Capítulo 3
Aquellos dos días antes de la llegada de katakuri los días de ichiji no habían sido más que monótonos: Despertar, ser separados junto a los demás omegas como ganado en el comedor entre aquellos embarazados y aquellos que no, caminata para ejercitarse en los grandes terrenos cuidados de la instalación y después cada quien a lo suyo mientras uno o dos betas les seguían para cuidarlos en caso de complicaciones en el embarazo.
Usualmente en ese tiempo libre los omegas se juntaban a hablar y aconsejarse de diferentes cosas cerca de la entrada de la sala común, pero para los omegas estrellas esto no era más que una perdida de tiempo: Ellos siempre estaban ocupados en sus embarazos y demás, rara vez se les veía afuera incluso para ejercitarse como ichiji quien era visto entre murmullos por los demás omegas.
¿Qué podría estar haciendo él allí? Se preguntaban todos mientras le veían caminar con un libro en mano hacia la soledad del verdoso patio seguido de una beta silenciosa. La verdad no era otra si no que realmente ichiji no sabía que hacer con su vida: pensó que ese pequeño vacío en su pecho que no traía nada mas que melancolía se llenaría al estar embarazado nuevamente de aquel llamativo alfa pero no resultó como esperaba en absoluto.
Lo único que sentía era un cuerpo satisfecho a medias por estar cumpliendo su propósito como omega pero... No había nada más.
Todo era tan gélido... Tan lastimero. Solo tenía ganas de echarse sobre su cama y dormir durante el resto del día pero estaba consiente que eso podría alterar el embarazo y que estaba obligado a dar un niño sanó.
Para ello debía caminar, mantener sus emociones a raya y sentarse en una mesa para picnic bajo un arbol que nadie usaba, y quedarse mirando el reino desde ese lugar con la beta detrás de él... Aquella mesa de picnic estaba junto a muchas otras sobre una colina mediana, dando una vista directa a los muros de malla altos y custodiados del personal del germa, y atraves de ellos, al reino.
Tan grandes y numerosos... Desde su lugar ichiji podía ver la inmensidad del reino, casas, pequeñas granjas a lo lejos, incluso algunas casas a las afueras del reino que se combinaban con el bosque.
Del mismo modo podía ver en el centro del reino el inmenso Castillo del padre del niño que empezaba a desarrollarse en su vientre... Al menos el futuro bebé no tendrá una vida muy dura, podrá verlo aunque sea en su carruaje y transformándose en rey... Aunque él jamás sepa de quien lo dio a luz... Aquel vacío en su pecho se volvió incluso más grande tras pensar en ello e hizo presión en él, entonces cruzo los brazos y resguardo allí su rostro sobre la mesa, aún con el libro sin leer en sus piernas.
Bebés, bebés y más bebés... Toda su vida giraba en torno a ellos, todos los alfas querían uno para diferentes fines pero ¿habría uno que igual que él se hubiese encariñado con el calor que estos emitían mientras se acurrucaban en ti tras nacer?.
Ninguno de ellos sabe como se siente que alguien llora hasta que escucha tu voz, y la verdad era que él tampoco, jamás lo había experimentado más allá de uno de sus embarazoso donde el bebé inquietó sólo se calmaba cuando le escuchaba hablar. Fue algo tan corto y pasajero pero para él, había sido más que hermoso, fue algo que había querido que pasara para siempre y que por ello el bebé se quedase a su lado porque era él el único que podría controlar su berrinche.
Quizás fue por eso que había tomado la costumbre de leer en voz alta mientras estaba embarazo, en un intento porque nada cambiará...
¿Como estarían sus hijos? Quiso pensar en ellos siendo bebés consentidos, con una familia y futuro brillante, lo contrario de lo que esa pequeña voz interna decía, pero entonces llegaba de nuevo ese vacío en su pecho que aguaba sus ojos con la verdad de que ni si quiera sabía como se veían.
Es era la verdad más dolorosa del mundo para él, el echo de que jamas los vio y nunca lo hará.
Demonios, siempre era lo mismo: Todos los días terminaba pensando en ello, en este punto parecía que hundirse en su miseria era parte de su día a día... Demonios, tenía que vagar más por la instalación en lugar de su mente para eliminar esos pensamientos intrusivos que podrían acabar con su embarazo.
-Tiffany. -Oh, esa cosa llamada radio que llevaba en la cintura la beta que le cuidaba, estaba sonando. Eso quería decir que le llamaban ¿no?.
-¿Diga? Aquí estoy.
-Su Alteza vino a ver a ichiji, ponle el casco y llévalo a su habitación... -Habló sonando hartó la voz de la radio, ella solo pareció sorprendida pero no tanto como el omega pelirrojo al escuchar eso.
Aquellos ojos zafiro que transmitían una fría elegancia rozando con la melancolía casi todo el tiempo, ahora mismo miraban a la beta con un desconcierto entre esperanzador y alegré, emitiendo un aroma dulce sin darse cuenta. Ichiji no sabía por qué katakuri lo quería ver pero tenía tantas ganas acudir su llamado, interesado por algo diferente en su monótono día que le ponía tan mal, aunque tenía el presentimiento de que las cosas podrían salir mal.
Pues ningún alfa le había visitado estando sanó hasta ahora.
-Bueno pues... Ya oíste, vamos.
Fue guiado casi a las carreras a su habitación por la beta y el casco le fue colocado en la cabeza con un poco más de ajustes de lo normal para restringir un poco más el movimiento de su quijada, por orden de judge. Probablemente no quería que ese alfa estuviera allí ni que lo pudiera olfatear, por lo mismo se le fue inyectado una sustancia especial para suprimir sus feromonas sin dolor alguno antes de que le pudieran dar la orden al alfa de pasar.
¿Enserió vería el alfa en su habitación? Era la primera vez que le pasaba esto.
Su presencia por alguna razón le hizo contener la respiración mientras el alfa le miraba intensamente perdido en sus pensamientos... Ichiji entonces parpadeó con su típica mirada estoica preguntándose internamente porque no decía nada ¿Debería saludarlo? No no no, para los alfas es una ofensa que el omega hable sin permiso, además de que su padre lo regañaria...
Pero cuando el silenció se extendió y pudo divisar al alfa juzgando su habitación, ichiji trago duro por alguna razón y decidió hablar.
-Buenos días su alteza -Ichiji hizo una pequeña reverencia desde su lugar, el beta se sentó en una silla en la esquina de la habitación tras poner una en medio de la sala donde debería ir katakuri quien con su sola presencia y ropas demostraba su alto estatus aunque tratará de ocultarlo.
-Bueno días... Ichiji. -Tanteo el nombre unos segundos, lo notó, eso de alguna forma le hizo relajarse porque sabia que el alfa no estaba tan seguro de lo que hacia al igual que él. Katakuri por su lado se encaminó algo inquieto a la silla.
Observo al alfa visualizar a toda la habitación, incluso olfatear disimuladamente, ichiji se pregunto que estaría buscando con tanto esmero... Era la primera vez que un alfa le causaba ese interés y nerviosismo pareciendo que de echo, el interés era mutuo.
Pero ¿Cuanto tiempo permanecería viendo todo en silencio? ¿Había algo mal?.
Dio una mirada rápida a tu habitación por los nervios de ser algo desagradable para el alfa pero todo estaba realmente impecable, incluso sus ropas y porte permanecían brillantemente elegantes, eso era algo que le enorgullecio y le hizo poder mirarlo a sus ojos con seguridad. Su omega de alguna forma buscando el reconocimiento del fornido alfa frente a él inconscientemente, buscando su atención soltando levemente sus feromonas sin importarle a su cuerpo el supresor inyectado, sus pensamientos estaban enfrascados en el alfa que ahora le observaba con cierto interes, así que sintió que debía hablar.
-¿A que... se debe su visita, su alteza...? -Expresó bajo por el casco que apenas le dejaba abrir la boca, pero amable, dando todo su mejor esfuerzo por que su voz llegara al alfa sin querer ser mal interpretado o molesto solo por iniciar la conversación.
Parece que había funcionado, el alfa le miro calmado con un toque de orgullos y una leve sonrisa mientras se recostaba al espaldar de la silla.
-He venido a verte. -Unas palabras que le tomaron desprevenido, como un balde de agua helada sobre su cuerpo tibio y durmiente... Realmente no esperaba que se verían para eso... pensó que serían negociaciones del contrató u algo más...- ¿Como te encuentras?.
¿Ese rostro calmado y amable enserió estaba siendo dedicado a él? Sin darse cuerta su rostro sorprendido cambió a uno más brillante. Katakuri se enorgullecio mucho más al ver ese cambio en lo poco que podía ver de su rostro, sus ojos eran bastante expresivos, sonrió un poco haciendo crecer más la incertidumbre en ichiji quien parpadeo un par de veces con la mirada inquieta.
El omega estaba sin habla, no sabía que responder pero rápidamente se las ingenió para ello, tartamudo respondió: -Re-realmente me siento bien... los síntomas del embarazo no deberían notarse tan pronto aunque sus genes sean fuertes, n-no se preocupe. -El omega dijo lo que creyó correcto, aún sin creerse que de verdad la amabilidad del rey iba dirigida a él, tratando de no dudar frente a él.
¡Este alfa no podía ser tan amable! ¡Era imposible que fuera real! ¡En algún momento mostrará una personalidad oscura por algo del contrató-... ¡¿Se estaba riendo?! El alfa tapo un poco su boca mientras aguantaba la risa mirando a otro lado, cosa que incluso llamó la atención del beta en la habitación que miró al omega desconcertado.
-Se que los síntomas no se presentarán tan pronto, hablaba por ti, pero al menos se que estás bien. -Katakuri soltó una pequeña risa ante lo dicho por ichiji, preguntándose si no podía pensar en otra cosa que en su trabajo como omega, tan adorable reacción con un molesto contexto detrás que molestaba su alfa interior... Pronto haría que todo estos trabajos tomaran otro rumbo cuando la unión este completa, pensó el alfa ante los ojos sorprendidos de ichiji.- Solo quería venir a verte y hablar un rato, siéntete libre de llamarme señor en lugar de alteza.
Expreso con palabras suaves queriendo acercarse un poco más a ichiji pero sabía claramente que no se lo permitirían y que además podría incomodarlo, asi que se limitó a liberar sus feromonas, unas que fueran calmante y que buscarán llegar hasta el omega que antes había perfumado la habitación solo para llamar su atención. Katakuri se arrepintió en sus adentros de no ser capaz de pensar en una conversación ahora mismo para ambos, quería escuchar la voz dulce de ese omega perfecto.
Ichiji solo se quedó en silencio sin saber que hacer ante lo dicho por el alfa, jamás había pensado tener tales libertades en frente de su mandatario, tenía miedo de hacerlo enojar por alguna cosa que hiciera o dijera, más importante aún: seguramente quería algo con su padre o el contrato si estaba preguntando por él ¿no? Entonces ¿porque ese aroma se sentía tan real...?
Su conciencia no quería caer en lo que en su mente era una trampa perjudicial, pero cuando subió la mirada después de bajarla y se encontró con aquella mirada amable que hacía contraste con unas muy suaves feromonas para ser un alfa pura sangre quien las emitía, simplemente no pudo hacer más. Su omega interiror estaba regocijandose por el cambio de ambiente tanto como él.
-De acuerdo, señor... -Katakuri sonrió encantado al escuchar la tímida voz de ichiji decirle de esa forma, incluso se permitió soñar que le dijera por su nombre y apellido.
-¿Ves? No es tan difícil, decidido, a ti te permitiré llamarme señor -Ichiji dejo el porte elegante por un segundo para verse tierno a ojos de Katakuri cuando justo después de esas palabras empezará a jugar con los dedos mientras miraba hacia abajo, nervioso.- No te avergüences, es tu privilegio por llevar a mi hijo...
-N-no es vergüenza -Ichiji expreso suavemente llamando la atención del alfa.- Es solo que no creo que debería llamarlo así, alteza, no somos tan cercanos ni económica ni personalmente.... -El omega explicó su punto, el alfa parpadeo unos segundos antes de sonreirle de nueva cuenta.
-Mírame, ichiji -El nombrando subió la mirada hacia el alfa que se levantó de su puesto para acercarse al omega, ignorando las llamadas de advertencia del beta. Al estar frente a frente, ichiji se sintió bastante pequeño y trago en secó esperando lo peor, pero katakuri no hizo más que ofrecerle sus manos.- Dame tus manos.
Con un silencio extrañamente cómodo, alfa y omega se miraban a los ojos en busca de eliminar cualquier duda para ejecutar la acción tras ponerse ambos de pie... Aquella seguridad que desbordaba de Katakuri fue transmitida a ichiji, que si antes pensaba en escapar ahora solo tenía cabeza para el alfa y ese pequeño impulsó desde el fondo de su corazón que quería darle sus manos... Asique eso hizo. Allí, reconociendo las diferencias entré ambos mientras se olfateaban levemente sintiendo un increíble confort con la situación apesar del molesto beta que no se callaba, aunque el casco se metiera en su camino, mirándose a los ojos, el alfa de la corona habló con sinceridad.
-Tu, de todas estas personas aquí en esta instalación, tienes el derecho de llamarme señor y caminar a mi lado sin importar cuantos años pasen por ser el elegido para darme la dicha de ser padre. -Sus palabras eran tan cálidas como sus manos sosteniendo las suyas junto a una caricia suave sobre sus nudillos, atravesando el hielo del corazón de ichiji que con ojos brillantes de impresión seguía expectante, shockeado, por primera vez sintiendo que su piel recibía el calor del sol de primavera.- Y nada sobre la tierra puede privarte de ese derecho.
Katakuri había dicho las palabras que su corazón, su alfa interno, le había querido expresar con tanto fervor al omega que quería tocar y olfatear desde el primer momento en que lo vio otra vez. Deseaba aquel momento fuera eterno desde lo profundo de su corazón, quería seguir tocando esa suaves y calidas manos del omega por la calidez y comodidad que flotaba entre ellos, esa zona que le hacía sentir como un alfa enamorado con su omega... Ichiji, del mismo modo se sintió por primera vez en su vida, lo suficientemente completo como para tomar un parte más seguro y sostener mejor las manos de aquel alfa que le hizo sentir único, que le hizo sentir su omega y que incluso se molesto en compartir sus feromonas con él.
Sintió por primera vez en su vida como su omega interno aullaba de alegría por la atención y el reconocimiento, moviendo el instinto en su cuerpo para hacerle saber que quería que este alfa le tuviera en sus brazos y continuará haciéndole sentir único, sus feromonas dulces se encargaron de expresarlo a gran escala, tanto que incluso el beta que los acompañaba pudo notarlo.
El alfa estaba enaltecido al alegrar al omega de esa forma, pero lo que en un inició era orgullo rápidamente se transformó en una alegre curiosidad por él aroma atractivo del omega. Incluso Katakuri que nunca fue de caer en sus instintos fue débil ante la necesidad de mirar al omega como si fuera suyo, borrando de su mente por unos segundos a la omega con la que había ido al altar hace unos meses por ese nuevo y atrayente llamado omega.
Entonces cuando las manos del alfa se deslizaron hacia los codos de ichiji para buscar abrazarlo en busca de más cercanía, escucho un mecanismo activarse venir del casco que le impedía ver el rostro de ichiji, notando que dicho objeto ahora estaba más ajustado a su rostro.
El omega pelirrojo entonces le dirigió una mirada de lástima y se alejó alejó suavemente mientras los pasos acelerados se acercaban a la sala y la beta le jalaba hasta detrás suyo. Katakuri solo se quedó estupefacto recién notando que habían 4 hombres beta del personal de seguridad en la puerta diciéndole que saliera pacíficamente mientras dos más salían desde atrás para cubrir a un deprimido ichiji.... Habían estado tan inmersos en lo bien que se sentían juntos que no habían notado que habían roto de nuevo una de las reglas de la instalación: no intercambio de feromonas ni cercanía.
Ahora para Katakuri tenía sentido él que lo empujaran a la salida y que además en su primer encuentro se hayan visto en un escritorio tan grande y ancho... Las feromonas omegas-... no, Las feromonas de los omegas en cinta eran poderosas.
Incluso por un momento Katakuri había olvidado su lugar como el rey solo por querer acurrucarse con el omega que le veía irse lastimero de su habitación después de ese extraño momento de conexión.
-Alteza, con todo respetó ¿esta consiente de lo que acaba de hacer?.
-¿Ah? -Katakuri dejo de olfatear las mangas de sus ropas donde ichiji le había tocado para mirar a judge que aparentemente pretendía regañarle, pero su cabeza estaba más ocupado en sentirse en un campo de flores cubierto del aroma de ichiji.
Sin poder dejar se olerlo, como una droga.
-¿Sabe lo peligroso que será para el omega y su hijo está acción que acaba de cometer? -Judge de nuevo regañó mostrando sus colmillos. Ambos estaban solos en lo que parecía ser una sala de reuniones.
-¿Peligroso? -¿No estaba exagerando?.
-¡Si, peligroso! -Judge sonó severo.- Ahora que el omega lo ha olfateado seguramente lo reconoce como padre del futuro cachorro gracias a su instinto ¿Que hará su alteza cuando ichiji empiece a tener problemas depresivos por la lejanía de quien considera a su alfa y eso le lleve a tener un posible abortó? -Gruñó el alfa anciano, Katakuri escucho para después rodar los ojos con fastidió.
Realmente no quería salir de la zona de confort en la que ichiji lo había metido pero esto era importante, comprendía lo que sucedió y que tenía razón. No podía ignorar algo que haría sufrir a ese pobre omega y sobretodo si eso comprometía al futuro heredero del país.
-Podría venir aquí-...
-Con todo respeto alteza, sabe que no puede hacer eso: Entre más venga aquí, su secreto será más propenso a salir a la luz. Sin mencionar los procesos hormonales que comprometerán la vida del omega prestado del vientre. -Ambos alfas se miraron fastidiados sin querer ceder para nada, sin importar la diferencia de sus cuerpos y edades.
Katakuri se vio entre la espada y la pared por algo que no había pensado al dejarse llevar por sus instintos primitivos, y maldijo en su mente por ello viendo como judge era claro con sus reglas y no pensaba ceder, después de todo ichiji era su mina de oro y que esta se derrumbara patéticamente por un alfa era impensable para tal minero.
Perdería su dinero... Dinero que como Alfa de la manada real tenia a montones...
-Bien, entonces ¿Que tal un trato, señor judge? -El tono pausado y venenoso con el que el alfa menor dijo aquellos saco de su lugar al alfa rubio anciano, el ambiente se hizo tan pesado de golpe que apenas y se podía respirar en él por la sospecha de lo que estaba apunto de decir.
Al mismo tiempo que ambos alfas discutían verbalmente, ichiji estaba siendo revisado por una beta del ala medicada bajo la atenta mirada de algunas omegas de la sala de espera y la beta que le cuidaba. Todos murmuraban sobre el omega pelirrojo, y no era para menos porque con solo un vago toque katakuri había impregnado su aroma en él como si ichiji en verdad fuera de su propiedad, buscando protegerlo y alejar a posibles pretendientes o peligros, pero terminó causando otra clase de problema... Si bien a ichiji ese aroma le calmaba, a los demás omegas les inquietaba: El aroma de Katakuri era atrayente para cualquier omega aún sin estos saber a quien le pertenecía realmente, por lo que se acercaban tratando de olfatear a un incómodo y receloso ichiji para terminar siendo regañandos por la doctora.
-¡Dios, No actúen como perras en celo!... -La doctora negó cansada antes de seguir con el chequeo del omega, quitandole el casco.
-¿Esta bien? -Habló preocupada la beta encargada de cuidar al joven vinsmoke.
-De que lo está.... por ahora, lo está -La beta doctora suspiró apagando la linterna con la que veía los ojos de ichiji hace unos segundos, dicho omega solo les miro preocupado ¿Acaso estaba enfermo?.
-¿Por ahora?. -La beta protectora habla asustada, la beta doctora sólo asintió.
-Tiene las pupilas dilatadas, eso quiere decir que ese estúpido casco no sirvió para nada y que su instinto salió a flote desde hace un buen rato. Lo más correcto sería afirmar que ya su omega interno reconoce a ese alfa como el padre de ese futuro cachorro y su pareja. -Ichiji entonces supo por qué la preocupación en las caras de ambas chicas,y se asusto al recordar que una vez sanji pasó por ello...- Prepárate para empezar embarazo más problemático de toda tu vida.
Ichiji entonces trago en seco y bajo la mirada temeroso, ajenos a los susurros chismosos de los demás... A su mente vino de nuevo la cara de dolor de sanji y como este describía aquel embarazo como el infierno... Eso era algo a lo que le temía pero ¿Acaso no tenia tiempo sin sentir dolor físico? ¿Que tan doloroso será resistirse al instinto irracional de ser poseído como omega que era? Quería saberlo porque jamás había tenido como experimentarlo.
Hasta ahora... Dos semanas después.
Los malestares que había tenido con sus embarazos anteriores eran un caramelo ahora que los comparaba con este ¡¡Dios, derrepente todos sus sentidos se habían ampliado y todo le era tan irritante!! Incluso su propio aroma le hacía gruñir, asique se aferraba a las mangas de aquellas ropas que uso para ver por última vez a Katakuri, aunque ya su aroma había desaparecido casi por completo.
Eso era lo único que le daba consuelo en su mar de disgustos, quería ver al alfa, realmente lo quería para volver a estar en ese campo calmado lleno de flores, dulces y el amable sol de primavera... Pero Katakuri era un rey, el alfa líder de la manada real y a menos de que las estrellas se alinien, no tendría tiempo para él, una simple incubadora que apenas conocía... pero se ¿valía soñar no?.
Ichiji suspiro desganado poniéndose su manta de nuevo, no quería salir de su habitación con la vaga idea de que ella volvería a visitarlo en cualquier momento y todo sus dolores y demás cosas desaparecerían como en aquella ocasión. Sin saber que quizás el alfa podría estar igual o peor que él, tratando de conectar bien los puntos para la mentira de la década que ambos reyes estaban ideando.
-... Y ejecutado con su familia todo el que no siga el plan a la letra.-Amenazó katakuri con un gruñidos a los súbditos más confiables de su castillo, la idea era hacer creer que Stussy estaba embarazada todo el tiempo y que no pareciera una mentira nada incluso estando empezando como un rumor.
-¿No estas siendo un poco extremista? -Stussy opino una vez se quedaron solos en la sala de reuniones.
-Tenemos que ser así de querer que esto funcione. -El alfa explicó con desdén con una voz más gruesa de lo normal, la dichosa voz de mando con la que había intimidado a su personal y ahora ponía un rostro serio en su esposa.- .... Lo siento.
-Te perdonó ¿pero que te esta pasando? Enserió Katakuri, ya me preocupas: llevas casi una semana con esa actitud y su voz de mando descontrolada, y el personal dice que tus feromonas están muy irritables -Stussy se puso en medio del alfa para hacerle parar la caminata en medio pasillo y tomarle de sus hombros.- ¿Que tienes? Confía en mi, si algo te molesta se que podremos encontrar la solución juntos.
Ella trató de hacerle sentir bien como siempre, y de ser él mismo de siempre eso hubiera bastado para hacerle sonreír cómodamente, pero actualmente esa acción no hizo más que hacer brillar su indiferencia bajo el pensamiento que decía "No eres él, y él es lo único que necesito" desde su interior.
-No te preocupes por eso, es solo que no estado durmiendo bien últimamente. Iré a mi oficina a ordenar unos papeles, nos vemos para el almuerzo. -Soltó esquivando a quien era su omega legalmente que se quedó sola en el pasillo pensando que estaba pasando, queriendo creer que solo era el estrés que katakuri sentía por mentirle a todo el mundo... quería creer que por eso aun no tenia ni mordida, ni collar de enlace a pesar de estar supuestamente embarazada...
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