12. Supresor.

Wei Wuxian solo podía esperar a que nadie quisiera hacer una plática con él mientras caminaba desesperado por los pasillos.

Afortunadamente, cualquiera que pasara por su lado podía sentir por qué el omega prácticamente estaba corriendo en lugar de caminar.

Su celo. Su aroma se estaba descontrolando como inicio de su época de calor.

Y con Lan Wangji lejos, no podía calmar sus oleadas de calor, podría hacerlo por sí mismo, pero, ya lo había intentado desde hace dos días. Sentía que ya no lo satisfacía el tocarse a sí mismo, no cuando al hacerlo la imagen mental de su alfa haciéndolo por él lo atacaba sin piedad.

Solo hacía que lo extrañase más.

Por eso, cuando despertó empapado en sudor y con un irracional deseo de ser tomado, Wei Ying decidió que era momento de hacer algo más que tocarse pensando en su marido.

—Joven maestro Wei, ¿se encuentra bien? —se detuvo en seco cuando escuchó la voz de Lan Xichen detrás suyo. Maldijo, había pasado por la habitación donde el líder estaba supervisando algunos planes para futuras cacerías.

Se trató de cubrir con sus pobremente colocadas túnicas. Cuando despertó, apenas tuvo la cabeza para colocarse bien su ropa antes de salir en busca de la salvación que se le había ocurrido.

Una olisqueada al aire fue suficiente para que el alfa supiera qué sucedía con el esposo de su hermano.

—Joven Wei —murmuró dando algunos pasos hacia atrás, canceló su aroma de inmediato para evitar llamar la atención del omega.

Descubrió que fue innecesario en el momento en que los ojos de su cuñado se posaron en él, Wei Wuxian necesitaba ayuda, pero, no esa clase de ayuda.

—¿Cómo puedo ayudarle? —preguntó decidiendo entre si darle espacio o acercarse.

El omega estiró su mano temblorosa hasta él.

—Primavera Fría —masculló como pudo, con las palabras tropezando entre sus labios. Su mano logró tomar la muñeca de la mano derecha de Lan Xichen, allí buscó soporte para mantenerse de pie.

El alfa comprendió lo que el omega quería hacer, así que, decidido, hizo que el agarre de Wei Wuxian fuera firme en su brazo y lo tomó del hombro para ayudarlo.

El tacto no provocó nada en Wei Wuxian, pues veía a Lan Xichen como su propio hermano. Lo veía como familia, no podía reaccionar ante él.

—Por supuesto, sosténgase —dijo para después dar varios pasos hacia adelante en dirección a la Primavera Fría.

Con algunos tropezones y mareos, el omega y el alfa consiguieron llegar al camino que los llevaría hacia el manantial de aguas frías que la Secta Gusu Lan usaba como método de curación y de cultivación.

El sudor que bajaba por su frente hacía que los mechones del flequillo de Wei Wuxian se pegaran a su piel, sentía sus túnicas pesadas gracias a haber absorbido su sudor, además de que, el tenerlas puestas era como estar en un calvario.

Por eso soltó un suspiro aliviado cuando por fin vieron las aguas de la Primavera Fría.

—Con cuidado, no se vaya a caer —Lan Xichen ayudó a que el omega bajara los primeros escalones dentro de las aguas. Luego, cuando vio que estuvo propiamente parado y estabilizado, retrocedió—¿Se encuentra bien? Ordenaré que nadie entre al manantial hasta que usted salga.

Wei Wuxian agradeció el gesto con una sonrisa débil.

—Gracias, Zewu-Jun —dijo en voz baja—Si es posible, envíele una carta a Lan Zhan y avísele que entré en celo, pero que esperaré hasta que él vuelva, por lo que no tiene que apresurarse.

—Enviaré una paloma mensajera, no se preocupe. Sin embargo, creo que ambos sabemos que mi hermano querrá volver incluso si usted le dice que no lo haga.

Wei Wuxian se rió un poco.

—¿Qué se le hará? —ironizó encogiéndose de hombros. Se abrió sus túnicas en un sutil aviso a su cuñado de que necesitaba su espacio urgentemente.

Lan Xichen se fue soltando pequeñas risas por lo último dicho. En definitiva, apenas Lan Zhan supiera que su omega entró en celo, volvería al Descanso de las Nubes para ayudarlo. Simplemente no había poder en la tierra que se lo impidiera.

—Lan Zhan, Lan Zhan —el omega chasqueó su lengua—Buen momento para irte a una misión —siguiendo con lo que había iniciado, terminó de abrirse sus túnicas y las dejó caer sin cuidado hasta el suelo.

Recogió su cabello en un moño desordenado y dejando pasar unos minutos para que su cuerpo no resintiera el repentino cambio de temperatura, comenzó a bajar hasta las aguas frías.

La casi congelante sensación de las frías aguas abrazando su acalorado cuerpo por poco hizo que gimiera en placer. Se sentía bien por fin apagar ese fuego que parecía respirarle contra la piel.

Se dirigió de inmediato a donde la pequeña cascada dejaba caer el agua desde arriba, con cuidado de no mojar sus cabellos, se metió debajo de ella.

Cerró los ojos complacido. Lan Zhan le había dicho que había usado este método de supresor durante sus celos cuando él aún no reencarnaba. Le había hecho sentido en su cabeza, no obstante, ahora entendía por qué el alfa parecía preferirlo mucho más que simplemente tocarse.

En verdad sentía que el frío le devolvía la cordura que el calor de su celo derretía con cada segundo que pasaba.

Después de unas horas, la oleada de calor se calmó debido a las bajas temperaturas de las aguas en las que estaba. Él por fin pudo respirar sin problemas.

Claro que lo haría, después de dos días en los que tuvo que mantenerse despierto a causa del dolor que el no ser atendido como se debía le provocaba. En definitiva, el conocer el inigualable placer que era el ser complacido por un alfa durante ese desesperado tiempo no ayudaba en nada a su situación, pues ansiaba sentir a Lan Zhan llenándolo.

Sacudió la cabeza, no podía pensar en su marido, de otra manera, comenzaría otra oleada de calor sin quererlo.

—Lan Zhan, ¿cómo pudiste hacer esto durante trece años? —se preguntó con lástima. No podía imaginarse tener que hacer esto cada mes durante toda su vida, por eso agradecía tener a su Lan Zhan, sabía que, mientras ambos pudieran, su alfa nunca lo dejaría pasar un celo solo.

Se quedó dentro del agua incluso cuando sus dedos se arrugaron al estar sumergido durante mucho tiempo. No quería salir por miedo a que el efecto de la Primavera Fría no durara mucho.

Si acaso, salió solo para sentarse en la orilla y dejar que el viento suave le secara el cuerpo. Estando así de cerca, en dado caso de que el calor regresara, él podría regresar al agua de inmediato.

Wei Wuxian se volvió a meter cuando lo sintió, su cuerpo volvía a cambiar de temperatura. El sol ya se estaba escondiendo, pasó toda la tarde en la Primavera Fría, ni siquiera pudo obligarse a ir a comer con los demás a la hora del almuerzo, y por como lucía el panorama, tampoco iría a cenar. Se preguntaba si podía dormirse a la orilla del manantial.

Se sentó en el suelo, allí donde el agua no le llegaba ni al pecho, estaba tan cansado de nadar o estar de pie, solo quería ir a su cama para descansar. Recostar su cabeza en el fuerte pecho de su esposo sería muy lindo en esos momentos, pero, Lan Zhan todavía no debía regresar de su misión.

Por eso, cuando el viento empujó aquel delicioso aroma que tanto amaba, él se giró casi de inmediato, ¿podría ser? ¿O ya se estaba volviendo loco?

—¿Lan Zhan? ¿Eres tú? —preguntó por encima de su hombro. Si no era su alfa, no quiso girarse para evitar mostrarse desnudo ante un desconocido.

No obstante, ese inconfundible olor a sándalo solo le pertenecía a su adorado alfa.

—Soy yo, Wei Ying —su sonrisa pudo haber roto su rostro, entonces, su alfa vino apenas supo. Escuchó algo de movimiento mientras se levantó para adentrarse más en las aguas.

Con el agua a la mitad de su cintura, se giró para observar a su alfa quitarse sus zapatos para comenzar a caminar hasta su pareja.

—Ah~ Lan Zhan, te extrañé tanto —canturreó abriendo sus brazos, en la espera de un cálido abrazo por parte de su marido.

—Yo también extrañé a Wei Ying —el corazón del omega se enterneció.

Sus brazos se envolvieron alrededor del cuerpo de Lan Wangji cuando ambos por fin se encontraron. El alfa aprisionó su cintura, de inmediato, el calor comenzó a surgir entre ellos. La Primavera Fría pronto perdería su efecto supresor, pues con su alfa de vuelta, su omega ya no tenía la necesidad de restringirse nada.  

—Wei Ying, cama —él sonrió, pegó su mejilla contra el pecho de Lan Zhan y apretó más su abrazo.

—Ya sé, ya sé —refunfuñó con una pequeña sonrisa—Pero, primero, ¿me puedes dar un beso? Pasé tanto tiempo sin sentir tus labios, los extrañé mientras me tocaba para calmar el calor de mi cuerpo.

Las orejas de Lan Zhan gritaron su respuesta.

«Desvergonzado»

Wei Ying se rió de la reacción de su marido.

—¿Lo harás sí o no, Lan Zhan? Compadécete de tu pobre esposo, tuvo que pasar dos horribles días de celo sin su alfa —se alejó del cuerpo del alfa para atrapar su dorada mirada—¿Lan Zhan? —hizo un puchero.

Lan Wangji se inclinó para besar a su esposo, con un cariño que se cultivó durante los años que estuvieron separados. El beso se encargó de transmitirlos hacia el corazón de su omega, asegurándose de siempre dejarle saber que no había nadie más que el alfa quisiera.

Ese suave beso eliminó la efectividad de las aguas frías, su supresor natural se fue consumiendo por el cálido amor de su Lan Zhan.

*Si conocen al artista de la obra, por favor, háganmelo saber para que yo pueda darle los créditos correspondientes. Esto me inspiró bastante para este one-shot.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top