—Miguel, no estoy segura, serían mover fechas y lo más rápido que podríamos hacerlo, sería que su presentación sea en cuatro meses, las fechas ya están programadas por una razón, si quieren regresar a casa para día de muertos, será mejor que hagamos esto tal como está planeado, no podemos mover las cosas de la nada Miguel—la mayor miraba con bastante enojo al joven mexicano, normalmente intentaba ayudarle en todo a los jóvenes y apoyarlos, pero que cambiará las fechas de las presentaciones para que Miguel fuese a ver a un chico ya era mucho para tolerar

—Por favor, quiero saber si Hiro está bien, por favor, no volveré a pedir nada—el moreno junto sus manos a forma de súplica, estaba realmente preocupado, desde la llamada en la madrugada del joven científico no había podido contactarse con él, además de que por mensajes con Coquito, todas sus clases habían sido impartidas por su hermano o su cuñada, no había señales de Hiro

—No Miguel, podemos hacer que haya un evento en Sanfransokyo, pero no puedo hacer más allá de eso, no podemos cambiar las fechas, todo está programado, te prometo que, si todo sale bien, cuando lleguemos a Sanfransokyo después de la presentación tendrán una semana libre ahí, pero no puedo hacer más, si eso era todo, mejor ve a ensayar, su presentación es en cuatro horas.

—Gracias—murmuró suspirando y saliendo de la habitación, no era lo que quería, quería ver al mayor y saber que se encontraba bien, pero había conseguido algo, eso era bueno, al menos eso creía.

Con paso desanimado llegó al estudio donde se encontraba su hermano mayor, quien disfrutaba su práctica, mantenía los ojos cerrados y una sonrisa mientras tocaba sus acordes. Eso relajo al menor de los hermanos quien se unió a juego con la melodía, necesitaba distraerse

—¿Dijo que no?—murmuró el mayor sin dejar de tocar

—Así es, pero al menos conseguí que hubiese una presentación en Sanfransokyo y una semana libre, podría ser peor—susurró sincero tocando —, ¿lograron comunicarse?

—No, lo siento, Coquito va a ver si puede sacar información, de igual manera pasará el recado de que tu solo va dirigido a él, así que prepárate

—Gracias, enserio—sonrió mirando sus dedos en la guitarra y disfrutar, debía intentar al menos mantenerse tranquilo, empezaría la "fase B" del plan de sus hermanos.

—Queremos verte feliz, además también estamos preocupados por el chino, ya pasaron dos semanas y el wey ni sus luces, vamos a ver que pedo—sonrió tocando aún—, mamá quiere conocerlo, así que hay que apurarnos

—Primero dejen que Hiro me acepte y luego organizan la boda, por favor—murmuró cansado el joven mirando a su hermano quien sólo se burlaba—, ya te quiero ver en la misma situación, a ver si muy verguero

—Miguel, no va a pasar—sonrió alegre dejando la guitarra aún lado—, por eso tu les darás nietos a mamá y a mamá Elena para que Coquito y yo seamos libres

—Eso es traición, pero ya veremos wey, vas a quedar enculado con alguien, vas a ver —sonrió feliz mirando a su hermano y continuar tocando.

Pov Hiro
—No quiero nada Tadashi—murmuré por enésima vez en esa última hora—. Sólo quiero descansar, dijeron que ustedes le darían su clase a Socorro, así que eso— respondí volviendo a cubrirme, no me sentía nada bien, me sentía como mi yo de quince años

—¿Mínimo puedes escuchar lo que te quiere decir?, falta poco para que su clase termine y quiere decirte algo, mínimo escucha—miré a mi hermano y suspirar resignado—, Hiro—sin tener de otra me levanté y bajar a la sala, donde estaba la computadora y sonreír al ver a la menor

—Hola pequeña, ¿qué sucede? —sonreí sentándome y abrazarme a mí mismo, no me sentía cómodo fuera de mi cama

—¿Te encuentras bien Hiro? y bueno, es porque tanto mis hermanos como yo estamos muy preocupados, más Miguel, ah, eso me recuerda, hoy Miguel tiene una presentación, bueno, va a cantar un solo, me dijo que si podía avisarte, que lo vieras, es para ti, si te gustó le avises y así—sentí mis mejillas rojas, ¿enserio? ¿para mí?, sonreí con ternura y asentir

—Claro, lo veré entonces, gracias pequeña —sonreí despidiéndome y terminar la comunicación—. Listo, ¿puedo volver a mi cama?

—¿No vas a ver la presentación? —miré a mi hermano enojado, realmente no me sentía bien—, Hiro, quiero saber, ¿qué pasó?, ya pasaron dos semanas, ¿puedes confiarme eso?, esto no es solo de un celo adelantado, dime ¿qué paso?

Miré a otro lado y caminar pasándolo de largo, no estaba cómodo fuera de mi cama 

—Quiero mi cama, muévete—murmuré subiendo y cubrirme, cuando sentí su peso en el colchón me recargué en él—. Tuve el recuerdo, solo eso— no era mentira, pero no diría que yo me provoque esta situación

—Hiro...debiste decirnos, estábamos preocupados de que algo te hubiese pasado, ¡ay bebé!—sentí sus brazos los cuales lograron calmarme—. Ya sucedió, no volverá a pasar, lo prometo, nunca más, ahora, ¿por qué no te distraes un poco? 

—Creí que odiabas a Miguel—suspiré un poco sacando mi cabeza de las cobijas y mirarlo 

—Nunca dije que vieras su live—sonreí mirando su ceño fruncido y sentarme—¿por qué no sales con Fred? ayer fue su noche de películas ¿no?

—No tengo ganas de salir en realidad—murmuré mirando la computadora—. Tal vez luego salgamos, ahora no quiero salir de la cama, gracias 

—¿Necesitas algo?—sólo negué tomando mi celular y ver el horario de la presentación de Miguel, faltaba media hora, era buen tiempo—,  ¿lo vas a ver?

—Si, me gusta su voz, además la última vez no supe cuáles eran para mí, ahora se que su solo va dirigido a mí, necesito ánimos Tadashi—murmuré recostándome de nuevo, quería que todo esto terminara 

—Entonces lo veré contigo—sentí sus brazos y sonreír—todo está bien Hiro, lo prometo

—Gracias, sé que sí, ahora sí —respondí mordiendo mi pulgar y dejar que el aroma de mi hermano me calmara, por alguna razón no estaba funcionando, no me calmaba del todo, realmente debo estar mal.

El tiempo se fue exageradamente rápido, la presentación de ambos Rivera empezó, y como todas las anteriores, empezaba de forma increíble y sólo iba mejorando. Aún me debía disculpar por no haber hablado con ellos después de esa llamada y agradecer los dulces que Miguel me enviaba, tal vez responder alguna de sus cartas, no me gustaba salir, pero con las cartas que el moreno me enviaba contando el lugar donde había estado, viajar no sonaba tan mala idea.

Hace apenas tres semanas Miguel había empezado con las cartas, según lo que decía quería hacer que fuese más cercana nuestra situación, claro que no iba a quejarme, con sus cartas mandaba dulces, algo que amaba y agradecía, además de que con cada carta al parecer se iba desbloqueando un nuevo apodo hacia mi persona, era nuevo, pero no me molestaba en absoluto.

"Ahora una presentación especial, ¡un solo de Miguel Rivera!"

Miré atento al moreno en la pantalla, insisto, cada vez se veía más ¿adulto? no lo sé, al parecer salir de casa ayuda mucho a madurar y físicamente también es notorio.

En cuanto empezó a cantar sentí una gran tranquilidad, ¡su voz me había calmado!, sonreí mirando su hoyuelo, sonreía a la cámara, por alguna razón sentía que lo hacía hacia mí, enserio quería ver a mi amigo.

Amorcito corazón
Yo tengo tentación
De un beso
Que se prenda en el calor
De nuestro gran amor, mi amor

Sentí mis mejillas enrojecer, ¿qué rayos estaba cantando?, miré a Tadashi de reojo, su vista era neutral y su ceño fruncido causo más nervios en mí.

Yo quiero ser, un solo ser, un ser contigo
Te quiero ver, en el querer, para soñar
En la dulce sensación de un beso mordelon quisiera
Amorcito corazón, decirte mi pasión por ti

Companeros en el bien y el mal
Ni los años nos podrán pesar
Amorcito corazón seras mi amor
En la dulce sensación de un beso mordelon quisiera
Amorcito corazón, decirte mi pasión por ti

Intentaba ignorar los nervios que estaban en mi estómago, además la vergüenza, ¡¿QUÉ DEMONIOS HABÍA SIDO ESO RIVERA!?, miré mi celular intentando procesar la imagen de Miguel mandando un beso a la cámara, ¿por qué a mí?

—¿Hiro?—sentía mi cara roja, exageradamente roja, miré de reojo a mi hermano, me sentía avergonzado al máximo—. ¿Qué fue lo último?

—No tengo idea, pero me gustaría que no vuelva a suceder si está en vivo...ni en ningún otro momento—susurré sincero apagando mi celular y morder mi labio, tenía calor, hace calor, maldición.

Prendí de nuevo mi celular cuando empezó a vibrar, una video llamada de Miguel, sin pensar mucho, ya que no lo pensé y me maldecí por ello, respondí nervioso

—¡Pinche chino culero!, antes, ¿estás bien?, ¿qué sucedió?, ¿puedo ayudar en algo?, ¿cómo te sientes?—miré de reojo a mi hermano quien sólo se encogió de hombros

—Bueno, si, estoy bien, ahora sí, lamentó lo de ese día, pero estoy bien—murmuré mirando a mi hermano, ¡era buen momento para hermano sobreprotector!

—Ah bueno, entonces, ¡PINCHE CHINO CULERO, AL MENOS DEJA UNA NOTITA QUE DIGA QUE TE ENCUENTRAS BIEN Y NO NOS DEJES CON EL ALMA EN UN HILO!— miré a mi hermano nuevamente en busca de ayuda, pero sólo se estaba riendo, ¡Se estaba burlando de mí!—. Chino, a la próxima respondes mis mensajes o me vale madres que me regañen, voy a viajar a Sanfransokyo a darte de botazos

—Miguel, de la nada ya no me caes tan mal, corrige a este pobre muchacho irresponsable —me giré enojado con Tadashi y luego a Miguel

—Jódanse —respondí molesto rodando los ojos

—Es por tu bien, pinche chino mamón, por cierto, ¿te gustó la canción?

Nuevamente mis mejillas se calentaron y volví a sentir la sensación de vergüenza, ¿por qué a mí?

—Si, me gustó, pero ¿por qué hiciste lo último?—pregunté incómodo y ver a Tadashi salir de la habitación

—Creo que pensaba que iba hacia ti—sonreí un poco y mirar con nervios a otro lado—, pero el punto era que la escucharas y yo saber que estas bien, entonces eso, ¿ya te llegó el paquete?

—Ah...-miré de reojo la última caja la cual estaba intacta, realmente no estaba de humor— si, llegó...

—¿Te gustaron las gomitas?—observé con pena su sonrisa y asentir, mentirilla blanca, sólo por esta vez—, me alegra, las escogí para ti—sonreí con emoción por ello, era un increíble mi amigo, debía hacer algo por él.

—Gracias, enserio, por todo lo que haces por mí, por favor déjame devolver el favor—observé atento a Miguel quien sólo negaba —, ¿por qué no?

—En primera, me la paso de viaje de aquí para allá, entonces no sé si lo puede recoger, en segunda esto tiene una razón que luego veras, así que déjalo así chinito, bueno, debo irme, por favor come bien, se te ven unas ojeras bien culeras, ah y que lindos sonrojos—su sonrisa y su hoyuelo fueron lo último que vi, el había terminado la llamada.

—¿Por qué eres así Hamada?—susurré acostándome e intentar dormir, quería dormir.

Fin pov Hiro

Pov Miguel

—¿Ya todo bien?—miré a Marco quien había entrado, aún mantenía mi sonrisa, había extrañado tanto a Hiro

—Simón, sólo que se ve ¿cansado?, no sé, pero al menos sé que sigue vivo y que su hermano sobreprotector está con él, al parecer no le agradó a su hermano, pero me vale madres porque no voy a dejar a Hiro

—¿Ese letrero no te va a detener porque no sabes leer?—solté una risa y asentir

—Efectivamente mi queridísimo Marco—sonreí mirando el escenario—espero lograr conquistar a Hiro

—Ya verás que sí, el wey es estúpido pero no pendejo, va a caer por ti, Miguel Rivera—asentí  
por sus palabras de aliento y suspirar—. ¿En serio mandaste un beso a la cámara?—reí mirando a mi hermano y asentir nuevamente.

—Debía darle un poco de sabor a este pedo— respondí alegre mirando a mi hermano—, ¿qué?, pude ver a Hiro sonrojado, eso vale el ridículo que hice

—De verdad que estas bien pendejo por ese wey—sólo pude reír nuevamente y mirar al frente—si el wey no cae por las buenas, lo secuestramos y que obtenga síndrome de Estocolmo o un toloache y ya, santo remedio

—A veces me asustas wey—murmuré sincero mirando con burla a mi hermano—. Prefiero el plan de las cartas y las canciones, quiero enamorarlo con encantos Rivera pero a distancia.

Sonreí mirando mi celular con la foto de mi chino de fondo, me estaba enamorando de Hiro Hamada, llevaba cinco meses con el sentimiento creciente en mi.

Sólo debía esperar cuatro meses para verlo, sólo eso.