11. Enlace - HioIsa
Cosas de pareja
Siente una calidez realmente acogedora a su lado, abrazándolo casi por instinto, recibiendo un sutil ronroneo junto al delicioso aroma de arándonos y miel mezclados.
Entreabrió los ojos un poco, viendo una cabellera azul, junto a una dulce carita durmiente, Hiori se derritió de amor, aferrándose a su omega, quien sintió los sentimientos del alfa, abriendo sus ojos con algo de pereza.
-- Buenos días para ti también, alfa -- susurra a su lado con una sonrisa -- debemos levantarnos... -- suelta un bosteza mientras acaricia aquellos brazos que se mantenían firmes en su cintura -- o llegaremos tarde al entrenamiento.
Hiori suelta un pequeño bufido como protesta, pero cuando sus brazos dejaron de sentir ese calor inconfundible, se dio cuenta que el omega ya se había levantado de la cama.
Con pereza, se levantó algo malhumorado, ni siquiera se puso las pantuflas, caminando a ciegas hacia el baño donde su omega estaba cepillándose los dientes.
Isagi lo había sentido llegar desde hace unos minutos, como también supo que el alfa estaba todavía somnoliento, restregándose en él, o mejor dicho en su cabello.
-- Isagi... dormir... cabello...
-- Si, esta algo desordenado, me lo peinare ahora -- responde luego de escupir el agua -- también debes peinarte, mira -- su mano va hacia las hebras celestes despeinadas -- siempre te ves lindo, pero no creo que al entrenador le guste vernos despeinados.
-- Hmm~... dormir...
El omega solo atino a mirar con ternura al alfa, pensando que estaba consintiéndolo tal vez demasiado.
-- No me veas como un niño -- el más alto entreabrió los ojos al sentir lo que sentía su pareja -- puedo sentir un cariño maternal en ti, no soy un niño, soy tu alfa...
-- Jeje, lo siento, es que te vez tan lindo que no pude evitar pensar como sería tener un cachorro como tú.
No era raro que un omega, en especial uno marcado, pensara en tener cachorros, más hablando de alguien como Isagi que fue criado en un ambiente bastante hogareño y lleno de amor, queriendo tener lo mismo con su alfa.
''¿Cómo sería? ¿Tendría mis ojos? ¿El cabello de Hiori? ¿Le gustaría el futbol o los videojuegos?''
Sus sentimientos y pensamientos se le fueron transmitidos al alfa que solo lo observaba bastante ilusionado con el tema, pero poco después bajo la cabeza.
Isagi sintió lo que Hiori estaba sintiendo.
-- Lo siento... lo dije sin pensar.
-- No, quien debe disculparse soy yo -- Hiori termino de despertarse luego de eso.
Comenzaron a alistarse para ir al centro de entrenamiento de Bastard Munchen, no hubo más conversaciones, pero el enlace entre ambos los mantenía al pendiente del otro.
Donde lo que más predominaba, era el sentimiento de arrepentimiento y disculpa.
Hiori se sentía fatal, ya habían pasado años desde que dejo la casa de sus padres, desde que comenzó a trabajar como mediocampista junto a Isagi como delantero.
Ya paso mucho desde que comenzaron a vivir juntos y donde dieron ese gran paso de enlazarse uno con el otro.
Entonces... ¿Por qué teme tanto a la idea de tener cachorros con su omega? ¡Era ilógico!
Isagi nunca trataría a su cachorro como una especie de títere, pero aun así tenía miedo de la idea de ver al omega embarazo de su cachorro.
Temía... que no pudiera ser ese alfa que necesitaba Yoichi.
El entrenador había pedido hablar un momento con los defensas y centrocampistas, tal vez para proponer algunas tácticas para ellos, dejándolo solo con la persona que más odia en el mundo.
-- ¿Por qué tienes esa cara Yoichi? -- de solo escuchar esa voz le daba una migraña horrible -- ¿Qué acaso tu querido alfa no te satisface? Bueno, con esa cara, debe ser obvio.
-- Vete a la mierda Kaiser y aléjate de mí, tu olor me provoca nauseas -- gruño el omega, harto de solo verle la cara al alfa.
Eso fue un duro golpe para el alfa interno del rubio, quien tenía la bilis acumulada, furioso no solo por este omega que tuvo la osadía de rechazarlo, sino que también por el alfa cara de niña que se atrevía a marcar lo que le pertenecía.
Con una sonrisa engreída, pero a la vez bastante malvada, se acercó más al omega, quien hizo una mueca al sentir sus fuertes feromonas, siendo ya un omega marcado, el olor le resultaba repugnante.
-- Te dije que-
-- Aun estas a tiempo -- lo interrumpió tomándolo del hombro con brusquedad y susurrándole al oído -- ahora se puede quitar la marca de un alfa con una operación.
Los colores se le subieron a la cara, ante las palabras de Kaiser, indignado, ¡¿Sabía lo que le estaba ofreciendo este maldito?!
-- Yo podría tratarte mejor que él Yoichi -- siguió mientras sus propios colmillos crecían -- si me dejaras marcarte, te trataría como una reina y te daría todos los cachorros que quieras, ¿No te gustaría eso? Sé que está en el instinto de los omegas el desear tener cachorros, ¿Pero siquiera ese tonto que te conseguiste sabe cómo llenarte apropiadamente?
Sintió como la cólera burbujeaba en su interior, sus manos picaban por darle su merecido al alemán por atreverse a burlarse de su relación con Hiori, y en realidad su mano ya estaba lista para golpear aquella cara presumida.
Si no fuera porque un borrón celeste los separo y comenzó a pelear con el alemán.
-- ¡Yo!
-- ¡P-Pero! ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo llegaste tan rápido?! ¡Creí que el entrenador los había llamado!
Tuvieron que irse temprano a su departamento, donde ahora el omega limpiaba el morado que tenía su alfa en el rostro.
-- Te sentí... -- confeso el alfa -- sentí tu furia, tu indignación... no pude contenerme, cuando vi que Kaiser te tenía agarrado, yo solo... perdón... -- bajo la cabeza arrepentido.
-- No tienes que disculparte Yo... en realidad me salvaste de tener que ser yo mismo quien golpeara a ese narcisista -- se apegó al contrario quien seguía con sentimientos negativos -- te amo Yo... tanto que solo pensé en partirle la cara a Kaiser cuando se atrevió... -- no contesto.
-- ¿Cuándo...?
-- Cuando me ofreció... quitarme tu marca... cortar nuestro enlace sagrado...
Ahora es el alfa quien entro en cólera, así que era por eso que su omega estuvo tan molesto.
-- Él...
-- Pero no te preocupes, luego de la golpiza que le diste no creo que se me acerque en mucho tiempo -- rio un poco para aligerar el ambiente -- Yo... mis padres me enseñaron que el enlace es algo de una sola vez, algo que nos une de por vida a nuestra pareja elegida... nos ayuda a sentir lo que siente el otro, saber cuándo necesita nuestra ayuda... saber que verdaderamente estamos unidos uno con el otro...
Algo que los de Hiori nunca hicieron, sin embargo, él se enlazo con su omega, para demostrar que estaba tomando en serio su relación.
-- Discúlpame Yoichi... la verdad es que yo...
-- Lo sé, sé que aun tienes miedo de ser como tus padres, que no te sientes listos para tener un cachorro y que aun temes que me arrepienta de haberte elegido... todo eso lo sé, porque nuestro enlace me permitió sentir lo que sientes... lo que temes...
El alfa solo se atinó a abrazar al omega, mientras unas pocas lagrimas caían por su rostro.
-- Yo sí quiero formar una familia contigo... pero aún no me siento listo, solo... un poco más, por favor...
Isagi sonrió, feliz de que finalmente aquello que solo lo podía decir su enlace, Hiori lo estaba soltando verbalmente.
-- Tranquilo... aún tenemos mucho tiempo... cuando te sientas listo... créeme, lo sentiré...
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