14. Betas - AikuSae
Preferencias
Para alguien mujeriego como Aiku, sus preferencias se habían ido hace mucho tiempo, con que fuera interesante y medianamente bonito le servía, era un alfa demasiado descarrilado.
Sendou y su al parecer aprendiz, Otoya, eran amantes de las omegas mujeres hasta el fin, aunque una muy guapa beta podría servirles.
Otros preferían por mucho a los omegas, el mismo había quedado prendado por bastante tiempo de un bonito omega de cursos inferiores llamado Isagi, lástima que el chico estaba de pareja con un alfa demasiado territorial y peor era porque ambos se conocían, ese Kaiser casi lo mata un par de veces cuando lo vio muy cerca de su conejito.
Los betas... no eran sus favoritos si le preguntaran, pero no puede negar que paso buenos momentos con alguno que otro que se le encimaba.
Pero este beta en particular... uff, como deseaba clavarle el diente y, ¿Por qué no? Llenarlo con su semilla hasta que su entrara goteara.
Aunque había un solo problemita.
-- No me toques, desperdicio de aire -- gruño el pelirrojo.
Y es que este chico era una fiera en toda la palabra.
Ambos pertenecían a la misma facultad y en el mismo salón, es decir que no podía desperdiciar una oportunidad como esta.
-- Vamos, pequeño genio, solo busco que congeniemos mejor como equipo -- siguió coqueteando con él, en busca de una mínima oportunidad.
-- Has eso con los inútiles que nos están observando, yo me largo -- y tal como lo dijo, se fue del salón.
Era demasiado frio, directo e incluso apático, pero él era Oliver Aiku, amaba los desafíos.
Y así lo intento, una y otra vez.
Cada humillación lo guarda con paciencia, sabiendo que se las cobraría cuando estuvieran en la cama.
-- Mejor ríndete -- Sendou lo miraba con cara de póker en medio del almuerzo -- se nota que te odia, incluso tendrías más oportunidad con su hermano menor que con él.
-- Nah, no me interesa su hermano, demasiado emo para mi gusto.
Sendou alzo una ceja a su dirección.
-- ¿Me crees tan bastardo?
-- Sí, lo creo.
-- Lo eres -- otra voz se unió a la conversación, sentándose a su lado.
Kaiser los miraba a ambos como el par de idiotas que eran.
-- Conozco a Itoshi Sae más de lo que crees -- soplo un poco de su sopa miso antes de tomar un sorbo -- y créeme, haciéndole de acosador no conseguirás que te abra las piernas.
-- Sin ser tan vulgar Myhia, Yoichi se podría molestar -- tararea Aiku en burla, pero guardando la información a su cerebro.
-- Vuelves a decirme de esa manera o llamando a MI omega por su nombre, te sacare los ojos -- gruño en amenaza el león, mostrando sus colmillos.
-- Aun no entiendo como lograste que Isagi Yoichi te aceptara, ¿No que se odiaban? -- Sendou se metió a la conversación.
-- ¿Mi conejito? ¿Odiándome? Él solo no sabía cómo expresar su amor por mí al inicio, eso es todo.
Aiku casi le da una arcada al escuchar eso.
-- Si según tú, conoces a este beta, ¿Qué tengo que hacer para que no me mande lejos como todas las otras veces?
Realmente quería a este beta, no era como ningún otro que haya conocido, incluso superaba a otros omegas e incluso alfas.
Era demasiado único.
-- ¿Qué tienes que hacer...? -- repite Kaiser mirándolo con una mezcla de pena falsa y burla.
Los dos contrarios lo miraban fijamente, a Sendou solo porque quería chisme.
-- Volver a nacer como un insípido beta -- soltó con una sonrisa burlona.
Aiku todavía tiene pegado en la cabeza la risa de Kaiser, burlándose de él.
-- Según se, Sae solo coge o se deja coger por betas, le desagradan los omegas y odia a los alfas -- les explico luego de casi atorarse por la risa -- si no pregúntale a Shidou Ryusei, él y Sae parece que la pasan muy bien bajo las sábanas.
Rompió un poco en su orgullo si era sincero, ser un alfa siempre había sido un punto a favor cuando quería estar con alguien, pero al parecer era un punto negativo si se trataba con Itoshi Sae.
En el presente, acababan de terminar su entrenamiento físico, siendo los últimos dentro de la habitación, el pelirrojo estaba echándose loción en el rostro, él solo estaba sentado mirando al beta.
-- ¿Sabes algo pequeño genio? -- el beta lo ignoro -- He escuchado unos rumores curiosos sobre ti -- tarareo -- como el hecho de que la estás pasando genial con el bruto de Shidou Ryusei.
Finalmente recibió una reacción, pero era solo una mirada de molestia.
-- Cierra la boca si solo dirás estupideces.
El beta estaba listo para irse, cuando la mano de Aiku, acorralándolo, lo detiene.
-- Muy bien, entonces te diré otra que creo que puedes confirmarme -- lo miro directamente a los ojos.
Aun si era un beta, un gruñido salió del fondo de la garganta de Sae, alzo su puño dispuesto a alejarlo, pero la fuerza de Aiku era mayor, tanto que incluso fue vergonzoso el cómo logro someterlo.
-- Siempre me sentí orgulloso de ser un alfa, lo admito -- los ojos heterocromáticos no se despegaban de los bonitos ojos turquesas -- y el saber que el chico por el que estoy interesado los odia... dolió un poco en mi orgullo, ¿Sabes?
Sae frunció el ceño, realmente deseoso de darle una patada.
-- Hmp, hablas como si fueras un pobre diablo -- se mofa -- ¿Crees que no es el tipo de imbécil que eres? Todos con los que te acostaste solo hablan mierdas de ti, tantas que sé que apenas te muestre mi culo dejare de ser de tu interés, ¿Y sabes? Odio ser el polvo de alguien, mucho más de un alfa idiota que se cree mucho solo porque tuvo suerte de nacer con esa casta.
Había resentimiento contenido mientras hablaba, lo noto, haciéndolo sonreír.
-- Créeme, después de lo que me está tomando el que siquiera me mires, no eres un simple polvo -- ronroneo, acercándose de forma peligrosa a su oído -- eres demasiado valioso para eso.
-- Déjame ponerlo en duda, alfa idiota.
La sonrisa de Aiku se amplió más, este beta era una fiera y víbora, pero él también era algo masoquista al querer tenerlo solo para si mismo.
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