No hacía mucho que habían debutado; aquella noche los mayores, junto con Jungwon, habían salido a cazar, por lo que Jake se había quedado a "cuidar" a los dos menores.

Los tres estaban platicando en el dormitorio que les tocaría compartir.

—¿Y en verdad fue tan aterrador? —preguntaba Jake a Sunoo en ese momento.

—¡Lo fue! Aquel alfa intentó usar su voz conmigo, intentó que lo siguiera a un lugar apartado para alimentarse de mí.

>Afortunadamente, mi hermana está conmigo y rompió el trance, así pude volver a casa.

—¡Qué horror! Lo bueno fue que lo denunciaste.

—¿Y qué se siente? —preguntó Niki.

—Es difícil, como si tú mente estuviera nublada y no pudieras pensar bien, tampoco pudieras controlar tu cuerpo. Podría compararlo con estar ebrio y que alguien más te diga qué hacer.

Los tres se quedaron unos momentos en silencio, imaginando la sensación.

—¡Ya sé! —dijo de pronto Jake— Tú eres un alfa, ¿no es así, Niki? ¿Por qué no intentas utilizar tu voz alfa conmigo?

Niki solo se le quedó mirando, mientras un ligero sonrojo subía a su rostro.

—Ah, en realidad nunca la he utilizado... —susurró.

—Cierto, te transformaron justo para entrar al programa, ¿verdad?

Niki solo asintió.

—Y mi naturaleza como alfa despertó poco después de que terminara I-land, así que tampoco es como si pudiera aprender a utilizar la voz.

Sunoo sonrió entonces, achicando sus ojos.

—Bueno, pues este podría ser un buen momento para que lo intentes.

—¿Qué?

La sonrisa de Sunoo se mantuvo, como si lo que decía fuera la cosa más obvia del mundo.

—Sí, prueba tu voz alfa conmigo, será sencillo. Y sé que no me pedirás nada irracional, así que no me opondré.

—No, estoy muy seguro, no sé bien cómo usarla, jamás lo he hecho.

—No debe ser tan difícil, solo haces tu voz más grave, y ordenas algo. Anda, inténtalo.

—¡Sí, inténtalo! —Sunoo sonreía y aplaudió emocionado.

Niki cerró los ojos, intentando pensar en su alfa interior y en el poder que se suponía que tenía. Cuando se sintió listo, abrió los ojos y los clavó en el omega.

—Sunoo.

Él se quedó inmóvil y con los ojos muy abiertos pegados a los suyos.

—¿Sí?

—Eh, tráeme un, vaso de leche...

Sunoo se quedó aún varios segundos quiero, mientras una sonrisa de iba formando en su rostro. Comenzó a reír con grandes carcajadas cuando no pudo contenerse más, Jake se le unió.

—Ja, ja, ja, lo siento, lo siento, pero no sentí nada.

—Lo lamento, pero ya dije que no sé cómo usarla.

Jake le dio algunas palmadas en el hombro.

—Quizá debas usar algo que realmente desees, para poder imponer tu voluntad —propuso.

—¿Algo que realmente quiera?

—Sí, ya sabes, como la sangre.

Niki se quedó mirando a Jake algo sorprendido, luego se volvió hacia Sunoo quien sonrió y asintió con la cabeza.

Luego de soltar un pesado suspiro, Niki volvió a cerrar los ojos y se concentró recordando el sabor de la sangre, lo bien que se sentía al alimentarse. Después pensó en el olor dulce de Sunoo y en lo delicioso que debería de saber.

Una vez que se sintió listo clavo de nuevo la mirada en los ojos de Sunoo, el ambiente era totalmente diferente en ese momento.

—Déjame beber tu sangre —Su voz sonó aún más grave de lo usual, como cuando rapeaba.

Sin siquiera parpadear, Sunoo levantó su mano para ofrecer su muñeca al alfa. Jake se acercó para poner una mano sobre su hombro.

—Creo que es sufi...

—¡Apartarte! —la voz alfa sonó aún más fuerte, lo cual lo obligó a soltarlo y alejarse.

Sunoo seguía con el brazo en alto, deseando dar su sangre al alfa frente a él. Sonrió complacido cuando Niki tomó su brazo y lo acercó a su boca.

Los tres estaban tan sumidos en un trance, que no escucharon el carraspeo en la puerta, y no fue hasta que los labios de Niki tocaron la suave piel de Sunoo, que una voz alfa más grave y fuerte sonó.

—¡Chicos, detenganse!

Los tres voltearon sorprendidos, parpadeando para ubicarse mejor en la realidad.

—¿Qué están haciendo? —les cuestionó Jungwon, y aunque ya utilizaba su voz normal, no por eso fue menos imponente.

Niki solo bajó la mirada, avergonzado por lo que había estado a punto de hacer. ¡Estuvo a punto de aprovecharse de su compañero!

—Lo siento, hyung, yo solo... —comenzó muy bajito, pero Sunoo lo interrumpió.

—Estamos bien, pensé que sería divertido probar la voz de Niki, solo estábamos jugando —intervino Sunoo con voz más alta.

Jungwon lo miró, molesto, pero en realidad no podía enojarse demasiado cuando el omega ponía sus ojos de cachorro. Volteó hacia Jake entonces.

—¿Y tú? Si te dejamos aquí fue para que cuidarás de ellos, no para que les siguieras el juego.

Jake se disculpó, aunque su sonrisa hacía menos creíble su lamento también le ayudaba a evitar el regaño de su líder.

Jungwon suspiró con fuerza.

—Ya, como sea, solo por esta vez lo dejaré pasar, pero si vuelve a ocurrir no seré tan benevolente. Anden, hemos traído suficiente para que se alimenten ustedes también, vamos.