Capítulo 1.


Capítulo 1.

Venus.


En nuestro mundo existen todo tipo de criaturas, de todos los tamaños que se pueda imaginar. Pero muchas de las especies, tienen un rango que los distinguen.

Alfas.

Betas.

Y Omegas.

El Alfa Rey o Líder, puede ser líder de manada, puede tener bajo su protección a miles de bestias que lo siguen, es venerado tanto como la Diosa Luna, pero su rol no es tan sencillo como todos piensan, ya que su labor es mantener a la manada unida y seguirá, guiar desde el animal mas pequeño hasta la bestia mas enorme. 

Un Alfa común, solo es líder de su hogar, solo de eso. El mismo se encarga de mantener su hogar estable, casi lo mismo que un Alfa Rey o Líder, pero teniendo a su protección, sus integrantes, como esposa e hijos. 

Un Alfa Rey o Líder, posee habilidades extraordinarias, ellos fueron bendecidos por la Diosa Luna con dotes excepcionales, que se usan tanto para el bien como para el mal. Muchos Alfas son crueles ya que ellos poseen un poder inigualable que nadie puede dominar, a excepción de su Mate o Alma gemela. 

Pero no muchos Alfas suelen encontrar a su mate a tiempo. 

El Beta es parte esencial de una manada, es la mano derecha del Alfa Rey o Líder, es quien se encarga de mantener en orden y la paz dentro de la misma. Son tan fuertes como un Alfa, pero ellos no son tan poderosos, son buenos en batallas, rastreando entre otras cosas. Su poderío es enorme por eso es la mano derecha de todo alfa. 

Los Omegas, son la vida de toda manada, la Diosa Luna les otorgo las mayores de las habilidades. 

Reproducirse, dotes en la medicina, siembra, pesca, textilería entre muchas más. Para que una manada pueda prosperar debe tener Omegas en ella. Los Omegas es un recurso esencial que todos desean pero no de la mejor manera. 

Desde hace más de cincuenta años, los Omegas han estado desapareciendo de las manadas pequeñas, es un misterio saber quien se los lleva y tampoco se sabe para que, solo se sabe que los Omegas desaparecen y la tierra está dejando de ser próspera. 

Muchas manadas poderosas están en guerra para recuperar el recurso vital que los ayude a sobrevivir, solo los Omegas podemos hacer que el mundo permanezca en pie. 

Yo soy Omega, hija de Padre Beta y madre Omega y mi padre me protege de los que desea cazarme. 

—¡Venus! 

Escuche a mi padre llamarme, corrí como pude desde las montañas hacia la pequeña manada en la que habito. 

—Quería seguir estirando mis patas —se queja Damaris.

—Sabes que no debemos estar lejos por mucho tiempo. —respondí.

Regrese a mi manada y me transformé en mi forma humana, me coloque mis prendas y me encamine hacia más adentro del bosque en donde estaba mi manada. Le sonreí a mi madre quien me entregó una canasta, ella me miró de forma acusadora. 

—Ve por unas fresas.

—Si madre. 

Mi padre me miraba muy serio, el me ha dicho que no sobrepase los límites de la manada y lo desobedecí. Llegue al campo de las fresas, me puse de rodillas a recogerlas.

Mi padre a pesar de ser un Beta, es el líder de la manada que el mismo fundó cuando decidió irse de la manada en la que estaba, muchos Alfas querían usar a mi madre como incubadora, incluyendo los Betas. 

Para los Betas es muy dificil dejar en cinta a una Beta incluyendo a algunos Omegas, entre ellos es difícil aparearse y quedar en cinta ya que ellos son recesivos e inmunes a las feromonas de un Alfa y Beta, para eso usan a los Omegas que puedan quedar en cinta y al enterarse que un Beta pudo dejar en cinta a una Omega, quisieron llevarse a mi madre cuando estaba en su vientre. 

Tomo lo que pudo y se llevo a mi madre lejos de esa manada, encontró esta aldea abandonada y el mismo la levantó junto con mi madre, gracias a todos sus conocimientos esta pequeña manada prosperó.

Con el paso de los años llegaron algunos Betas y Omegas que estaban a punto de ser Rogers, mi padre los acogió y los guió y así no sea Alfa, aquí lo respetan y tratan como uno. 

Mi padre es un hermoso Leon color Beige oscuro, con ojos amarillos, amo verlo en su forma de Leon por que es enorme y fuerte, Mi madre es una coneja blanca preciosa, al principio me pareció un poco extremo de pensar que ellos podrían estar juntos, ya que ambos son distintos.

Presa y Depredador. 

Pero ella es su mate, desde que la miro por primera vez, a pesar de que no muchos aceptan a su mate, mi padre la amo desde el primer instante que la vio. 

Lamentablemente mi madre no pudo tener mas bebes despues de mi, no me pudo dar a luz en su forma de coneja ya que yo nací antes de tiempo, mi padre le hizo un nido tamaño adulto para que ella pudiera estar cómoda. 

Un parto de un Beta hacia una Omega es difícil y mi madre hizo lo que pudo para parirme ya que a penas salí de ella, me convertí en una cachorra Leon. 

Adopte la forma de mi padre, pero me di cuenta que era Omega cuando era una niña, la misma Diosa Luna me lo mostró en un sueño, estaba feliz de saber que seria como mamá, pero mi padre no se lo tomó de la mejor manera, no porque sea Omega si no por los peligros que implica serlo. 

Así que me enseñó a defenderme de la forma humana y Leona, me enseñó a rastrear, a cazar entre otras habilidades, tengo sangre Beta corriendo por mis venas, así que eso me hace: 

Una Omega dominante y recesiva. 

Ninguna feromona de Alfa me afecta, se que muchos de ellos la usan para que los Omegas sean sumisos y así poder controlarlos en el sexo, eso es abuso ya que son dominados y agradezco a la Diosa Luna por haberme hecho recesiva. 

—Venus —mi padre estaba serio frente a mi— ¿que te dicho sobre los alrededores?

—No pasar los límites de la manada.

—Así es, hija no puedes salirte de los límites y los sabes. 

—Lo se padre, lo siento, no sucederá de nuevo. 

—Voy a creerte esta vez, hay muchas fresas. 

—Lo se —sonreí con orgullo—, yo misma las coseche, mamá me enseñó. Ten una —se la di—, es la mas bonita que hay ¿no es así?

—No, las más bonitas que hay son las de tu madre, pero esta esta bien. 

Rodé los ojos ante su comentario. Pero sonreí, mi padre ama a mi madre sobre todas las cosas, siempre sueño con encontrar a mi mate algun dia, no se como es, pero se que es alguien que daria la vida por mi. 

Cada noche sueño con su rostro, ese anhelo es enorme y difícil de describir. Su rostro siempre está frente a mi mirándome con esos ojos azules intensos como cielo o el mar, esa sonrisa perfecta, pero dudo mucho que lo encuentre, eso de estar anhelándolo no me gusta, es horrible. 

Mi Leona siempre suspira, dice que su animal es un Leon enorme, es una desquiciada por que desea que ese Leon la monte y le haga los cachorros que ella tanto anhela. 

A diferencia de mi Leona, yo no espero ser madre rápido. Quiero conocer muchas cosas antes de estar atada a un Alfa de por vida. Me gustaría conocer el mundo más Allá de esta manada. 

Se que hay algo mas allá, algo grande que me espera. 

—Deja las fresas, tenemos que terminar con la lección.

Le asentí, me está enseñando a ocultar mi olor, es una de las cosas mas difíciles que me ha tocado aprender, eso de ocultar mi esencia es horrible, no se siente nada bien, sobre todo me quita demasiada energía. Damaris es fuerte, pero yo no, ya que mi cuerpo no esta capacitado para cargar con una Leona del tamaño de Damaris. 

Deje las fresas con mamá, ella me dio un beso en la frente, me deshice de las prendas que tenia y deje salir a Damaris, mi papá siempre miraba a mi Leona con suma admiración ya que era del color de mamá. 

El mismo me había enseñado a cómo leer los pensamientos, Damaris podía hablar y yo me comunicaba mediante los pensamientos. 

—Tu pelaje está brillante —dijo mi padre. 

—Gracias padre —la voz de Damaris era ligera y dulce, así como la mía pero se podía diferenciar quien era quien. 

—Siéntate y canaliza los olores a tu alrededor, tienes que estar alerta. 

Podía escuchar a Kilómetros, pero mi olfato no era tan poderoso como el de el. Todo quedo en silencio al escuchar un estruendo, miramos de donde venia, una de las cabañas estaban en llamas. 

—Vístete Venus —se fue corriendo.

Yo me transforme de nuevo, me puse mis prendas y busque el hacha que tenía oculta debajo de una piedra, iba a correr pero un enorme cuchillo fue puesto en mi cuello asi que solte mi hacha. 

—Camina princesita. 

Mi cabello fue tomado con suma fuerza ¿en que momento mi manada se volvió un campo de guerra? ¿Cómo es que no pude olerlos o escucharlos? 

Claro, tienen Rogers. Son lobos difícil de rastrear y escuchar. 

Los pocos habitantes de mi manada estaban en fila de rodillas ante un enorme hombre que poseía una armadura roja, en su espalda había un lobo grabado en oro, sabía quienes eran, de la manada del Alfa Romano. 

De donde viene mi padre.. 

—Vaya, estos melocotones son deliciosos, hace mucho que no me comía uno de estos —se dio la vuelta. 

Un hombre joven de aspecto desaliñado y ojos rojos. Olía a Beta. 

—¿Quien es el Alfa? 

—Aquí no hay Alfas —dijo mi padre—, solo somos Betas. 

—Mientes, huelo a Omegas, cuatro Omegas en total —sonrió de forma escalofriante—, no es necesario que me digas quienes son, ya los vi. Atenlos. 

—¡No! —mi padre luchaba contra uno de ellos— Por favor, no se los lleven, se los imploro, por la Diosa madre, no se los lleven. 

De los cuatro Omegas que habían aquí, dos de ellos eran niños y una estaba en cinta, la otra era yo. 

—No estas en posición de elegir si eres un Beta de bajo rango —sonrió—, tomen a los Omegas y matenlos a todos. 

Mire a mis padres y a los demás quienes luchaban por defenderse, me solté como pude de uno de ellos, lo golpee con mi codo y corrí hacia mis padres, si me transformo podré matarlos a todos, pero no pude llegar, los Rogers me interceptaron dejándome en el suelo, no puedo transformarme con ellos encima de mi, en cualquier momento me harían pedazos. 

—No los mates —dije con voz rota—, te lo pido. 

—Suéltenla —los lobos me soltaron, el me puso de rodillas y se agacho a mi altura—, lo lamento linda Omega, pero ellos tienen que morirse —sonrió—, matenlos. 

—¡No! 

Los soldados se posaron detrás de cada uno de ellos, el hombre me sostuvo de la mandíbula con fuerza para que mirara como cada uno de ellos les cortaba la garganta a los Betas de mi manada, mis ojos miraban a mis padres. 

—Te amo padre —susurré, mis lagrimas caían—, te amo madre. 

—Se fuerte mi Venus. 

—No mires —me pidió mi madre con una linda sonrisa. 

Cerré los ojos, sentí que mi alma se quebró dentro de mi, no quise mirar como asesinaban a mis padres y las demás personas de la manada. 

—Subanlos a la carreta. 

Me pusieron de pie y me arrastraron hacia una carreta de hecha de metal, pero antes me colocaron un collar con puas. Al igual que los demás Omegas, yo sostuve a uno de los niños que lloraba por su madre. 

—El collar evita la transformación, si lo haces morirás por las púas. —me dijo el Beta.

Todos los Betas y Alfas subieron nuestras cosas y alimentos a las demás carretas que eran impulsadas por Rogers, en la que estaba comenzó a avanzar, mi alma se quedaba aquí, viendo como las llamas consumían a mis padres. 

Dentro de mi escuchaba a Damaris chillar por mis padres haciéndome sentir peor por no poder transformarme a tiempo. 


(...)


No se cuanto tiempo duraba el viaje, pero se que pasaron dos lunas y un sol para llegar al la manada de Romano, el lugar era horrible, todo estaba destruido, no había vegetación alguna a los alrededores, todo era gris y oscuro. 

Habían Rogers por todos lados y algunos hombres armados, las calles eran desoladas y habían Omegas encadenados, no podía creer lo que estaba viendo. 

La carreta se había detenido, me bajaron, luche contra uno de ellos para que no me apartaran de los niños, pero uno de ellos me golpeó dejándome aturdida. 

Estaba siendo arrastrada hacia dentro del palacio de este Alfa, aun pensaba en la muerte de mis padres, de cómo zaquearon nuestra pequeña manada solo para robarse a la única Omega adulta que habia ahi. Yo.

Aun no lo creía, de cómo mi vida dio un giro tan abrupto y doloroso. Ya tenía que aceptar mi destino, aceptar que sería vendida a un Alfa que esté dispuesto a pagar por mi.

—Vaya, la única Omega de esa manada mediocre —miraba a su Alfa, el Rey Romano—, tu cabello es blanco, interesante ¿Que animal eres?

No puedo decirle que soy una Leona, tengo que proteger a Damaris a como de lugar.

—Coneja, soy una coneja.

—Una coneja —sonrió—, ustedes son unas zorras que se abren de piernas para los Alfas, siempre están en celo, te quedaras conmigo.

Los Omegas que estaban en la sala empezaron a gemir y tirarse al suelo a retorcerse. Sabia que estaba soltando feromonas para darles placer y que pidieran ser follados por el. Pero en mi caso, tengo sangre Beta y soy inmune a las feromonas de cualquier Alfa.

Haga lo que haga no me tendrá de piernas abiertas. 

—Interesante, al parecer eres una Omega recesiva —sonrió. 

Escuchar los gemidos y chapoteos de los Alfas abusando de los Omegas era realmente asqueroso. 

—Llevenla a las mazmorras, ella no me sirve por el momento.

No quería mirar a mi alrededor por que sabia lo que me encontraría, se supone que los Omegas somos valiosos, somos más que juguetes sexuales o esclavos, nosotros no fuimos creados para ser tratados de este modo. 

Mi pecho duele, duele por que no se que hacer en este momento. No puedo escapar de ellos por este collar en mi cuello. 

Me llevaron hacia los adentros del mismo palacio, no quería mirar a mi alrededor, solo podía escuchar gritos, jadeos, gemidos, golpes entre otras cosas. Una arcada salió de mi boca al llegar a donde me llevaban, las mazmorras. 

Jadee al ver a toda esa cantidad de Omegas dentro del mismo, todos encadenados, sucios y enfermos. Habían niños y mujeres embarazadas.

Mi padre me había contado que algunos Omegas masculinos logran embarazarse pero solo de Alfas dominantes, justo ahora veía a dos chicos jóvenes estando en cinta. 

Diosa Luna ¿por que has permitido todo esto? 

La celda fue cerrada, los guardias reían con burla al vernos asi. 


(...)


Escuchaba a todos los Omegas hablar sobre el Alfa Romano, es un Alfa cruel, dominante y despiadado, es el quien ha estado llevándose a todos los Omegas que encuentra. Los usa para ser esclavos sexuales de los Betas y Alfas de bajo rango, los usan para que den a luz a Betas o Alfas, pero si dan a luz a un Omega, el bebé es llevado a las granjas para ser criado como Omega y ser usado de la misma manera. 

—Tengo que sacarlos de aquí —los mire a todos—. No pueden permanecer en este lugar. 

—Nadie sale de aquí vivo señorita —me dijo una mujer quien sostenía a un bebé—, muchos han tratado de escapar, pero terminan siendo atrapados y devorados por los rogers. 

Escuchamos las rejas ser abiertas, algunos soldados se llevaban a algunos Omegas y venían a dejar a los demás. 

—Ya los usaron, para los Alfas y Betas, nosotros los Omegas servimos para engendrar y complacer. 

Nosotros somos más que eso, servimos para mantener el mundo en orden. No para dar a luz de esta forma, solo los usan para repoblar. 

Una chica había aparecido con un carrito donde había comida, al menos el Alfa los alimentaba, no de la mejor manera, pero al menos tenían que comer. 

Deje que ellos tomaran la comida para después hacerlo yo. Al acercarme a la chica sus ojos se iluminaron, sus ojos se tornaron color morado brillante. 

—Eres mi Alfa. 

—¿Que? No no, yo soy Omega.

—Lo se pero ¿por que siento que eres mi alfa? —ambas susurrábamos.

Mi padre me había hablado sobre esto, de cuando un Beta reconoce a otro como Alfa, pero en mi caso, yo soy Omega pero con sangre de Beta. Es algo poco común pero si es posible. A mi padre lo reconocían como Líder, mas no como Alfa. 

—Soy Sally, soy Beta.

—Venus, soy Omega... —mire detrás de mi— ¿Me reconoces como tu lider? —fruncí el ceño, no entendía bien cómo era esto. 

—Si, es extraño.. 

—Necesito salir de aquí y llevarme a todos los Omegas posible. 

—Eso es imposible —dijo con pena—,  la manada está rodeada de soldados y rogers, si salen de aquí, los mataran a todos.. —su rostro detonaba preocupación—. Lo unico que podria hacer por ustedes es traerles mas comida y algunas herramientas. Se rumorea que pronto los de la manada Cy vendrán a atacar, tienen que estar preparados. 

No había escuchado sobre esa manada, pero sea lo que sea, no debemos permanecer aquí, le prometí a mi padre que siempre sería valiente y que protegería a los míos. 

Ser Omega no es un obstáculo para mi, soy valiente y puedo pelear como mi padre me lo enseñó. Pero estoy en completa desventaja al estar rodeada de puros Betas y Alfas, sin contar a los rogers quienes son controlados por el Alfa Romano. 

Tengo que protegerlos, tengo que sacarlos de aquí a como de lugar. 



Hola hola ¿como estan? Espero que bien jeje quise dejarles algunos capítulos listos por aca para que vayan teniendo emoción a la historia. 

Por si no la han visto, la Manada Arkala, esta en el capítulo en donde estan todas las manadas, así que pueden ir a verlas. ✨

No olviden dejar sus votos y comentarios.

Besos, Rosslix.

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