Epílogo; Alfa impostor.
Las vacaciones se habían acabado demasiado rápido para su propio gusto; la separación con su alfa después de largas semanas juntos fue bastante problemática, pero nuevamente lo superaría. De todos modos, ahora tenía mucho que pensar, había sido elegido entre sus compañeros omegas como delegado y monitor escolar— aceptando a regañadientes—, por lo que además de preocuparse por sus clases, el club de cocina y sus amigos, ahora incluía estar pendiente de los pasillos y de los estudiantes nuevos.
Vaya suerte la suya.
Mientras estudiaba el tablero de anuncios y anotaba en su libreta los puntos más importantes, se formó una multitud en la entrada del edificio. "más desastres que atender", pensó a su pesar, guardando su libreta en su mochila rápido para ir a controlar la situación. Había demasiados estudiantes curioseando, Takemichi tuvo que estirarse para ver que estaba pasando, sin embargo, antes de poner orden, alguien le cubrió la boca y lo arrastró lejos del bullicio en dirección al pasillo vacío del fondo.
Takemichi trató de librarse del agarre y ver a tientas a su raptor debido a que estaba de espaldas al chico, pero fue inútil hasta que finalmente lo soltaron; abrió la boca para mandar a la mierda al beta— porque sí, no olió a ningún omega—, pero casi se cae para atrás al ver a la persona de pie frente a él, sacudió sus parpados con sus manos hechas puños y luego se pellizcó para despertar del sueño, si es que estaba soñando y teniendo una pesadilla al mismo tiempo.
— ¡¿Mikey-kun?!
— Cállate, Takemicchi, aquí soy Manjiro— dijo por lo bajo su estúpido y tonto alfa. La vena en la sien de Takemichi palpitó con fuerza, incapaz de creer lo despreocupado que se veía el chico.
— ¿Qué haces aquí? — susurró Takemichi, dudando de su propia cordura en esos momentos; debía estar alucinando aún. Extrañar a su alfa le estaba haciendo ver cosas. Mikey pareció darse cuenta de ello puesto que se rio entre dientes y lo rodeó de la cintura hasta que sus pechos se tocaron. Takemichi jadeó por la cercanía, pero no se sonrojó, no esta vez. Tenía que mostrar su control.
— Vine a verte, ahora soy un lindo y considerado beta, ¿no lo crees?
— No lo creo, debes irte— respondió con dureza, casi flaqueando cuando la expresión de su alfa se volvió un poco triste. Lo estaba manipulando el cínico.
— Pensé que estarías feliz de verme, Takemicchi— murmuró Mikey sin soltarlo—, no sabes todo lo que hice para venir aquí; salté muros y corrí como un loco por mi vida. Draken va a matarme.
— Exagerado— Takemichi hizo el amague de reírse, pero luego recordó que a quien tenía en frente era a Mikey, su alfa y él, hacía lo imposible posible—, pero si debes volver, no lo lograras aquí. No es tu escuela.
— ¿Acaso no crees que sobreviva una semana aquí? Lo hiciste una vez, yo también podría.
— No lo harías— repitió convencido, llevando sus manos a los hombros de Mikey para empujarlo— te descubrirán tan pronto como salgas a los pasillos, eres demasiado tosco para ser un beta.
— Tomaré esto personal, Takemicchi. Voy a sobrevivir una semana y tendrás que retractarte.
— Uh, quiero ver eso, Manjiro-kun— arrastró el nombre su alfa suavemente, se sentía tan suave en sus labios. Esta vez sus mejillas se agarraron color.
Azul y negro se encontraron, sin ceder en ningún momento al reto implícito al que se estaba aventurando. Iba a ser una semana interesante para esos dos.
¿Fin x2?
Buenas, buenas, epílogo temprano. les dije que no sería un largo epílogo ni muy detallado, ¿Qué pueden esperar de mí?
Me reí mucho al imaginar todo lo que podría suceder como Mikey impostor. He aquí un pequeño reto para los que estén leyendo este anuncio. Pueden comentar cualquier teoría loca de como sería la semana de Mikey como un alfa impostor. La qué más me guste y vaya de acuerdo a la idea que tengo en la cabeza podrá elegir la shipp para el extra. No importa cuál.
Gracias ahora sí, supongo que este es el verdadero final. Gracias por todos sus mensajes, por su apoyo.
Besos en la cola.
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