Capitulo 3
—Oye, sabes que soy paciente. ¿Verdad? Pero creo haber ya esperado suficiente tiempo a que me digas. ¿Por qué tienes dos marcas en el cuello?
Hoseok continua con sus estiramientos ignorando la voz chillona de Jimin al final del estudio. Flexiona sus piernas a niveles extremos para un bailarín con verdadera facilidad. Es tan flexible, casi como Jimin. Y continua unos minutos más antes de responder cuando por fin logra levantarse del piso.
—Si fueras verdaderamente paciente. No estarías preguntándome eso ahora mismo. Mimi.
Jimin bufa, y continúa observando sus movimientos a través del gran espejo de ensayo. Las marcas en el cuello de Hoseok, brillan. Aún conservan el color rojizo en su piel morena. Y llama mucho más la atención cuando sonríe con burla en su dirección. Hoseok no hablara, nunca lo hace.
Pero han pasado tres semanas desde que habían vuelto de la competencia de baile. Fecha en la cual después de su regreso noto ambas mordidas. Aún había ligeros rastros de las feromonas de los alfas que habían marcado a Hoseok. Y Jimin estaba verdaderamente preocupado que las marcas fueran esta vez, permanentes.
—Hoseok en serio... ninguna de las otras marcas que haz portado a durado tanto tiempo como estas. ¿Debería preocuparme? ¿Estas renovando el vínculo, con esos alfas?
La canción de hip-hop sonaba moderada en su estudio.
La característica sonrisa socarrona que acompañaba el rostro de Hoseok cambio radicalmente. El también lo había notado, se había concentrado tanto en su trabajo, las cuentas y en mantener su mente ocupada para borrar el horrible hecho de que aquellas mordidas de dos desconocidos, cuyos nombres nisiquiera recordaran. Lo hubieran marcado de manera permanente en un momento de calentura como lo fue su celo.
—No lo sé. Las marcas. —Sus manos caen pesadamente a la altura de su cuello cubriendolas— Debieron borrarse hace semanas. Jamás duran más de unos días una semana a lo mucho. Pero incluso aun tengo ligeramente marcado el aroma de esos alfas en la piel. Y eso me preocupa. Me hice una prueba, y no estoy en cinta. Mis supresores están funcionando y los bloqueadores no me han fallado pero no se porque las marcas no desaparecen.
Jimin sonríe timido.
—Quizas hayas encontrado a tus alfas, Hyung.
Hoseok bufa molesto arañando ligeramente su cuello. Alfas, los que buscan siempre una sola cosa de él. Un agujero caliente en el cual hundir sus pollas y marcas sus dientes. Hoseok era amante del desastre y pariente de pandora, que al igual que su vida sostenia una caja llena de secretos y pésimas experiencias en la vida. No incluiría ahora a dos nuevos alfas en la vista.
—Dios me libre de ello. —murmura— ¿Quién quisiera pasar el tiempo con dos alfas de los cuales no recuerda sus nombres? Jimin mi celo es dentro de poco, el plan es buscar nuevamente un alfa y pasar un buen rato juntos y hacer que su marca temporal borre estas.
Jimin no continua opinando, porque ve el destello de desesperación en los ojos de su Hyung. El como Alfa, no puede hacer mucho para verdaderamente ayudarle. Pero siempre lleva impregnado el aroma de YoonGi sobre su piel. Por ser un omega posesivo con lo que es suyo. Entiende lo que Hyung entre líneas quiere decir. Pero por primera vez en la vida esperaba que Hoseok no se equivocara.
𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒊𝒕𝒚 𝒈𝒂𝒏𝒈
—¿Lo encontraste? —murmura él más ansioso de los alfas.
Jungkook estaba recargado contra el gran vitral de su oficina mirando de reojo al beta frente a su escritorio. Taehyung giraba de forma corta su silla giratoria mientras leía de forma apresurada la carpeta frente a sus ojos.
—Jung Hoseok
—¿Te tomo tanto tiempo encontrar un omega? —Taehyung lo mira, de forma aguda y molesta al detective que se mantiene impulsivo en su lugar. —¿Se encuentra todo lo que te pedimos?
—Sí. Cada movimiento de la rutina del Omega se encuentra organizado en este planograma. Su vida es monótona de lunes a viernes. Y los fines de semana suele ir a bares con un grupo de amigos a beber y comer. No le he visto irse con algún alfa en estas semanas de investigación.
Los dedos de Jungkook tamborean contra el cristal y hace un sonido de asentimiento ante la información, del detective.
—Estamos de acuerdo. Si es todo, agradecemos tus servicios Luhan, por favor retírate.
—Vamos a buscarlo. —Tae lo mira, los ojos de Jungkook se mantienen impulsivos cuando le regresa la mirada a su Hyung. — Hemos dejado pasar mucho tiempo sin nuestro omega.
—Calma Hyung. Quizás nuestro pequeño escurridizo piensa, que se ha desecho de sus alfas. Pero sabemos como y donde encontrarlo. Opino, que le hagamos una visita y parezca una casualidad.
—¿Oh vaya, y decirle que? Oye, precioso. ¿Nos recuerdas? Somos los alfas que dejaste tirados en el hotel. Si hace unas semanas que coincidencia encontrarnos aquí.
La sonrisa de Jungkook se ensancho, ante el comentario sínico del alfa. Pero asintió lentamente mientras comenzaba a negar.
—Algo me dice, que no tendremos que llegar a muchas palabras con nuestro omaga. Cuando nos vea lo sadra y vendrá directo a nosotros. Como una abeja a la miel.
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