Capítulo 10
Min Yoongi POV.
Recargo con vacile el peso de mi espalda en el respaldo de la silla escolar cansado de la lección de química, tan solo faltan cinco minutos para que el timbre suene anunciando el fin de la misma una vez, lo sé porque en la pizarra digital puedo ver la hora posicionada en la esquina inferior.
Miro a mi alrededor por unos instantes y en seguida me doy cuenta de que ninguno de los presentes se atreven a hablar, y me atrevería a decir siquiera a respirar, para no hacer ruido.
Sonrío levemente con autosuficiencia sabiendo que lo hacen por mí.
Hay muchas ocasiones en las que he dejado muy claro que odio que emitan sonidos innecesarios en medio de las clases, si ya me molestan los profesores hablando continuamente sin descanso, cuando los alumnos también charlan entre sí sin permiso del docente, la poca paciencia que la vida me ha brindado se colma.
Creo que desde el día que le rompí la nariz a un chico que no paraba de molestar en clase interrumpiendo y hablando, los demás ya han pillado con éxito que deben guardar silencio cuando yo esté presente.
Sin embargo, pronto una voz que no es la de la profesora Manoban, resuena en mi oreja izquierda.
—Yoongi. —Mi nombre suena en la voz más dulce y perfecta que tengo el placer de escuchar todos los días.
Bueno mira, me molesta que hablen los ineptos con los que comparto clase... menos cuando se trata de Jimin. A él sí se lo permito.
Ladeo mi cabeza a su dirección y él capta que estoy esperando a que prosiga.
—¿Vamos a ir al público para estar con nuestros amigos? —De nuevo habla en voz baja para no llamar la atención de la que está dando clase.
La forma en la que baja su mirada levemente y sus mejillas se tornan ligeramente rosadas por nuestra cercanía al estar sentados con mesas juntas, me hace querer tocar sus mejillas. Sin embargo me contengo manteniendome en mi postura fría de siempre.
Al analizar la pregunta y deshacerme de los anteriores pensamientos, frunzo mi ceño al no entender muy bien porqué pregunta eso si estamos yendo todos los días allí para pasar tiempo con los chicos.
—Claro. —Digo sin pensarlo dos veces.
—Perfecto. —Su suave voz resuena en mis oídos deleitandome.
Si hay alguien en el mundo a quién podría soportar escucharle todos los días, sería sin duda al precioso chico frente a mí.
Dios, me estoy volviendo un blandengue por culpa del amor.
El timbre resuena en la institución indicando el receso. Ambos comenzamos a recoger nuestras cosas, y una vez listos salimos del aula dispuestos a irnos al Insituto que se sitúa justamente en frente, el público donde sigue mi banda y los demás.
Al pasar por el pasillo, un grupo llama mi atención, son los "matones" de pacotilla del lugar, los que se creen tener a todos bajo su control, a todos menos a Jimin y a mí, ya me he enfrentado con ellos en varias ocasiones para dejarles claro que nosotros dos no somos un blanco asequible.
Les fulmino con la mirada y me entran unas ganas increíbles de partirle la cara a uno de ellos que se queda viendo al que camina a mi lado.
Estoy apunto de acercarme al estúpido que se ha atrevido a mirarlo, pero pronto noto una pequeña mano ceñirse en mi muñeca frenandome.
—No pueden expulsarte ni una vez más, ya te has metido en muchos problemas Min. —Noto como Jimin quiere que entre en razón.
Gruño levemente y decido dejarme llevar lejos de ahí por él, antes de hacer algo que me vuelva a meter en problemas.
Salimos del lugar no sin antes haber tenido que informar al conserje que vamos a salir durante el descanso.
Al llegar al Instituto en el que nosotros ya hemos pasado algunos años de nuestras vidas, y donde ocurrieron cosas de lo que no estoy realmente orgulloso, el conserje nos deja pasar cuando ve el escudo en nuestro uniforme, sabiendo que no nos puede frenar, quizá sea algo bastante desagradable, pero los privilegios existen desde que se creó el mundo.
Tras ello, seguimos hasta llegar a la cafetería.
Pero mientras caminamos hablo serio a Jimin.—Esos idiotas durante mi ausencia no se han vuelto a acercar a ti, ¿no?
Parpadeo cuando se queda pensando en mis palabras por unos segundos para luego responder apresuradamente.
—No.
Sonrío falsamente dando a entender que jamás me va a poder mentir y en seguida lo suelto para que se dé cuenta que no soy estúpido.—Mientes.
Él bufa y se coloca bien la chaqueta del Instituto de riquillos al que ambos acudimos gracias a mis padres.
—Sé que no te puedo mentir Yoongi, siempre me pillas, no es justo. —Contesta quejándose aniñadamente.
—Lo tierno no va a hacer que no me digas la verdad. —Digo sorprendiendome por lo hablador que estoy hoy, nunca he sido un chico de muchas palabras, pero con Jimin todo es muy diferente, demasiado.
—Vinieron a los vestuarios a intimidarme, pero me defendí.
Presencio la sinceridad reflejada en sus orbes y asiento satisfecho de que haya demostrado que es alguien que ya no puede ser molestado.
Pronto ya nos encontramos en la cafetería que está aún vacía debido a que los horarios de la institución donde estudiamos difiere un poco con la de esta, así que podemos pedir la comida tranquilos.
Una vez con las bandejas en nuestras manos, nos dirigimos a la mesa que siempre solían ocupar los Gángsters en el pasado, mesa que ahora todos compartimos.
Es porque Jimin ya está acostumbrado a ese lugar y se siente cómodo ahí, mientras a mí no me importa si cabemos todos.
El timbre que da finalizada las clases de aquí, resuena y pronto se llena de estudiantes hambrientos.
Noto perfectamente como algunos siguen mirándome con temor, después de todo los Bullies hemos dejado huella, y aunque suene duro, prefiero que me teman a que no me respeten.
Mientras el rubio a mi lado come sin prestar atención a su alrededor, sé que él es fuerte además de valiente, pero el socializar o tener a muchas personas a su alrededor nunca ha sido su fuerte, menos sabiendo todo lo que alguna vez le atormentó en un pasado.
—Ya estamos aquí. —Una voz llena de vitalidad suena, es Jin acompañado de los demás.
Comienzan a sentarse, Hoseok a un lado de mí, Woozi y Hann contiguamente al lado de Jimin y los otros se colocan aleatoriamente en los sitios.
—Nunca jamás vuelvo a salir de fiesta contigo Seokjin. —Y me doy cuenta que cuando Hoseok dice el nombre completo del otro rubio es porque que ha ocurrido algo.
—No es mi culpa que acabaras borracho y bailando encima de un bafle de música Hoseok, superalo.
—Fue tu culpa, —gruñe entre dientes el mencionado.—Vamos Hoseokie, una copita más no te hará daño. —Bufo al escuchar como el castaño intenta imitar la voz de Jin.
—Yo no hablo así. —Se defiende rápidamente.
—Sí lo haces. —Contestamos toda la mesa al unísono.
—Bueno, como sea. —Rueda los ojos.
—¿S-Sabéis dónde están Hye, Jungkook y Namjoon? —Esta vez es Woozi quien habla y todos los restantes negamos.
—Esos tres se están haciendo con la historia entera. —Suspira Jin y los otros le miran extrañados, incluso yo.
—¿Otra vez viendo Netflix hasta altas horas de la noche? —Pregunta Jimin al que ha hablado dramáticamente sin sentido alguno.
—La duda ofende. —Contesta burlón el último.
.
Maratón 1/2.
Muchísimas gracias por leer.
Lo que ha dicho Jin ha sido para dar un toque humorístico🤣💕. Os amo.
Capítulo Yoonmin porque se lo merecen, aún queda por profundizar un poco más en ellos.
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