XXXVI

Tenia su mirada fija en unos documentos, los cuales juraba que ya lo habia rellenado y revisado antes, escuchaba atentamente cada palabra de la organización, quien daba un resumen de los avances y problemas que se lleva acabo en cada nación, tenia su cabeza hecha un desastre y más si estaba esperando un cachorro, el cual hacia que tuviera unos cambios de humor terribles, miro al puesto de al lado, donde se dio cuenta que nuevamente el mexicano tenia su mirada fija en el, algo que en verdad comenzaba a irritarlo y más si le hacia la misma pregunta cada cinco minuto.

– Te ves un poco mal... quieres ir a la enfermería?

– Por decima vez, estoy bien, solo estoy un poco estresado por estos documentos... ahora déjame tranquilo weon...

Dijo cansado e irritado para luego apoyar su cabeza en el frio mesón, mientras que daba uno que otro suspiro y quejas, el mexicano al notar aquello le quito sus documentos para si comenzar a rellenarlos, realmente le preocupaba su hermano, además, había notado que tenía unas grandes y oscuras ojeras por no dormir.

– (Veo que no a dormido bien en días... por que Rusia no habrá dicho nada?)

– Oye pásame eso, es mi trabajo y tengo que hacerlo yo... además, tu no sabes nada sobre los avances y desarrollo que se a llevado acabo en mis tierras

– Claro que sé, además, solo intento ayudarte, sabes perfectamente que el estrés es malo para ti y más si estas cansado

El chileno rodó sus ojos con molestia, tenia ganas de gritarle y golpearlo, pero por obvias razones no lo hacia, porque no quería arriesgarse, por lo que solo se quedo en su lugar para seguir escuchando a la organización, aquello ya era el pan de cada día y siempre estaba bajo la supervisión de alguien y la verdad es que ya le comenzaba agobiarlo bastante y deseaba que en algun momento el pudiera tener un momento a solas. Al termino de la primera sección fue con su pareja, quién lo esperaba con un batido de chocolate, el cual el se lo había pedido con anterioridad gracias a sus antojos.

– Gracias Ru... hmm?... dijiste que le echaran extra de chocolate?

– Pequeño, ya te dijeron que no puedes consumir mucho chocolate, le hará mal al cachorro, además, tienes un aumento de azúcar

– Eso a mi que me importa! Yo quiero más chocolate! El cachorro lo pide!

Hizo un pequeño puchero por molestia, pero solo consiguió que el ruso se enterneciera por sus reacciones y cambios de humor, se enfureció por ello, por lo que le dio la espalda para si beber de apoco aquel batido, el cual estaba bastante.

– No te enojes pequeño, además, debemos de respetar tu dieta que te dio el señor Oms... además, si sigues enojado, China y Japón, no podrán darte su obsequio

– (Acaso dijo regalo?) Entonces vamos, nos están esperando

Tomo la mano de su pareja para si comenzar a caminar con un poco de rapidez, pero el ruso bajaba la velocidad de su pasos para no cansar al latino, quien tenia una pequeña sonrisa en su rostro, sabia que cuando se trataba de regalo este no podía evitar emocionarse.

– Tranquilo, ellos no se irán a ninguna parte, además, es solo un regalo

–Yo jamás he recibido un regalo de China, de Japón si, pero de China nunca, así que vamos rápido antes de que se arrepienta

Decía mientras que le daba jalones para que apresurara el paso, cuando llegaron al lugar de encuentro, China se encontraba con Japón, quien sostenía entre sus manos una gran caja decorada con dibujos de cigüeñas y un listón, por lo que supuso que era el regaló.

– Llegaron rápido y eso que Chile, siempre llega tarde a todo

– Si me vienes a molestar con eso me voy...

– Solo bromeó jajaja, Japón puedes mostrarle el regalo?

– Si cariño

Dejo la caja en el piso para si quitarle la tapa y pedir que el latino se acercara a ver, quien esperaba que no haya nada raro dentro.

– No sabíamos muy bien que regalarte, por lo que se nos ocurrió hacer unos peluches de ti y de Rusia, además, de poner unos que otro juguete de bebé, espero que te guste

Dijo un tanto nervioso y temeroso el japonés, noto como el chileno sacaba un peluche de la caja y se le quedaba mirando sin decir nada por unos minutos, se asusto mucho al ver como lagrimas bajaban lentamente por la mejillas de este, por lo que trato de calmarlo al igual que disculparse desesperadamente.

– H-Hey no llores, p-perdón si no t-te gustaron... n-no se nos o-ocurrió otro obsequio... t-te traeremos otro... e-enserio perdón, chile

El chileno al escuchar aquello negó rápidamente para seguido de limpiarse sus lagrimas y seguir mirando aquel regalo de forma maravillado, le habia encantado demasiado y más si se dieron el tiempo de hacer cada detalles de sus ropas típica de sus país.

–P-Perdón por a-asustarte... s-son las h-hormonas... m-muchas gracias... s-son muy l-lindos...

El asiático suspiro bastante aliviado para luego ser abrazado por el latino, quien estaba muy agradecido por ello.

– Es un alivio que le gustará, realmente no sabíamos que regalarle, ya que me enteré que sus hermanos le regalaron de todo

– Así es, ni te imaginas como tenemos la casa, ya no sabemos donde guardar los demás regalos, pero Chile los atesora todos

– Puedo notarlo jaja, y como llevan eso del embarazo? Es difícil?

– Pues, no es tan malo como piensas, es solo satisfacer las necesidades de ellos y ayudarlos en lo que más podemos... aunque a veces suelen gritarte y regañarte por ciertas cosas simples, pero aquello no importa... ya que en el fondo ellos saben que lo estas cuidando y protegiendo...

– Vaya, es sin duda una gran responsabilidad... dios Rusia, en que momento maduraste tanto? Tan solo haces uno meses atrás me pedias consejos para hablar con omegas y mirate ahora, estas apunto de ser padre... estoy muy orgulloso de ti, has logrado tu sueño más preciado, ahora solo debes de protegerlo y amarlo por toda la vida

– Ten por seguro que lo hare, él lo es todo para mi

– Mira Rusia! tiene tu gorrito y todo! Enserio muchas gracias a los dos, son muy lindos, les prometo que lo cuidare mucho

Decía con un brillo en sus ojos, se acerco al ruso para si mostrarle el peluche con más claridad, pero a cambio solo recibió un corto beso en sus labios, por lo que no evito sonrojarse y ponerse nervioso por ello.

– Oye! No hagas eso cochino! China y Japón nos están mirando!

Dijo un poco molesto por ello para luego esconder su rostro en el pecho de este, mientras que sentía unas suaves caricias en su espalda.

– Solo te recuerdo, lo mucho que te amo, pequeño

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top