Alfa Adinerado y romántico
Cuando karma entró a la habitación y allí vio la linda de imagen de Nagisa acostado boca abajo en su cama, sus labios entre a biertos le provocan y ese sonrojo en sus mejillas le hacían ver tierno. Enternecido el pelirrojo se acercó al Omega liberando feromonas para relajarlo aún más.
Cuando el tiempo hizo que nagisa se despertará por el sol lo primero que noto es que el Alfa pelirrojo estaba sobre el durmiendo, con su rostro en su cuello. Nagisa se sonrojo con fuerza pero se quedó quieto con miedo, por mucho que se lo quería quitar de encima no podía por el miedo que le había dejado el alfa asano en los huesos; ¿Qué tal si su nuevo Alfa fuera como él? No quería ser golpeado o violado.
Karma dormía oliendo el dulce olor a flores de Nagisa, pero en cuanto hubo un leve cambio en ese delicioso olor el Alfa de karma hizo que el sueño se alejara y que despertará a ver que le pasaba al Omega.
-¿Qué pasa Omega? -Pregunto sin saber su nombre y alzando un poco su cabeza para ver al peliazul que parecía asustado- ¿qué sucede?
-¡Perdone Alfa, no quería despertarlo! No quise hacerlo, perdón -Se cubrió esperando un golpe, cosa que no llegó.
-... ¿Cómo te llamas Omega?
-N-Nagisa shiota, Alfa... -Dijo asustado aún cubriendose, ese olor a flores había cambiado a uno más ácido que el Alfa interior de karma quería calmar.
-Un gusto Nagisa -karma aparto la mano derecha de Nagisa para tomarla y besarla, Nagisa le miro muy sonrojado mientras su corazón no dejaba de palpitar- Mi nombre es karma akabane, y espero que nos llevemos muy bien.
Karma junto su frente con la de Nagisa quien sonrojada miro a otro lado sin saber que hacer. El Omega de Nagisa estaba Algo asustado pero reaccionaba contento ante el cortejo del Alfa, quien estaba feliz de haber cambiado el miedoso aroma del Omega.
Karma acarició la mejilla de Nagisa haciendo que le mire, ambos corazones empezaban a acelerarse a la par.
-Vamos a comer ¿si? -Pregunto con una pequeña sonrisa que tranquilizó al Omega.
-H-Hai... -se levantaron de La cama un poco, karma estaba contento hasta que nagisa terminó la frase y noto su aun asustada mirada- Alfa.
Ahora en el comedor nagisa estaba confundido por la gran cantidad de gente que llegaba a poner comida allí y luego se iba.
-Escucha, aquí no tendrás problemas y si algo te molesta o incómoda sólo dímelo ¿si? Si quieres algo pidelo o si tienes problemas Llámame a mi o a mi fiel servidora. -Nagisa estaba viendo el helado de chocolate fresas y vainilla que sería el postre, miro a quien sería su Alfa- Okuda.
Apareció entre una nube negra una demonio con la cual nagisa quedó boca abierta. Sin dudas el castillo de asano no era nada en comparación a este.
-¿Mi señor?
-El es mi nuevo Omega. puedes llamarla si quieres -eso último se lo dijo a nagisa.
-Hai... un gusto se-ñorita... -Dijo nervioso ante la mirada tan vacía de la chica.
-¡oh! Que no te asusté su mirada, ella es así. Es muy sería, y no se ríe de mis chistes -Burló karma calmando un poco a Nagisa.- en fin, ya te puedes retirar. ¡Vamos a comer Nagisa!~
Y empezaron a comer. Luego karma le mostró todo el castillo a nagisa.
-Este es el patio
-Que linda mariposa... ¡hug! -Se asustó por el pájaro que se poso en su cabeza y la mariposa en su dedo.
- Esta es la biblioteca-...
-¡Alfa! ¿¡Donde esta!?
-Ya lo perdí -sonrió con sorpresa, ese lugar era tan grande que si no lo conocías de perdias. Fueron a otro lugar- Y este es el mi patio secreto, no le digas a nadie.
-¿Eh? ¿a-a donde vamos, Alfa?... - los ojos de Nagisa brillaron al ver ese hermoso lugar entre las plantas del bosque.- ¿qué es este lugar?...
Era un lugar muy lindo lleno de mariposas de colores y pasto muy verde, junto a una hermosa cascada y flores de colores. Sorprendido y abrumado tomo la parte baja de la camisa del Alfa que le veía contento.
En ese lugar karma le llevó a cabalgar un dragón celestial, asustado se aferró a los brazos de Rey que le abrazaba sonriente por la corriente de brisa que proporcionaba la rapidez de ese dragón.
-¡Alfa! -Nagisa no estaba hecho para la adrenalina, eso era obvio.
-¡¡Yeah!! -Soltó karma diciéndole a ese dragón de fuera más rápido.
Al final del día se encontraban en el bosque de rosas rojas y lindas mariposas, habían lindos ciervos y algunos ositos en el lugar; karma veía contento la linda sonrisa que nagisa ponía, pero cuando le hablaba nagisa borraba su sonrisa por un nerviosismo.
Eso le dolía a Karma, pero estaba dispuesto a que nagisa le sonriera. Pensando en eso miro al lindo Omega peliazul que acariciaba a un ciervo que pronto se fue, por lo que quedó viendo las lindas mariposas, el Alfa miro a la Rosa en su mano y la cortó para ir junto al Omega.
-ah... Nagisa -llamo por lo que se tenso el pelirrojo.
-¿Si Alfa?-... ¡! -Se sonrojo poniendo ambas manos en su pecho para calmar sus fuertes latidos.
- Me gustas dulce Omega -Dijo el pelirrojo jugando con el cabello de Nagisa mientras le ofrecía una rosa.
-.... a-alfa... -Dijo nervioso, trago duro- Y-yo... am...
-No debes estresarte, cuando estés listo me dices tu respuesta -Nagisa abrió los ojos como platos cuando sintió los labios del pelirrojo sobre los suyos- Vamos a casa ¿si?
Y así volvieron al castillo, pero karma nunca soltó la cadera del sonrojado nagisa.
Al llegar al castillo, como a media noche karma despertó.
-Okuda.
-¿Señor? -Susurró la chica apareciendo frente al acostado pelirrojo que abrazaba a nagisa.
-¿Quién está en mi puerta?
-... El está en la puerta del Castillo, señor.
-Desaste de él.
-Si señor.
Y así desapareció la chica. Nagisa se removió por el frío que pronto quitó karma con su abrazó.
-Duerme pequeño, todo estará bien... -Dijo con amor.
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