anybody have a map?

Pov Tadashi

*Siete años atrás*

—¿No ha llegado?—miré a mi tía quien al igual que yo estaba preocupada, desde la mañana Hiro había salido, después de la universidad no habíamos sabido de él o de los chicos, como era de costumbre pensamos que estaría junto a Fred o Gogo, pero cuando empezaron a preguntar si él se encontraba con nosotros, una alarma se activó en mi cabeza, Baymax tampoco aparecía, eso me preocupo más—, volveré a buscarlo—salí de la cafetería camino a un callejón en específico, me quedaba una última carta—, Hiro, si te encuentras en una pelea de robots, no sé siquiera que te haré—murmuré enojado

Caminaba rápido, tal vez era tonto no llevar la moto conmigo, pero quería tranquilizarme en caso de que él estuviese ahí, eso hasta que mi celular empezó a vibrar

—¿Honey?—murmuré, nuevamente mi mente sentía esa alarma

—¡Tadashi!, tenemos un problema, encontramos a Baymax..., pero Hiro—su voz se había quebrado, sentí una onda de adrenalina recorrerme, al igual que de miedo

—¿Dónde están?, voy en camino—murmuré corriendo, algo iba mal, muy, muy mal, corrí lo más rápido que mis piernas lograban dar, sentía que mi mundo se me venía encima, el terror estaba recorriendo cada parte de mí, quería a Hiro a salvo

"Hiro"

"Hiro"

"Hiro"

—¡Tadashi!—me acerqué rápido a Honey, en efecto, Baymax estaba ahí, solo, destrozado—. ¿Se puede arreglar?—me acerque rápido, solo habían destrozado el vinilo 

—Sí, el esqueleto está intacto, veamos-murmuré intentando prenderlo, afortunadamente respondía bien—, ¿dónde están los otros?

—Fueron a buscar a Hiro, estoy preocupada

—Somos dos, vamos amigo, responde, ¿qué sucedió?—miré con preocupación el lugar, parecía tranquilo—, ¿Baymax?

Al ver que no respondía solo pude levantarlo y caminar con Honey y él a casa, intentaría arreglarlo, debía haber alguna interferencia 

.....

Llevábamos tres días sin saber nada de Hiro, ¡tres!, todos empezamos a buscarlo con demasiada desesperación, yo principalmente, aunque también me enfocaba en hacer funcionar a Baymax, no había nada, absolutamente nada roto, destruido o averiado, no entendía que pasaba.

— ¡¿PERO POR QUÉ NO FUNCIONA?! -grité exasperado aventando un desarmador—, ¿por qué?...

—¿Tadashi?—me giré mirando a Honey e intentar sonreír para ella—¿estás bien?, me refiero, ya sabes

—Sí..., no, no sé, no funciona, no sé que le ocurre, le he revisado todo, aparte está lo de Hiro, por cierto, ¿hay noticias?—cuando negó nuevamente me sentí desesperado

—No...pero hay otra cosa, Hiro, bueno esa noche no fue el único que desapareció, al parecer otros cuatro omegas desaparecieron, si es lo que estamos pensando, debemos encontrarlo lo más pronto posible, confía en nosotros, tú arregla a Baxmax—sentí su beso, fue corto, pero mi primer beso con ella, si no fuese está situación habría sido increíble, sólo la vi desaparecer 

—Bien Baymax, sigamos trabajando.

......

Había pasado una semana completa, una donde ni Baymax respondía ni había señales de mi hermano, sentía cada vez más miedo, tenía pánico, quería a mi hermano.

—¿Cariño?—me giré mirando a mi tía, ambos estábamos igual, cansados, con ojeras, el café no estaba abriendo en su totalidad, sólo en horarios específicos—, ¿no haz dormido?—negué haciendo espacio en la cama y cuando ella se sentó recargarme en su hombro, tal como cuando era un cachorro—, tranquilo, todo estará bien, lo vamos a encontrar, tranquilo.

Ese día fueron más intentos fallidos, intentos por hacer que Baymax respondiera, intentos en buscar a mi hermano, me estaba desesperando cada vez más, mi celular vibro, era Honey, me acerque a tomarlo, su voz me alarmo por completo. 

—Voy en camino

Tanto mi tía como yo íbamos asustados, aliviados, no sabía cómo describir mi sentir, Hiro había aparecido, pero la voz de Honey me decía que no había nada bueno en ello. Al llegar al hospital, solo pudimos correr donde los chicos, el ver a mi hermanito en una cama de hospital, con suero, su rostro lleno de golpes y sangre, me dolía, al mismo tiempo me sentía enojado, iba a matar a quien se atrevió a tocar a mi hermanito.

—¿Familiares?—todos nos acercamos, Honey me abrazaba, intentaba que no perdiera mi cordura, eso lo apostaba—el joven Hamada presenta varias heridas, afortunadamente no hay ningún daño interno, salvo, primero me gustaría que se mantengan tranquilos—¿tranquilo?¡¿TRANQUILO?!—, el joven presenta indicios de un abuso sexual, la gran cantidad de estupefacientes que se encontraba en el joven eran demasiado para su cuerpo, por fortuna no tuvo una sobredosis, también, hay marcas en su cuerpo, lo que indica que no fue solo una persona, esto tristemente es algo común, la trata de omegas es bastante alta, créanme, el muchacho tuvo mucha suerte, haremos todo lo posible por hacer que el cuerpo del chico responda bien, aunque hay una alta potabilidad que nunca pueda quedar en cinta, haremos los estudios correspondientes para descartar cualquier cosa, con su permiso, les tendremos informados.

Sentí una parte de mí romperse por completo, mi tía y mis amigos no se encontraban mejor, debí estar con él, debí haber estado ahí.

......

Había pasado un mes desde que Hiro despertó en el hospital, mi hermano estaba muy mal, no toleraba tener a nadie cerca, solo aceptaba a tía Cass, Honey y Gogo, los doctores tuvieron que ser omegas o betas, su rostro se llenaba de terror cuando nos veía, tanto que incluso nos prohibieron acercarnos a la habitación, al menos hasta ese día.

—¿Hiro?—me quede en la puerta, si me acercaba de más volvería a entrar en pánico, no podía hacer que eso—, ¿puedo?

—S-si—me acerqué con cautela a la cama, lo suficiente para sentir el aroma de mi hermanito, parecía el de un cachorro, su aroma volvió a ser el de Hiro bebé—, Ta-tadashi, tengo miedo. 

Con mucho cuidado lo abrace con fuerza, mi hermano estaba roto, sus lágrimas, su llanto, sus espasmos, solo me hacían querer matar a quienes le hicieron eso, pero primero estaba él, no podría nunca entender ni mínimamente a mi hermano, mucho menos saber lo que tuvo que pasar, ahora mismo, sólo iba a protegerlo, nunca lo iba a dejar solo, nunca.

Hiro a sus quince años había perdido una gran parte de sí mismo, una importante, ahora mismo, nos encargaríamos de proteger a mi hermanito, a nuestro frágil Hiro.

......

*tiempo actual*

—Honey, soy un pésimo hermano, no quería insinuar eso, yo no..., soy el peor ¿verdad?—murmuré preocupado, era Hiro mi mayor tesoro, quería protegerlo de todo, ¡claramente imbécil!, el recordar esa parte del pasado era lo opuesto—,  soy un asco de persona 

—Cariño... no digas eso, bueno, si cruzaste la línea, pero podremos arreglarlo, todos sabemos que lo que quieres, es protegerlo, así que no te preocupes amor, solo debes disculparte, llevamos todas las gomitas que encontramos en el supermercado, eso debe ser suficiente, al menos para que acepte escucharte

—Cariño, enserio estoy preocupado por los cinco, pero más por Hiro, espero que entiendan eso, ¿puedes decirme al menos que no están en nada peligroso? con eso me conformo—miré a mi novia, su mirada de duda me alteró

—Descuida amor, todo bien —sonreí un poco por ello y caminar a casa, le debía una disculpa a Hiro, una grande.

Fin pov Tadashi

El menor de los mexicanos miraba el paisaje, solo nubes y oscuridad, se supone que viajar de noche era mejor, así dormías toda la noche y al aterrizar todo genial, claro que para el moreno eso no funcionaba.

Se dispuso a intentar leer algo, había descargado todos los archivos que su hermana le mando, principalmente eran novelas y uno que otro pdf de imágenes, los cuales eran información de fans sobre Hiro, principalmente leía esos.

Aún se sentía raro, Hiro había aceptado esperar por él, pero ¿realmente él entendió que le gustaba o solo pensó en él cómo amigo?, esas eran unas de las muchas preguntas que el joven Rivera se hacía después de su estupidez.
Miguel siempre había tenido firme que nunca renunciaría a la música, mucho menos por asentarse en un lugar a echar raíces, claro, quería una familia, pero no de la misma manera que los Rivera han hecho anteriormente, amaba a su familia, pero no quería ser uno de ellos, él ansiaba mostrar su potencial, quería mostrar que podía ser mucho más. Ahora mismo lo estaba dudando, el estar fijo en un lugar no sonaba tan mal, lograba imaginarse a el mismo, con Hiro a su lado y tal vez dos niños corriendo y un perro, tal vez dos, se sentía tentado a buscar que esa ilusión fuese verdadera.

¿Quién pensaría que el músico Rivera quedaría flechado por un científico malhumorado?, incluso se tentaba a robarse a Hiro, luego intentar que su hermano no lo mate y Hiro también, aunque iba a hacer las cosas bien, iba a enamorar a Hiro Hamada.

—Ahora solo falta saber cómo—susurró mirando su celular y ver la foto de un Hiro sonriente, vaya que sus admiradoras sabían stalkear muy bien, le enojaba, pero agradecía por esas fotos—, chino.

......

—No te entiendo ni un carajo Rivera—la voy del joven científico era de sueño total—, explícalo otra vez

—¡Marco y yo estamos siendo perseguidos por un grupo de locas!—habló desesperado el moreno mientras corría.

En contexto, después de unas semanas de que ambos fueron presentados oficialmente como parte de la familia "Zant", ambos morenos fueron tentación, pero es que vamos, morenos, con voz increíble, buen cuerpo, carisma, una sonrisa encantadora y mexicanos, ¡uf!, eso era el premio mayor para muchos.

—Y en vez de que se metieran al edificio, ¿por qué salieron corriendo a dirección contraria?—murmuro bastante enojado, no solo eran las dos y cuarto de la madrugada, tenía una junta de negocios importante, claramente quería intentar dormir para no parecer zombie—, ¿qué tan imbéciles pueden ser?

—¡No hay límite chino! —la voy de Marco le saco una risa al joven omega quien usando sus poderes de "chico súper dotado en todo lo que hace", logró hacer que la ubicación de ambos morenos se hiciese pública pero en una dirección falsa de donde ambos estaban

—Listo, ahora métanse a cualquier establecimiento y traten de parecer personas normales y no súper estrellas, ahora me iré a dormir, manténganse vestidos

—Simón, gracias Hiro, te debo una 

—Solo será otro helado, gracias, bueno cuídense, por cierto, Miguel, buen trasero—luego de eso el mayor fue quien corto la llamada dejando a un mexicano rojo y asombrado, mientras el otro, claramente estaba muerto de risa

—Te dije que esos pantalones estaban muy ajustados—la risa del mayor de los Rivera era contagiosa, pero el moreno ahora solo estaba sumamente apenado, tanto que ni siquiera podía reírse de si mismo—y no me creías que esos memes eran tuyos, ¡Ay! Miguelin, quiero ver cuáles son las fotos que vio Hiro para decir eso

—¡Cállate pendejo!—el menor de ambos empezó a caminar a un establecimiento, necesitaba algo frío. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top