos que mi yo borracha está dispuesta para todo.

Miré a Min, él me echó una mirada de vuelta, con sus manos dentro de los bolsillos delanteros de sus jeans. ¿Es posible que Min también quiera besarme otra vez? Había que averiguarlo.

—¡Dale, Yoongi, hijo de tigre! —gritó un chico.

Pero si es un gatito.

¿Se han encontrado en una situación parecida? Una situación para nada madura, más bien una situación que se da en los colegios para niños, en los que todos los pendejillos se reúnen en circulo y en medio hay dos personas, siendo animados para besarse. 

Así me encontraba yo ahora, lista para ser besada nuevamente por Yoongi. Quería olvidar a Jungkook, y tal vez dándole oportunidades a otros chicos, podría lograrlo. Siempre he sabido que estas inmaduras acciones no son correctas pero, al diablo lo correcto. Ahora mismo me importaba un carajo ser reservada y buena chica, sólo quería ser libre y disfrutar del cariño que me pueden brindar diferentes personas.

¿A quién le importa lo que las demás personas piensen? Es mi vida, yo respiro y doy lo que puedo para vivirla. Soy adolescente con ganas de más, mucho más que estúpidos sentimientos correctos. Necesitaba olvidar la perfección humana de Jungkook, sin embargo, tenía muy en claro que nada ni nadie podría remplazarlo, porque vamos, estoy enamorada de Jeon Jungkook.

Nadie iguala a Jeon Jungkook, por muy tedioso que suene. Odiaba lo que me hacía sentir su puto nombre.

Oh, estoy jodida. Estoy jodida, Jungkook, y tú eres mi maldita causa.

Apreté mis puños a los lados de mi cuerpo, respirando hondo, queriendo sacarme el rostro del castaño de mi cabeza. Fingí una sonrisa, y teniendo los ánimos de todos mis amigos a los lados de nosotros, sólo podía ver a Yoongi. Como si todas las luces fueran apagadas, y nada más el cuerpo de Min fuera alumbrado. Su sonrisa era tan tierna, tan inocente y aniñada.

Di un paso en frente, lo tomé de su nuca y estampé mi boca en la suya. Sus finos labios sabían bien y tal vez podía acostumbrarme a aquel sabor, algo dulce y con gusto a vodka negro. Cerré mis ojos y sonreí, teniendo aún nuestros labios a roce. Pronto, me separé, notando que él sonreía, igual de tímido como en el primer beso.

Todos mis compañeros hombres se abalanzaron hacia él y lo abrazaron, como si hubiera ganado una copa de primer lugar, o como si se hubiera lanzado de un puente y haya salido con vida. Todos emocionados, eufóricos por aquel beso con Yoongi.

—¡Hijo de tigre! —lo felicitó uno, dándole palmadas en su espalda. 

—¡Crack! —gritó otro.

El pobre Min se encontraba en medio de un circulo, mientras nuestros amigos lo felicitaban.

—¡___! —se acercó una amiga a mi lado, teniendo una gran sonrisa, como todos recientemente—. ¿Te gusta Min? Harían una hermosa pareja.

—No me gusta Yoongi —reí un poco, caminé a la mesa con tragos—. Sólo lo hice por diversión, tampoco es para tanto. Él y yo somos amigos.

—Es que, creo que tú sí le gustas a Min.

Volteé a mirarla, algo inquieta. Luego, volví mis ojos al hielo que le estaba poniendo a mi vaso.

—No lo creo, él sabe que somos amigos. ¡Vamos! Somos amigos desde hace tres años —torcí una sonrisa, luego le di una probada a mi vaso con vodka.

—Bueno... —hizo una mueca, y luego se fue.

¿Por qué todos están obsesionados con que Yoongi y yo tengamos algo?

—¿Sentiste algo? —apareció la hermosa Whee-in a mi lado.

—¿Sentí qué? —bebí más de mi vaso. 

—Algo con ese beso, ya sabes, con Yoongi —sonrió, posando una mano en mi hombro.

—Sí, sentí algo. 

—¿Qué cosa? —preguntó, desesperada por mi respuesta. 

—Sentí a Jungkook diciendo: Oh, no, mi amor, tú sólo me amas a mí.

—Mhm... —entrecerró los ojos—. Sé que es difícil, pero creo que a Yoongi le gustas. O sea, no lo creo, más bien él lo confesó.

—¿Le gusto a Yoongi? ¿Cuándo lo dijo?

—Lo dijo recién. ¿Ves? Te lo dije, sabía que le gustabas. 

Oh, no, ahora sí había metido la pata. Es cierto que ahora comenzaría una nueva transición a ser alguien más abierta y liberal, pero a Min no quería perderlo. Min siempre ha sido mi amigo, así como lo era Tae Hyung, y luego confundimos sentimientos y terminamos siendo nada. No quiero pasar por eso con Min. Suspiré, y finalmente dije:

—No quiero hacerle daño. No a él.

—Tranquila, está bien, tampoco puedes obligarte a estar con una persona.

—Sí... —hice una mueca triste y bebí lo último de mi trago.

Habían apagado las luces nuevamente, sin embargo, las pequeñas luces de colores aún brillaban en la oscuridad. Me senté en un sofá, estando mareada. Ya no quería pensar en nada más, tampoco quería problemas amorosos en mi vida, al menos no por esta noche.

Al otro lado de la gran sala, visualicé a Jackson, teniendo una cerveza en una de sus manos. Él se encontraba igual de borracho que yo. Me levanté de mi puesto y caminé hacia él. No sé qué tenía, pero quería abrazarlo. Al estar frente a él, él me miró y sonrió, con sus ojos brillantes y algo rojos por el alcohol.

—¿Qué sucede, ___? —abrió sus brazos, ofreciéndome ganarme entre ellos.

—Estoy cansada de todo... —me metí en medio de su agarre, mi cabeza en su cuello, aspirando su agradable olor.

Jackson huele tan bien. 

—Yo también... —bajó sus manos a mis caderas y ahí sostuvo su agarre.

—¿Te quedarás a dormir? —le di un escaso beso en la piel de su cuello, enrollé mis manos por alrededor del mismo.

—No puedo, pasarán por mí en una hora —sentí cómo se estremeció al sentir otro beso de mi parte.

—Qué mal... —besé nuevamente su cuello, subiendo a su mandíbula con cautela. 

—¿Quieres que me quede? —apretó sus manos a mi cintura.

—Sería divertido... —le regalé un beso en su mejilla.

—Sí —tragó saliva.

Mis besos se volvieron más húmedos, al llegar a la comisura de sus labios y besar su contorno. Me gustaba esta sensación. No podía creer lo que me encontraba haciendo ahora, seduciendo a Jackson, quien siempre ha tenido a decenas de chicas a sus pies, y ahora estaba siendo derrotado por mis simples besos. Y, ahí me pegunté; ¿Cuántas chicas desearían hacer esto, como lo estoy haciendo yo? Y, como mencioné; decenas.

Apreté mi cuerpo más al suyo, sintiendo así el bulto entre sus piernas. Él apretó mis caderas y rocé la punta de mi nariz por su cuello, delineándolo con ello. Sólo sabía que quería irme a una habitación con él.

Pronto, nos detuvimos al escuchar a una chica sugerir que nos sacáramos una foto grupal en la terraza. Suspiré, él también. Salimos de nuestro lugar y fuimos con los demás. Siendo nuevamente interrumpidos.

Al pasar de las horas, se habían vuelto las tres de la madrugada, y tras ello, unas siete personas se habían ido, entre ellas; Yoongi y Jackson. Lo genial era que todos los demás se quedarían. Algunas parejas se habían ido a dormir al segundo piso de la casa, dentro de habitaciones privadas. 

Otro gran grupo nos habíamos quedado en la primera planta, tomando Shots de Tequila y comiendo patatas fritas con salchichas. Todos se encontraban borrachos, reían por todo. Ah, y habían fumado marihuana, por lo que todo les causaba gracia.

El ex novio de Whee-in se había ido a dormir a una habitación de arriba, solo. En cambio la misma Whee-in, se estaba bebiendo una botella entera de Tequila, ella sola.

La madrugada estaba llegando, entonces dejamos colchonetas en el suelo, y cobertores encima de ellos. Todos caímos rendidos, recostados y borrachos. Esta había sido una buena noche, y sonreí por ello. 

A mi lado se encontraba uno de mis compañeros, y creo que se había intoxicado con alcohol. Mi deber como buena amiga sería cuidarlo, puesto que se encuentra en un peor estado que yo, y eso hice, me acurruqué a su lado, y sin ser consciente, pasé una de mis manos bajo su camiseta. Sabía que él siempre ha tenido un cuerpo muy tonificado, así que no me alarmé ni emocioné al sentir su duro abdomen. Creo que en algún momento, ya había tocado sus seis cuadritos.

Me apegué más al chico y caí en los brazos de Morfeo. Sólo esperaba no despertar vomitada.

__________ 

Aquí les dejo el tráiler de "Time", por si aún no lo han visto 🌹 (acuérdense que esa historia está conectada con casi todos mis demás libros)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top