Fase 3

-Hiro... ¿por...por qué nunca dijiste esa parte?-susurró el mayor de los hermanos apretando al menor contra él, la mirada del menor estaba perdida, había recordado todo, cada detalle.

-Pensé..., pensé que, que si lo ignoraba, si trataba de olvidarlo se iría, claramente no pasó, pero, me mantenía estable el olvidar los detalles-susurró separándose de su hermano- ¿recuerdan donde me encontraron? -preguntó intentando volver a su semblante, no iba a rendirse y mucho menos volvería a sentirse igual, le dolía, pero iba a afrontar eso.

-Fue cerca de las afueras, estabas en los límites de la ciudad-recordó la coreana mirando a su amigo-. Hiro, vamos a romperles las piernas a esos bastardos.

Una risa salió en el menor del grupo, eso aligero el ambiente un poco, pero las miradas preocupadas al joven seguían presentes, ¿cómo había ocultado tanto?

-Acepto, pero ahora hay que concentrarnos, tenemos los suficientes datos para evitar, rastrear y detener-murmuró levantándose y caminar a el muro para empezar a marcar-, hay que recorrer la ciudad en busca de las señales, e ir marcando.

-Esperen, ¿alguien va a explicarme? -habló perdido y molesto el mayor de los hermanos, había ido con la llamada de emergencia, había escuchado la historia completa de los hechos, observaba tantas tablas, gráficas, mapas, marcas, pero estaba sumamente perdido.

-En resumen, mi amigo, llevamos siete años buscando detener el tráfico de omegas-habló el rubio volviendo a su lectura de datos, quería distraerse antes de hacer algo muy idiota, estaba enojado.

-Esperen ¿qué?, ¿cómo que siete años?, Hiro, chicos, no entiendo -habló alarmado, su hermanito se estaba metiendo en el lugar del cual por milagro había salido.

-Son muchas cosas, por ahora concéntrate en eso Tadashi-respondió el moreno empezando a marcar lugares donde recordaba tenían una "S".

-Ahora estas dentro, así que Tadashi, memoriza esto-Megan se acercó dándole archivos al mayor y una sonrisa tanto inocente como con burla.

-Escuchen, tenemos solo una oportunidad de sabotear su sistema, ahora sabemos cómo funciona y como lo organizan, donde están las rutas y como los separan, tenemos un intento; Si cuando eliminábamos los puntos no podíamos fallar, ahora menos, hay vidas en juego-habló el menor a su equipo y hermano-. Hay que dividirnos, sabotear su sistema, Gogo, Wasabi, encárguense de todas las "S", saboteen sus siguientes víctimas, confundan sus puntos de reunión, atrápenlos-ambos chicos sonrieron, era su fuerte e iban a amar hacer eso-Megan, Honey, Fred, encárguense de las cruces, ayuden a los omegas, sabemos que los vigilan, pero podemos usar distractores, Honey, si es necesario, congélalos-los tres chicos se miraron y asintieron, sabían cuál era lo de Hiro y les aterraba- Baymax y yo nos encargaremos de las "C", pero no lo haré solo- murmuró viendo a su hermano- Tadashi, necesito tu mente brillante, ¿aceptas?

El mayor del grupo miraba con asombro a su hermano y a sus amigos, era todo demasiado rápido, pero era serio, un tema serio con una decisión obvia y con los riesgos, más de los que le gustaría.

-Claro, dime que es lo que haremos-habló sin duda el mayor, una sonrisa salió del más bajo, al igual que en el resto del equipo.

-¡Esto es increíble!, ahora podemos meter a Tadashi y ser algo "Big hero 7" o algo así -habló emocionado el rubio.

-Es emocionante, hasta que te hacen volar sobre Baymax en una emergencia, en el cielo dejas tu estomago-habló la morena dando palmaditas en el mayor de los hermanos, quien sólo miró con confusión y burla a sus amigos.

-Tadashi, ven-sonrío el menor y llevarlo a otra sala, una donde solo él y Megan iban-, debes conocer esto, es lo que nos corresponde, pero primero, resuelvo tus dudas, empieza.

-Genial, tengo oportunidad de oro y mi mente está en blanco- susurró el mayor causando una risa en su hermanito-, ¿Cómo empezó?

-Al inicio, el primer año de cuando sucedió mi "accidente" no quería saber nada, pero, una vez cuando íbamos Gogo, Fredy y yo hacía la Universidad después de ir a comprar comida, vimos una chica, una Omega en realidad, estaba en peligro, me recordó a mí en esa noche, a ella aún no la habían drogado, ella buscaba pelea de ellos e intentaba zafarse, no sé qué sucedió, mi cuerpo respondió solo, golpeando al tipo, Fred reaccionó poco después. Luego nos dimos cuenta de que podríamos ayudar, la chica se fue a salvo y aún la vemos y nos saluda-contó el chico girando en la silla-. ¿Algo más?

-¿Por qué lo hacen?-murmuró viendo atento a su hermanito.

-Porqué podemos, tú me enseñaste ayudar a las personas, puedo ayudar a que esto se elimine y evitar que otros pasen lo mismo que yo-murmuró sonriendo-, puedo, así que debo-habló mirando a su hermano-. Es tan sencillo esto, es ayudar a las personas, lo que venimos haciendo desde hace ocho años, ser los grandes héroes nos da una ventaja, podemos movernos y todo estará bien, estamos a salvo mientras no descubran nuestra identidad, cosa que no ha pasado y no va a pasar, confía en ello.

-Eso me preocupa más-murmuró sincero a su hermano-, bueno, ¿Qué es lo que quieren ganar o por qué lo hacen? ¿cuál es el propósito?

-Ayudar, no hay otro propósito, en mi caso evitar el que otro chico o chica de la misma edad que mi "yo" del accidente, aunque seré muy sincero, algo que yo personalmente quiero ganar es que esos bastardos terminen hundidos-murmuró viendo a su hermano, de una forma diferente, una mirada felina de ataque, esa mirada la conocía perfectamente, Hiro quería justicia.

-Entonces, dime, ¿por dónde empiezo? -sonrió el mayor revolviendo el cabello de su hermano, era algo muy claro, no iba poder hacer que Hiro y sus amigos lo dejarán, entonces él se encargaría de mantenerlos a salvo.

-Primero estos datos, debes memorizarlos y prepara tu pasaporte, iremos a México.

......

-Esto es una mala idea, en todo sentido -murmuró el moreno a su amigo- Leo, incluso siento que de los nervios me voy a enfermar, quiero vomitar y no estoy seguro si es por nervios o por el asco que me da la situación.

-Sólo serán unos momentos, lo prometo, ayúdame-murmuró viendo a su amigo y ambos entrar al lugar, no había marcha atrás.

Su plan era relativamente sencillo, entrar, obtener al chico, por más horrible que sonará, arreglar unos papeles, irse los tres a Sanfransokyo para que Sofí se encargue de unas cosas y luego Leo se haría cargo del chico y ayudarle a regresar a su hogar. Algo sencillo, ¿cuál sería la mayor complicación aquí?

-Entonces acabemos esto rápido, debo regresar, ahora con el intento de secuestro de Marco también tengo pánico de que algo le pase-admitió el músico.

-Estoy de acuerdo, pero no te haría que hagas esto si no fuese importante...hay algo en ese chico que no sé, sólo siento que es importante, siento algo en él, algo como lo que yo sentía de niño en la casona, y las demás situaciones-murmuró viendo al frente-. Sabes que perdí mis "poderes", en mi vida está separado el mundo de los muertos y los vivos, pero, siempre que tuve que afrontar algo de ese tipo, sentía algo, el recuerdo de la sensación sigue en mí y ahora mismo lo siento al pensar en el chico y fue mayor cuando lo vi-susurró cubriendo su rostro.

La mirada de Miguel fue de confusión y nervio, si era algo así de fuerte, entonces, era necesario el que estuviesen ahí.

-Sólo hay que apresurarnos -respondió tomando con asco la máscara que ahí les ofrecían y entrar a lo que parecía era un auditorio.

......

-No entiendo, ¿qué es esto?, mejor dicho, ¿cuántas y dónde has usado esto?-preguntó tanto alarmado como enojado, el mayor.

-Sólo lo he usado en cosas importantes y necesarias...la tela es del traje de camaleón de Fredy, así que puedes tomarlo como una capa de invisibilidad-murmuró tranquilo.

-¿Cuándo creaste esto? -murmuró sosteniendo la prenda entre sus manos.

-A los catorce...si, fue a los catorce, hice unos ajustes, no sólo en la talla, al inicio sólo uno controlaba los trajes, ahora cada uno es independiente -sonrió colocándose la máscara -ahora muévete, Tadashi, hay una subasta, hay que empezar a bloquear los puntos ¡oh! y colócate esto.

-¿Inhibidores en brazalete?-murmuró confundido.

-No, sí, pero no, bloqueará por completo tu aroma, no serás percibido por el aroma, y tampoco seremos visibles, hay que cuidar nuestros pasos-sonrió el menor colocándose un brazalete igual al de su hermano.

-Siento curiosidad por saber cuántas veces y en dónde has usado esto-un suspiro salió del mayor de los Hamada cambiándose.

Tenían una oportunidad y no iban a arruinarlo.

........

"Empecemos con 10 mil"

-Leo...quiero irme-susurró el moreno a su amigo, llevaban media hora en ese lugar, el chico por el cual estaban ahí no aparecía, además de que el ver como "presentaban" a esas pobres personas le daba una sensación de enojo e impotencia.

-Sólo esperemos un poco, por favor-susurró mirando al frente, ahí estaba.

El aroma del moreno de la coleta empezó a salir, eran feromonas de ataque, en resumen, el mensaje a todos los alfas a su alrededor.

"El omega era suyo".

......

-Hiro, es una mala idea-murmuró el mayor caminando junto a su hermano

La subasta estaba en pie, y gracias a la tecnología de su hermano estaban como si nada en ese lugar. Algo era muy obvio para el mayor, su hermanito estaba en un inicio de ataque de pánico, aunque bien controlado, lo estaba notando, Hiro se estaba volviendo más fuerte para afrontar eso.

-Sólo debemos llegar a la oficina principal, tendremos los datos y podremos hackear su sistema, hay que evitar que marquen con "c".

-Pero no sabemos cómo funcionan las "C" Hiro, sabemos que son, pero no sabemos cómo funciona para hacer eso-susurró a su hermanito

-Vamos a averiguarlo entonces-susurró el más bajo caminando entre las personas, era incluso incómodo.

El ver hacia adelante y ver a esas personas, ver a omegas en la misma situación que él hace unos años, le daba pánico y quería intervenir, pero la única manera de ayudar es saboteando desde adentro.

Con algo de trabajo debido a los confusos pasillos, ambos hermanos lograron llegar a el despacho principal. Al parecer todos los guardias estaban sólo en el área de subasta, lo demás les valía.

-No se te vaya a ocurrir quitarte la máscara- advirtió el más bajo apuntando a una cámara de seguridad, tal como años atrás, con ondas electromagnéticas dañó la corriente de esta para poder entrar a la oficina, específicamente la computadora-. ¿Quieres el honor o lo hago yo?

-Quiero hacerlo-sonrió el mayor sentándose en la silla y empezar a desactivar tanto códigos de seguridad como mover las cosas, debía causar un desorden en su riguroso sistema-, lo tengo- susurró el mayor intentando recordar todo, al igual que el Hamada menor.

-Lo tenemos, intenta buscar su núcleo, si lo obtenemos será más sencillo-murmuró el menor viendo todos los archivos mientras su hermano buscaba.

"Les aseguro que no se van a arrepentir, es de las mejores mercancías"

Ambos hermanos dieron un brinco, debía salir de ahí, intentando hacer como si nada hubiese pasado ahí, empezaron a buscar una salida rápida.

-Una ventana-murmuraron a unisonó escuchando como los pasos se acercaban cada vez más a la oficina.

-Vas primero Hiro-susurró el mayor ayudando a su hermanito a salir y posteriormente él.

Ahora sólo rezaban para que no fuera tan fuerte la caída.

.....

-Se los aseguro, joven Rivera y joven...

-San Juan- murmuró serio mientras mantenía al omega tras suyo.

-Claro, San Juan, es una de las mejores mercancías, son de los pocos privilegiados que tienen a un omega virgen en sus manos, las demás ratas ya son otro plano.

Ambos chicos mordieron con fuerza sus mejillas, estaban a nada de golpear al tipo, pero debían mantener esa perfecta actuación.

-Lo entendemos, muchas gracias por permitirnos el obtener esta...bueno, qué el chico llegue a nosotros-habló el músico intentando mantener una sonrisa, a pesar de ser falsa estaba costando mucho.

-No agradezcas, sólo tenemos lo mejor, la selección de nuestras mercancías es específica y muy acertada para los gustos de jóvenes cómo ustedes. Claro, a veces nos cuesta más trabajo y corremos incidentes. No olviden que pueden llamarnos nuevamente cuando no lo necesiten, aún queda trabajo para ellos después de ustedes.

Ambos chicos se pusieron alerta, no sabían el significado, pero algo en esas palabras los ponían en guardia. Pero sabían que era malo, la reacción del chico a sus espaldas quien empezaba a temblar lo comprobaba.

-No será necesario, pero gracias igualmente-habló el chico de la coleta acercando al omega hacia él en señal de protección.

-Así es, ¿sólo debo firmar el cheque del dinero y podremos irnos?, tenemos que viajar, así que, si nos ayudaran con un pasaporte para el chico, sería de ayuda-habló serio, pero manteniendo la sonrisa falsa.

-Por supuesto, el que nuestros clientes se vayan satisfechos con su compra es primordial-sonrió el mayor-, idiotas, hagan papeles para el chico, yo arreglo los datos financieros con los caballeros.

Ambos jóvenes se quedaron junto al mayor, un alfa de edad mayor, pero no tanto, apostaban por no mayor a 45. El ambiente se hizo pesado, ambos jóvenes estaban a nada de golpear al sujeto e irse. Pero debían mantener un papel, debían mantener la calma, debían sacar al chico de ese lugar.

-Bueno, caballero, firme aquí, es un contrato de confidencialidad, nadie sabrá de su compra y usted no hablará nada de lo que vio aquí, si revela algo ya sea con la policía, alguna denuncia o muestre pistas en contra de nosotros, nos dejaría con la penosa necesidad de desaparecerlo junto a su amigo ¿listo para firmar?-ambos chicos miraban con asombro y duda al mayor, este al no recibir respuesta los miró-vamos, tranquilos, este contrato es seguridad de ambas partes, me imagino que no pondría en riesgo su imagen musical ¿o sí?-habló con burla hacia Miguel quien negó con la cabeza -Entonces, firme.

Ambos jóvenes se miraron y luego de reojo al omega entre ellos. Ambos sin decir nada más firmaron ese papel. Era tanto una sentencia como una salvación. Ahora rezaban, porque fuese más salvación.

.......
-¿Crees que lo hicimos bien? -murmuró el moreno a su amigo y ambos ver al chico frente suyo -, bueno, hagamos esto, soy Miguel, Miguel Rivera, un gusto-sonrío estirando su mano

-¿Qué?, ¿hacen presentaciones formales y luego abusan de omegas? -habló molesto el chico abrazándose a sí mismo, se sentía incomodo, no solo traía la ropa de uno de los morenos, sabía lo que le esperaba y no quería, quería salir de ahí, quería irse.

-¿Qué fregados?, ¡no!, escucha, te sacamos de ahí porque, bueno no sé, eso te lo explica Leo, iremos a Sanfransokyo y ahí mi representante te ayudará y podrás regresar a casa, no te haremos nada, si te sirve de algo, yo ya tengo a alguien especial, entonces no haría nada, y aún si no tuviera a Hiro en mi vida, no lo haría jamás, tranquilo-sonrío el músico sincero al chico.

-Soy Leo, Leo San Juan, y lo que dijo Miguel por dos, salvo que yo estoy sin perro que me ladre, pero confirmo en que no te haremos nada, queremos ayudarte-sonrío estirando su mano, tanto de muestra de paz como para dar confianza.

El más bajo miro con duda al chico frente suyo, pero con cuidado subió su mano hasta estrecharla con la del chico de la coleta, una sonrisa salió del moreno y el más bajo por inercia correspondió con un ligero sonrojo, con esa reacción retiro su mano de forma rápida.

-Kubo, un placer-susurró mirando a los chicos-, ¿cuál es su plan? -murmuró abrazándose a sí mismo nuevamente.

-Por ahora, es esperar y tomar el vuelo de regreso a Sakfransokyo, eso es todo-habló el músico revisando los papeles del chico, tanto tiempo revisando los suyos y los de Marco para poder viajar le facilitaban este trabajo-. Al parecer todo está en orden.

-¿Quisieras comer algo o quieres hacer algo? -murmuró el otro moreno al más bajo quien sólo negó-no sé si es mucho, puedes no responder, claro, ¿cómo llegaste a ese lugar?

-En resumen...estuve en el lugar incorrecto en el momento incorrecto-murmuró viendo a la ventana-, gracias por sacarme de ese lugar.

-No debes agradecer, si podemos ayudar lo haremos, ¿no es cierto Miguel? -hablo mirando a su amigo-. ¿Y ahora tú?, ¿qué te pasa?

-Nada...-murmuró viendo su celular-Marco me mando mensaje, lo veremos en un rato-murmuró sin importancia-, ¿seguro que no quieres comer algo? -habló dirigiéndose al omega quien nuevamente negó.

-De acuerdo, ahora a esperar, faltan como dos horas para irnos al aeropuerto, así que iré a caminar un poco-habló el músico levantándose.

-¿Quieres que vayamos contigo? -ahora Leo se dirigía a su amigo, quien rápidamente negó-, ¿seguro que estás bien?

-Sólo quiero saber cómo voy a ver a Hiro a la cara, pero quiero estar un rato solo para pensar-sonrío tomando su mochila y su sudadera-. Regresaré a tiempo, Kubo, cuida a Leo-sonrío saliendo de la habitación dejando a ambos chicos solos.

-Así que... ¿quieres hab...?

-No estoy interesado en una plática formal forzada, escucha, te conozco, eres Leo San Juan, el chico que de niño enfrento varías criaturas, el niño que tenía contacto con ambos lados, el mundo de los muertos y de los vivos, tu don era buscado y codiciado, conozco tu historia.

-¡Genial! me conocen por ello-habló sarcástico tumbándose en la cama-, escucha, esa parte de mi vida quedo atrás, muy atrás, ahora soy una persona normal, me gusta ayudar, pero ya no hago esas cosas, mi don despareció cuando casi la cago, si aún lo tuviera ahora mismo haría lo contrario a esto-habló frustrado, recordar su idiotez de hace unos años le molestaba-, ¿cómo conoces eso?

-Historias, me gusta contar historias, muchas ficticias, muchas verdaderas. Tú eres mi historia o al menos lo fuiste, tu don, era increíble.

-Era peligrosos-corrigió sentándose en la cama-. Era muy peligrosos, alteraba el equilibrio de ambos mundos-murmuró suspirando.

-Un equilibrio que se rompió poco después, solo que ahora no está Leo San Juan para resolverlo, además, el mundo de los muertos es menos horrible que la crueldad de este lado.

-Si te llama la atención ser un esclavo para una criatura horrible, creo que sí, entonces es mejor- habló en burla mirando al chico frente suyo-. Tú me conoces, pero yo no a ti, ¿Quién eres Kubo?

-Sólo soy un contador de historias-se encogió de hombros sentándose al lado del moreno, pero con una distancia prudente-, con un increíble olfato y un don mágico, razón del porque soy un objetivo de esos tipos -susurró mirando a otro lado.

-¿Don mágico?, ¿objetivo?, no entiendo, ¿puedes explicarme? -habló el moreno viendo al chico a su lado-, ¿d-don cómo el que yo tenía?, ¿por eso preguntabas?

-No, es diferente, pero igual, las memorias, soy un contador de historias, mi shamisen, era el modo mágico para que estas tomarán vida, pero lo perdí gracias a esto, recuerdo de mis padres-un suspiro salió del menor cerrando los ojos y luego abrirlos-. Las memorias, el recordar con historias, eso es lo que hace inmortales a los que ya no están, ese era mi don mágico, contar esas historias-murmuró-, mi olfato es otro plus.

-Yo...lo siento por tu perdida, pero ¿qué tiene que ver con mi don? -preguntó perdido el moreno.

-Eres...eras el único que tenía contacto de ambos lados, podrías hacer que dichas memorias, aquellas historias se volviesen inmortales. Yo cuento la tuya, o al menos lo hacía.

-¿Mi historia?, no, no lo entiendo, ¿por qué?

-Bueno, si un niño de la aldea tenía miedo, era mejor contarle una historia de un chico que enfrento cosas peores que la oscuridad ¿no?

Una risa salió del moreno, desde que su don se había ido, después de haber pensado bien su vida, aquel "don" realmente había sido una maldición en su persona, además de que pudo haber afectado a mucha más gente.

-De igual forma es pasado, no hay vuelta de página y estoy bien así

-¿En serio?, ¿estás bien así?, ¿sin algo en particular que te haga ser tú?-preguntó dudoso y asombrado, claramente no le creía.

-Las cosas están como deben ser, los vivos con los vivos y los muertos con los muertos, además prefiero esto, de alguna manera. ¿Debido a tu don terminaste en ese lugar?

-Si, soy un diamante en bruto en su negocio, no sé cómo terminé exactamente en este país, pero si conozco porqué terminé en el tráfico. Puedo reconocerlos, su aroma, tengo buen olfato, así que soy una amenaza a su comercio, debió haber un error, yo debería estar muerto, no sé porque me colocaron en subasta, suerte supongo.

-¿Muerto?, ¿sabes cómo funciona? -preguntó alarmado el moreno tomando las manos del chico frente suyo.

-Algo así, su sistema no es diferente al de Japón, solo que la selección aquí es más específica-murmuró viendo las manos de ambos-, y si, debería estar muerto, me lo dijeron, ese era mi destino, soy una amenaza para ellos, pero pareciera que hubiesen revuelto los nombres, termine en subasta. Incluso ellos estaban en duda cuando me nombraron, supongo que es una oportunidad-murmuró viendo al moreno-, no puedo regresar a mi país aún, quisiera ayudar a esas personas.

-¿Por eso querías mi don? -habló el moreno entendiendo el plan del más bajo, el asentimiento del nipón causo un suspiro en él-ayudaré, pero mi don no va a volver, lo perdí.

-Lo sé, pero aun así te voy a necesitar-murmuró el menor viendo al moreno.

......

-Hiro, no creo que haya servido eso-murmuró el mayor de los hermanos intentando echarse aire con el folleto en sus manos-, hace mucho calor-se quejó intentando refrescarse.

-No voy a negar lo último, pero si sirvió, al menos tendremos tiempo suficiente si buscan reacomodar sus datos-murmuró suspirando bebiendo agua, faltaban unos minutos para que les permitieran abordar e ir a casa-, hicimos las cosas bien, además los datos están a salvo y podremos tener más conocimiento de las rutas-susurró a su hermano-, estamos cerca-murmuró viendo al frente, a la entrada, pronto su piel pálida, se volvió aún más-. Mi-Miguel-susurró alarmado, ¿por qué debieron encontrarse en ese lugar?, ¿por qué justo ahora?

-¿Miguel?, ¿dónde? -murmuró alarmado el mayor de los Hamada viendo a la misma dirección de su hermano, en efecto, era el moreno, solo que ahora iba con otros dos chicos-. ¿Por qué está aquí él?

-Me había dicho que debía arreglar unos papeles o algo así, Tadashi, Miguel no puede verme aquí, mucho menos en el avión, supongo que iremos en el mismo-habló alarmado el más joven.

-Al menos no te has quitado el brazalete, tu aroma es una preocupación menos, pero el que no nos vea, principalmente a ti-murmuró el mayor abrazando a su hermanito, parecer una pareja normal, siempre y cuando no viesen el rostro de ninguno de los dos-, sudaderas con gorro puesto, cuando hace mucho calor -protestó el mayor abrazando a su hermano.

-Cállate, yo siento mucho más ahora, que tú -habló enojado el menor

-Sólo espero que con su dinero se vaya en una clase diferente-bajó su mirada viendo la de pocos amigos de su hermanito-, ¿qué?, mínimo quiero estar sin sudadera y sin cuidarme mientras estamos en el avión-rodó los ojos mirando al frente, ninguno de los tres chicos estaba-, ahora a rogar que no estén cerca nuestro, bebé.

-Solo quiero ir a casa-murmuró sincero el más joven separándose un poco de su hermano y buscar con la mirando al moreno

-No me digas que lo estás buscando, Hiro, discreción, aunque, si nos descubren, podemos decir que eres un celoso y lo seguiste, asunto resuelto-habló en burla, pero al no recibir una maldición o un golpe miro a su hermanito, vaya imagen que encontró, su hermanito con el rostro extremadamente rojo y el desvío de su mirada por completo-Hiro... ¿qué hay entre el músico y tú?, Hiro...

-No hay nada, así que no seas metiche Tadashi -habló enojado mirando a otro lado, el color en su rostro rojo no había disminuido en absoluto, de forma inconsciente subió su mano a sus labios y tocarlos con cuidado-ahora ¿cómo te voy a ver a la cara?-susurró para sí mismo, los labios del moreno seguían presente en él, y quería más.

"Vuelo 441 rumbo a Sanfransokyo, por favor pasar a la puerta 12"

-Andando bebé-sonrío el mayor, más que por prisa, la incomodidad de ver a su hermanito así-de regreso a casa, tenemos trabajo.

.....

-¿Estas bien Kubo? -habló el moreno preocupado, por un momento la mirada del más bajo había sido de pánico y había girado su vista a todos los lugares-. ¿Kubo?

-Sí, descuida Leo, sólo...nada-murmuró entregando el boleto y abordar junto a los dos mexicanos.

El grupo de chicos abordaron sentándose en sus respectivos lugares, Miguel del lado de la ventana, Kubo en medio y Leo en la esquina. Por el momento, su misión era llevar a salvo al chico entre ellos a Sanfransokyo, luego de ello sus misiones eran diferentes, con Miguel, quería encontrar paz antes de llegar a Sanfransokyo y encontrarse con el Hamada. La culpa había empezado a apoderarse de él, incluso estaba pensando seriamente el sincerarse con el chico en cuanto lo viera, es decir, sería peor si se enteraba después ¿no? aun así, el miedo estaba en el moreno. Podría perder al chico de su vida, pero había hecho lo correcto, y no era como si lo estuviese traicionando, Hiro no tenía alguna razón para decirle algo, pero un parte en el moreno le decía que no hiciera algo tan idiota, una parte no le permitía hacerlo, ahora estaba en una disputa consigo mismo.

Con los otros dos chicos, era llegar y que Sofía se encargara de algunas cosas, principalmente el ayudar al menor a regresar a su hogar, pero ambos chicos tenían un nuevo plan en mente, y el más bajo necesitaba hablar. Ellos podrían ayudar, más si el más bajo conocía como funcionaba.

-¿Estás seguro Kubo? -susurró el moreno al omega a su lado quien solo asintió-, siento que esto va a terminar mal-murmuró sincero.

-Sólo no te dejaré morir, puedes confiar con ello-murmuró sin importancia, la mitad de la primera fase, el moreno no tenía idea y le preocupaba más.

Sería un largo viaje para pensar muy bien lo que harían, podrían cagarla o al contrarío estar bien. Sólo quedaba elegir la opción correcta.

.........

BUENAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS

Cómo que me tarde un poquito(?) xdxd

Pues espero que les haya gustado, aunque tengo el problema que los comentarios de los capítulos anteriores se desanclaron del párrafo, si alguien sabe cómo arreglar eso, ayuda :,v

Pero bueno, eso es todo.

Baibai.














Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top