seis

ㅤ— ¿Ojitos marrones?- susurró Sana hacía la mesa del alfa por quinta vez consecutiva, y que por cierto, se encontraba en la segunda planta. Momo le observó un buen tiempo, realmente no sabía que ocurría o pasaba por la mente de su mejor amiga hasta que vió de reojo varias veces en dirección al alfa azabache.

ㅤ— ¿Te encuentras bien?— fue lo único que se le ocurrió preguntar, pues la omega ojimiel asintió apenas. Momo podía deducir que se encontraba así por la ignorancia que Jeon Jungkook le dió. Pues, desde que llegaron, este mostró indiferencia e hizo como sí aquel contacto visual no hubiera significado nada. — ¿No piensas dejar de mirarlo?— comentó.

ㅤSana negó sonriendo o un intento de ello. — Es que...- mordió su labio e hizo una mueca. — Se ve tan guapo...- suspiró como una tonta enamorada. Ahora tenía claro que Jeon Jungkook era su pareja de destino, ella y su lobita reaccionaron igual de emocionadas.

ㅤ— Creo señorita Minatozaki, que su joven príncipe no viene solito.- Momo le interrumpió su navegar de sueños, la de cabellera colorida frunció su ceño y miró de nuevo al alfa. Y tenía razón, en cuestión de minutos una mujer se encontraba abrazando a Jungkook de manera peligrosa para ella, y claro, él tampoco se quedó atrás cuando posó sus manos en la cintura de la misma, sonriéndole coquetamente.

ㅤLa sangre hirvió en el interior de la omega. Apretó la servilleta y sus labios formaron una línea recta con claras intenciones de asesinar a esa intrusa que se estaba comportando como una cualquiera con su ojitos celestes. Involutarimente se levantó del asiento pero Momo logró reaccionar a tiempo para detenerla. Sana paró en seco, dándose cuenta de lo que estuvo a punto de hacer. Supuso que fue su instinto de omega protectora, eso debió ser, de lo contrario, solo se hubiera echado a llorar en el baño.

ㅤDescubrió una nueva faceta que no conocía.

ㅤ— Siéntate antes que él lo note.- susurró Momo, Sana asintió volviendo a su asiento. Aclaró su voz y jugó breves segundos con su servilleta. — Vaya, tu loba si que tiene agallas y parece que tú también.- dijo bebiendo de su copa. La menor mostró un lado que hasta ella desconocía, eso era interesante. — Dime, ¿qué planeaban hacerle a esa pobre mujer?— preguntó curiosa.

ㅤSana se encogió de hombros. — Ni yo lo sé.- respondió sin pretextos. — Aún así, tengo ganas de volcar mi copa en ese vestido carísimo.- bromeó.

ㅤ— Esta no es Minatozaki Sana, ¿qué le has hecho a mi mejor amiga?- mencionó asombrada por tales actitudes que nunca creyó ver de la omega pelirosa. La misma rió y comió de su rica cena. — ¿En verdad ibas a hacerle eso?- Sana asintió sonriente. — ¡Woah!, debo admitir que estoy sorprendida de ver este lado oscuro tuyo en vivo, me agrada y no lo puedo negar.- sonrió ladinamente.

ㅤ— Eres igual o peor que yo, Hirai Momo.- apuntó Sana con el tenedor. — Por algo somos almas gemelas. Somos dos lados opuestos que se complementan muy bien.- mencionó masticando su trozo de carne. — Umm, delicioso.- saboreó gustosa.

ㅤ— Me estás empezando a asustar.- comentó la mayor. — Devuélveme a mi Sanita de siempre.- dijo con dramastimo.

ㅤ— Lo pensaré.- respondió volviendo a mirar a Jungkook y esa mujer misteriosa que ahora le sonreía y comía a la par de la familia, sin ser consciente que este le dirigió la mirada un par de veces en el momento que hablaba con Momo.

ㅤ—  ¿Les apetece servirse el postre ahora o después?- les pregunto una señorita muy amable, se presentó como Hyojoo, ella fue su moza durante toda la velada. Sana y Momo negaron, preferían servirselo después. — De acuerdo, cualquier cosa me llaman.- sonrió, las dos mayores asintieron de la misma manera.

ㅤ— Iré al baño, necesito retocar mi maquillaje.- dijo la omega menor, Momo no se opuso y siguió degustando su copa de vino.

ㅤSana se dirigió escaleras arriba, al parecer los mismos se encontraban en el pasillo del fondo de la segunda planta. Bastó sólo con una mirada de reojo a la mesa para saber que el alfa también le miró, no sabía si era por el alcohol o porque su loba actuaba por ella pero la fémina esbozó una dulce sonrisa en su dirección y luego de ello, prosiguió a su destino.

ㅤHizo unas breves reverencias hacía las personas que pasaron por su lado e ingresó al mismo, con intención de hacer sus necesidades y retocar un poco el labial rojizo que se le corrió por limpiarse tanto estos. Una vez salió del cubículo, lavó sus manos. Suspiró y sacó de su bolso el lápiz labial.

ㅤ— ¿Acaso me estás siguiendo?- preguntó alguien por detrás.

ㅤSana del susto, dio un respingo provocando que el labial pintará parte de su rostro. Sacándole una carcajada al pelinegro. Casi que se cae de trasero sino fuera por el lavamanos detrás suyo. Aún sorprendida por la repentina llegada de este, el cual se encontraba en el marco de la puerta que claramente permaneció cerrada.

ㅤ— Y-yo...- mencionó torpemente, odió trabarse con su lengua.

ㅤSentía el leve calor en sus mejillas por la vergüenza. Mordió su labio, buscando entre sus cosas, un pañuelo con el fin de limpiar el desastre que se hizo en el rostro. No lograba encontrarlo por los nervios al tener la mirada penetrante de Jeon Jungkook. Se sentía estúpida y tímida, no le podía estar pasando eso justo ahora.

ㅤ— Ten.— ofreció Jungkook, quien le extendió una toallita húmeda. — No lo malpienses, son de mi hermana.- mencionó. La omega le miraba embelesada a los ojitos marrones que tanto admiraba, sin darse cuenta que el alfa azabache estaba perdiendo la paciencia por sentirse estúpido con aquel objeto extendido. — ¿Lo tomaras o no?- preguntó impaciente.

ㅤSana vacilo unos momentos antes de aceptar lo que Jungkook le ofreció. No se había dado cuenta que aquel alfa causara tanto efecto en ella y eso que apenas lo había conocido hace unas cuantas horas. Su corazoncito latía exageradamente, llenando su nariz con el rico perfume que este llevaba puesto con el toque de aroma a naranjas y chocolate amargo. Su loba movía reiteradas veces su colita.

“Alfa, nuestro alfa huele delicioso.”

ㅤY Sana no pudo estar más de acuerdo, sonriendo inconscientemente bajo la atenta mirada Jungkook.

ㅤ— ¿Te encuentras bien?.- preguntó sacándola de su trance. Sana parpadeo varias veces sus ojitos y asintió, dándole la espalda mientras limpiaba el labial corrido. Jungkook sonrió por lo torpe y tierna que se vio.

ㅤEsperen un momento, ¿sonrió? Claro que lo hizo y lo que más le causó curiosidad es que la causante fue esa chica, otra vez.

ㅤNegó rotundamente.

“Omega, nuestra omega.”

ㅤClaro que no, no podría ni tendría el porqué serlo. Jungkook estuvo peleando internamente con su lobo, estaba más entendido que jamás aceptaría a alguien como la pelirosa de pareja y siendo esta, su pareja predestinada.

ㅤ— G-gracias.- titubeo Sana, Jungkook chasqueo la lengua y su semblante serio volvió a él.

ㅤ— Como sea, no respondiste mi pregunta.- mencionó cruzado de brazos. — Además de torpe, ¿también eres sorda?- preguntó con sarcasmo.

ㅤSana frunció su ceño y apretó sus puños con molestia, sus labios formaron una línea recta con señales de responderle. Se sentía un poquito sumisa, de hecho, tuvo que levantar su mentón para mirarlo, odiaba ser tan bajita y este tan alto. Aún así, instó por no retroceder y hacerle frente.

ㅤ— ¿Disculpe?- comentó con molestia o un intento de ello.

ㅤ— ¿Acaso debo demandarte por acoso?— mencionó cerrando el poco espacio que quedó entre ellos dos. — ¿Cómo supiste a que lugares vendría?- preguntó sin rodeos.

ㅤLa pequeña omega abrió sus ojos con confusión.

ㅤ— No lo sabía, ni siquiera sabía quién era usted.- se defendió— Mi intención no es acosarlo ni nada, a mí también me pareció pura coincidencia que ambos nos encontráramos de nuevo.- mencionó— ¿Será que usted es quién me sigue?- refuto con la misma pregunta. Jungkook arqueó una ceja y rió, vaya que esa omega tenía agallas y de las buenas. Sin duda, negó.

ㅤ— Claro que no, no tendría porqué seguirte. No me interesas en lo absoluto, a mí me van las mujeres con inteligencia, autoestima propio y carácter determinado, de buen físico, no torpes ni groseras como tú.—

ㅤSana intentó responderle pero las palabras no salían de su boca. Escuchar aquello, le hirió por dentro, estaba claro que este nunca la miraría con otros ojos que no sean de asco o pena, porque así se sintió. Y lamentó mucho haber creído que Jungkook quizás en algún momento de su vida se fijase en ella.

ㅤ— Lo que tiene de abogado, lo tiene de idiota.- respondió con dolor— Con permiso.- mencionó y empujó a este, con el propósito de irse lo más pronto de allí.

ㅤJungkook no la detuvo, sólo se quedó viendo como Sana huía de él.

ㅤ“Heriste a nuestra omega, debes disculparte con ella.”

ㅤRió a la nada, sabiendo que fue algo grosero con la muchacha. Inhalo aquel aroma a frambuesas y caramelo, aquellos aromas que se estaban volviendo su perdición, y le molestaba saber que esos mismos provenían de la omega a quien se atrevió a seguir y a quien hirió con sus crueles palabras.

ㅤ— Idiota.- habló para si mismo, inhalando por última vez el aroma de la misma antes de salirse de aquel baño.

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