8. Bozal - RyuSae

Castigado por pervertido

Shidou ronronea a gusto mientras abraza a su pareja que seguía descansando.

Adorando cada centímetro de ese cuerpo lleno de mordidas y chupetones que dejo luego de lo que vivieron la noche anterior.

-- Ne, Sae - chan, ¿Un mañanero? -- pregunta con voz coqueta mientras besaba uno de los tantos chupetones que dejo la noche anterior.

Poco sabía que cuando el omega despertara, recibiría el regañón de su vida.

Era la primera vez que veía a su hermano con lo más cercano a una sonrisa, llevándose un golpe en el estómago por parte de su cuñado.

-- No te rías Rin -- a pesar de su regaño, él mismo tenía una sonrisa en su cara.

Sae sonrió ante lo infantil de su hermano menor y su pareja, ¿Qué tiene de malo?

-- ¡Sae - chan~! Tu hermano se está riendo de mí, ¿Puedo pegarle?

-- No y tu Rin, no te estés burlando tampoco.

Yoichi intentaba ser el más serio entre los dos, pero era imposible viendo lo que tenía delante.

Shidou, el mismo demonio de siempre, estaba con un bozal como si fuera un perro, cortesía del pelirrojo que estaba de lo más normal a su lado.

-- ¿Qué hizo Shidou para que le pusieran un bozal? -- intento no reírse mientras preguntaba.

El Itoshi mayor miro a su cuñado y le alzo una ceja, como una especie de código entre ellos, haciendo que el chico lo entendiera.

-- Oh~.

De por si el pelirrojo estaba con ropa larga y abrigadora a pesar de estar en verano, no entiende como no se está cocinando en estos momentos, tomando en cuenta que no tienen el aire acondicionado prendido.

Sae estaba molesto y su omega indignado, se supone que el idiota que tienen por pareja había prometido no dejarle tantas marcas debido a que al día siguiente se reunirían con Rin, su pareja y los padres de ambos.

Pero al final, cuando se vio al espejo al día siguiente estaba impresentable para sus padres, terminando por vestirse como si una ventisca helada se hubiera desatado en Japón y poniéndole un bozal al idiota que tiene como alfa por no haber respetado el acuerdo.

-- Sae - chan~.

-- Que te sirva de lección -- declaro el pelirrojo enfadado.

Solo unos minutos después aparecieron los padres de los Itoshi, emocionados por conocer a sus yernos, aunque obvio no esperaban ver a uno con un bozal.

-- Madre, padre, él es Shidou Ryusei, mi pareja -- incluso lo presento de lo más normal frente a ellos.

-- Mucho gusto -- alzo la mano como saludo, recibiendo un pisotón de Sae -- ¡Ay!

-- Ofréceles la mano, idiota.

Después del saludo, Rin pareció tener mayor suerte que su hermano.

-- Mucho gusto señores Itoshi, soy Isagi Yoichi, estoy feliz de finalmente conocer a los padres de Rin -- el chico parecía transmitir un aura de flores rosadas.

Sus padres estuvieron revoloteando alrededor de Isagi, bueno, en defensa de su pareja, Yoichi era todo lo que adoraban sus padres, pero no pudieron tener con sus dos hijos siendo un par de seres sin sentimientos.

-- No les caí bien a tus padres -- se quejó Ryusei cuando regresaron a casa.

-- Solo te quedaron mirando por el bozal, sé que les terminaras cayendo bien -- dijo sin importancia.

-- ¡Pero Sae - chan~! ¡Odio esto! ¡Quítamelo!

Llevo sus manos detrás de su cabeza para quitarse aquella cosa incomoda, pero Sae puso sus manos sobre sus brazos, para que dejara de hacer esa acción.

-- ¿Qué parte de ''castigo'' no entiendes? -- regaña -- Que te sirva de lección de que cuando yo digo algo es por algo, demonio caliente.

El moreno suelta un bufido, no se arrepienta de haberle dejado las marcas a su lindo, hermoso, sexy, apetecible, omega.

¿Qué culpa tiene que su lindo Sae - chan sea sexy incluso respirando?

-- Se lo que estás pensando y sigue siendo tu culpa por no medirte -- se bajó el cuello de su camisa -- ¿O acaso esto es normal? -- muestra todos los chupetones y marcas de mordidas.

El rubio abrazo al omega quien comenzó a pellizcarlo para que lo soltara.

-- Eres tan malo~, sabiendo cómo me pone cuando me muestras tu hermosa piel -- ronroneo excitado el alfa.

-- Ni siquiera lo hice para calentarte -- bufo el omega -- ¿Es enserio? -- murmura al sentir el pene despertando por sobre la ropa.

-- ¿Para qué me provocas si sabes cómo soy? -- una de sus manos fue a parar dentro de la ropa del omega -- solo verte hace que Ryusei junior quiera jugar dentro de tu interior.

Iba a soltar una palabrota, cuando esa mano traviesa fue a parar hacia uno de sus pezones maltratados por la noche anterior, sacándole un pequeño quejido y aferrándose al brazo ajeno.

-- No te atrevas, Shidou Ryusei -- amenazo el omega mostrando sus colmillos -- estás castigado.

Pero lejos de hacerlo retroceder, una sonrisa picarona salió de sus labios.

-- Que yo sepa el castigo es solo usar este maldito bozal -- el rubio pellizco nuevamente el pezón de Sae -- no dijiste nada sobre poderte tocar.

Sabia las debilidades de su querido Sae - chan, más aún cuando no hace mucho lo dejo lleno de sus marcas, su cuerpo estaba especialmente sensible.

El pelirrojo estaba mordiéndose el labio para no gemir, las manos traviesas del demonio comenzaron a explorar su cuerpo demasiado maltratado y estimulado.

-- S-Suéltame... t-te lo ad-advierto...

Amenazas vacías que eran reemplazados por gemidos ahogados, además de maldiciones hechas por el omega.

-- R-Ryuse... -- no pudo decir su nombre completo -- ¡G-Ghhh! -- no cuando el maldito ya había metido dos dedos en su entrada.

-- Hace solo un par de horas estuve corriendo dentro, pero mira -- retiro sus dedos, mostrándolos llenos de los fluidos del omega -- apretando mis dedos como si fueras virgen, ¿No es eso un talento?

Intento darle un golpe, pero cuando Shidou toco esa parte, su brazo se volvió flácido y solo pudo aferrarse al alfa quien sonreía victorioso.

Tal como lo decía el castigo, Shidou no se quitó el bozal en todo el día, pero claro que eso nunca lo detuvo de llenar a Sae de toda su esencia.

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