ㅤㅤRealmente ni siquiera sabía el porqué acepté venir hasta aquí. Mi tiempo es preciado y no tengo la mínima intención de seguir perdiendo un minuto más en este espantoso y colorido lugar

ㅤㅤ— Deja el teléfono un poco, bobo.- mencionó Nayeon, rodé mis ojos y suspiré con el ceño fruncido. Hace una hora estamos aquí y no hemos ordenado absolutamente nada, a excepción de un café. Oía perfectamente como esos hablaban para ellos, seguro de mí, no existe otro tema de conversación en su vida.

ㅤㅤ— Nayeon, ¿se puede saber para que vinimos aquí?.- pregunté con mi poca paciencia y sonrisa sarcástica.

ㅤㅤElla rió un poquito y miró a Namjoon, ambos reían. Sus manos taparon la severa carcajada que seguro tenían. Mi querida hermana suspiró y se digno a responderme.

ㅤㅤ— ¿No me digas que lo olvidaste?.- claramente asentí porque en verdad no sabía que era eso que debía recordar exactamente. Los dos me dedicaron una mirada de pocos amigos y yo sólo me encogí de hombros.– Jeon Jungkook, es imposible que lo hayas olvidado.- arrugo su entrecejo.

ㅤㅤ— Claramente lo olvidé, hermanita.- repliqué a la defensiva. ¿Qué rayos debía recordar?

ㅤㅤNamjoon dejó salir un breve suspiro y pidió a la chica que viniese rápidamente. Esto no me está gustando para nada, mi hermano le susurró algo al oído pude ver como asentía a cada palabra.

ㅤㅤAsí como vino, se fue corriendo hacia la cocina. De acuerdo, parece algo serio. Sentí escalofríos de tan sólo pensarlo.

ㅤㅤ— No creas que esto lo dejaré pasar por alto, alfa.- exclamó Nayeon apuntando con una cuchara y mirada asesina— El que seas el menor, no quiere decir que yo no pueda reprochar tus estupideces.

ㅤㅤEn el intento quise defenderme pero las luces se apagaron y las cortinas fueron cerradas repentinamente. Todos los clientes se asustaron, inclusive yo que miré a Nayeon y Namjoon serios. Eso significaba problemas.

ㅤㅤDe pronto, veo a la misma chica de hace unos momentos, salir de la cocina con un carrito. En el había un pastel gigante.

ㅤㅤ¿Cómo rayos olvidé mi propio cumpleaños? Entre tanto trabajo, uno se olvida hasta de cómo debe vestirse, suerte que tengo a dos personas que me lo han hecho recordar justo en estos instantes. Les debo mucho, son los únicos capaces de soportar mi carácter, a parte de mis padres y Yoongi hyung.

ㅤㅤLos clientes chillaron emocionados y comenzaron a cantar junto a Nayeon y Namjoon quiénes me sonreían, la joven dejó el pastel sobre nuestra mesa y encendió la vela.

ㅤㅤ— ¡Feliz Cumpleaños Kook!- chilló Nayeon al levantarse de su asiento y abrazarme con mucha fuerza. A veces olvidaba lo fuerte que era siendo incluso una omega. Namjoon se nos unió, sonreí con sinceridad. Nadie más que ellos podían hacerme reír de tal manera, por eso los amaba aunque no demuestre acción alguna, daría lo que fuera y sacrificaría mi vida si es necesario por ellos.

ㅤㅤPido estar mucho tiempo y celebrar cada año junto a estos dos.

ㅤㅤ— Pide un deseo, Jungkookie.- mencionó Nayeon, claro que lo haría. Cerré mis ojos y pensé en lo que quería desde el fondo de mi ser.

ㅤㅤDeseo... deseo... deseo...

ㅤㅤNada se venía a mi mente, todos estaban atentos, esperando que soplara la bendita vela. Muy bien, Jeon Jungkook, pide tu deseo rápido.

ㅤㅤDeseo encontrar la felicidad y a alguien a quién pueda entregársela.

ㅤㅤ— ¿Es aquí?- pregunté viendo a Momo, ella asintió. — Parece estar cerrado, no veo nada.- mencioné verificando hacía dentro. Nada, veía solo las cortinas cerradas.

ㅤㅤ— Sana-chan, ¿acaso no oyes a las personas? Debe haber una fiesta dentro, hay que entrar.- mencionó emocionada, yo abrí mis ojos y parpadee antes de asimilar su propuesta. Fruncí mi ceño, negando rotundamente.

ㅤㅤSeríamos una molestia para esas personas, somos desconocidas y nuestra presencia sólo los estorbaria y molestaría.

ㅤㅤ“Debes ingresar, entra Sana.”

ㅤㅤNuevamente mi lobita chilló, sentía como movía su colita y orejitas con emoción. Cuando quise reaccionar, Momo me jaló del brazo e ingresamos sin siquiera tocar ni esperar. A veces olvido que mi amiga es muy imprudente e impulsiva.

ㅤㅤEscuché la campanita del lugar sonar ruidosamente. No podía estar más avergonzada, las miradas se posaron sobre nosotras y escondo mi rostro desvíandolo a otro lado, quería salir corriendo y luego encargarme de matar personalmente a Momo.

ㅤㅤPodré ser amable, linda, tierna y torpe pero también tengo un límite con mi paciencia. Ignoré abismalmente a los presentes y busqué un lugar para sentarnos. Tiré del brazo a mi amiga y nos sentamos cerca de las ventanillas que daban al jardín. Momo se quejó pero tampoco se opuso, ya sabía la vergüenza que pasamos y no estaba en sus planes defenderse.

ㅤㅤ— Quédate quieta.- pedí en susurro, Momo por supuesto me ignoró y puchereo como si fuese una niña pequeña.

ㅤㅤUna chica de cabello rubio nos entregó el menú. Podíamos oir risas del fondo, parecían animados y felices, eso es bueno. Me gusta ver a la gente sonreír con alegría y sinceridad.

ㅤㅤ— Quiero una tarta de frambuesas, dos pastelitos de chocolate y un café con leche.- mencioné.

ㅤ— Yo quiero unos croissants con crema, una rebanada depastel de nutella y un capuchino.- habló Momo.

ㅤㅤLa chica tomó nuestra orden, hizo una leve reverencia y se dirigió hacía la cocina. Esperamos nuestros pedidos, aproveché para inspeccionar el lugar.

ㅤㅤParedes rosa pastel con esquineros floreados. Techo barnizado y piso de mármol blanco, hacía una perfecta combinación de colores alegres y detalles tiernos. Sonreí ya que a mí me gustaba este tipo de cosas, mesas con manteles celestes y sillas pintadas de rosa palo.

ㅤㅤ— Muy bonito.- murmuré. Momo asintió sonriente.

ㅤㅤAún así, no dejé de ver los alrededores. Suspiré con tranquilidad.

ㅤㅤ— Iré al baño, Momoring.- dije poniéndome de pie.

ㅤㅤ— Aquí te espero, Sana-chan.- respondió. Llevé conmigo mi bolso, en verdad no conocía bien el lugar y me detuve en una mesa a preguntar, eran las mismas personas que oí reír hace unos momentos atrás.

ㅤ— Disculpen... ¿saben dónde queda el...- quedé sin habla, ante mis ojos se presentó un ángel azabache, ojitos marrones, mejillas regordetas iguales a las mías y labios medianamente gruesos. Mi loba reaccionó escandalosamente ante su presencia. Su mirada conectó con la mía, ese aura serio, podía jurar que este hombre irreal era un alfa. Su aroma a naranjas y chocolate amargo.

ㅤㅤTartamudeo, sintiéndome la persona más estúpida de todas. Este sonrió, claro, con arrogancia y desvió su vista a las personas que lo acompañan.

ㅤㅤ— Debes subir por ese escalón, a la derecha encontrarás los baños.- habló la chica de sonrisa de conejo. Por supuesto, agradecí su amabilidad y viendo por última vez a ese ángel, emprendí camino a mí destino y para mi mala suerte, choque con el mozo que llevaba dos tazas de café y un pastel de fresas.

ㅤTodo se volcó no solo en mí sino en el alfa de ojitos marrones. Quedé en shock, siendo el centro de atención de todos.

ㅤㅤ— No puede ser cierto.- exclamó el mismo alfa. — ¡Omega Torpe!- gritó asustándome.