Ella se encontraba sentada en su correspondiente pupitre, esperando nuevamente la entrega de un examen. 

¿En serio profesores? ¿Era necesario someter a los alumnos a pruebas de temas de mayor dificultad a semanas de los exámenes finales?

Era lo que por lo menos ella se preguntaba.

La evaluación se le fue entregada. ¿Un diéresis? no estaba mal para ser un examen que requería de memoria habilidosa.

Ya se habría hecho costumbre de todos no estudiar para los exámenes de aquel curso. Sin embargo, este caso fue algo particular: Nadie sabía del dichoso examen. Que dejaría como consecuencia una cantidad exagerada de calificaciones bajas y, ¿quién sabe? alumnos en el curso de recuperación.

El destino fatal que no quería para su ''ser querido''.

Ella se encontraba distraída, revisando algunos pequeños detalles de aquella prueba.

En ese instante, esa persona especial se acercó a ella de una manera nada sospechosa. 

Cuestionó sobre la calificación de su compañera, ella le respondió con su calificación; un dieseis.

Al terminar de responder, él se fue.

La chica no supo como interpretar la situación. ¿Fue preocupación o simple curiosidad?

Tantas cosas habían pasado hace apenas unos meses que no sabía como analizar aquellas actitudes o preguntas que no eran usuales.

Y eso sólo la dejaba más confundida.

No obstante, ella continuaba con la idea de que él se preocupaba por su bienestar.

¿Pero que tan cierto llegaría a ser eso?

« ¿Cariño, compañerismo u odio? vivo cambiando mi opinión con respecto a las tres alternativas»