26. Anidados.

Para cuando la blanca nieve comenzó a cubrir los alrededores de Gusu, el Descanso de las Nubes se despertó en mitad de la madrugada gracias a los gritos lacerantes de Wei Wuxian.

No era extraño que el Jingshi fuera ruidoso a altas horas de la noche, se podría decir que los discípulos ya estaban acostumbrados a esto, sin embargo, los gritos de esa noche no eran vergonzosos como solían serlos. Wei Wuxian parecía estar en completa agonía, así que, todos se levantaron alarmados.

Lan Qiren y Lan Xichen llegaron apresurados. El Gran Maestro estaba furioso por el escándalo que el omega estaba haciendo, como siempre, estaba listo para regañarlo.

No obstante, cuando llegaron al Jingshi, lo que vieron fue a varias omegas de la ala de nodrizas salir y entrar de la residencia de Hanguang-Jun luciendo atareadas, algunas llevaban baldes de agua, otras toallas y una que otra llevaba hierbas y cuencos de madera.

Una de ellas los notó y se detuvo para saludar e informar.

—Líder de Secta, Gran Maestro —se inclinó respetuosamente, teniendo cuidado de no tirar las hierbas que sostenía.

—¿Qué sucede? —preguntó Lan Xichen cuando la mujer se elevó de nuevo. Ella al instante reflejó pesar en sus facciones.

—El joven maestro Wei... —se detuvo, no teniendo el corazón para seguir. Pues en verdad era una terrible noticia—El esposo de Hanguang-Jun se encuentra en proceso de un aborto.

Lan Qiren y Lan Xichen se aturdieron al escuchar la noticia.

—¿El joven Wei estaba embarazado? —preguntó el alfa más joven, la omega asintió con tristeza.

—Sí, sospechamos que tenía al menos dos meses, por lo que todavía no presentaba cambios corporales significativos para que se diera cuenta —ella explicó con abatimiento—Hanguang-Jun nos fue a buscar, el joven Wei despertó por un dolor punzante en su vientre y descubrió que había manchado las sábanas con sangre.

Lan Qiren cerró los ojos apenado por su sobrino y esposo, Wei Wuxian podría sacarlo de quicio muchas veces, pero eso no lo hacía indiferente a su dolor. Para un omega, perder a un cachorro es un sufrimiento indescriptible.

—¿Y cuál es su estado, por qué estaba gritando de esa manera? —para cuando todos llegaron al lugar de donde provenía el alboroto, los gritos ya no se escuchaban. Aun así, Lan Xichen estaba preocupado, seguramente su hermano estaba devastado por la pérdida de su cachorro y el sufrimiento de su omega.

—Fue una reacción a todo; el dolor del aborto, el enterarse que estaba embarazado y lo perdió, fueron muchas emociones y su única forma de sobrellevarlo fue gritando y nosotras lo permitimos. Nos disculpamos por molestarlos —ella se inclinó, sin embargo, Lan Xichen la detuvo rápidamente.

—¿Ya se encuentra estable? —se atrevió a preguntar Lan Qiren con cuidado, aún podía recordar el dolor que los gritos del omega reflejaban, y solo causaron más pena en él.

—Logramos extraer los restos del... —la omega titubeó, sus ojos miraron nerviosos a los dos hombres enfrente de ella, Lan Qiren y Lan Xichen le hicieron saber que entendían a lo que se refería, por lo que podía seguir sin temor—Paramos el sangrado y le dimos algunas hierbas para ayudarlo a calmarse. Con reposo y los cuidados de su alfa debería recuperarse en una semana.

—¿Mi hermano...?

Era bien sabido que un lazo podía permitir la transmisión de las sensaciones de la pareja, por lo tanto, si Wei Wuxian estaba sufriendo de tal manera en la que no podía controlarse a sí mismo, entonces, era obvio pensar que descuidaría su lazo y le enviaría el mismo sufrimiento a su alfa sin quererlo.

—Hanguang-Jun es fuerte, un alfa admirable. Soportó todo el proceso sin quejarse —halagó—Pero... es evidente que esto también lo afectó, por lo que no querrá dejar a su omega por un tiempo, no podemos esperar que esté tranquilo por los próximos días.

—Es entendible... es una tragedia —Lan Xichen negó triste, no tenía fuerzas para tratar de sonreír, por lo que solo asintió al informe de la mujer—Muchas gracias, no te detendremos más tiempo, puedes retirarte.

—Gracias, Líder de Secta, Gran Maestro —ella rápidamente se introdujo de nuevo al Jingshi una vez se alejó de los dos alfas.

Lan Qiren y Lan Xichen se quedaron cerca hasta que el sol volvió a alzarse, esperaron por una noticia por parte de las nodrizas y de las médicas que atendieron a Wei Wuxian. Incluso se quedaron allí por si Lan Wangji salía, no esperaban que lo hiciera, pero querían estar allí por si lo hacía.

El Descanso de las Nubes despertó con la noticia de la pérdida del hijo de Hanguang-Jun y el Patriarca Yiling.

Dicha noticia se esparció rápidamente por las ciudades, llegando a todas las sectas.

Sin embargo, Jiang Cheng fue de las primeras personas en enterarse. Su alfa lo despertó en medio de la noche por la increíble inquietud y tristeza que experimentaba, alterado, el omega se despertó y al instante se preocupó porque su marca palpitaba en angustia.

Envió preocupación por medio de su lazo con Lan Xichen, haciéndole saber a su alfa que estaba despierto y enterado de su estado.

Cuando Lan Xichen sintió la respuesta de su omega, supo que estaba en una mala condición, pues incluso fue descuidado y preocupó a su omega. Rápidamente, envió tranquilidad para relajar a Jiang Cheng.

Se disculpó con su tío y se fue para escribir una carta donde explicaba la situación. Después de todo, se trataba del shixiong de su esposo, además, seguramente Wei Wuxian no saldría del Jingshi por unos días, ni siquiera estaba seguro de que se levantara de su cama, así que, no veía problema con avisarle él mismo a Jiang Cheng. Cuando terminó, envió una paloma mensajera hasta Yunmeng. La carta llegaría en la mañana.

Y como era de esperarse, ni Wei Wuxian ni Lan Wangji se vieron fuera del Jingshi a la mañana siguiente. Ni siquiera abrían la puerta a nadie, la comida de ambos era puesta en la entrada de la residencia y se tocaba la puerta para hacerles saber de su entrega. Podían pasar algunas horas hasta que la bandeja era tomada, y muchas otras horas pasaban hasta que se volvía ver fuera, completamente vacía o, en ocasiones, a medio comer.

Si bien despreciar y desperdiciar la comida estaba en contra de las reglas, Lan Qiren no tuvo el corazón de siquiera sentirse ofendido por ello. Era un alivio saber que hacían el intento de alimentarse, después de tal pérdida, no podía exigirles nada.

Solo debía respetar el luto de la pareja.

Cuando los júniores se enteraron, no pudieron evitar sentirse tristes por sus maestros. Puede que Wei Wuxian fuera un desvergonzado con sus descaradas demostraciones de afecto con su esposo enfrente de ellos, pero eso les hacía ver que eran una pareja llena de amor, y saber que estaban pasando por tal tragedia, era una pena, sin dudar.

—Papá y mamá deben estar destrozados —murmuró Lan Sizhui. Sentado con los conejos, él no era ignorante de la pesadumbre en la que el Descanso de la Nubes se había sumergido desde la noticia.

El ambiente era silencioso, y eso no debía ser extraño, pues el ruido estaba prohibido. Pero, con Wei Wuxian allí, el silencio no duraba mucho. Sin embargo, ahora, el silencio era sumamente triste.

Lan Jingyi y Ouyang Zizhen torcieron la boca apenados, no sabiendo qué decir para animar a su amigo, solo asintieron con la cabeza y acariciaron a los conejos.

Jin Ling sí pudo actuar, tomó la mano de su alfa y la acarició cariñosamente. Se estaba muriendo de la vergüenza, pero, Lan Sizhui parecía necesitarlo. Después de todo, él también había perdido a un hermanito o hermanita, y no había podido apoyar a sus padres, pues estos todavía no salían de su hogar.

Hacía casi cuatro días que no los veía, solo sabía por parte de los médicos que revisaban al omega que ambos estaban bien –físicamente–, pero que ambos estaban en un estado vulnerable aún y necesitaban tiempo para recuperarse.

Jiang Cheng llegó al quinto día, le había tomado tiempo arreglar todos los asuntos en su secta para que pudiera visitar a su hermano. Lan Xichen le había dicho que era posible que no pudiera verlo, pero, el omega solo quería hacerle saber que estaba allí para él.

Entonces, cuando una de las médicas salió del Jingshi, sonrió cuando vio que el Líder del Clan Jiang ya había llegado. Durante su revisión al omega, ella le dijo que su hermano vendría a Gusu para saber de primera mano de su estado, Wei Wuxian le había dicho que le dijera a todos en la familia que estaba listo para verlos.

Así, con algunas precauciones instruidas por la médica, se acercaron al hogar de la pareja y entraron con cuidado. Lan Sizhui iba de primero, seguido por Lan Xichen y Jiang Cheng.

La escena que vieron fue, por mucho, conmovedora.

Los encontraron anidados.

Lan Wangji tenía a su omega entre sus brazos, recostado en su regazo y restregando su mejilla contra su cabeza, incluso pudieron escuchar el ronroneo de la pareja. Alrededor de la cama, túnicas de ambos estaban esparcidas. Para todos fue claro que Wei Wuxian había hecho un nido para ambos, para así sentirse más seguro y acogido.

—Papás —murmuró Lan Sizhui para hacerles saber que ya estaban allí. Sacados de su pequeña burbuja, la pareja miró a los presentes.

—A-Yuan, rabanito... —llamó Wei Wuxian con la voz algo rota. Sin pensarlo mucho, el omega invitó a su hijo a su nido.

El instinto de Lan Sizhui llamó de inmediato, cuando era pequeño, Lan Wangji le preparó un nido con sus túnicas cuando tenía pesadillas, pero, desde que creció, fue dejando ese hábito de lado. Y ahora que era un adolescente, no podía permitirse aquello.

Sin embargo, nunca tuvo un nido hecho por Wei Wuxian. Y ahora, tenía la oportunidad de tener uno donde incluso su padre Lan Wangji estaba.

¿Cómo podría negarse a eso?

Emocionado, caminó hasta sus padres y se subió a la cama. En una mejor posición, Wei Wuxian abrazó a su hijo y soltó algunas pequeñas lágrimas. Lan Wangji los rodeó a ambos con ternura.

Su pequeño rabanito, su pequeño niño.

Jiang Cheng sonrió aliviado, al menos su hermano se veía mejor de lo que creía que lo haría. Sí tenía ojeras y sus ojos estaban ligeramente rojos, pero no se veía demacrado. Tenía el cabello peinado y lucía limpio, seguramente Lan Wangji fue quien lo cuidó.

Lan Xichen sonrió al ver a la familia en su nido, siendo el soporte del otro y queriéndose. Al menos con esa imagen, se permitió estar más tranquilo.

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