ㅤ— ¡Sana!- chilló Momo hacía Sana, esta misma no dejaba de sonreír recordando el lindo rostro del alfa rubio. Hace apróximadamente una hora que la mayor habría llegado y la linda pelirosa ni siquiera se percató de ello.

ㅤYa no sabía que hacer para sacarla de su trance astral. Estaba segura que si no hacía algo más, terminaría por perder a su mejor amiga. Momo bufó y dejó a sus bebés perrunos a un lado.

ㅤ— Oh no, ¡Jeon Jungkook ha venido a vernos!- mencionó siendo su último recurso, y vaya que lo consiguió porque de inmediato Sana reaccionó y se alteró en el instante, acomodando su ropa y peinado. Momo se reía de lo tierna que se veía su amiga, casi se cae de trasero al chocar contra el refrigerador de la cocina.- Al fin reaccionas Minatozaki Sana.- dijo cruzando sus brazos.

ㅤEn ese momento la nipona menor frunció su ceño al darse cuenta de la mentira que Momo le mencionó. Buscó por todos lados, buscando al alfa de ojitos marrones pero no lo halló por ninguna parte. Miró a la mayor y esta alzó sus hombros con clara señal de paz y amor.

ㅤ- ¡Hirai Momo!- gritó molesta, esa es otra clara señal para que la mencionada saliese corriendo hacia su cuarto junto a los dos perros.

ㅤSana por supuesto, tardó en levantarse siendo víctima de varias caídas en la persecución.- ¡No vuelvas a jugar con eso!- chilló logrando darle severos golpes a la puerta del cuarto. Hirai reía detrás de la puerta y ahora tenía una buena excusa para molestar cada vez que podía a la omega.

ㅤSana aún así no borró su sonrisa, sabiendo la identidad de aquel alfa por el cuál su lobita se sintió sumamente emocionada y claro, su lado beta también. No iba a negar que Jeon Jungkook le atraía y mucho. Mordió su labio inferior y apretó levemente sus mejillas regordetas, sintiendo el calor en las mismas.

ㅤ"Ojitos marrones..."

ㅤNo quería anticiparse ni nada pero estaba casi segura que Jeon Jungkook era su pareja destinada. Quería creer que si, sabiendo en como reaccionó y la manera en que este no la dejó de mirar en todo lo que el tiempo que estuvo en aquella cafetería. Suspiró, cerrando sus ojitos y cruzando sus manos pidiendo a la diosa luna que fuese así, y de ser así, ella se encargaría de brindarle todo el amor y cariño del mundo, siendo como tal, su compañera en todo. Criar a sus cachorros y ser una buena madre para estos, y por supuesto, una buena y atenta esposa para su alfa.

ㅤ"Ojitos marrones, pronto nos volveremos a reencontrar."

ㅤLo aseguró para si misma, haciendo una promesa silenciosa. Sólo debía ser más precavida y no tan impulsiva. Conquistaría el duro y frío corazón de Jeon Jungkook.

ㅤIría todas las veces que pudiese a la misma cafetería, no importaba el número, lo hallaría a como dé lugar. A él o sus allegados, ya sea la hermana o hermano de este. Ese alfa no se le escaparía de las manos, claro que no, no cuando tenía mucho para ofrecerle.

ㅤ- Lo haré.- susurró bajito, olvidándose de Momo y la razón por la cual se encontraba allí. - ¡Hirai!, necesito de tu ayuda.- pidió esta vez más calmada.- Es de vida o muerte, por favor.- dijo sincera.

ㅤEs entonces que la puerta del cuarto fue abierta, allí Momo se asomó lentamente con duda. Sana levantó sus manos en señal de paz.

ㅤ- ¿Qué necesitas, Sana-chan.- preguntó una vez abriendo del todo la puerta.

ㅤ- Necesito que me ayudes a encontrar a Jeon Jungkook.- pidió, Momo abrió sus ojos con asombro.

ㅤ- ¿Qué?.- habló sin entender.

ㅤ- Lo que has oído, Momoring. Quiero que me ayudes a encontrar a Jeon Jungkook.-

ㅤ- ¿Y eso por qué?-

ㅤSana mordió levemente sus labios y agachó su cabeza con tímidez y un poquito de vergüenza.

ㅤ- Porque quiero asegurarme que ni yo ni mi loba nos equivocamos.- explicó- No sé porqué o quizás me llames loca pero al estar frente a él, pude sentir una conexión... Esa conexión especial que sólo nos ocurre una vez encontramos a nuestra pareja.-

ㅤ- ¿Qué estás queriendo decirme con esto, Sana?- mencionó más alterada que antes. - ¡¿Qué Jeon Jungkook es tu pareja predestinada?!-

ㅤLa omega de ojos miel asintió sonriente, Momo vió como sus ojitos brillaron con tan solo mencionar al azabache de ojos marrones.

ㅤEso terminó de convencer a la mayor de ambas.

ㅤ- De acuerdo, te ayudaré en lo que sea.- sonrió abrazando a la menor.

ㅤ- Gracias, Momoring.- respondió con emoción.

ㅤ¿Lo logrará?

ㅤJungkook acomodó su saco, era de noche y según su hermana, irían en familia a cenar por su cumpleaños. Rara vez lo festejaban debido a sus apretadas agendas. Gratamente, Taehyung, amigo y colega de Jungkook, logró brindarle un espacio para pasarlo con sus seres queridos.

ㅤ- Solo promete que no me toparé de nuevo con alguna omega torpe como la de esta mañana.- dijo viendo desde el espejo a su hermana ingresar por la puerta.

ㅤ- Y sigues con eso, hermanito.- rió ladinamente. - Creí que harías borrón y cuenta nueva.- comentó algo divertida.

ㅤJungkook rodó los ojos y bufó frunciendo levemente su ceño. Nayeon suspiró y caminó hacía él, colocándose a la par del mismo.

ㅤ- No puedo prometer eso porque ni siquiera sé si nos volveremos a reencontrar con ella, aún así, el restaurante al que iremos es de Jin oppa. Él y su esposa nos esperan para recibirnos con los brazos abiertos.- aseguró.

ㅤ- Pensé que hyung no estaría en el país por asuntos de negocio.- mencionó confuso.

ㅤ- Pensaste mal, alfa gruñón.- palmeó su espalda. - Él y Jisoo volvieron hace unas semanas, recuerda que ella se encuentra en cinta.- mencionó sacando pelusas invisibles del saco azul marino. - Quieren vernos antes de emprender su viaje a Canadá.- sonrió.

ㅤ- Ya veo, bueno entonces deberé obsequiarle algo por su bebé a bordo.- bromeó.

ㅤViéndose una última vez al espejo, ambos hermanos salieron del cuarto. Namjoon los esperaba junto a los mayores abajo para finalmente ponerse en marcha hacía el lugar acordado.

ㅤ- ¿Estás segura que este lugar es ideal para venir a cenar?- preguntó entrando junto a Momo, la omega asintió y jaló de su brazo.

ㅤ- Vamos, no hay tiempo que perder.- ánimo.- Además, quería lucir este hermoso vestido que me regalaste. A ver si ahora logro encontrar a mi alfa.- puchereo, Sana negó con un suspiro.

ㅤAnimadas, ingresaron contemplando lo hermoso que este era. Grande, espacioso y cómodo. Parecía que estuvieses en uno de esos de la realeza.

ㅤ- Bienvenidas al restaurant Le Gros Luxe, ¿tienen reservación?- preguntó la joven con amabilidad.

ㅤMomo asintió, mencionó su nombre y la mujer verificó entre el listado. - Por favor, síganme.- pidió, ambas omegas se miraron entre sí y siguieron a la joven de cabello castaño. - En unos momentos se les asignará un mozo, gracias por asistir y disfruten de su cena.- mencionó.

ㅤ- Gracias.- dijeron al unísono, la de cabello castaño sonrió y se retiró.

ㅤ- ¿Cómo pagarás todo esto?- susurró Sana por lo bajo. Momo sólo se recostó sobre la silla.

ㅤ- Hay cosas que no sabes de mí, Minatozaki.- le guiñó un ojo- Además, eres mi invitada.- dijo encogiendo sus hombros con relajación.

ㅤSana bufó pero guardó silencio. Desviando su vista hacía el lugar, grata fue la sorpresa al ver como el mismo alfa de esa mañana ingresaba junto a su familia. Momo también vio en la misma dirección de su amiga, abriendo con sorpresa sus ojos. - Antes que nada, juro que no sabía que ellos vendrían aquí.- se defendió por la aterradora mirada de la omega.

ㅤ- Ojitos marrones...- murmuró captando que este también hizo contacto visual con ella.

ㅤ"No puede ser..." Pensaron ambos.