Uno: Del libro al avión

Y ese era yo, Peter Carrasco, preguntándome una y otra vez lo mismo: ¿Habría una segunda parte? 

Primero, posponía todo y decía "Uno de Estos Días", pero ahora lo único que suena en mi cabeza es "¿Y si ella olvidó esos días?".  Laura se había ido sin dejar rastro alguno, simplemente desapareció y ni siquiera quiso despedirse de mí. Admito que quería recuperarla, pero no solo eso, quería tenerla de vuelta como la gran amiga que era.

Pero, realmente, ¿qué podría hacer? Lauch se fue y dejó claro en la carta que era lo que quería. Un loco, loquísimo, pero firme deseo. Yo, como siempre, no tenía idea del por qué de las cosas. Ella no tenía una razón entendible para dejarme y desaparecer. Si tan solo hubiera podido estar con ella un poco tiempo más. ¿A quién engaño? Ojalá hubiera estado muchísimo tiempo más con ella, una eternidad.

Lauch era mi vida y se me escapó sin pensarlo, saberlo o aceptarlo primero. Simplemente se fue como un globo. Sabía que debía hacer algo uno de estos días antes de que fuera tarde, odiaba quedarme con brazos cruzados y no tener un plan. Y eso era exactamente lo que me estaba pasando, y en el momento menos indicado. Debía ser rápido o el globo se reventaría.

Quería leer algo en mi cuarto (me ayudaba a pensar) y fui a buscar algo a la librera. De pronto, vi un libro que me llamó la atención: uno acerca de una chica que emprende un viaje de escape a donde siempre había querido ir. La chica tenía tres destinos claros a los que ir y cuando tuvo que partir, aprovecho la oportunidad para cumplir su sueño.

Recuerdo que Lauch me había prestado ese libro para leerlo hacía muchísimos meses, pero no había tenido tiempo para hacerlo, menos en coma. En realidad este libro solo me recordaba que Lauch también había escapado, pero en ese momento creí que era el libro indicado por alguna razón. Y en efecto, sí fue el indicado.

Empecé a leerlo y a decir verdad, Lauch y Alba (la protagonista), tenían muchísimo en común. Alba era un alma libre y decidida, muy independiente. El clímax inicia cuando su casa se derrumba y debe partir a otro lado antes de que la guerilla la mate, empieza a trabajar en un pueblo duramente y logra viajar hacia sus 3 destinos soñados: Brasil, Argentina y Francia.

Sus elecciones fueron muy particulares, yo nunca había pensado en viajar a América para ser sinceros. En cambio, siempre fijaba mi mente en Francia y España, pero hasta ahí. Me quedé leyendo el libro un par de horas seguidas, cuando me al fin se me prendió el foco y analicé.

Encontré un mapa en la última página con unas X en él y me puse a pensar, ¿y si esto me da una pista? Creí que esto podía ser un buen indicio, o quizás yo estaba de mente, pero igual era un tal vez, no un no. Encontré una nota de Lauch una página que decía: "Allá vamos", justamente en Brasil, el primer destino al que me embarcaría en busca de Laura.

—Alex, debo hablar contigo —dije entre decidido, nervioso e indeciso—. Me alegro de verte. ¿Recuerdas que me hablaste acerca de unas vacaciones y te dije que con esos 5 meses era suficiente?

—Hola, amigo—dijo con cara de extrañado—. Sí, lo recuerdo muy bien, y aún lo creo de verdad, necesitas despejarte. Quizás quedarte en casa viendo películas, a un hotel cercano, o quizás a casa de tus padres.

—¿Qué tal Brasil? —propuse.

—¿Espera qué? ¿Es broma?

—Como lo escuchas, quiero viajar a Brasil. 

—Sí es lo que deseas, pero, ¿no te parece precipitado?— respondió no muy convencido—. Yo te cubriré el tiempo que quieras, la última vez que alguien te cubrió, mira cómo salió. Pero solo si estás seguro ya que debes cuidarte.

—Sí, más seguro que nunca, antes de olvidar esos días. Sí, cúbreme en lo que puedas, y si me cuidaré, no tengo 5 años.

Y así fue como decidí partir, la verdad es que no tenía idea cómo en un inmenso país que no conocía iba a poder encontrar lo que buscaba. En verdad, estaba loco, pero sabía que podría encontrar a Lauch en ese lugar y mostrarle que estaba vivo y traerla de vuelta. Aunque no contaba con que traerla de vuelta fuera difícil. No lo sería, ¿verdad?

Me iba en un par de días, y ya estaba todo listo. Me llevé el libro con el que empezó mi muy loca, pero posible idea. Creía que quizás ayudaría en algo en el camino o  me apoyaría a encontrar alguna pista. No sé porque conocer a Laura así de bien me abría caminos hacia el destino. Sabía que le encantaba la música y los desfiles, así que la iría a buscar a un carnaval gigantesco.

Sabía que era precipitado, así que debía trazar un plan o sería un completo fracaso. Empecé por buscar hoteles en Río de Janeiro y en aprender un poco de su cultura y qué cosas no debía hacer por nada del mundo. Nunca me interesé mucho por los partidos de fútbol, pero se me antojaba ver a Brasil y Argentina peleando por un lugar en el mundial.

Empecé a buscar información y poco a poco, descubrí el camino que Lauch podría haber tomado: el mismo que Alba. Me encantaba la personalidad de Alba, porque era igual de decidida y perseverante que Lauch. Los escenarios de las dos eran completamente distintos. Podría decirse que lo de Lauch era un capricho y lo de Alba era una necesidad, pero al final de cuentas las dos tenían un objetivo.

Sabía que encontrar a Lauch no sería fácil, pero debía intentarlo. No entiendo como no dejó en la nota por qué se iba en realidad, qué  fue lo que hice mal o si volvería pronto. Ahora comprendo que hubiera sido aún peor que lo dejara en la carta. La verdad es que hubiera preferido otra cosa que una carta, pero la obstinada no se esperó y terminó conmigo. Creo que Lauch terminó conmigo así de cruel porque creyó que moriría y no podría leerla jamás.

No quería que pareciera una obsesión hacia Lauch, simplemente era una persona importante en mi vida y no la podía perder. Sí, ya sé, por su culpa casi me desconectan, pero de vez en cuando todos metemos la pata muy fuerte,  y sabía que no era su intención. Claro, que me ponía enojadísimo al recordarlo, pero era cierto.

Alex creyó que ir era demasiado precipitado y arriesgado debido a mi condición, y Maya empezaba a sospechar qué era lo que quería hacer, pero la verdad no me importaba. Todo me daba igual en ese momento. Tuve que contratar a un guía turístico porque de lo contrario, me perdería en la selva y ahí sí que sería algo muy, muy malo.

—¿Hablo con el señor Carrasco? —me saludó una señorita—. Mi nombre es Cora.

—¿Para qué desea hablarle? —debo admitir que a partir de aquella vez, toda gente desconocida era un sospechoso de cualquier cosa. Ya sé que era un poco exagerado, pero así se sentía después de haber estado inactivo 5.5 meses. Me había puesto como hielo  o roca a decir verdad. Me había vuelto un caballero rudo y con armadura.

—Me dijeron que necesitaba un guía turístico. —explicó.

—¡Oh! Sí, sí, disculpe. Ese soy yo y sí, necesito un guía turístico lo más pronto posible.

Agarré el teléfono como que si fuera un arma ya que ahora no confiaba en nadie. ¿Un poco extremo, no? Demasiado a decir verdad. Contraté a Cora, quien además era española, así que ayudaba bastante. Escuché que era muy intuitiva y hacía que entendieras todo del lugar y que quisieras regresar al mismo. Si conocía el país, podría ayudarme a unir las pistas y buscar.

 —¿Estás seguro de esto? —preguntó mi mejor amigo.

 —Sí, así es.—respondí.

Y así fue como me despedí de mi mejor amigo en busca de la princesa perdida, la única diferencia era que yo no tenía una zapatilla con la que encontrarla. Más bien era un mapa intuitivo, no estaba seguro de nada, pero mi instinto me decía que iba bien. Lauch trataría de despistarme tan bien que usaría algo inimaginable para partir. Mi mapa era su libro preferido, y ella no contaba con que yo la conociera tan bien como para seguir sus indicios tan cautelosos.

Mi objetivo era encontrarla y traerla de vuelta, pero no estaba de más disfrutar del increíble Brasil. Sabía que no iba a lograr nada si no llevaba a alguien que conociera Brasil como Cora y tampoco si no tenía la menor idea de alguna palabra, tradición o cosa que cualquier turista debería saber. 

Gracias a mi investigación sabía que era casi imposible encontrar a un brasileño introvertido, o a uno callado. Parece que en Brasil aumentan mucho los decibeles en cualquier situación. ¡Como con Molly! Tenía planeado encontrar a alguien y poder comunicarme en inglés, pero al parecer no muchos brasileiros lo hablan, se enfocan más en su idioma natal. Curioso, ¿eh?

También sabía que debía estar preparado en cuanto a temas del fútbol, la bulla del ambiente, el calor, lo tropical, los saludos de la gente demasiado amigable y el ritmo. Podía hacerlo, ¿verdad? Sí, ya sé, cualquier persona amaría ir a Brasil, pero después de todo lo que leí, no sabía si me encantaría. Tampoco estaba preparado para la selva y sus animales y características, pero creo que valdría la pena. (Si es que la encontraba ahí.)

Estaba listo, o al menos eso creía. El camino era bastante largo, debía ir con Cora y no estaba acostumbrado a subir a los aviones. A decir verdad, lo más probable es que me desequilibrara. No era algo muy bonito que se diga, el estómago se me revolvía a cada rato y la verdad es que más si estaba tan nervioso como en ese momento.

 Estuve en el aeropuerto como dos horas antes del vuelo, y resulta que se retrasó por el clima, casi dos horas más. Menos mal solo fueron dos más. Me subí al avión y no podía con la ansiedad, estaba demasiado nervioso y mis manos estaban sudando. Abordé el avión y me puse al lado de Cora.

Cora era pelirroja, bastante alta, con unos ojos verdes particulares, un gesto de espíritu libre y una forma de vestir muy suya, jamás había visto algo similar. Se veía que Cora era amigable y buena, pero siempre tenía dudas de todo. Siempre me pasaba que cuando conocía a alguien, me quedaba mucho tiempo callado y de la nada la conversación era iniciada por algo extraño, eso no era buena seña para mí. El vuelo no estuvo tan mal. Pude ver una par de películas, dormir y hablar. El viaje fue largo, 9 horas, quizás 10. Después de mucho tiempo, Cora Watson me dirigió la palabra.

—¿Te gusta esa película?—preguntó asombrada—. Me encanta esa saga de películas, la veo siempre con mi hermano menor.

—Oh, sí, de hecho sí me gusta mucho—contesté, un poco tímido—. Con Molly.

 —¿Tu novia?—preguntó curiosa.

—Oh, no, no—contesté—. Molly es mi hermana menor.

 —¡Oh! ¡Ya entiendo!—respondió.

Y así fuimos hablando, descubrí que ella también amaba Mondays. ¿Increíble, no? Como ya todos saben Mondays es de lo mejor que existe en el planeta. Me ha encantado encontrar a otra persona que también le gustara Mondays.

En el camino empezó a llover un poco, pero después se calmó y todo terminó bastante bien. Leí un poco más del libro que sería mi guía para el examen. Era muy metafórica esa pista, pero debía seguirla. Lauch era muy lista, y ella también me conocía y sé que sabía que tarde o temprano la iba a encontrar. (Mejor si temprano, quiero regresar a BOF.)

Cuando pasé por uno de los lugares del avión, vi que había una entrada al concierto igual a la que le iba a dar a Lauch. Tenía un punto azul como el que le había hecho anteriormente para tenerla ubicada. Las había perdido cuando estaba en coma, no recordaba dónde rayos las había dejado. ¡Lauch estaba cerca y había tomado el mismo avión que yo!

Estaba tranquilo y pacífico, cuando de pronto recibí un mensaje que decía: "Aún te quiero, Pete". y venía de España. ¿Qué rayos estaba pasando? ¿Quién estaba mandando esos mensajes? ¿Desde España? Debía hacer algo para evitar que algo me distrajera. En el libro, Alba manda una carta para despistar al gobierno. ¿Será que Lauch estaba enviándome mensajes y despistándome por algo o alguien más estaba jugando conmigo? ¿Jessica y Carmen, de nuevo?

—Hola, Alex —llamé al teléfono—. Necesito que rastrees las coordenadas que te envié, alguien se ha estado divirtiendo conmigo.

¡Hola, hola! Llegó el 5 de enero y con él, el estreno que tanto ansiaba. ¡Estoy muy emocionado!¡Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta secuela! Por favor, no olviden votar, comentar y compartir si ha sido así. Dejen en los comentarios si hay algo que les gustó mucho o pareció interesante o les causa duda, o también si hay algo que no les gustó tanto. También comenten si tienen alguna predicción para los siguientes capítulos. No olviden pasarse por el reparto de "Uno de Estos Días". disponible en el perfil, coméntenme qué les parece. ¡Feliz año nuevo para todos! ¡Bendiciones para todos ustedes!

¡Muchas gracias por leer ¿Olvidas esos Días?! Y no olviden que después de un vuelo, hay un destino. ¡Qué tengan una feliz mañana, tarde o noche.

Gracias miles a @tellmepri por el extraordinario banner para el perfil, el que ven arriba. ¡Muchos éxitos para ti en este 2022!

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