- Perdón, se que aveces, abro mi pinché bocata de más, pero ya sabes... realmente estoy feliz de que hayas encontrado alguien perfecto para ti, solo me entusiasme de más...

- Entiendo tu felicidad, pero por favor, no vuelvas a tocar ese tema... ya sabes que no me gusta hablar de eso...

- Esta bien... ¿Y si vamos por unos tacos?

El omega solamente sonrió y lo abrazo con fuerza, para si ir junto hasta un local de comida. Los días pasaron en paz para todos, sin problemas, sin peleas, sin discusiones, sin nada, todo era perfecto sin duda, pero aquella tranquilidad no dura para siempre.

- Espera, espera, espera... ¿Estas diciendo, que quieres que yo te de un cachorro? ¿Qué clase de broma es esta?

Estaba al frente del estadounidense, quien estaba cruzado de brazos, proponiendole aquel trato tan alocado con la condición de dejarlo en paz para siempre.

- Tu sabes lo es que conveniente para ti

Se acercó un poco más al sureño para si estar cara a cara con este, se quito los lentes para si mirarlo directamente a los ojos, sin mostrar una expresión alguna.

- Un cachorro a cambio de tu tranquilidad, darling

- E-Es que n-no quiero... n-no aceptaré t-tal cosa...

Decía asustado y con ganas de llorar, quería salir corriendo y buscar a Rusia para que lo protegiera, pero el se lo busco en querer estar solo un momento.

- ¿No quieres o...? Jaja... ¿Crees que mataré a mi propio hijo como ese aleman? ¿Aún sientes miedo de que alguien mate a tu cachorro estando en cinta?...

– ¡¡C-Callate!! ¡¡Cállate!!

Su respiración se volvió agitada y sus lágrimas no tardaron en salir, llevo sus manos a la cabeza, tratando de no recordar aquel suceso tan horrible, sentía que todo le daba vuelta y una sensación de querer vomitar se hizo presente.

- Piénsalo bien, y espero que tu respuesta sea de mi agrado... nos vemos querido

Se alejo de este con una sonrisa satisfactoria, dejando al chileno solo y en un estado bastante deplorable, a los pocos minutos terminó por desmayarse de tanta presión, pero suerte Rusia lo había encontrado y lo llevó rápidamente a la enfermería, estando muy preocupado por su estado.

- Te dije que no debías de estar solo...

...

- Hmm... ¿Donde estoy?

Miro a los lados un tanto desorientado y mareado, dándose cuenta que estaba en el mismo hospital del pasado y ver al mismo doctor de aquella vez, quien estaba apunto de decirle algo, por lo que comenzó a desesperarse y tratar de tapar sus oídos para no escucharlo, ya no quería volver escuchar aquello, ya no quería saber de ello otra vez, de la nada había despertado de forma sudoroso y agitado, miró a los lados para si darse cuenta que estaba en la enfermería de la organización, se llevó una mano a su frente para si recordar todo y comenzar a llorar nuevamente de la angustia, sintiendo como alguien, lo abrazaba con fuerza para calmarlo y consolarlo.

– Ya estoy aquí... estoy aquí... ya no debes de seguir llorando... ya no estarás solo pequeño...

Al escuchar la voz del ruso, no dudo en aferrarse en él y comenzar a llorar en su pecho, contándole todo el suceso de hace un momento.

- N-No se que h-hacer... y-ya no a-aguanto esto... e-estoy c-cansado de t-todo...

– Tu no harás nada eso... no dejarás que ese imbecil te manipule de esa manera... tu eres fuerte y podrás con contra él... no dejes que él pase por encima de ti... recuerda, tu no estas solo, siempre tendrás a alguien para sostenerte y que te apoyara en todos tus problemas

– ¿Seguro que no eres psicólogo?

Decía entre pequeñas risas para si estar apegado a este, mientras que olía de forma relajante sus feromonas, ahora estaba más tranquilo, pero aun así, sentía aquel pesar en su pecho.