Capítulo 5
—... ¿Qué pasó con el trato sobre informarme todo lo que le ocurriera, Judge?
Ante los colmillos revelados del alfa rey, todos se hicieron atrás mientras él se acercaba conteniendo su ira para acariciar al enfermo omega que ni si quiera pudo reaccionar al toque en su cabeza por el calor abrasador que envolvía su cuerpo. Judge supo que tenía que apresurarse a explicar.
Sudando mares cuando el alfa le miró amenazando con lanzarse a su yugular, el alfa anciano trató de explicarse ¡Nadie jamas lo había visto así! Si era capaz de poner tal expresión ¿entonces también sería capaz de matarlo?.
—S-su alteza, escuché. Aunque no lo parezca tenemos todo bajo control y no lo llamamos por...
Katakuri estaba sin poder controlar su instinto, cegado como si hubiera sido amenazado de muerte, su corazón acelerado deseoso por tomar a ichiji en brazos y salir de allí como si lo que necesitará el omega fuera a él y no a un doctor, tanto que ni siquiera podia escuchar con claridad las excusas de Judge. Esto era culpa de que en sus adentros había reconocido al omega en cama como madre de su cachorro y por ende, como su pareja por más que su parte racional trataba de negarlos y calmarse.
¿Como era posible que él que había entrado sus instintos haya acabado en esta situación? Quiso escudarse tras su sentido de justicia por unos momentos, sin embargo todo empeoró cuando un pequeño susurro llamándolo: Un suave «¿Su alteza...?» salió de los labios de ichiji.
Al instante todos en al sala callaron viendo al alfa rey agacharse a la altura del omega.
Un ichiji jadeante se esforzaba por abrir sus ojos y enfocar la vista en la persona que le acariciaba la cabeza, sin embargo se notaba que no alcanzaba a ver nada, su mirada cristalina y pérdida cual animal agonizante tras ser disparado por cazadores, presionando el lugar mas adolorido... Su vientre... Por esa vista, en la que sus cabellos rojos estaban pegados a su piel por el sudor y sus feromonas buscaban tratar de hacerse sentir seguro mientras pedía ayuda desesperadamente, a quien fuera...Desecho pero aun protegiendo a su futura cría...
Algún hilo de cordura tuvo que haber rotó en katakuri en ese momento, pues no escuchó nada más después de eso.
Ya que su cuerpo se movió solo para tomar en brazos al omega de forma nupcial con sumo cuidado, acunandolo dulcemente antes de empezar a caminar desprendiendo su propio aroma en busca de brindarle seguridad, ignorando los llamados y las amenazas de los guardias mandados por el alfa anciano.
Sus pasos serenos hasta la salida no pudieron ser detenidos por nada ni nadie cuando el mensaje en sus feromonas se sintió como el rugido de un león en el cuerpo de todos los demás... Un rugido de advertencia que gritaba que de acercarse a su pareja nadie saldría vivo.
Judge tuvo que dejarse caer en el suelo para calmarse tras esa presencia imponente que salió del alfa rey que atravesó la puerta principal en su mundo, ajeno a algunas miradas del personal y un par de la clientela que estaban atónitos, para que con solo una mirada suya de ojos amenazantes, los guardias reales intervinieron para detener a lo que katakuri catálogo como plagas aun siguiéndole cuando su jefe ya habia caido derrotado.
No tenía tiempo para ellos, en su cabeza no había ningún pensamiento más importante que el omega en sus brazos ahora mismo.
Por esa razón ni siquiera pensó en excusas cuando se subió al carruaje y tomando el asiento contrarío a su sorprendida y estupefactada esposa, puso en marcha a los corceles al tiempo que acurrucaba a ichiji contra él justo como lo había encontrado pero esta ves visiblemente menos adolorido asi que más cómodo.
Stussy miro fuera del carruaje sorprendida a más no poder al escuchar ajetreo atrás antes de llevar la mirada nuevamente hacia katakuri, su ropaje que descansaba hace unos momentos en las piernas de la omega ahora en el suelo. Ella tartamudeo al hablar sintiendo el aroma adolorido y abrasador del otro omega pegado al regazo de su esposo.
—¿Qu-qué pasó... katakuri? —Las manos de la rubia se hicieron puños temblorosos cuando el mencionado levantó la mirada del omega en cinta y la puso en ella con un sentimiento extrañó.
Ella no tardó en notar por sus pupilas dilatadas que ahora mismo era el instinto de katakuri era quien estaba al mando y este mismo se encontraba evaluando su existencia dentro del carruaje mientras acariciaba los cabellos el medio inconsciente omega en cinta. Tragó en secó sabiendo que la estaba a juzgando pero no supo como sentirse al final cuando él solo bajo la mirada y volvió al pelirrojo, acariciando con una mano su rostro y con la otra su cabello.
Incomoda volvió a hablar.
—¿Kata-...?
—Él estará conmigo, eso es todo lo que debes saber. —Susurró con su voz profunda casi advirtiendole, cortando su oración sin dejar de ver a ese pelirrojo como si fuera un tesoro.., Stussy le miró con una mueca de disgusto y tras unos segundos se sentó en su lugar aceptando esto de mala gana y aun confundida.
Este alfa le debía una explicación larga y debía ser rápida, no iba a aceptar esto así nada más. Debían organizar todo si él quería que esto funcionará.
Stussy nunca había sido una mujer que marcará territorio porque para ella ya estaba claro su papel en la relación que tenían, ella era irreemplazable. Cualquier cambio que hubiera de la noche a la mañana tendría grandes repercusiones porque nadie sería conformista y capaz como ella como para manejar la política sin ser avariciosa ni quisquillosa.
Por lo mismo, cuando estaban separados en eventos especiales de la realeza, ni si quiera se molestaba cuando mujeres rodeaban a katakuri con esperanzas de cambiar sus futuros, y del mismo modo, katakuri tampoco se molestaba en marcar mucho territorio cuando hombres se acercaban a ella.
A pesar de que usualmente estaban juntos y actuaban como una pareja enamorada, realmente no se tomaban el tiempo de acercarse mucho más al otro en ese ámbito ni de tampoco de buscar a alguien más ¿Como podrían en la situación en la que estaban? Era mucho más relevante ser feliz con sus reinos, trabajar y trabajar para que ellos pudieran ser felices como querian, esa era la razón de sus existencias después de todo.
¿Pero que había sobre la felicidad de ellos? Bueno, no quedaba nada más que se conformista.
Por eso, supuso Stussy, se sentía tan rara expuesta a la presencia del omega pelirrojo siendo examinado por un doctor que katakuri amenazó de muerte antes de traer...
Porque era la primera vez que en la sala de negocios donde se casaron para mantener a sus padres contentos y donde se veían obligados a estar cada día de sus vidas, había alguien más. Y para su preocupación, según los ojos que katakuri le tenía puestos, no parecía ser un invitado que se iría pronto... Apenas habían pasado 3 horas desde que katakuri se había llevado de la instalación a ichiji, y para su fastidió no parecía mejorar su condición solo con descansar a su lado y olfatearlo.
Ichiji continuaba inconsciente sudando aunque esta vez por una fiebre indolora, aun así, sin poder soportar la idea de que el omega estuviera mal de algún modo, katakuri ahora en todos sus sentidos, mando a traer uno de los doctores del germa costará lo que costará. Obligando a uno de ellos a venir sin trucos, en unas pocas horas los guardias trajeron a alguien, este beta que parecía apunto de llorar del temor cuando siendo seguido de cerca por el alfa entraron a la habitación de Stussy donde ichiji dormía siendo vigilada a la distancia por la dueña de los aposentos.
Esta misma solo se acercó cuando el chequeo del omega terminó, notando las mueva temerosa del beta y la mirada asesina de quien era su esposo. Stussy tomo su brazo para llamarle la atención.
—¿Cómo se encuentra? —Con un silenció inicial alfa rey preguntó seriamente al doctor beta frente a él tras darle una vista a Stussy, sabía que con esa simple acción le estaba llamando la atención.
—B-bueno... Él podría estar peor... —Cuando sus palabras lentas y nerviosas salieron, Katakuri juro que rompería su cuello. Stussy abrazo más fuerte el brazo del alfa con una pequeña risa nerviosa cuando lo noto.
—Deberías hablar pronto, rápido y conciso si valoras tu vida.
—¡Ah, s-si mi reina! L-lo que quiero decir es.., que él ha mejorado en el poco tiempo que lleva aquí a diferencia de como estaba allá pero de forma muy lenta, e-esto debido a que esta expuesto a las feromonas del padre del cachorro. S-solo tiene que seguir así como esta ahora y en poco tiempo mejorará... —El beta explicó nervioso haciendo una reverencia en busca de perdón, solo para que al levantar la vista se contrara a la pareja real tanto extrañados como sorprendidos mirándole.
— ¿Qué? —La pareja real estaba más que confundida.
—¿No le recetaran nada? ¡Cuando lo subimos al carruaje estaba casi al borde de la muerte con nuestro bebé! —Stussy gruñó señalando lo obvió, katakuri se brazos cruzados aun permitiendo que su esposa sostuviera uno, le apoyo con un asentimiento.
—Estaba chillando tanto al respirar.., obviamente sentía mucho dolor y puede que aun lo esté sintiendo ¿no le darás analgésicos o algo? Digo, Judge estaba por inyectarle algo después de todo. —Katakuri mostró sus colmillos mientras hablaba en busca de sacarle la verdad al miedoso beta que enseguida retrocedió dos pasos sudando.
—Esto... —Escondiendose detrás de su portafolio, nerviosamente el doctor buscó algo en su chaqueta.— Sería mejor si pudieran contactarse con la joven que siempre lo atiende, ella lo explicaría mejor, entonces... ¿Puedo? —De su chaqueta sacó un caracol con una criatura dentro qué salió perezosamente a mirar sus rostros con indiferencia, Stussy miro con sorpresa dicha criatura que sobre su caracola tenía un sistema extraño, katakuri solo se sorprendió para sus adentros: Entonces este era el famoso Den-den Mushi de Judge que habían oído que se había empezado a comercializar...
—Llámala, necesito hablar con ella. —Ante la demanda de katakuri el hombre no perdió del tiempo.
Después de un rato de timbre alguien contestó y tras algunas palabras para el registro, la doctora no tardó en escucharse en al llamada.
—Ichiji esta así, altezas, porque su alteza es un alfa con genes muy fuertes, capas de desestabilizar a cualquier omega y este que usted dejó en cinta no es la excepción... Ahora, los omegas en cinta tienen que evitar el contacto con los padres del cachorro si se desea separar a la madre de la cría o a ambas de la pareja, porque de conocerse sus lobos formarán un lazo se quiera o no, y eso seria un gran problema para el omega ya que desarrolla una dependencia abismal a la existencia del padre de su cría. El casco que usaba cada ves que ichiji tenía que verlo, alteza, y la desinfección en el ambiente antes y después de sus visitas tenían como motivo evitar que el omega de ichiji ahora con su cachorro logrará reconocerlo como padre de su cría por aquella misma razón. —La joven explicó desde su línea con un respeto que apenas permitía notar el fastidió en su voz, aunque las expresiones duras que hacían se reflejaban en el den-den mushi.— Una vez que el omega reconoce al alfa, no queda otra cosa que sufrir las consecuencias de no recibir feromonas del padre, ni su atención, ni su protección, ni su toque... Los síntomas de aquellas abstinencias varían, pero suele ser fiebre alta, depresión y abortó. Lo que nuestro jefe Judge trataba de hacer cuando usted llegó, alteza Charlotte, era dormitar a ichiji justo como esta ahora para prevenir un aborto.
Como una bomba de información, la pareja real sentados cerca del tocador de la habitación, donde había dejado al Den-den mushi, yacian congelados con el beta atrás mirando los con preocupación.
Sus mentes hechas un desastre ante la mera idea de que una vida o varias podrían perderse fácilmente por un pequeño capricho u error en aquella instalación.
Stussy tragó en secó llevando la vista al suelo. «Entonces cuando lo encontramos...»
«Estaba casi al borde de la muerte por mi culpa?...» Katakuri pensó casi completando el pensamiento de su esposa a su lado mientras rememoraba aquel hermoso campo de flores al que lo había llevado con sus feromonas; Definitivamente estaba en sintonía con él en aquel momento, entonces no había forma de que no le hubiese olfateado.., de verdad había sido su culpa...Con ambos shoqueados, la beta en línea les miró algo insegura de continuar.
—... Por si no había quedado claro... Por eso le habíamos restringido las visitas, alteza, no queríamos llegar a este punto sin embargo... B-bueno, ahora lo que importa es que ichiji esta con usted y que para que mejore lo único que usted debe hacer es crearle un nido con su aroma ¡Solo eso y en poco tiempo tiempo tendra a sus heredero y podrá traerlo de vuelta! —La beta decidió hablar de forma optimista, pero desconocía los sentimientos de la pareja en la otra línea.
Mientras que Stussy hizo una mueca media disgustada ante la idea de tener que trasformar su cama, que aveces también hacia su nido, en el nido de alguien más le disgustaba, Katakuri sentía un profundo disgusto ante la idea de tener que devolver a ichiji y al notar aquello surgió también un pequeño temor; ¿Desde cuando katakuri se había encariñado tanto con él? Primero pensaba en él todo el día, después enloquecia su instinto hasta este punto y ahora esto... Las feromonas omega y los instintos alfas daban miedo... Tenia que tratar de controlarse como siempre pero el problema radicaba en que las medidas de siempre parecían irse por el caño en cuanto esos cabellos rojos estaban involucrados...
Del mismo modo, Stussy también tenia su pequeña batalla menta: Ella había sugerido alquilar un vientre, ella había sugerido traer a ichiji ¡No podía dar vuelta atrás! ¿Porque estaba tan indecisa entonces? Era por el bien de su reino, su país ¡Todo sería mejor cuando finalmente el heredero este entre ellos asique debía callar a su fastidioso omega interno y ayudar a que el proceso del omega en cama sea más rápido! Pero tener que estar así de reprimida por tantos meses...
Joder. Ambos estaban jodidos.
Sin embargo, trataron de hallar un balance en todos estos cambios raros siguiendo las instrucciones de la doctora. Fue así que solo 3 días había pasado cuando ichiji que ahora compartía cama con la reina, despertó de su ensoñacion por la mañana, sentándose para ver extrañado todo el lugar.
—Una gran, lujosa habitación vacía... definitivamente no estoy en el germa... —Susurró ichiji apartando suavemente la sabana con la que dormía solo para notar el nido de prendas suaves sobre el colchón que le disgustó con solo una vista.— Todo esto huele a su alteza Charlotte... ¿Pero que es esto..? —Tomando las prendas una por una para olfatearlas terminó haciendo un par de pilas ordenadas de ropas dobladas que miró con confusión.— Siempre imagine que la realeza vive como quiere pero jamás pensé que fuese así de... ugh... —Ichiji cerró los ojos dando un fuerte bufido, no se atrevía a decir lo que tenia en mente, quizás era digno de lo decapitaran asique prefirió ponerse de pié y examinar en lugar en busca de alguien que le pudiera decir ¿Qué hacía exactamente en el cuarto de la reina?.
¿Por qué estaba en su cama? ¡¿Y por qué demonios estaba con tanta ropa de su alteza katakuri al rededor qué ahora casi emanaba naturalmente su olor?!
Ichiji se puso totalmente rojo de solo pensar en las posibilidades que libros que solía leer habían puesto en su cabeza, y su corazón casi estalló cuando noto un espejo en la habitación y pudo darse cuenta que no había un casco en su cabeza, ni había ropas del germa si no unas tanto cómodas como "reveladoras"... Avergonzado por su apariencia, abrumado por el aroma alfa a su alrededor, y confundido por el lugar ichiji casi se dejó caer al suelo en shock.
¡¿QUE HABÍA SUCEDIDO ANOCHE?! ¡NO LOGRABA RECORDAR NADA!
—¿Qué se supone que sucedió...? ¿Acaso me morí-... ¡¡El cachorro!! —Ichiji exclamó de golpe recordando que estaba en cinta, llevando las manos a su vientre en busca de una señal qué le dijera que continuaba en cinta ¿donde esta la gente el lugar cuando se necesitaba? ¡Debía saber si el hijo de su alteza seguía con-...
—¡¿Qué pasó con el cachorro?! —Ichiji casi suelto un gritó de horror cuando la puerta de la habitación de abrió de golpe dejando entrar a dos personas preocupadas a morir qué por suerte solo se trataba de la pareja real.
Ichiji casi se derritió en su lugar al ver que eran ellos y no una amenaza, una reacción que extraño a ambos reyes que cerraron rápidamente la puerta a sus espaldas para que katakuri se acercara y pudiera empezar a hablar.
—¿Estas bien? ¿Qué haces en el suelo? ¿Sucedió algo? —Ichiji aceptó algo tímido la mano que katakuri le brindó para ayudarlo a ponerse de pie, pero de verdad no esperó que prácticamente le hubiera hecho flotar al alzarlo con sus manos para llevarlo de vuelta a la cama.
¿El rey era tan fuerte o solo era él que era tan delgado? Su palido rostro enrojecio un poco por ello sin saber el nivel de belleza incomparable en la que esto lo sumió a ojos de ambos...
—Yo... ¿Qué hago aquí-... ah, mi casco... ¿Donde esta? Judge también... —Soltando frases son sentido al no entender nada, ichiji trato de expresarse olvidando la sensación de las grande manos de katakuri tomándolo de la cintura hace un rato, por que como podía pensar en cosas como esas cuando la reina estaba también aquí, justo frente a él.— Necesito saber... si es que el cachorro está bien.
—Te trajimos aquí después de hacer un trato con tu él. —Si, definitivamente ichiji no tenía que saber toda la vergonzosa historia, pensó Katakuri bajo la atenta mirada de Stussy.— Entonces, al igual que algunas otras cosas, tu casco se quedó atrás ¿No te sientes más libre así?.
Con un tono alegre pregunto si no se sentía mucho mejor, e ichiji no sabia que responderle...
Se sentía extrañó tener el rostro libre y la mandíbula suelta, tanto que se había acostumbrado a tener una única expresión en el rostro mientras hablaba baja: La expresión sería de ojos fríos que inconsciente irradiaba elegancia y que de la misma forma, ponía sin notarlo justo ahora... Pero al contrario de lo que cualquier podría pensar ¡Incluso el mismo ichiji, se le veia deslumbrante! Y la pareja real presente estaban de acuerdo con eso.
Stussy pensaba que si ichiji no estuviera atrapado en el negocio de vientre en alquiler, en cuanto hubiera cumplido la mayoría de edad-... No, incluso antes, ichiji tendría montones de pretendientes porque ni si quiera la belleza aceptable de las omegas femeninas se comparaban a la suya. No existía alfa aparte de katakuri que no cayera ante esa cara elegantemente brillante... Katakuri por su parte pensaba quizás demasiado encantando que ¡Era preciosisimo! ¡Maldición, no se veía para nada como lo imagino! Esos rasgos eran dignos de la nobleza ¡¿PORQUÉ DEMONIOS ESTABA SIENDO USADO COMO VIENTRE EN ALQUILER?! ¡¿Era porque era omega hombre?! Más tarde tomaría todos los registros que encontrará sobre las restricciones a omegas hombres y les iba a dar a las cabras una deliciosa cena.
—... Acerca del cachorro... —Ichiji entonces continúo con el tema que le importaba.
—¿Eh, no vas a preguntar sobre el trato que hizo ese hombre con su alteza? —Y justo después Stussy habló sorprendida, ichiji le dirigió la mirada ahora recompuesto, sentado con elegancia y frialdad como el primer día que los conoció.
Al notar aquello el corazón de Katakuri tuvo una pequeña contracción, para su sorpresa, de disgusto.
—No. Si ya mi padre decidió cual era mi destino yo no puedo cambiar nada. —Hablaba tan seriamente... ¿Como alguien podía expresar así de su misma sangre? Pensó el alfa pero al recordar su propia situación solo quedó un silencioso resoplido... eran bastante parecidos ¿eh?.
Una pequeña sonrisa de segundos apareció en sus labios entonces.
—OK, escucha. —¿Por que katakuri se estaba sentándo a su lado en la cama? Tanto Ichiji como Stussy pensaron eso siguiéndolo con la mirada, detallando su expresión entre culpable, nerviosa y alguna otra emoción que les costaba identificar.— El futuro heredero esta bien y lo seguirá estando, solo que aquí contigo hasta que nazca... —Ante sus palabras ichiji arrugó el entrecejo sin entender, katakuri lo noto asi que continúo.— Mereces saber todo así que escucha bien: Hable con "tu padre" mientras estabas inconsciente y declaré que no puede cuidar del futuro heredero del reino apropiadamente. —Expresó katakuri con una seriedad casi alarmante para ichiji.— Asi que hice un trato con él, básicamente me perteneces hasta que acabe el embrazo.
...Entonces había sido alquilado como una habitación o casa... la cara que ichiji puso al pensar en ello dejó mucho que pensar, pues era obvio que no le agradaba lo que acababa de escuchar pero no lo iba a decir.
Al menos no abiertamente.
—... Sin embargo, alteza —Ichiji cerro los ojos por unos largos segundos con cansancio antes de mirarlo.— me temo que usted no pueda tener todos los implementos o el conocimiento para poder mantener el embarazo.
—De eso no tienes que preocuparte. —Queriendo participar en la conversación, Stussy decidió hablar llevándose la vista de ichiji quien giro lentamente su cabeza hacia ella para escucharla.— De eso nos vamos a encargar nosotros como los padres y un doctor que alteza katakuri trajo del germa. —Explico sin decir que traer era secuestrar, pues sabía que quien llevó acabo estas acciones estaba más que avergonzado por ello.
—Ya veo... —Contestó con seriedad el pelirrojo llevando la vista a un punto vacío en el suelo, pensativo.
Katakuri se vio ansioso entonces sin saber porque pero habló en busca de obtener su atención.
—Y es por eso que estas aquí. Vivirás con nosotros lo que queda para que nuestro pequeño este entre nosotros, dormirás aquí y tendrás todo lo que quieras o necesites.... ¿Qué tal te parece? —Preguntó finalmente como si él pudiera cambiar su decisiones, pensó ichiji volviendo a observarlo.
Sus labios se abrieron pero no fue capaz de decir nada, en cambió solo asintió sin saber que esa acción llenaría de una extraña decepción a katakuri.
Aunque no quería referirse a ichiji como un objeto, era evidente que lo hizo ¿se habría enojado por ello o...? No definitivamente ese rostro frío no estaba enojado, solo estaba teniendo ideas raras por las feromonas en el ambiente.., si, era eso. Supuso que algo tenía que traer de la basura de su padre, y este parecía ver su baja moral infundida por quien dias atras solo estuvo dispuesto a soltarlo cuando hubo una gran suma de dinero y un contrato entre ellos hablando como si ichiji fuera una maceta en venta o algo así.
Como le hacía enojar ese hombre y como le enojaba su persona por quizás hacer sentir mal a ichiji como ese hombre seguramente siempre lo hacía.
—De acuerdo, pero... —Katakuri dejó de pensar para escucharlo, ichiji se puso de pié y les miraba a una distancia prudente con una expresión algo confundida mientras se encogia un poco de hombros.— Con dormir aquí... ¿¿Se refiere a aquí?? ¿En la habitación de la reina?
Stussy apreció la incomoda expresión en el rostro de ichiji. No lo culpaba, ella supuso que sabia mejor que nada que dos omegas en una habitación, uno en cinta y el otro no, con claramente actitudes diferentes no podría salir del todo bien, sobretodo porque necesitaban un nido con el aroma de katakuri pero no había más opciones que pelear contra sus temores de ceder a sus instintos.
La pareja real tenia todo esto claro pero no por ello dejaban de sentir ese incómodo miedo...
No eran los únicos que lo sentían.
—Pues si... Veras, mi amada esposa no pudo darme el heredero que tu llevas ahora mismo en tu vientre pero debemos pretender que si para que toso salga bien. Por una buena remuneración, necesitamos que sigas nuestro plan para que nadie descubra que tienes mi bebé en tu vientre en lugar de Stussy, y para llevarlo a acabo necesitamos que te mantengas aquí dentro la mayor parte del tiempo que puedas. Cualquier cosa que necesites, mi esposa puede hacerse cargó mientras yo no pueda o algún guardia que pronto asignare para ti lo hará. —Katakuri declaró seriamente esperando despreocupar a ichiji con eso, más lo único que hizo fue llenarlo de dudas que ya no estaba dispuesto a compartir.
Desde de todo solo debía seguir el papel que ahora se le había asignado ¿No? Solo debía callarse y seguir las instrucciones dadas, sin embargo, su omega interno apareció con un extraño sentimiento de calma cuando katakuri habló, como alegre de tomado en cuenta por él...
Cielos, de verdad sus castas podrían darles el problema más aparatoso del mundo si no tenían cuidado y actuaban como se debe de hoy hasta que ese cachorro en su vientre nazca.
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