Capítulo 13:

Y despertó complacida por las pocas horas que durmió. ¡Valieron la pena cada segundo que pasé sin dormir la noche anterior!. Pensó.

Se bañó, se vistió y luego bajó a desayunar, su madrina ya estaba en el comedor, con su cara de pasa pasada de tiempo, como siempre.

—¡Buenos días, madrina! —saludó.

—¡Buenos días, Ámbar! —contestó seca, sin dejar de mirar su comida.

—¿Saldrás hoy? —preguntó, tratando de sacar un tema de conversación.

—Eso no es de tu incumbencia. —ahora si la miró —Preocupate de tus asuntos. —se levantó dejando la servilleta en la mesa —Me iré a mi habitación, ya me dio jaqueca.

¡Qué raro!. Pensó la muchachita de cabellos rubios.

Terminó su desayuno y luego llegó Tino diciendo que ya era hora de irse al colegio, ella sólo se dirigió al auto, sentándose a la par de Luna.

—¡Hola Ámbar! —saludó con su típica sonrisa.

—¡Hola... Lunita! —fingió una sonrisa.

—Oye... No escuchaste ruidos raros anoche —la rubia se tensó.

—¿Ruidos? —preguntó incrédula —¿Cómo qué?

—No sé —comentó —pero eran raros, parecían voces.  A decir verdad me dio miedo.

—Creo que son sólo imaginaciones tuyas Lunita. Yo no escuché nada.

Después de esa pequeña plática, ambas se quedaron calladas hasta llegar al Blake.

Ámbar fue directo a encontrase con sus amigas, quienes después se fueron a su salón.

—!Chicas, chicas! —llamó la pelirroja distraída —adivinen qué.

—¿Qué tenemos que adivinar, Jazmín? —preguntó Defina con cierto tono de frustración.

—Sí. Decinos ya —esta vez fue Ámbar quien preguntó a su amiga.

—Bueno, —se sentó —hoy, invitaré a Simón para que salgamos a la plaza —mencionó emocionada.

—¡Ni se te ocurra hacer eso! —dijo rápidamente, Ámbar.

—Sí, no lo hagas, ya te dijimos que ese chico no es para vos Jazmín —le dijo Delfi.

—¡Pero chicas...! —mencionó como niña decepcionada —Yo soy la única de las tres que no ha tenido novio en mucho tiempo —se defendió —, Delfi estuvo con Gastón ,que enserio no era par ti ¡Eh!, y Ámbar con Matteo.

—Pero no lo harás —sentenció Ámbar.

—¿Pero por qué?

—No sabías que Simón tiene... —se acordó de las palabras de Luna —Novia —sintió algo dentro de ella, se hacía muy pequeño.

—Es verdad —mencionó Delfi.

—Eso no es cierto —intervino la pelirroja —, eso fue una mentira inventada por esa chica... ¿Cuál era su nombre? ¿Juana? Bueno no sé, el caso es que fue mentira como todo lo que hizo, dicen que engañó a Simón por mucho tiempo, hasta fingió que Luna la golpeó, y Simón se enojó con ella —le brillaron los ojos —. A si que tengo una oportunidad ¿No?

—¿Es enserio todo lo que decís? —preguntó Ámbar.

—Sí, lo es —miró su móvil.

—Pero aún así, no podés salir con él —repitió la de cabellos dorados.

—Pero...

—¡Pero no, y ya! —sentenció.

—Sólo hacele caso, Jazmín —susurró Delfi.

En ese momento llegó el profesor y comenzó con sus clases.

Por la tarde, después de salir del Blake, Ámbar se fue directo al Roller. Por otro lado Jazmín hacía lo mismo, pero la primera en llegar fue Ámbar.

—¡Simón, vení! —lo llamó rápido.

Simón se aproximó a ella, con una sonrisa en los labios.

—Simón, querés ir a la plaza hoy, conmigo —se adelantó Jazmín.

—Ah... —Simón no sabía qué decir, pues la chica distraída lo había tomado por sorpresa.

—¡No! No puede, me enseñará a tocar la guitarra —habló tomando la mano de Simón —¿No es verdad Simón? —preguntó haciendo una de sus sonrisas que ponían nervoso al moreno.

—¿Sí?. Sí, Jazmín, lo siento, será otro día —la miró con lástima.

—Aahhh... Esteee. Ok está bien chicos que la pasen bien —mencionó y se fue.

La de cabellos rubios se sintió mal por su amiga, pero una parte de ella le decía que algo malo iba a pasar si dejaba a Simón con su amiga, lo mejor era intervenir.

—¿Por qué hiciste eso? —preguntó con duda, mientras que Ámbar no sabía que inventar ahora...

Continuará...