22. Cachorros - NagiSagi
Cachorro al cuadrado
Cuando se enlazo con Nagi, no pensó en la idea de quedar en cinta tan rápido.
Y la razón es simple, sabe la responsabilidad que requiere el criar otra vida y no es por desacreditar a su alfa... pero estaba hablando de un perezoso que su ''buenos días'' es casi a las 2 de la tarde.
Pero vaya...no paso mucho para que, en uno de sus celos, a su alfa se le olvidara no anudar en su interior.
-- ¡N-Nagi~! ¡M-Más por favor...!
Bueno... a él también se le había olvidado recordárselo.
Y así, 9 meses después, nació un hermoso cachorrito de melena blanca como su padre alfa.
Se derritió de la ternura cuando lo vio abrir sus ojitos por primera vez.
-- Eres tan lindo...
Una cría bastante sana, fue el diagnóstico del médico, quien se fue de la habitación para dejarlo marcar al cachorro con su aroma, un gesto intimo entre madre y su cachorro.
Y cuando llego Nagi, también perfumo a su bebé con su propio aroma.
-- Touji... estamos tan felices de tenerte, ¿Puedes sentir nuestro aroma? Siempre estaremos cuidándote... aunque tu papá sea un holgazán la mayoría de las veces.
-- Yoichi... -- protesto el alfa con un puchero.
-- Sé que te cuidara lo mejor que pueda.
Él bebe los observo por un momento antes de bostezar y dormir, haciéndolo reír al compararlo con el holgazán de su esposo.
-- Tengo sueño~
Si, son tal para cual.
-- Nagi~, ya debes despertar -- escucho la voz de su ángel llamándolo -- Nagi, hoy es el primer día de jardín de Touji, debes bañarte, cambiarte y desayunar...
-- Uhm~, eso suena un fastidio... -- murmura el alfa al oír la ''pesada'' lista de cosas que tenía que hacer.
-- Nagi...
-- Tú también eres Nagi -- replico en un murmullo el albino acomodándose bajo las sábanas -- eres mío... mi Yoichi.
-- No me lo recuerdes -- a pesar de sus palabras, sonrió con cariño, mirando su anillo de casado en el velador -- aunque Reo es quien más te lo recuerda, ya que, si no fuera por su ayuda, creo que nunca me hubieras pedido matrimonio.
El alfa siguió quejándose bajo las sábanas, el omega está seguro de que se terminará levantando en algún momento, así que lo dejo estar, tenía que levantar a su cachorro para prepararlo.
Se dirigió al cuerpo de su pequeño, toco la puerta un par de veces.
-- Touji, es hora de despertar -- llamó antes de entrar -- Touji...
Una habitación pintada de celeste, con algunas nubes, una cama temática de futbol, y en ella había un pequeño bulto blanco y comenzó a removerse al escuchar la voz del omega.
Yoichi sintió un dejavu.
-- ¿Cómo estas hoy, mi pequeño príncipe? -- saludo con cariño acercándose a la cama -- Hoy es tu primera clase del año, ¿No estas emocionado?
Del bulto salió una cabecita igual de blanca, con un rostro perezoso.
-- Que molestia... papi... no quiero... -- el pequeño formo un puchero, comenzando a girar en la cama -- ¿Por qué tengo que ir...?
-- Igual al padre -- susurro sin pensar -- Touji, los hijos de Bachira estará ahí, ¿No te emociona volverlo a ver?
-- No... Ran me termina arrastrando porque no quiere cargarme y Ren me comienza a molestar diciendo que soy un vago.
El peliazul siente que los pobre niños si heredaron algo de Rin más que de Bachira.
-- No importa, debes ir Touji, ahora vamos, tengo que preparar el desayuno.
Cargo a su cachorro con cuidado, el pequeño, amando siempre estar pegado a su ''mami'' se acurruca y su pequeña naricita comienza a olfatear el cuello ajeno, tranquilizándose al oler las feromonas mezcladas de sus dos padres.
Nagi termino siendo levantado gracias a las púas de Choki, hubiera querido seguir durmiendo, pero Yoichi se molestaría si no va a la entrada de Touji al jardín.
Se preguntaba porque las personas debían hacer tantas cosas problemáticas... a la vez que se arreglaba para no ser regañado por su lindo omega.
Caminando con pereza hacia el comedor, el primero en notar su presencia fue su hijo quien ya estaba en su silla alta.
-- ¡Papá!
-- Buenas...
-- Buenos días Seishiro, ya estoy por terminar el desayuno, siéntate.
Cuando el alfa vio a su esposo, se encontró con que tenía un bonito delantal con volantes que recuerda había sido regalo de Chigiri.
-- Yoichi... -- el alfa abrazo por la espalda al omega -- te vez tan lindo con ese delantal.
El omega tuvo un respingo por el repentino abrazo, sus mejillas se sonrojaron por la vergüenza pensando que su cachorro los estaba observando.
-- No hagas cosas así de repente, Touji nos está mirando.
Todo lo contrario, el pequeño niño se quedó dormido en la mesa, balbuceando que quería regresar a su camita.
-- Es culpa de Yoichi por verse tan lindo en ese delantal -- recibió un ligero golpe con el cucharon -- Itte.
-- Siéntate, voy a servirles... y no te duermas con Touji por favor.
Con un puchero disconforme, el más alto fue a sentarse, arrastrando los pies con pereza, mirando a su cachorro que estaba echado en la mesa.
Omurice, juguito y sus cubiertos, todo estaba siendo servido, pero padre e hijo parecía no importarles eso, o, mejor dicho, su mirada estaba más centrada en ''la matriarca'' de la familia.
-- ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así? -- inquiere al ver ambas miradas fijas.
-- Papi/ Yoichi
Su hijo era un calco de su padre, sino fuera por los ojos azules que heredo de él es que diría es una fotocopia, pero en todo lo demás era como el padre, incluso en lo vago.
El pequeño niño abrió la boca y el padre igual.
-- Por Dios... ¿Qué hare con ustedes dos? -- suspiro tomando dos cucharas -- Sera solo esta vez...
Aunque eso era lo que decía siempre, pero igual volvía a alimentar a ambos.
Chigiri solía burlarse de él de que, en lugar de criar un cachorro, estaba criando dos y aunque él nunca lo negó, no cambiara por nada su pequeña familia de tres.
Amaba a este par de perezosos con todo su corazón.
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