4. Cuello.

Wei Ying tiró la cabeza hacia atrás, un sonido ronco se escapó de entre sus labios, forzando el cierre de sus ojos. Cayendo ante el tacto, el trazo ardiente que las manos de Lan Zhan dibujaban sobre su piel desnuda, él arqueó la espalda.

Las grandes manos del alfa atraparon su delgada cintura y tomando firmeza en su agarre, tiró del cuerpo del omega hacia él con rapidez y fuerza.

—L-Lan Zhan —lo llamó entre gimoteos.

El aire se sentía caliente en el Jingshi, el silencio se vio irrumpido por jadeos y gemidos pesados. Después de una cacería nocturna, la pareja hacía honor a su promesa.

«Todos los días son todos los días»

—Más despacio —rogó, pero bien sabía que su petición no sería acatada. Y eso lo llevó a sentir su piel erizarse con tal pensamiento—Lan Er-Gege, por favor —Wei Wuxian no era tonto. Sabía perfectamente lo que llamar así a su alfa causaría.

Por eso, una sonrisa satisfactoria se pintó en su rostro cuando las embestidas se volvieron más bruscas tras eso. Sus manos atadas con la cinta blanca buscaron temblorosamente aferrarse al cuello de Lan Zhan.

—Vas a romper a tu pobre esposo si sigues así, Lan Zhan —reaccionando a una corriente de placer, las piernas del omega abrazaron las caderas del alfa con desespero.

Lan Wangji no respondió, sus ojos lo hicieron por él. El dorado en ellos brilló cuando su hermoso omega se alzó para atrapar sus labios en un dulce beso. Su corazón palpitó con júbilo.

Cuando el sol saliera, se cumpliría un mes tras la boda formal de Lan Zhan con Wei Ying.

Lan Qiren había puesto poca resistencia tras la petición de su sobrino de unirse en matrimonio con el omega. ¿Qué otra opción le quedaba? Pudo ver la determinación en la mirada del alfa cuando le pidió su bendición. No iba a aceptar un no por respuesta.

Después de su boda, Lan Wangji y Wei Wuxian se volvieron maestros principales del Clan Lan. Por ende, sus responsabilidades aumentaron, su tiempo libre se vio reducido a comparación de los meses que se escaparon juntos para viajar por pequeñas ciudades y pueblos antes de volver a Gusu.

Y su "todos los días son todos los días" era la única rutina que no interrumpieron ahora que ya eran una pareja de esposos.

No obstante, había algo que, por diversos motivos, no se había podido concretar. Era lo último que faltaba para hacerlos un matrimonio completo. Ya hicieron las tres reverencias, tuvieron una boda y han consumado su matrimonio. Solo faltaba una pequeña cosa importante.

La marca.

Ya sea porque el omega caía completamente rendido ante el sueño después de hacer el amor con su esposo, o porque Lan Zhan desperdiciaba la oportunidad de marcar a su omega besándolo mientras su nudo se formaba dentro de él, por cualquier pequeñez, la marca todavía no se había hecho.

La marca era ideal de hacerse durante las relaciones sexuales, justo al momento en que el nudo del alfa se forma dentro del omega. Allí, los colmillos del alfa salen a relucir, el mismo lobo es quien pide encajarlos en su pareja –si la considera así– para poder unirse en todas las formas.

Y, viéndose cerca del clímax, Lan Wangji sintió sus colmillos picar. Sus ojos viajaron por el rostro de su jadeante omega para bajar hasta su hermoso cuello que, para esos momentos, era su mayor deseo. Deseaba marcarlo. Pero, no haría nada hasta que Wei Wuxian se lo pidiera.

—Wei Ying... —gimió el nombre de su esposo, quien, al verse llamado, abrió sus ojos que brillaron en placer. El gris en estos se iluminó al sentir que el embriagante aroma a sándalo de su marido se intensificó al igual que las embestidas a su cuerpo.

Sonrió envuelto en incesante excitación.

—Cachorros —dijo Wei Ying de repente—Dame cachorros, Lan Zhan —el alfa juraba que no podía ponerse más duro de lo que ya estaba, sin embargo, después de escuchar eso e imaginarse a su omega con su vientre abultado por llevar a sus hijos, sintió un azote de placer recorrer su cuerpo.

—Marca... —dijo entre sus pensamientos de su futuro. Quería hacer bien las cosas, si Wei Ying quería cachorros, primero debían unirse en lazo. Sus manos apretaron la cintura del omega, y las piernas de este hicieron lo mismo con sus caderas. Atrapándose mutuamente en sus agarres.

—¿Uh? —Wei Wuxian demostró confusión en su mirada cuando escuchó eso. Pero, viendo a dónde su alfa miraba, no fue difícil descifrar a qué se refería.

Casi pegó un grito cuando se dio cuenta, ¡¿cómo rayos no lo hicieron antes?! ¡La marca era importante eran una pareja casada! Ahora entendía todas las miradas desaprobatorias que algunos ancianos le dieron cuando Lan Zhan y él pasaron al lado suyo. De seguro casi les daba un infarto al ver que no había una marca en su cuello incluso un mes después de su boda.

Sintió que el pene de Lan Zhan se volvió más grande dentro suyo, eso significaba que el nudo se comenzaría a formar. Entonces, su alfa sentiría la necesidad de marcarlo. Casi lloró cuando lo pensó, todas esas veces que hicieron el amor, ¿su esposo se aguantó las ganas de morderlo?

Su dulce esposo lo aguantó hasta que él lo pidiera. Sonrió y sintió unas lágrimas escaparse de sus ojos, alzó sus manos para acariciar el rostro de su alfa, sintiéndose conmovido.

Su perfecto alfa... tan caballeroso y amable.

Iba a decirlo, iba a decirle que podía marcarlo. Que podían unirse por medio del lazo que la marca formaba. Que él también lo quería, lo ansiaba.

Y justo cuando iba a abrir su boca para hacerlo, Lan Zhan dio una fuerte y final embestida para después quedarse quieto, el nudo se estaba formando dentro suyo. Sintió cómo su alfa comenzaba a llenarlo con su semen. Su omega sintiéndose satisfecho ante toda la situación ahogó un grito.

—¡Lan Zhan! —gimió fuertemente.

Y lo hizo. Le ofreció su cuello a Lan Zhan.

Movió su cabeza casi de forma inconsciente, estiró lo más que pudo su cuello para enseñárselo a su alfa. Su mano derecha se movió detrás de la nuca de su marido y lo jaló hacia abajo, guiándolo hasta la piel en aquella zona.

Lan Zhan abrió los ojos sorprendido al sentir aquello, se encontraba tan inmerso en disfrutar el estar anudándose dentro de su omega que, no vio cuando Wei Wuxian le mostró su cuello. Pero, cuando lo vio así; jadeando tratando de recuperar su aliento, con su nudo dentro suyo y dándole su cuello para poder marcarlo, él quiso llorar de la emoción.

Obedeció a los deseos de su hermoso omega. Plantó un beso casto en el cuello de su esposo antes de pasar sus colmillos por la delicada piel que se erizó al sentir la caricia.

—Wei Ying, te amo —susurró contra la piel antes de clavar sus colmillos y crear la marca junto al lazo.

La espalda de Wei Wuxian, una vez más, se arqueó cuando sintió su alma uniéndose con la de Lan Zhan.

Y por un momento, ambos hombres pudieron sentir lo que su pareja experimentaba.

La sensación que predominó fue el inmenso amor que ambos sentían por el otro, abrumándolos, pues finalmente sus corazones y almas se fundían en una sola, sumando los fuertes sentimientos que crecían en ambos.

Wei Ying buscó refugio en los brazos de Lan Zhan. Y lo encontró en el abrazo que el alfa le dio. Se sentía vulnerable, incluso más de lo que ya estaba, tanto su cuerpo como su alma estaban desnudas para el hombre que lo sostuvo como si de un precioso tesoro se tratara. La reliquia más delicada y hermosa del mundo.

—Lan Zhan... —dejó ir un respiro—Te amo.

El alfa lo apretó más, acercándolo a su pecho, y Wei Wuxian juraba que pudo sentir su corazón palpitando.

Pasados unos segundos, sus almas se calmaron.

La marca fue aceptada, el lazo se había hecho.

Con la luna brillando como testigo, Lan Zhan y Wei Ying se entregaron a su amor. Se juraron estar juntos hasta el final de sus vidas.

—Mi omega —masculló feliz el alfa. Ahora, sus corazones latían en sincronía.

Wei Ying le regaló una sonrisa.

—Mi alfa.

Un beso; cálido, suave, amoroso y ansioso fue el comienzo de sus vidas como pareja enlazada.

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