Capítulo 8.
Capítulo 8. Viaje a Colonius.
Días después.
Venus:
Me encontraba en el muelle de la manada esperando que terminara de alistar el barco. En unos momentos nos iríamos a la manada Colonius en busca de más aliados.
Iba con Damiano, él se negaba a llevarme pero al final lo convencí de que lo hiciera, ir, era bastante conveniente porque yo fui testigo de lo que hacen en la manada Arkala, yo iba a dar testimonio de lo que hacen dentro de dicha manada.
No me hacía gracia tampoco dejar a mis omegas aquí, pero mi alfa me dió la seguridad de que ellos estarían protegidos dentro de la manada.
Sentía a Damaris inquieta, sabía que era porque íbamos a salir de aquí, no lo habíamos hecho desde que llegamos. Pero estaremos bien, iremos con nuestro alfa.
Mi leona estaba contenta y complacida, ya que el León de Damiano la montó durante tres días. Ninguno salió de aquella habitación hasta que el celo pasó.
Damaris estaba complacida pero no del todo porque el León de Damiano se negó a marcarla, cosa que no entiendo. La marca para mi leona es importante porque la está reclamando como suya.
Damiano y yo hicimos nuestra unión pero mi leona quiere más que eso, ya comenzó a ponerse posesiva y lanzarle feromonas para que ninguna hembra se le acerque.
A veces es tonta, pero no puedo refutar porque yo soy igual o peor que ella.
Lo que me alegra es que a pesar de que Cy la haya anudado, no la pudo preñar. Y no es que no quiera cachorros porque ella si los quiere, pero estamos en medio de una guerra entre manadas, si ella o yo quedamos preñadas, sería un desastre, porque sabemos perfectamente que el alfa de la manada Arkala quiere exterminar a los leones negros.
Damiano es el único león negro que queda y cabe la posibilidad de que si tengo cachorros, sean como el y no puedo poner en riesgo a mis hijos, no mientras Romano siga respirando.
—Mi Luna —Damiano venía hacia mí—, el barco va a zarpar en unos momentos, debemos subir.
—Antes de eso —se detuvo—, quisiera preguntarte algo.
—Claro.
—¿Por qué Cy no marco a Damaris?
Damiano desvió la mirada. Sabía que había algo más allá, incluso bloqueó nuestro link.
—Damiano, ¿Qué pasa?
—Bueno, debo ser honesto.. La marca es algo complicado.
—¿Por qué?
—Soy un Alfa dominante, y es un León sumamente poderoso, si marcaba a Damaris, podría lastimarla.
—¿Qué tan fuerte es la marca?
—Si, es fuerte, incluso tardaría días en sanar del todo, puede debilitarte a ti también.
—No sabía eso —murmure—, con razón ella está un poco inquieta, ya que tu león no quiso mirarla, ella lo hace mediante sus feromonas.
—Lo sé, pero debe controlarse. Tu eres una leona fuerte además de ser Omega, recuerda que los Omegas son escasos —le asenti—, cualquier Lobo, bestia que sea alfa, puede irse en contra de ti, así que pídele a Damaris que no lo haga ¿bien? —se acercó a mí—, ya sabemos que somos suyos —me sonrió—, ninguna hembra va a acercarse a mi.
—Eso espero mi alfa.
—Así será —besó mi mejilla y pasó la nariz por esta—, subamos al barco mi Luna, debemos irnos a Colonius.
Le asentí. Ambos caminamos hacia el barco, sentí a Damaris removerse, se que algo no va a ir nada bien, cuando ella se pone inquieta, algo sucede.
Espero que en la manada Colonius podamos convencer a los demás aliados de unirse a la manada, Se que Colonius es aliado de Cy desde hace mucho tiempo, pero hay enormes manadas que son aliadas de Arkala que esclavizan a los Omegas, a los pocos que quedan. La idea es hacerles saber que lo que hacen están mal, Damiano es el Rey alfa, al ser el único Leon negro que queda, lo convierte en el líder de todas las manadas.
Por eso es que Romano asesinó a todos los de su especie, dejandolo a el como el único Leon negro existente. Claro que se ve amenazado por él, por su manada y por los Omegas que hay aquí. Por eso, iremos a Colonius a obtener nuestros aliados, necesitamos más aliados para los rastreadores.
Damiano me dijo que están creando rastreadores, que vienen siendo básicamente como Rogers, lobos sin manada y sin líder, ellos obedecen a quien sea, así que Romano está creando rastreadores, esos son difíciles de matar.
—Bien, zarparemos —escuche a alguien.
Todos comenzaron a ponerse en sus puestos para comenzar a zarpar del barco. Se que esto sería complicado, pero haré que ellos se unan, la guerra contra Romano está más cerca de lo que creemos, él ha declarado la guerra y yo, lo necesito muerto.
El asesino a mis padres, se llevó a mis Omegas y los trato como esclavos para sus casas de placer y vientres de alquiler. Es mejor que esté muerto, para que no siga saqueando las pequeñas manadas y llevarse a sus Omegas, así como lo hizo con mi manada.
—¿Crees que se nos unan? —Camine hacia Damiano.
—Si, estoy seguro que si, con tu testimonio y el de los Omegas que llevamos de tu manada, será más que suficiente Mi Luna —tomó mis manos—, tu eres mi Luna, una Omega dominante y se que ellos te van a creer.
—Eso espero —suspiré—, quiero rescatar a todos los Omegas posibles, necesito matar a Romano yo misma.
—Creí que ese era mi trabajo —me sonrió un poco—, ambos perdimos mucho a manos de Romano, lo justo es que ambos lo asesinemos... Había prometido mantenerse alejada de todo esto pero, lo justo es que él muera a manos de los dos. Así como te lo prometí, voy a poner su cabeza en una bandeja de plata.
Claro que debe morir en mis manos, el asesino a mis padres frente a mi y nos llevó a su manada para ser tratados como objetos sexuales. El tiene que morir junto con su manada, ellos son iguales a su alfa.
(...)
Un día después:
Manada Colonius:
Llegar a la manada Colonius fue rápido, aunque nos tardamos un día de viaje. Quedé impresionada con el enorme tamaño de esta manada, tiene un puerto con muchos barcos pesqueros y algunos de guerra. Desde el muelle se podía ver el palacio del Alfa, todo estaba tan bonito y tan limpio.
Nada comparado con Arkala que todo era gris y maloliente.
Podía olfatear a los Omegas desde aquí, se podían notar que eran pocos, Damiano me dijo que aquí había pocos Omegas ya que hace un tiempo, Arkala los saqueó cuando eran un reino mediano.
Nosotros fuimos escoltados por los hombres de Darius, que es el alfa de esta manada. A medida que caminábamos al palacio, podía escuchar claramente los murmullos resonar entre ellos, algunos me miraban con curiosidad, algunos con admiración y eso no lo entendía.
—¿Por qué me miran así?
—Por dos cosas —me miró y sonrió—, la primera es que estás de mi mano como mi Luna, la segunda es porque eres conocida entre las manadas por haber salido de la manada de Arkala con tus Omegas y algunos más..
Aquello me dejó sorprendida, no sabia que me conocían.
Luego de un buen rato caminando, llegamos al palacio del Alfa Darius Alanor. Él mismo incluso nos esperaba en las puertas de su propio palacio, a su lado estaba una hermosa mujer de cabellos dorados y largos que portaba un vestido verde color olivo, se podía ver su enorme vientre.
Ambas nos miramos y sentimos una especie de conexión, ella de inmediato se acercó a mí para tomar mis manos y sonreirme. Dioses, ella es realmente hermosa.
—Luna —me dijo—, que gusto verte y conocer a la mujer que sacó a los Omegas de aquel infierno.
—Yo...
—La Diosa Luna me mostró que vendría —sonrió de nuevo—, esto es sinónimo de fortaleza para nuestras manadas, es una gran señal. Darius, hazlos pasar. Tenemos que hablar con ella.
Aquello me dejó un poco estupefacta al igual que a Damiano. Aun así decidimos entrar al palacio en donde habían muchos sirvientes esperando nuestra llegada. Después de caminar un momento, entramos a una especie de sala de reuniones, al estar dentro, tanto Damiano como Darius se dieron un apretón de brazos en forma de saludo.
—Hermano.
—Hermano —respondió Damiano.
—Que gusto que hayas venido, los demás alfas estarán aquí en un día —él asintió—, no fue nada sencillo enviarles las cartas, los rastreadores están por todos lados.
Darius era un Lobo, eso se podía percibir, su aura dominante era asfixiante, era igual de poderoso que Damiano, ambos eran de la misma contextura y altura.
—¿Hablas en serio? Pero..
—Si, los llevan en los barcos, amarrados como perros y los sueltan para intervenir las cartas.Todo se ha salido de control Damiano.. Romano se ha vuelto loco, quiere ver sangre después que sus Omegas fuesen sacados de su manada.
—¿Sus Omegas? —él me miró— No son sus Omegas, cada Omega que está dentro de esa manada ha sido raptado de otras manadas que han sido masacradas por él... Usted no sabe las atrocidades que ha cometido ese Alfa.
La puerta de la sala se abrió dejando ver a muchos hombres y a una mujer. Podía percibir a todos como Alfas, incluyendo a la mujer.
—¿Gregor? Creí que llegabas mañana.. De hecho, creí que todos llegarán mañana.
—Decidimos adelantar nuestro viaje hasta aquí —respondió el que se hace llamar Gregor—, la guerra está por empezar Darius, esto no es bueno.
—Siéntense, mandare a pedir comida, su viaje debió ser tedioso..
Todos tomaron asiento, yo me quedé en mi lugar, todos estos Alfas se podían percibir como dominantes y eso me causaba estragos, porque soy Omega dominante.
—Comencemos —dijo Darius—, Damiano ha venido desde muy lejos con su Luna —me señaló—, trajeron con ellos a Omegas que vienen de la manada Arkala.
Todos me miraron de inmediato, me sentí un poco intimidada, aun asi no se los demuestro. No iba a dejarme intimidar por ningún Alfa.
—Entonces, ¿eres tú la escapó con Omegas de Arkala? —asentí— ¿Cómo es que aun respiras? —me pregunto la mujer.
Les relate del como escape, también de cómo era la manada Arkala, de como trataban a los Omegas y para que los usaban. Mientras les contaba sus rostros parecían perturbados, otros molestos incluso. No es para menos, estaba relatando las atrocidades que hacen en esa manada con todos los Omegas.
En nuestro mundo, El Omega es una parte valiosa para poder sobrevivir, ellos, solo ellos poseen el conocimiento para poder mantener en pie a una Manada, ellos no solamente son para tener cachorros o satisfacer sus deseos sexuales.
Nosotros somos más que eso.
—El asesino a mis padres frente a mi —dije con rabia—, no pude sacar a todos los Omegas de esa manada, ninguno sabe lo que viví, lo que vi, lo que sentí al ver todos esos Omegas siendo sometidos por ese Alfa y sus betas.
Ellos se miraron entre sí, ellos sabían que no mentía, ellos saben todo, ellos saben como es Romano, saben lo cruel que es y lo que puede llegar a hacer si obtiene a todos los Omegas en su asquerosa manada.
—¿Qué propones? —le pregunto a Damiano.
—Prepararnos para la guerra —respondió—, Romano sigue creando rastreadores y si lo sigue haciendo, no podremos contra el. Tengo un ejército enorme, pero no será suficiente.
—Cuenta conmigo —dijo Darius—, tengo un ejército, será suficiente.
—Yo también me uno —respondió la mujer—, Romano se llevó a mis Omegas, mi manada muere lentamente... Necesito recuperarlos.
—Yo igual —dijo Gregor—, hay que detenerlo.
—La manada Delegar está aliada con Arkala —dijo Darius un poco serio—, ellos tienen más betas y Alfas, pero tienen pocos Omegas, ellos trafican con Arkala, tenemos que atacar primero a ellos.
—Perfecto, lleguemos a un acuerdo —todos asintieron—, ahora, Luna —me miró—, usted estuvo mucho más tiempo en esa manada, Damiano sabe como entrar y salir, pero usted, sabe los lugares estratégicos ¿no es así?
—Así es Alfa, se donde está todo en esa manada —respondí seguirá—, tengo muy buena memoria, recuerdo cada árbol, cada casa, casa ladrillo.. Yo misma le haré un mapa.
Estaba determinada a destruir su manada, sabía que esto llevaría tiempo, pero no iba a rendirme, no iba a descansar hasta obtener la cabeza de Romano en una bandeja de plata.
Lo haré por mi manada, por los Omegas y por mis padres, porque él no merece seguir respirando, no merece seguir siendo parte de nuestra especie.
Yo misma iba a asesinarlo con mis propias manos y no descansaré hasta lograrlo.
Hola hola, espero que esten bien y que hayan esperado con ansias el capítulo de Omega, gracias por la paciencia que han tenido jeje
Ya saben que esta historia sera cortita, aun no se cuantos capítulos serán pero si serán cortitos.
No olviden dejarme sus votos y comentarios.
Besos, Ross.
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