Capítulo 4🐺
__Pero tú eres un omega Miky, y yo también lo soy_ se levanta con
cuidado aferrándose a la mano del menor por sus temblorosas piernas sin soltar la lata de cerveza. Su mente estaba tan dispersa y nublada que ni siquiera notó que una vez más lo había hecho __Acaso me odias por ser un omega? Te odias a tí mismo?_ pregunta suave, afirmando su mano en el hombro tenso de Mike para mantener el equilibrio, sus ojos brillantes y cristalinos como si le dolieran sus palabras lograron desinflar al menor.
Odiarse, odiar su propia naturaleza? Si, pero odiar a Jaden? Jamás.
__Haz vuelto a llamarme así_ aparta el cuerpo del omega mayor del suyo en un gruñido haciéndolo caer sobre el sofá, la caída provocó que Jaden rebotara sobre el mullido mueble y la cerveza que aún quedaba en la lata se volteó sobre él.
Chilló por el violento empujón y cuando el líquido frío entró en
contacto con su piel caliente él se estremeció, la camiseta blanca que llevaba bajo el chándal se mojó, sus mejillas y labios quedaron salpicadas de cerveza y en un sonido metálico la lata vacía cayó sobre la loza del suelo.
__Lo haz hecho incontables veces el día de hoy aún cuando claramente te dije que no volvieras a hacerlo. A qué demonios quieres jugar Jaden?!_ espeta viéndolo desde arriba con prepotencia y enojo .
__Y-o....
__Y no te atrevas a decir que no lo recuerdas porque sé que lo haces_ advierte señalándolo con su índice.
__Por qué Ash si puede llamarte así? Por qué no te molestas tanto
cuando es él quien lo hace?! Por qué sólo yo tengo prohibido hacerlo?!_ en un arrebato se alza quedando sentado en su sitio dispuesto a confrontar a
Mike, sus manos intentan limpiar la humedad que la cerveza dejó en sus
mejillas sintiéndose mareado por el olor, y el escozor en sus ojos lo hacía
querer llorar.
__Qué demonios pasa contigo Jade? Te haz pasado el día entero apestando a
excitación_ se inclina sobre el mayor y sus manos vuelan hacia sus temblorosos hombros haciéndolo, de un fuerte empujón caer acostado nuevamente sobre el sofá.
Jade jadeó cuando el cuerpo pesado del omega menor se irguió sobre él en el sofá, los muslos duros le abrieron las piernas y el pelinegro mordió su labio inferior con una fuerza que abrió su herida dejándolo percibir el sabor a sangre en el interior de su boca cuando la entrepierna firme de Mike se presionó contra la suya resguardada bajo la fina y suave tela de su pantalón de chándal.
Qué mierda? Porqué jodidos se había excitado solo al percibir la excitación de Jaden? Porqué sus feromonas lo afectaban? Porqué le gustaba tanto? Pero la pregunta que más resonaba en su mente era. Porqué Jaden estaba excitado?
__Por eso odio a los omegas. Puedo oler tu excitación a kilómetros,
puedo oler tus feromonas de sexo con una facilidad abrumadora. Y tengo que admitirlo Jade, tu desesperación por ser follado es impresionante_ aunque Mike era consciente de la dureza de sus propias palabras, y los ojos cristalizados del mayor clavándose en los suyos como si sus palabras le hubieran herido le indicaban justamente eso, él no se detuvo.
__Ya basta Mike_ pide empujando el pecho firme del menor con sus dos manos sin conseguir siquiera moverlo un centímetro.
__Yo no soy ese tipo de omega Jaden, yo no voy apestando a sexo, ni a deseo
solo para ser follado. Yo no soy como tú_ se deja caer sobre el cuerpo del
pelinegro apoyando sus manos sobre el reposabrazos del sofá __Puedo oler cómo te mojas, puedo oler como tu entrada se humedece y se prepara para ser invadida, justo como lo deseas_ el rostro del mayor era un tomate mientras negaba con
la cabeza ante lo vergonzoso que le resultaba tener a Mike entre sus
piernas hablándole de una forma tan sucia.
__ Detente. Estás avergonzándome. Crees que lo hago porque quiero? Es mi celo. Sé que tú no eres este tipo de omega, tú posees hormonas omega recesivas, no es mi caso Mike_ sus ojitos dejan salir las lágrimas que al segundo nublan su vista y los ojos claros no dejan de mirar lo que ha provocado __Lamento si te resulta desagradable, pero no puedo evitarlo....es mi....
__Naturaleza_ lo interrumpe completando su frase haciéndolo dirigir su mirada rojiza y cargada en lágrimas hacia su rostro __Lo sé, sé que es tu naturaleza. Y no me desagrada Jade, tú has estado excitado desde que te besé, y el aroma que desprendes es tan adictivo que cualquiera querría tomarte..._ acerca su rostro al del mayor lamiendo con sutileza y abrumadora suavidad su mejilla __Incluso yo_ y el pulso de Jaden se disparó al oírlo.
__Qué dices Mike? Los dos… Los dos somos omegas_ desesperado intenta sacar el cuerpo del omega menor de encima.
__Tú tienes bastante clara tu naturaleza Jade, ese no es mi caso_ entierra su nariz tras la oreja del mayor suspirando satisfecho al percibir ese aroma tan dulce y delicioso que el pelinegro posee.
__No! Yo no estoy así por ti!_ desesperado intenta esclarecer lo imposible y responder algo que ya está más que claro para el menor.
__Ah no?_ cuestiona juguetón sosteniéndolo de las caderas para arrastrarlo por el sofá hasta que su cabeza bajó del reposabrazos para apoyarse sobre el suave cojín __Comprobémoslo entonces…Jade_ los ojos del pelinegro se abrieron como platos y empezó a forcejear cuando las manos del menor se aferraron a la cinturilla de su pantalón de chándal.
Mike sostuvo sus muñecas con una mano apresándolas contra el mullido cojín del sofá, Jade se rindió ante la fuerza que el menor ejercía sobre él, y
cerrando con fuerza sus ojos ladeó su cabeza sobre el cojín dándole acceso a su cuello, más no a su boca.
Jaden mordió sus labios tragando un gemido cuando sintió los dedos ágiles
del omega menor en su cadera desnuda y el pantalón de chándal siendo bajado tan solo un poco hasta el inicio de sus muslos, su rostro se calentó de forma explosiva al no encontrarse usando ropa interior.
El peso de Mike cayó sobre él sofocándolo cuando su lengua caliente y mojada se dedicó a lamer su mejilla como si de un gatito se tratase, caricias suaves fueron depositadas en el hueso de su cadera mientras los muslos duros lo mantenían abierto de piernas.
Jadeó cuando la mano del menor se apoyó sobre la sensibilidad de su pelvis y sus dientes salieron para dejar una suave mordida en el acanelado cuello, inevitablemente Jade gimió, su cuerpo se puso rígido cuando lo oyó reír en voz baja y sin atreverse a abrir sus ojos apretó sus labios prohibiéndose algún otro sonido diferente a una queja.
Se tensó cuando la mano que se apoyaba en su pelvis se metió debajo de su camiseta y acariciando su acanelada piel subió por todo su pecho hasta sostener su cuello, el pelinegro suspiró por el toque sobre su piel caliente, pero sus ojos
se abrieron con sorpresa cuando la mano del menor sostuvo su barbilla
obligándolo a girar su rostro en su dirección.
El aliento caliente de Mike golpeaba sus labios haciéndolo sentir un
cosquilleo por ese deseo oculto de volver a sentir el sabor de la sandía en su boca, y sus ojos se quedaron fijos en los contrarios que se alternaban entre los suyos y sus labios manteniéndolo paralizado en su lugar.
__Eres un omega igual que yo, tú no me excitas_ susurra estrujando su
entrecejo ante la mirada de superioridad que el menor le daba.
__Oh claro que no Jade_ se mofa con una sonrisa ladina __Sólo estás tan
excitado ahora mismo que si fuera mi deseo tomarte tú no pondrías ningún pero en dejarte follar por mí_ sus palabras impertinentes y su sonrisa victoriosa fueron una patada en el estómago para un muy orgulloso y excitado Jaden.
__Déjate de estupideces y suéltame_ mueve sus manos tan solo logrando que el menor apriete más el agarre sobre sus muñecas.
__No te hagas el enojado conmigo Jade, los dos sabemos que no lo estás_ sus labios besan la mejilla caliente del mayor y su lengua sale para delinear con descaro su labio inferior mientras su mano no libera la barbilla ajena __Abre la boca_ exige lamiendo con cuidado el labio herido del mayor.
Ante la tardanza de Jaden en obedecer su petición, Mike aprieta el
agarre sobre su barbilla provocando que sus labios se separen en un jadeo de ligero dolor, y aquella fue la oportunidad que él necesitó para tomar su boca en un beso sucio y desesperado que lo dejó aturdido y a su merced al no ser capaz de seguir el ritmo.
Jade se agitó cuando la lengua del omega menor tomó posesión de su boca colándose en sus adentros y frotándose con la suya, nuevamente, allí estaba aquel delicioso dulzor de la sandía que lograba relajarlo en igual medida que su aroma.
Tarde se dio cuenta, que incluso cuando Mike ya no sostenía su barbilla, él seguía allí recibiendo gustoso su lengua en el interior de su boca de forma sucia y tan antinatural entre dos omegas, pero ante la nebulosa de su excitación y la bruma por la cercanía de su celo, Jaden desterró cualquier pensamiento lógico a aquel sitio inaccesible de su cerebro.
La mano libre del menor se deslizó sobre su camisa con lentitud hasta
encontrarse nuevamente sobre la pelvis desnuda de Jaden, entonces su mano, sin previo aviso se cerró sobre la erección desatendida y necesitada de Jade, y el resultado fue un estruendoso gemido que Mike se encargó de devorar sin queja alguna.
Jaden quiso sentirse horrorizado, porque su amigo de toda la vida estaba masturbándolo, porque su querido Miky estaba comiéndole la boca con una intensidad impresionante mientras bombeaba su miembro erecto de una forma tan
deliciosa que lo haría correrse en segundos, quiso sentir el horror invadirlo, el horror de estar haciendo algo tan incorrecto, no solo por el hecho de ser su amigo, sino también por el hecho de ser un omega al igual que él aunque ciertamente, Mike no lo pareciera.
Pero el horror no llegó, ni cuando los dedos del menor se apretaron sobre su punta haciéndolo gemir en alto, ni cuando sus dedos hábiles apretaron sus testículos y continuaron recorriendo el camino abriéndose paso entre sus muslos hasta encontrar su necesitado y lubricado agujero.
__Mik...Mike_ jadeó sobre su boca cuando el índice del menor se presionó sobre su lubricada entrada, su mirada perdida centrándose en los orbes claros de hermoso color que Mike posee, y su cuerpo se tensó cuando su dedo se empujó un poco más en su interior abriendo con ligera rudeza sus paredes __Ahh!_ chilló moviendo con desesperación sus manos para liberarse, pero Mike lo inmovilizó con el peso de su cuerpo y soltando sus muñecas bajó el pantalón de chándal del pelinegro hasta quitárselo dejando su cuerpo desnudo de la cintura para abajo.
__Tranquilo_ susurró sobre la sien de Jaden liberando un poco de sus
feromonas para tranquilizarlo y al instante las manos ahora libres de Jade se recostaron sobre su espalda __Haré que te corras_ abrió de par en par las piernas acaneladas y bellas de su mayor enterrando esta vez dos de sus dedos en su delicada y mojada entrada.
Él chilló con su garganta seca y sus ojos cargados en lágrimas, sus manos
haciendo puños en la camiseta del menor mientras sus dedos abrían su entrada embistiendo su punto dulce con una ferocidad que lo hacía gritar.
Tres dedos estaban embistiéndolo ahora y sus gemidos resonaban por todo el salón.
Oh por dios! Qué dirían los vecinos?!
Mike alzó la camisa del pelinegro inclinándose sobre su pecho para tomar un pezón en su boca y chuparlo con gusto sin parar de embestirlo con sus dedos.
__Ya casi estás_ su voz ronca brotó sobre el delicado botón al sentir la
deliciosa forma en que el interior de Jaden apretaba sus dedos__Me estás apretando los dedos tan rico. Imagina lo delicioso que sería entrar en ti ahora _ gruñó sobre su piel, sus
dientes aflorando para morder el delicado botón y el grito explotó en la
garganta del mayor antes de clavar sus pequeños caninos en el hombro cubierto de Mike.
Jaden se estremeció y tembló mientras se corría sobre su abdomen con el cuerpo ligeramente pesado de Mike aplastándolo y aquella dureza oculta en su pantalón corto presionándose deliciosamente contra su muslo desnudo.
Los dedos del menor abandonaron su interior haciéndolo jadear y sus colmillos abandonaron el hombro contrario cuando lo vio erguirse entre sus piernas, con sus manos apoyadas a los lados de su cabeza.
__No te excito en lo más mínimo Jade. Lo haz dejado muy claro_ sonríe ladino, la burla explotando en el tono de su voz, sus ojos claros, ligeramente más oscuros en esta ocasión recorriendo la desastrosa y saciada desnudes del mayor, y por un segundo admiró su obra adorando lo que veía.
Y es que Jaden se veía tan hermoso así, hecho un desastre por él, con su
azabache cabello despeinado, sus ojitos cristalinos con pequeñas gotas saladas de excitación brillando en sus negras pestañas, sus mejillas hermosamente coloradas y sus labios rojos de tantos besos que ellos compartieron.
Su camiseta blanca estaba alzada permitiéndole ver sus delicados botones rosados, y en uno de ellos la marca de sus colmillos adornándolo, la piel tostada de su abdomen perlada en sudor y su corrida descansando allí, sobre su pelvis, su miembro dormido se recostaba sobre el inicio de su muslo y su lubricación natural goteaba sobre el cojín bajo su trasero, sus hermosas piernas, abiertas le mostraban todo lo que el pelinegro tenía para mostrar, todo lo que siempre deseó ver.
__Cuanto se nota que no provoco nada en ti. Porque definitivamente no estabas mojado, y definitivamente no te acabas de correr solo con mis dedos _ se mofa nuevamente con esa impertinente sonrisa que provoca que un gesto enojado reemplace el gesto saciado que hacía a penas un par de segundos adornaba su bello rostro.
__Eres un imbécil_ bufa alzando su cuerpo con la intención de salir de aquella penosa situación y largarse a su habitación.
__Oh no Jade me iré yo_ empuja con suavidad los hombros del mayor hasta dejarlo recostado sobre el sofá __Tú quédate, deberías recuperarte de tu orgasmo_ y con una última sonrisa cargada de superioridad se quitó de encima de Jaden y se perdió hacia su propia habitación escogiendo ignorar por completo la dolorosa y desatendida erección que residía en sus pantalones, y por supuesto esperando que Jaden no la hubiera notado demasiado.
__Mierda_ gruñó una vez estuvo encerrado en su habitación, con su espalda pegada a la madera de la puerta y sus sentidos cargados de Jaden Pierce.
El aroma descarado y delicioso de aquellas feromonas excitadas seguían cosquilleando en su nariz, y la lubricación natural de Jade seguía impregnada en sus dedos, el sabor adictivo de su dulce boca seguía en su lengua. Y Mike podía percibir de forma clara la presencia de Jaden en la sala de estar.
Se sentía abrumado, sumergido en el deseo antinatural de dominarlo, a otro omega. Con su pantalón apretado debido a su erección que con cada segundo que transcurría se tornaba más dolorosa, y su ropa interior humedecida con su propia lubricación.
Mike odiaba esa parte de su naturaleza, casi más que los aspectos restantes de su naturaleza de omega recesivo. Odiaba lubricar, y por el descenso hormonal en su cuerpo, él realmente no lubricaba a menos que estuviera terriblemente excitado, o pronto a su celo. Y en este caso era la primera.
__Mhg!_ gimió tras acariciar en un suave apretón su erección por encima del molesto pantalón, cerró sus ojos y echó su cabeza hacia atrás disfrutando de sus propias caricias.
Con su corazón latiendo con fuerza en sus oídos Mike comenzó a desabotonar la prenda casi gimiendo de gusto una vez liberó su erección. Apretó su punta y extendió la humedad de su glande por su extensión.
Ya no recordaba la primera vez que se había tocado con Jaden en sus pensamientos. La única diferencia era que, esta vez tenía su saliva en la boca, y su sabor en los dedos. Gruñó bajito y se bombeó más rápido cuando llevó los tres dedos de su mano libre a sus labios, esos dedos que habían estado donde él nunca, los dedos con los que había dado placer a Jaden hasta hacerlo llegar al orgasmo, dedos que aún mantenían los fluidos del pelinegro.
Entonces los lamió, los metió en su boca y los chupó. Y él gemido explotó en su garganta cuando el sabor dulce de su intimidad colonizó su paladar.
Estaba tan excitado que ya no le importaba si sus gemidos eran o no escuchados por Jaden, porque sabía que el pelinegro seguía en el sofá, podía sentirlo. El hecho de que Jaden supiera que estaba masturbándose con él en sus pensamientos, el hecho de que lo escuchara gruñir y gemir de placer mientras trabajaba la erección que follarlo con sus dedos le había propiciado solo lograba encenderlo más.
Pasó su lengua por entre sus dedos y disfrutó de su sabor. Y cuando el tren de sus pensamientos se descarriló por completo Mike ya no fue capaz de controlar la dirección de sus deseos y fantasías.
Deseó probar su sabor directamente de su cuerpo, lamer cada centímetro de su piel y beber de su intimidad. Y así, con su mente completamente ocupada por Jaden Pierce siendo el protagonista de cada pensamiento, fantasía y sucio deseo oculto, Mike hizo lo que el agua cuando ya no puede contenerse.
Derramarse.
Él se corrió en un gemido ronco que se ahogó en el fondo de su garganta, su mano acariciando su punta y su cuerpo estremeciéndose ante las réplicas de su orgasmo, y su esencia salpicando el piso, su propio pantalón, y su mano.
Respiró ahogado en un intento por calmar su agitada respiración y los estruendosos latidos de su corazón.
Si bien era cierto que Jaden siempre lo había excitado, era igual de cierto que desde que recibió la inyección de hormonas esto era mucho más intenso.
No podía controlar sus feromonas, ni sus emociones. Se excitaba con mayor facilidad y, a diferencia de las veces anteriores él no lo pensaba mucho antes de saltar sobre Jaden. Últimamente nada era suficiente, y siempre deseaba obtener más de él.
Suspiró con su respiración levemente calmada y tomando un par de pañuelos él procedió a limpiar el desastre antes de poner su miembro semi duro de regreso a sus pantalones.
El sonido de una notificación entrante lo alertó y procedió a tomar su teléfono celular, mismo que había dejado abandonado sobre su cama.
Y lo que vio al desbloquearlo lo dejó con la boca abierta.
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