« Diez »

En fin, yo me encontraba siguiendo mi rutina diaria.

Levantarse a medio día y esperar el desayuno, hablar con algunas amigas por medio de mensajes de texto mientras probaba un bocado de mi pan cada mañana. Eran vacaciones, la tercera semana de hecho. No tenía ninguna preocupación. Buenas calificaciones, días enteros para realizar mis actividades con libertad, madrugadas para seguir despierta sin pensar en las clases del día siguiente.

Este verano no sería perfecto. Hacía las cosas que me gustaban, pero no era suficiente. Por lo menos para mí, no tengo idea de cómo estás tú ahora. Haciendo lo que te gusta, y supongo que algo más productivo que estar sentado enfrente de una pantalla toda la tarde.

Hemos perdido el contacto por mensajería, aunque a decir verdad siempre fue así.

Aún recuerdo las pequeñas pláticas, me contabas algunas cosas de tu vida, yo no podía evitar sonreír cada vez que volteabas a llamarme para decirme cualquier cosa.

Era inevitable. Me sentía especial, ya que ahora... sí me hacías caso.

Es lamentable que haya perdido el interés de a poco debido al pensamiento de que no llegaríamos a ser nada más que dos compañeros de clase que se pasan la tarea y ayudaban con algunos temas.

Y míranos actualmente, por lo menos logramos la primera fase de amistad. Algo que yo creí imposible.

Estuve viviendo en un sueño, una fantasía. Siempre debí haber dado el primer paso. Cuando confesé que me gustabas, tú no tenías idea de que había sido. Es más, ni siquiera hablábamos demasiado. Ni siquiera eramos amigos, sólo compañeros de clase. Conocidos.

No sabes cómo me encantaría regresar en el tiempo, corregir todos esos errores y palabras que me alejaron de ti en un principio. Gracias a mi torpeza, no pudimos ser algo antes. 

Como desearía que esa despedida se extendiera más, no sólo miradas de <<Tendré que soportarte el año siguiente>> Bueno, esa fui yo. Me gustaría un abrazo tuyo ahora, no los que te retaban mis amigas. Quiero que esta amistad no quede estancada en el primer año de secundaria.

Es lo menos que quiero. No quiero perder lo poco que logramos.

Una noche, me cuestioné: ¿Que pasará el siguiente año? Ya vamos a madurar, con un año repleto de sorpresas, retos y más exámenes de comunicación difíciles.

Cada alumno estará en una sección distinta, con un maestro distinto, con compañeros distintos.

Y ahí vino mi preocupación... Es muy probable que nos separen en distintos salones. De seguro tú estarás aliviado, a decir verdad, no creo que me soportaras otro año. 

Voy a extrañarte eh, espero no ser reemplazable...

Tengo miedo de perderte, que todo haya sido en vano, que próximamente consigas a alguien más con quien hablar en el salón.

¡Quiero mantener esta amistad! ¿Es tanto pedir? De seguro te saludo y me preguntarás:<<¿Quien eres?>>  Ok, no creo que pase eso.

Justamente nos volvimos amigos a dos semanas de que el año escolar concluyera. Mejor suerte no pude tener.

Me diste una enseñanza, algo que otro chico no pudo darme indirectamente. 

No dejes ir a un posible amigo

Está claro que no voy a poder olvidar eso.

¡Gracias compañero de clase! espero que no olvides a la chica torpe de anteojos rosas que se sonrojaba cada vez que hablaban de ti y que sacaba bajas calificaciones en quinto grado que terminó yendo a vacacional.

La chica que pudo decirte indirectamente todo es posible

Ya te olvidé.

Te olvidé para comenzar otra vez, ahora sí con los pasos correctos.

Tal vez, sólo tal vez, podemos ser algo más adelante.

No voy a forzar a el futuro, dejaré que las cosas flujan por su propio carril.

Después de todo...

Aún nos quedan 4 años más.

¡Te veré el próximo año, amigo!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top