Capítulo 4

Justo cuándo creyó que hacía frío, una brisa cálida pasó a su lado junto el aroma de las flores abriéndose a su alrededor... Tan cálido y fresco al mismo tiempo que se sentía tan irreal, que podría dormir durante horas sin sentir remordimiento alguno.

Pero había algo.

Algo que faltaba para ser su lugar perfecto de descanso. Con sus extremidades pesadas por un cansancio que no podía explicar, empezó a caminar por esa bella pradera brillante que casi amenazaba con dejarlo ciego de intentar mirar el cielo.

¿Qué estaba buscando? No tenía ni idea pero en algún momento, con sólo un parpadeó, ese sentimiento de búsqueda se vio aliviado.

Estaba descansando en el pasto fresco y tan suave como la piel peluda de un cachorro, y pese a que ahora podía ver el cielo entre las flores hasta hartarse, no quería hacerlo cuando esas dulces manos acariciaron los lados de su rostro y su dueño le dedico una linda sonrisa... ¿Como podía saber que le sonreía cuando lo único que podía era ver sus ojos?.

-...¿Cuando llegaste aquí? -su voz sonó un poco más profunda de lo usual, casi gutural mientras le daba la mirada de un cachorro a aquellos ojos azules brillantes.

-Mas bien ¿cuando TU llegaste aquí? -Con una risita respondió con un tono angelical que casi hizo vibrar su cuerpo de placer.- Estas muy lejos de donde se supone que deberías estar.

-....Pero no me quiero ir -Cerro sus ojos granate y llevo sus manos a sostener las de esa dulce personalidad que le permitía descansar sobre sus piernas en medio de tan linda pradera. El sueño era insoportable, no quería pelear contra la relajación de la cual su cuerpo era presa.

De nuevo la brisa llegó agitando suavemente sus prendas y cabellos... Entonces abrió los ojos deseando poder ver los cabellos de su acompañante agitandose igual, sin embargo estaba ese maldito casco en medio.

Frunció el seño.

-Ho-oh, parece que es hora de despertar... -Sabía que lo había dicho con una sonrisa apesar del casco pero su tono era tan melancólico que le dieron ganas de llorar. La brisa se torno fría y un poco más fuerte.

-No quiero hacerlo... Quiero estar aquí contigo -Con un tono lleno de pesar sus ojos se llenaron de lágrimas cuando su cuerpo empezó a pesar lo suficiente como para impedirle acariciar el rostro que luchaba por ver en aquel casco ahora desvanecido.

-Debes irte, el mundo fuera te necesita...-Algunas gotas cayeron en sus mejillas ¿Acaso él también estaba llorando? No podía saberlo pues ahora su rostro brillaba tanto como el sol, aunque no le dañaba la vista. Sintió como si su corazón se estrujara y la relajación se transformó en dolor en todo su cuerpo cuando en un tono doloroso además de suave cerca de su rostro él dijo:- Yo te necesito.

Y deposito un suave beso en sus labios, uno tan real que incluso perduró cuando su corazón dio un vuelco del susto y termino por abrir los ojos. Estaba en su habitación, se preguntó entonces que rayos estaba pasando y terminó con una mezcla de desconcierto y asco cuando noto a Stussy sobre él juntando ambos labios.

La separó de él quizás de forma muy brusca.

-¿Qué estas haciendo? -El alfa escupió exaltados limpiando sus labios casi como un niño asustado mientras se sentaba en su cama matrimonial.

Stussy solo le miro extrañada, a sus ojos sus palabras estaban fuera de lugar mientras que para los de katakuri ella estaba fuera de lugar.

-Despertando a mi esposo para un nuevo día de trabajo ¿No puedo? Por que hasta siento que te ofendí al hacerlo. -Ella dijo con un tono irónico mientras se sentaba sobre sus piernas en el colchón, notando la mirada de sorpresa de katakuri que ahora se paseo por toda la habitación con un suspiró pesado.- Estas actuando raro otra vez.

-Estoy bien... -El alfa miró el techo hechandose en la cama otra vez, preguntándose si todo lo demás que sintió fue gracias a su esposa o...

-En tu cara esta escrito que no pero bueno. No insistiré, ya lo hice varias veces y no recibí nada más que la ley del hielo. -Katakuri suspiró cuando supo que ella soltó ese comentario para hacerlo sentir culpable, pero poco sabia que al hacer eso había extrañado más a la chica.- Vaya ¿Estas tal mal como para sentir pesado una simple ironía? Por los dioses ¿Qué te pasa? ¿Traigo a los doctores? Ya me preocupas.

Un silencio recorrió la habitación, uno en el que el alfa miraba por la ventana algún punto de la ciudad mientras que la omega se acostaba a su lado curiosa. Más silenció cubierto de reflexión.

-Disculpa por todo, tengo muchas cosas en mente, lo siento... -Ella sonrió cuando escucho decir en un tono más suave al de estos días.

-...Deberías contarme lo que te aflige, ambos sabemos que solo así te calmaras. -Stussy vio a Katakuri sentarse bajando la mirada.- Sabes que puedes contar conmigo, fui tu mejor opción de compromiso ¿Recuerdas?. Puedo ayudarte si me lo permites, en lo que sea.

-...Gracias, pero no es tan importante. Disculpa si te hice sentir poco amada, sabes que no es así... ¿Quieres salir más tarde? Una cita antes de fingir que estas en cinta. -Recordando que aún no le había dado el collar a la chica y que estaba siendo poco considerado en estos dias, suspiro tratando de crear el ambiente correcto para dárselo.

-...Bien ¿A que hora? -Y a ella no le quedo más que suspirar y aceptarlo, después de todo involucrarse más ya no podía, no eran tan cercanos.- Y creo que debemos dejar de suspirar tanto, parecemos ancianos.

Katakuri rió un poco pensando.
-¿Qué tal a la hora de nuestro almuerzo? Podemos comer fuera.

-Bien, vamos por el pavo en vino de sombrero azul ¿Te parece? -Katakuri sonrió hacia ella con una actuación digna de una medalla, ella sonrió emocionada y de ahí en adelante una larga conversación animada sobre comida y quehaceres al salir tuvo lugar a esa hora de la mañana mientras se levantaban y empezaban a cambiarse.

O al menos fue alegre hasta que alguien tocó la puerta.

-¿Diga? -Respondió Stussy.

-Discupen sus altezas, ha llegado una carta de parte de ambas familias que temo que pueda ser urgente. -La omega rubia volteó a ver a su marido igual de asombrado que ella, quien se dirigió a abrir la puerta y recibir la carta para empezar a leerla.

Efectivamente, venía de ambas familias y justo como imaginó, su contenido no puede ser más molesto: Solo escribían para avisar que su molesta presencia estaría ahí pronto para, como siempre, presionarlo a embarazar a Stussy disfrazando todo de un banquete con el objetivo de unificar las familias, nada nuevo. A ojos de katakuri esto era un poco absurdo ¿Cual era el punto de hacer todo esto de la unificación cuando ellos bien podían unirse para escribir juntos una carta para presionarlo? No lo entendía, y muchas veces lo hacían sentir como si estuvieran jugando con él.

Como justo ahora que le daba la carta a Stussy mientras se sentaba en la cama a masajear el puente de su nariz.

-¿Como vamos a actuar con ellos aquí? - Ella pregunto palideciendo.- Podríamos empezar a actuar después pero tu y yo sabemos que nuestra familia cuando llega tarda demasiado para irse... Pero después el conteo de días con el tiempo que lleva ichiji y los meses no tendrá sentido...

-Déjame pensar un momento...

Katakuri siguió frotándose el puente de su nariz tratando de hacer un buen plan que de echo empezó a formarse rápidamente en su mente ¿Cuantas madres realmente podían tener a su bebé los 9 meses en el vientre? Era favorable si, pero tampoco era raro que a veces el niño naciera al séptimo mes y por ende requiera más cuidados pero ahí estaba... Sin embargo ¿como iba a hacer si su mamá lo veía por suficiente tiempo como para notar que una un cachorro prematuro? Después de todo si alguien sabía algo sobre cachorros era su madre Charlotte lilin, pues había tenido demasiados para su propio bien.

Podía identificar que tenía un cachorro llorando con solo verlo y podría calmarlo en segundos, incluso podía ver a una mujer embarazada y decir un aproximado del nacimiento de su hijo con solo ver la pancita de la chica, ni si quiera había falta conocerla.

AHG, que fastidioso era esto... Cuando la cabeza empezó a dolerle un poco mientras pensaba, terminó por gruñir con fastidió asombradose por el tono gutural que salió de él sin querer. Su alfa interno también está fastidiado ¿eh? Pero ¿por qué?....

♦️

Ichiji no podía sentirse peor.

Jamás había experimentado una fiebre alta durante ningún embarazo: Esta fiebre se sentía como entregarse al demonio, le hacía doler todo el cuerpo y articulaciones mientras prácticamente se congelaba de frío pero ¡Oh, sorpresa! ¡ESTABA CALIENTE COMO EL INFIERNO! Cuando su guardia le tocó esta mañana grito alarmada llamando al personal médico y a su padre por su gravedad.

Según la doctora que ahora estaba haciendo lo posible para bajarle la fiebre, esto se estaba dando gracias a que su omega interno se sentía abandonado por su alfa y por ende, sentía que era imposible llevar al cachorro solo ¿Entonces que significaba eso? ¡Que su omega interno había empezado un plan de auto destrucción para llamar la atención del alfa o morir con todo y cachorro, lo que pasé primero! ¡Genial, Moriría de la peor forma que se podía en esta instalación porque el rey no tendría tiempo para venir a verlo!

Dios santo ¿Todo esto paso por acurrucarse en esos brazos unos segundos? Ahora tenía que acurrucarse a las sabanas mientras le inyectaban calmantes y nutrientes para salvar al bebé de empezar a empeorar. Suspiró desganado y débil, sorprendiéndose por la seriedad y la madurez con la que su padre estaba llevando este problema.

Judge se pasaba de un lado a otro por la habitación confirmando que todo estuviera bien con su vientre estrella y el cachorro de oro, tragandose el pánico que lo envolvía y negándose a contarle sobre el gasto de medicamentos de demás al padre del cachorro bajo la excusa de «Si le decimos tendremos que lidiar de nuevo con él aquí y en su estado, no podemos permitir que se vean o esta molesta empeorará. Debemos manejar esto dentro los muros de la instalación y cuando acabe este semestre, cuando ya ichiji este bien, poner al padre al tanto de los gastos.»

«Después de todo no es la primera vez que a un omega del Germa le pasa esto, y no es la primera vez que tomamos este protocolo. No importa que haya dicho el rey, las reglas del lugar son las reglas ¡Lo que pase dentro del Germa con ichiji, se queda en el Germa!»

Gritó en tono inspirador para los demás, solo desapareciendo de la habitación a la hora del almuerzo para estar al día con el papeleo mientras comía, pero para ichiji que se había tomado el trabajo de analizar todas sus palabras en su tiempo en cama, solo había una respuesta:

-Judge tiene miedo.

La doctora que le cuidaba, la única que estaba ahí con él revisando sus signos vitales mientras él estaba en cama, le miro curiosa.

-¿A que te refieres? ¿Miedo a qué?

-... No lo sé, pero tiene miedo... Habla mucho cuando le teme a algo, eso es una característica que todos sus hijos tenemos.

-... Estas pensando mucho, deberías dormir mientras te cuido. Estas en buenas manos.., si no dime cuando las náuseas se calmen y te traeré algo de comer.

-¿Crees que le tenga miedo a su alteza? -La doctora dejo de revisar el monitor con una sonrisa suave para ver a ichiji con ojos serios, igual que como él le estaba viendo. ¿Por qué insistía en darle tantas vueltas al asunto?.

-¿Quién no le temeria? Su alteza... Es un alfa pura sangre de porte bestial. Aquí entre nos, escuche que una vez se enojo en su adolescencia durante una cacería real en otra tierra en la que le dieron unas armas que utilizarlas era igual a lanzar piedras ¿Puedes creer eso? ¿Lanzarle una piedra a un oso para matarlo? Solo queda la muerte -Ella subió los hombros viendo el rostro imaginativo del omega en frente.- pero su alteza ni si quiera intento usar sus armas para cazarlo.

-¿Sacó su espada? -Ella negó.

-Lo cazó con sus propias manos, mato a un oso gigantesco que nadie en la cacería pudo ni atacar. Ahora la piel de dicho oso es su abrigo real ¿Sabes? ¿Como no tenerle a alguien así?. -Ella tuvo un escalofrío de temor mientras se abrazaba negando de solo imaginarlo: Un katakuri envuelto en sangre mirando hacia ella mientras que ichiji solo suspiró lentamente.

-... Pues a mi no me asusta... Me parece grandioso... -Los ojos de la fémina doctora le miraron con asombró cuando soltó aquellas palabras con una pequeña sonrisa.- ¿Crees que mi hijo-... su cachorro sea tan fuerte como él? Nadie podría hacerle daño, su padre estaría orgulloso... yo estaría orgulloso. -Cuando sus palabras salieron suavemente al acariciar su vientre, la sonrisa se tornó en una expresión triste que lleno su rostro de pequeñas lágrimas.

Esto al imaginarse a su pequeño como un hombre fornido como su padre alfa, revoloteando como mariposa por todos lados y atrayendo a innumerables pretendientes a su hogar donde katakuri le aplaudiria por su hombría... Una escena tan hermosa y de tal magnitud donde él no pintaba nada. Una escena que deseaba que se hiciera real pero de serlo no lo experimentaria y eso dolía, dolía como si su corazón se rompiera en pedazos porque sabía que no podía salir de estas 4 paredes.

Nunca jamás podría ver esa bella escena con sus propios ojos por haber nacido como hijo de su padre.

-Oye... Tranquilo, no llores ¿Te duele mucho el vientre acaso? Oye... -Se recostó mientras ella hablaba dándole la espalda mientras abrazaba su vientre, pensando que lo peor sería que su hijo de alguna forma pasaría por algo similar, solo que no estaría ahí para ser esta mujer que ahora le cuidaba.

Al menos esperaba que esa mujer fuera la esposa del rey, o preferiblemente, el rey.

Si lo veía otra vez definitivamente le haría prometer que sería ese apoyó para su cachorro, aunque fuera impertinente. Aunque no debiera tener voto ni voz en esto, aunque lo único que tuviera que hacer justo ahora que era ser una buena incubadora estaba saliendo mal...

♦️

Okey, si querían que sus familiares les creyeran, Stussy y Katakuri habían llegado a una conclusión algo ruidosa para sus cabezas: Tenían que traer a ichiji al castillo.

Esta decisión era tan ruidosa en sus cabezas que les había sentirse nerviosos como si corrieran por su vida por diferentes razones. Por parte de Stussy, se sentía nerviosa porque tendría que pegarse al omega para absorber su olor y hacerse pasar efectivamente como una embarazada, copiando sus actitudes de omega consorte que llevaba la sangre de su alfa en su vientre y esto no podía ser más molesto y denigrante para su omega interno... Si ya tenía que suspirar para controlarse sin que él estuviera en su entorno cada que pensaba en que él llevaba el hijo de su esposo y ella no, tenía cierto miedo de saber que haría si él estuviera allí con ellos. Por parte de Katakuri, el nerviosismo que le recorría el cuerpo era por diversas razones... Una de ellas era emoción de volver a ver al omega, se volver a olerlo y escuchar su bonita voz calmante pero había otra que venia de este sentimiento de felicidad que no era otra si no temor ¿Por qué estaba feliz de ver a un omega que no era suyo?.

¿Por qué quería escuchar su voz y olfatearlo cuando con quien debería estar haciendo es su pareja con la que actualmente se encontraba saliendo en esa cita que habían planeado? Y con la que ahora se encontraba en un largo silenció.

Por más que buscaba no encontraba la respuesta, solo un quizás mientras sentía a su alfa interno hacer regresar una y otra vez a la idea de ichiji en el castillo dejando su aroma en todos lados, como si pudiera permitirse ser tan imprudente y soltar su aroma... La ansiedad de verlo alzandose tanto como el sol sobre sus cabezas, en sus adentros queriendo levantarse de esa silla de una vez, dejar a Stussy, sacar a ichiji qué hacía tiempo no veía de ese tormentoso lugar y presentarle casa lugar del castillo como si fuera un regalo para él o como si fuera una decoración costosa en sus ropas que quería presumir en busca de aceptación y admiración.

Y todo eso le hacía masticar su pavo lento mientras tomaba un poco de su vino favorito... ¿Estaba jodido o qué estaba pasando con él?.

Ahora que no notaba ambos estaban comiendo más lento y callado que todos los días, realmente sin ganas mientras con caras de aburrimiento y semi preocupación cada quien se dedicaba a lo suyo: Stussy a escuchar las aves cantar al otro lado de la ventana de la habitación donde estaban y Katakuri a mirar su comida y a ella cada tanto... Esto no parecía la cita alegre de siempre que había imaginado para darle el collar de enlace... ¡Cierto, el collar!.

Bueno, no era lo que tenía planeado pero lo iban a necesitar asi que lo mejor sería dárselo ya hacerla ver al regresar como su omega marcada y en cinta, como debía ser.... Si, debería dárselo ya... Sí..

¿Por qué no podía sacarlo de su chaqueta?...

No era que la cajita donde estaba estuviera atrapada entre sus prendas.., era que no podía sacarla. Su mano no respondió cuando quiso acercarla al lugar para tomarla y como si estuviera poseído de la nada volvió su mano a los cubiertos y continúo comiendo sin deseos de entregar el regalo, de la nada sintiendo no tan bonita esa mercancía para decorar el cuello de la omega... No ¿Qué estaba pasando? ¿Qué clase de instintos eran esos?.

IDIOTA, PRIMERO RETRASAS HASTA ESTE PUNTO LA MARCA Y AHORA ESTO.

¿QUÉ LE ESTABA PASANDO? Tanto que presumía tener bajo control todos sus instintos y ahora estaba cayendo tan tontamente comp los demás alfas ¿Y todo por qué?-...

-Deberíamos y a buscarlo después de esto. -El desconcierto llego a su rostro al ver a Stussy de la nada comer como siempre.- Podemos enviar algunos guardias por él y vestirlo como un guardia mas que irá con nosotros en el carruaje, y una vez que llegamos al castillo solo queda que uses tu voz de mando para los demás mientras doy la excusa de que te cayo mal la comida y así podremos entrar con él. ¿No te parece buena idea?.

-... Es buena -Katakuri respondió después de un rato también volviendo a comer, tras una breve pausa entonces dijo:- ¿Pero donde se quedará?.

-Es obvio que en mi habitación personal, si usa cualquier otra será sospechoso, además necesitamos que se me pegue su olor ¿Recuerdas? -El alfa le miro dudando, ella ladeo la cabeza curiosa por su expresión.- ¿Qué pasa?.

-Lo entiendo pero... No se si sea buena idea... -Primero porque un omega normal que convive con otro en cinta se sentirá fastidiado y celoso por no estar en cinta también, segundo porque ella era su esposa ¡La reina! Además de llevar su hijo y tener que aguantarse los cuidados especiales que katakuri como alfa tendrá que darle al omega, tendrá que aguantarse también que ocupe su habitación real... No quería hacerla sentir desplazada ni por accidente pero eso era lo que pasaría eventualmente si se hacía todo como ella quería.

Pero Stussy, que leyó atravez de sus palabras y sus ojos suspiró negando con una sonrisa incomoda.

-Yo también entrené mis instintos como tú, no voy a caer, créeme. Traigamoslo.

... Pues si tanto insistía ¿Quién era él para negarse? Por alguna razón después de esa conversación empezaron a hablar de más cosa, esta vez menos tensos y la comida desapareció de sus platos en un santiamen, y fueron más rápido todavía para pagar la cuenta y poner el plan en marcha camino cercano a las instalaciones del Germa, solo para que al llegar encontrarán aún Judge de comportamiento extraño según los guardias que fueron a buscar a ichiji.

-¿Qué los echó? -Stussy soltó tan impresionada como él.- ¿Como se atreve? Podríamos cerrar su negocio si queremos.

- Tranquila, ¿Qué les dijo exactamente?.

-Dijo «¡No permitiré que se lleven al chico de aquí! ¿Su alteza acaso no recuerda lo que le dije respecto a la delicadeza de un omega en cinta? Además ustedes no tienen lo necesario para cuidarlos durante los 9 meses de desarrollo, nosotros tenemos todo y más, incluso la experiencia. Por esas razones ni aunque su rey venga aquí dejaré que se lo lleven.» su alteza.

Ahh... Probablemente solo tenía miedo de que se llevaran a su gallina de los huevos de oro, o quizás si tenia razón pero probablemente no sabía lo terca que podía ser la nobleza real. Y que si ellos dan una orden se hace aunque no hayan ido personalmente ¿Qué se creía? Probablemente ese alfa anciano no tenía idea de que había mandado a sus guardias no porque estuviera ocupado, si no para no hacer una escándalo pero si eso era lo que quería...

Ya no podía esperar.

-Katakuri...

-Tranquila. -Ante la llamada de atención de su esposa cuando él empezó a quitarse sus prendas más ostentosas para salir y al menos tratar de verse menos de la realeza, él respondió:- Regresaré con el chico, solo déjame hablar con ese mal educado alfa decrépito.

... ¿Y como ella estaba segura de que no lo golpearía o algo así si cuando caminó a acá había estado visiblemente ansioso aunque no lo notará? y que además ahora había salido mostrando los colmillos en irritación. Stussy se preocupó demasiado pero lo dejo partir tomando las prendas del chico para ponerlas sobre sus piernas, pues en el lugar donde había estado esas prendas, a su lado, tendría que ir ese omega...

Que molesto.

♦️

-... Mandé mi respuesta con sus guardias su alteza. -Que suerte que la recepción estaba vacía, así podría soltar un gruñido fuerte de reto sin preocuparse.- Alteza.

-Y con ellos mande la razón de mi mi orden.

-¿Y usted cree que yo creeré esa excusa? -El alfa anciano también gruñó, la verdad es que ninguno sabía que en el pasillo omegas y guardias de la instalación estaban escuchando atentos y temerosos.- Todo el culpa de sus feromonas en aquella ocasión, miresé, ahora inventando este tipo de cos-...

-Escuché bastardo, yo no tengo porque darle a alguien como usted una explicación detallada de mis órdenes. -Wow ¿No estaba inusualmente más fastidiado hoy? Hasta el punto en el que perdía los estribos y su voz de mando empezaba a hacerse presente al mismo tiempo que las venas saltaban en su cuello, brazos y cara.- Este es mi reino, de modo que lo que yo diga se hace. ¿Sabes que es lo menos que merece este lugar después de ver todo lo que hacen aquí? ¿Después de que me hiciera venir hasta acá? -Judge trago en secó sentir la feromonas del rey asfixiandolo como probablemente quería hacer justo ahora que sus manos se aferraba al mostrador ¿Por qué estaba tan agresivo derrepente? ¿De verdad algo iba tan mal en el castillo como para necesitar la presencia de ichiji? Pero en la situación en la que él se encontraba... Sentía que podía terminar decapitado...

-Su alteza...

- Por supuesto que no lo sabe y le ruego que no me oblige a demostrárselo.

-Su alteza, de nuevo, aunque me amenacé la razón por la cual no debe llevarse al-....

-¡¡LA FIEBRE SUBIÓ OTRA VEZ, SEÑOR JUDGE!! -El grito desesperado de la doctora entrando en escena dejó frío al mencionado, sorprendido y curioso al rey y oradores a los chismosos que escuchaban desde el pasillo. La joven al ver ambos alfa en una situación nada amena se dio cuenta que la había cargado, entonces trago duro haciendo una exagerada reverencia.- Q-que honor tenerlo aquí su alteza, disculpe la interrupción es que es algo bastante urgente pero si le incomoda que se asista...

Mientras ella hablaba disculpándose una y otra vez al sentirse asfixiada por la presencia de su rey, dicho noble llevó la mirada lentamente al alfa anciano que buscaba algo en los cajones de la recepción bastante molesto y murmurando cosas como "tenía que ser justo ahora" mientras lo que buscaba en sus cajones resultó ser ¿una inyección? ¿Para que quería eso? Algo olía mal y no era el temor del alfa anciano cuando noto su mirada y empezó a reír nervioso bajando la jeringa lentamente hasta esconderla detrás.

-¿Para qué es eso? -Gruñó cortando las palabras de la doctora.

-¿Oh? jojo ¿Esta inyección? No es nada especial, su alteza. ¿Puedo retirarme y volver después de que haya atendido a mi personal? Tenemos té en la sala de espera y... -Mientras hablaba katakuri no dejaba de pensar que algo estaba mal por más cierto que sonaba la excusa y cuando olfateo el aire un muy ligero aroma bastante lejano se lo dejó en claro.

No había tenido tiempo de procesar a quien pertenecía ese aroma cuando su corazón ya se había acelerado con una punzada de dolor, todo se había vuelto más lento del golpe mientras sentía una respiración pesada casi a su lado que lo obligó a caminar no muy rápido pero imparable, sin importarle otros omegas o los guardias que se le atravesaran, ni las excusas de judge o el personal para detener su paso hasta que llego a la fuente del aroma que inundó sus fosas nasales y enloqueció a su alfa interno de molestia.

En cama yacia un inconsciente ichiji sin su casco... infinitamente hermoso pero rojo por la fiebre y con signos vitales débiles mientras estaba echo una bolita abrazando su vientre al tiempo de que pequeños quejidos de dolor omega escapaban de sus labios...

Parecía un ángel caído del cielo que para su ira estaba agonizante protegiendo una pequeña luz titilante... su cachorro.

El lugar en silencio por el descubrimiento del rey fue el comprobante del temor que todos los presentes tenían al alfa pura sangre qué iracundo preguntó:
-... ¿Qué pasó con el trato sobre informarme todo lo que le ocurriera, Judge?

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