Marcando territorio

Okuda encontró a la pareja en medio de la noche y el bosque, nagisa se abrazaba a karma para darle calor recostado en su pecho, mientras que karma permanecía inconciente.
Los ojitos azules de fijaron en okuda que estaba frente a ellos. Subió a karma un poco más hasta su pecho para mantenerlo sobre el como un abrazo.

Y al dia siguiente, el lindo Omega despertó en la cómoda cama del Rey.

-Extrañaba Este lugar -Soltó en susurro nagisa más contento al saber que ya todo iba a estar bien. Y como cada mañana, se encontró con una Rosa roja.- Karma -tomo la rosa y llamó al pelirrojo.-  ¿Karma?.

Volvió a llamar triste al darse cuenta que estaba sólo. O eso creía hasta que la puerta se abrió suavemente.

-¿Me.... estabas llamando? -el suave olor a canela del alfa inundó sus fosas nasales, el Omega se alegró haciendo que su Omega interior aullara de felicidad.

-¡Karma! -Levantó las manos indicando que quería un abrazo de su parte, cosa que no le negó el alfa.-te extrañe mucho~

En aquel abrazo el alfa y el Omega estaban contentos. El Omega quería que le siguiera tocando de esa manera tan cariñosa y el alfa sentía tranquilidad al saber que el menor ya estaba bien.
Se habían preocupado tanto el uno por el otro y aunque nagisa tenía algo de miedo hacia el alfa, no podía negar que se sentía seguro en sus brazos y que no quería irse.

Karma estaba muy contento al saber que el Omega no le tenía miedo.
Más su felicidad cambió a sorpresa al escuchar el suave gemido que salió de él y el dulce aroma de su celo que inundó sus fosas nasales.

-Karma, ah~....

Karma estaba congelado y no sabia que hacer, una parte de el le decía que no y otra le decía que se dejará querer por el Omega que abrió las piernas a la ves que abrazaba con más fuerza al alfa.
Nagisa se dejó caer en la cama sin dejar de abrazar a Karma, dejandolos a ambos en una posición muy comprometedora.

-Esto... Nagisa -El alfa llamo al chico, besaba su cuello y se restregaba allí para Tomar el aroma del mayor rey.- No creo que esto sea correcto...  o... al menos aún no... -ya no sabía que decir, su olor le estaba poniendo duro.

Todo paro en segundos por el fuerte estruendo en todo el Castillo, un temblor se hizo presente y el primer instinto de karma fue ponerse sobre el Omega para protegerlo, soltando fuertes gruñidos.

El temblor se detuvo y toda la habitación se hizo de color morada.
-Todas las unidades a la entrada del Castillo, son ellos; Repito. Todas las unidades....

-Nagisa.

-¿ah? -soltó el Omega.

-¿Estás bien? -preguntó recibiendo una afirmativa.-Voy a volver, quédate aquí.

El alfa le cubrió con las mantas rojas de la cama, el Omega sólo se dejó hacer mientras veia como el mayor iba hacia la puerta apresurado por salir.
Una vez el Omega estuvo sólo no hizo nada más que mirar la puerta, hasta que su interior se contrajo por una onda de excitación.

-¡Ah!~ -y cayó en la sábanas.

Karma estaba nervioso no sólo por lo que acaba de pasar, sino porque estuvo a punto de hacerlo con nagisa. Pero debía olvidar todo para ir al deber.

-Okuda.

-¿Señor?

-Asegura la puerta de Nagisa. nadie sale, nadie entra.

-Ok.

-Y prepárate para deshacerte de ellos, te doy libertad para que los pares.

-Entendido.

Los minutos pasaban y mientras que karma veía a los suyos pelear y se preparaba con sus guardias reales, Nagisa estaba en su habitación escuchando los golpes y explosiones de afuera mientras estaba envuelto en las sábanas.

Después de unas tocaditas, volvió a tener el control de si por sobre el celo pero no quería irse de aquella habitación.  Después de todo el alfa le había dicho que no saliera.

Suspiró acurrucadose en la cama, deseando que su alfa estuviera bien.
Al cabo de un rato nagisa empezó a quedarse dormido.... ¿eh? ¿donde estaba? Era el castillo ¿entonces porque estaba oscuro?.

-¡Omega, por favor abra la puerta!

-¡Omega, todo estará bien, solo abra la puerta!

-¿Pero de que están hablando? -Dijo en susurro nagisa, el castillo temblaba y habas gente afuera tocando la puerta, con tantos diferentes aromas que le mareaban. Miro hacia un lado y allí se encontró con algo sorprendente.

Era una gran burbuja morada que brillaba y parecía estará pegada al techo y al piso, y dentro de esta, estaba ...¿Okuda?... Pero Lucía humana y estaba desnuda.... Y al parecer respiraba, pues burbujas salieron de su boca dando a entender que había agua dentro.

-¿Pero que es esto? -Fue a tocar la burbuja pero se dio cuenta de 2 cosas, una: la burbuja era viscosa y dos: su mano tenía unas largas uñas.

Eso explica cómo llegó allí.... seguro se quedó dormido y su lado salvaje despertó al sentir una explosión y busco un lugar para refugiarse.... al menos se había traído la sábana de karma consigo.
Pero volviendo al tema ¿Que seria eso?....

-¿Qué eres....? -Nagisa se atrevió a tocar una sona seca de la burbuja.

La persona dentro abrió lentamente los ojos, los cuales eran se su totalidad blancos, ella se acercó a nagisa y puso su mano sobre la se nagisa a través de la burbuja.

El color morado se apago y nagisa retrocedió asustado, pero se calmo al ver que este color volvió y que la chica estaba en la misma poción que antes.

-¿Ella era.... okuda?.....

Dejo de ignorar las voces de los sirvientes cuando sintió el aroma de su alfa.
-Nagisa abre la puerta por favor, me dijeron que estabas aquí.

Nagisa abrió la puerta que estaba atrancada y así su alfa pudo entrar. Karma al ver lo No lo pensó 2 veces antes de abrazarlo y sentir su dulce aroma.

-ahhh que alegría, estas bien.

-Si -sonrió el Omega.

-Vamos.... Salgamos de aquí -dijo karma viendo esa gran burbuja que para ser sinceros, nunca había visto en su vida.

El pelirrojo le llevo a su habitación donde el Omega miro por la ventana al reino recuperándose de lo que pido ser una pequeña guerra. Karma se tiró en la cama y nagisa le miro.

-Karma -quizás esta fue una de las pocas veces en la que el Omega le llamaba por si nombre- ¿que fue todo eso? ¿Que fue eso sobre okuda?

El lobo rojo bajo la cabeza sin saber que decirle.

-Sólo tengo la respuesta de una de tus preguntas. -se sentó en la cama junto a él- Bueno-.... -no pudo terminar se hablar cuando el Omega estaba sobre él besando sus labios.

-Alfa~... -Noto que era el Omega interior de nagisa que había salido ante la necesidad del celo.

-Eres un cachorro muy juguetón~

-Juguemos, alfa~ -y nagisa volvió a deborar sus labios.

Continúa

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