Capítulo 57
Masajes y misión.
Las semanas se transformaron en meses y las temporadas seguían su curso, la información nueva
seguía llegando a oídos de la Haruno que rectificaba una y otra vez su informe mientras la lluvia
caía en el exterior del hospital general de Konoha; en el pasillo exterior de su oficina, tres chicas
abrían la puerta con suavidad para ser capaces de observar a la chica que se mataba estudiando.
—Debemos entrar. —informa entre su preocupación la chica de coletas —Ella no ha dejado de trabajar desde el inicio del año, ya estamos a mitad del año y Sakura no ha salido del hospital para nada.
—Mis amigas enfermeras me dijeron que ha cancelado todas sus citas y está completamente centrada en su proyecto con ese pequeño niño, según me dijeron ha hablado con el director del hospital y le ha pedido que le permita seguir con su estudio.
—Shikamaru me dijo que lo están dejando pasar porque con ese estudio completo podrían ganar bastante dinero, pero… —vuelve la mirada sobre sus amigas cerrando la puerta —si ella sigue rectificando el estudio es muy posible que dejen de apoyar el proyecto y cancelen todo. —suspira
cruzando los brazos —Posiblemente Kakashi, o Shikamaru vengan a hablar con ella cuándo crean
conveniente terminar con todo.
—Disculpen. —detiene su andar mirándolas —Necesito pasar… —señala la puerta con el mentón.
Las tres chicas se observan y al segundo se disculpan para quitarse del camino y dejar entrar al
joven adolescente. El toque de la puerta es seguido por el sereno rostro de Reiji que se asoma por la leve abertura de la puerta, Sakura sonríe al verlo y luego de suspirar deja su pluma aun lado.
—Entra.
—Claro, traje tu comida, Yuki despertará en dos horas más… —toma asiento en el sofá.
—Si, lo sé, estoy… —observa los documentos.
—Ya lo sé.
Ella sonríe asintiendo a la contestación del joven para luego centrar su atención en los platillos que le habían llevado; mientras ella se asegura de comer un poco Reiji observa como la puerta de la
oficina se abre de manera sutil para permitir que las chicas del exterior miren a su amiga, sin poder evitarlo Reiji dirige la mirada sobre aquella mujer, su cabello rosa ahora no estaba nada aseado y era adornado por trozos de papel junto con restos de comida, galletas más que nada…
además su pálida piel estaba mucho más traslucida que antes, se veía agotada, sus ojos estaban caídos y una sombra dibujaba las noches de insomnio que había pasado en los últimos meses, la luz natural que desprendía… había desaparecido.
—Estoy agradecido de que lo estés intentando tan duro para buscar una solución al problema de Yuki.
Ella eleva la mirada masticando con calma mientras lo observa y escucha. Reiji suspira uniendo sus palmas para luego bajar la mirada mostrándose incapaz de verla tan sombría.
—Pero estoy preocupado. Lo últimos meses te la has vivido aquí metida, has traído tus cambios de ropa y ahora vives más en esta oficina que en tu apartamento… —observa la habitación —y no necesito decirte lo mal que se ve todo esto, el lugar se encuentra hecho un asco, tus apuntes están regados por todos lados…
—Me descuide un poco solamente… —vuelve la mirada a su comida —me asegurare de limpiar, luego… con más calma. Aún tengo cosas que hacer.
—No. —muerde su labio inferior entre su levantar — ¿De verdad crees que lograras algo de este modo? Sé que aprecias a Yuki y seguramente eres alguien que cumple su palabra a pesar de todo, pero… —detiene sus pasos frente al escritorio —te encuentras perdida, confusa y estás dudando totalmente de ti. Has cambiado esos documentos cientos de veces mejorando cada mínimo
defecto hasta hacerlo sumamente complicado para otros profesionales y… quizá, hasta para ti misma. —inhala profundamente —En tres días Kankuro san regresará aquí para dar el visto bueno a seguir con el procedimiento, lo que has estado retrasando tanto, está por llegar, y no creo que estes preparada para eso.
Ella separó los labios y al segundo, de sentir como sus lágrimas intentan salir de su rostro, aprieta los labios elevando la mirada; era consciente de todas esas cosas, de todos esos errores, de ese miedo… pero no quería dejarlo ir, porque si lo dejaba ir posiblemente Yuki terminaría herido nuevamente, al inicio ella había caminado con tanta confianza creando todo ese procedimiento
que lo llevo hasta esa… situación.
—No lo estoy. —tragando grueso se pone en pie —Necesito ir a casa y dormir, dormir… y luego pensar, y luego… analizar, y… —niega —sé que no lo estoy.
La puerta se abre dejando ver la preocupación en la mirada de sus amigas, pero Sakura es incapaz
de verlas y mantiene la mirada sobre aquel muchacho al cual había decepcionado.
—Sé que lo estás. Eres increíble Sakura Haruno, desde que llegué a esta villa solo he escuchado
maravillas de ti, tanto como médico, y hasta como persona… —asiente —eres maravillosamente inteligente y capaz, fuerte. Tienes que superar este miedo y hacer lo que mejor sabes. Yuki
despertará… —sonríe —y estoy seguro de que no estará ansioso de verte tan desarreglada y temerosa de él y su situación.
—Él siempre… les dice lo linda que me veo —sonríe bajando la mirada —él… —asiente frotando su nariz —tienes razón Reiji, necesito centrar mis pensamientos y hacer esto de una vez… —extiende los papeles con la palma de su mano sobre el escritorio —esto… ya es perfecto, he añadido la
información necesaria, de hecho… —inclina el cuerpo para ver los papeles —tienes razón, debo quitar algunos de esos estúpidos arreglos… —ríe elevando la vista sobre el muchacho —porque ciertamente, no podre con ellos.
—Primero que nada deberías ir a descansar un poco.
Sonríe en un asentimiento —Bien, así lo haré.
Con pasos decididos toma algunas de sus cosas para tomar dirección a la salida de aquella oficina mientras sus ojos se centran en el desastre de aquel lugar, pero sus pasos se detienen cuando se percata de tres presencias en su camino.
—Oh, chicas. —sonríe —Apenas voy a casa, Uh… ¿Están bien?
Un fuerte abrazo termina sobre la joven chica que simplemente ríe, estaban preocupadas por ella. Al separarse las tres le dicen que se encargaran de asear la oficina mientras ella va a descansar un
poco, de lo siguiente que se percata es de la presencia de un hombre conocido delante de su apartamento, su mirada perdida se eleva desde los pies al rostro de aquel hombre.
—Kakashi —sonríe — ¿Necesitas algo?
— ¿Y tú?
—Posiblemente dormir y darme un buen baño —ríe con vergüenza entre el rascar de su mejilla —quizá tomar un poco de té relajante también.
— ¿Me permites ayudarte con eso?
— ¿He?
—Quiero ayudarte.
— ¿Y qué harías? —cruza los brazos mostrándose divertida —Yo bien puedo hacerme cargo de poner un poco de agua para té, bañarme y entrar a la cama a dormir.
—Estás desmayándote de sueño Sakura, ni si quiera escuchaste cuando los chicos te llamaron en
la calle y el tiempo que te seguí… es peligroso dejar encendida la estufa mientras tomas un baño, además… —empuja levemente el hombro ajeno haciéndola tambalear —es peligrosa la idea de entrar así de cansada a tomar un baño relajante, que la verdad no creo que vayas a tomar, estas tan exhausta que posiblemente solo entres y termines desmayada sobre el piso frío.
— ¿Qué? No… eso no pasará. —adentra la llave en la cerradura —Tienes cosas que hacer, así que
regresa a la oficina.
—No es así, no tengo cosas que hacer y por eso mismo he venido aquí.
— ¿Cómo podrías no tener cosas que hacer? —abre la puerta comenzando a sacarse los zapatos —Eres el Hokage de esta villa, tienes muchas cosas que hace… ¡Wow!
Entre el intento de sacarse los zapatos había perdido el equilibrio y casi había caído de cara al suelo de no ser porque aquel hombre la sujetó de sus prendas. Entre su sorpresa vuelve la mirada dedicándole una sonrisa apenada.
—Gracias.
Suspira —Vamos ya. —cierra la puerta —Aunque no me lo permitas, ya he entrado a tu casa y voy a ayudarte en lo que me sea posible. —expresa de manera firme quitándole la sudadera para dejarla sobre el perchero junto a su bolsa y la mochila de su hombro —Tuviste suerte de salir cuando la lluvia ceso un poco, pero llevas una ropa tan ligera que es posible que pesques un resfriado por este clima algo frío… —empuja su espalda guiándola al interior de la casa —entra al cuarto de baño y toma una ducha caliente, trata de no dormirte… —jala suavemente la liga de su
cabello hasta liberarlo —deja tu ropa fuera… mientras tomas un baño pondré el agua para el té y voy a meter toda tu ropa a la lavadora.
—De verdad no necesitas hacer eso. —vuelve levemente la mirada —Te he dicho que puedo hacerme cargo Kakashi.
—Y yo te digo que no me marcharé de esta casa hasta que estés dormida en cama.
En la puerta hacia el cuarto de baño, ella se detiene girándose con dirección al hombre que invadía
su casa; Kakashi lucía tranquilo, y no se había percatado de ello por lo cansada que se encontraba, pero estaba usando ropa casual. Su sonrisa crece mientras su mano se adentra en sus desastrosos cabellos.
—Gracias por preocuparte.
[Mañana siguiente]
Sus ojos se abren con cansancio mientras su mirada se centra en el techo oscuro sobre ella, aunque no era de noche, por la ventana se podía apreciar la luz solar chocando desde el exterior, y con solo percatarse de ello comenzaba a quejarse girándose de costado hasta arrasar con las cobijas a sus pies; estaba exhausta, completamente cansada por los días de desvelo a los cuales se había
sometido, ni siquiera estaba segura del día ni la hora que era, pero posiblemente era la tarde… el
sol en la ventana se veía un poco anaranjado.
—Qué maldito cansancio —gira hasta tener el rostro contra la almohada —desvelarse duele demasiado…
Sus ojos exhaustos se cierran por un gran rato, y al bostezar decide volver a intentar ponerse al día, delante de ella puede apreciar una charola de comida sobre su escritorio, así que se levanta manteniendo las rodillas sobre el colchón observando la nota entre los platillos que sus manos no dudan en tomar.
—Cómo lo prometí… —frota sus ojos —me voy apenas te caigas dormida, solo me quedé un poco para preparar esta comida para ti, calienta todo cuando despiertes y come bien. Kakashi…
Su mirada sube mientras intenta recordar lo que había ocurrido el día anterior, pero parecía algo imposible, no recordaba más que partes de una charla. Aun entre su cansancio decide ponerse en pie y seguir las instrucciones de la nota para salir con la charola en manos hacia su cocina. Al estar en la sala puede ver su ropa limpia colgada con mucho cuidado… los tratos limpios y la estancia impecable. Ella sonríe.
—Eres tan bueno conmigo, al punto de que me haces sentir mal.
Luego de la comida deja escapar un suspiro de su boca, y entre un nuevo bostezo toma camino hacia su habitación observando como las luces de las calles comienzan a encenderse. Deja caer su cuerpo en la cama y extiende la mano hacia la nota que había dejado sobre su mueble de estudio para así observar la caligrafía de aquel hombre… y de ese modo dejar fluir la calma por su pecho; las dudas que alguna vez sintió por aquel hombre, la inseguridad que desarrolló hacia él, todo eso se había evaporado mientras la calma del inicio de su relación era capaz de llenarla.
—Quizá… es mejor la amistad entre nosotros. —ríe levemente recostándose de costado —Al
menos así me siento tranquila teniéndote alrededor, al menos eres como un muy buen amigo… —
cierra los ojos —sé que has mejorado desde que nos separamos Kakashi, te has… vuelto el hombre que fingías ser, pero… ahora mismo no quiero perder mi tiempo en un posible talvez. Pronto. Déjame arreglar todo con Yuki y hablaré contigo cuanto antes, dejaremos todo claro… —abre los ojos analizando la nota sobre la cama —y pondremos el punto final a lo que dejamos inconcluso.
[Día siguiente]
Las tres diez de la tarde, el cansancio era mucho menor comparado al inicio, y luego de despertar un poco terminó animándose a tomar una ducha fría para relajar un poco el cuerpo, preparó el desayuno he hizo un poco de ejercicio en casa, pero un toque a la puerta la hizo detener su
pequeña rutina. Al abrir observa a Reiji mirándola como de costumbre, analizando su trabajado cuerpo con mucho detenimiento.
—Hola. —inclina el rostro mostrando una sonrisa para llamar su atención — ¿Qué pasa? ¿Has venido a hacerme compañía?
—Justo eso. —observa el interior — ¿Estabas haciendo ejercicio? Justo te venía a verte para que me acompañarás a mis sesiones de manejo y extensión del chakra, Hinata san me ha enseñado sin su poder ocular la forma de hacer los ejercicios, ella presionaba mis puntos de presión mientras hacia los ejercicios, pero… —sonríe —ahora puedo hacerlo sin su poder ocular y de una manera casi precisa.
Ella sonríe y toma su sudadera gris para ponerse zapatos y salir a su lado — ¿Cómo podrías?
—Masajes especiales. —sigue su camino —Me ha enseñado a masajear puntos claves mientras se hacen los ejercicios, y la forma correcta de dar los masajes.
—Sé muy bien como concentrar el chakra, son muy buena en el manejo de mi poder. ¿Por qué crees que necesitaría eso?
—Hablé con ella en el hospital, dijo que debido al cansancio y lo mucho que te estabas exigiendo por aquellos momentos de presión… podrías tener problemas para concentrar el chakra, y eso… posiblemente solo te llevaría a sentirte muy nerviosa.
—No creo tener problemas con mi chakra, Reiji.
Antes de que sea capaz de demostrar su poder, el chico la sostiene de la muñeca evitando que haga una demostración innecesaria.
—Solo es un masaje, tómalo como tal y déjame ayudarte a estar más relajada.
La mirada del chico mostraba una calma absoluta, ese chico era increíble, le recordaba bastante a
su compañero de equipo cuando eran niños. Sin más que decir accede a acompañarlo y simplemente siguen su camino admirando las calles algo mojadas a su alrededor.
[Oficina del Hokage]
—Ese chico va muy enserio con ella. —sonríe mostrando su diversión —Ino me dijo que hoy pidió consejos a Hinata para poder ayudarla a relajarse, dijeron que ha estado muy nervioso desde que ella se fue a casa.
Kakashi sube la mirada del papeleo que estaba revisando para admirar la sonrisa divertida en la cara de su mano derecha, últimamente ese chico hablaba bastante sobre Sakura, casi le informaba de manera robótica sobre lo que aquella mujer hacía en su día a día, eso no le molestaba, le gustaba saber lo que ella hacía, pero… no podía ocultarlo, él también se sentía inquieto sobre la salud de esa chica, la noche que se quedó cuidando de ella no había sido capaz de retener sus
ganas de verla mientras dormía, y ella lucía exhausta, preocupada mientras murmuraba formulas científicas y métodos de curación.
—Bueno… —vuelve la mirada —Oye, Kakashi… —acercándose sacude la mano frente a su rostro — ¿Estás bien?
— ¿Mm? —frunce el ceño inseguro — ¿Qué? Si. Estoy bien. Um… —deja la pluma aun lado — ¿Qué me decías?
—Que ella sabrá rechazarlo. Simplemente no creo que quiera salir con un chico menor que ella.
— ¿Menor que ella? ¿Qué chico? ¿De qué hablas?
Una risa escapa de sus labios — ¿Estás bien, Kakashi? —vuelve a los documentos para apilarlos —
posiblemente tú también estás un poco preocupado por ella. Hablo del chico mayor que vino de Suna.
— ¿Chico mayor? ¿El adolescente?
—Sí. El que no accedió a darnos su nombre cuando llegaron a Konoha, pidió consejos a Hinata sobre maneras de bajar el estrés de Sakura.
— ¿Y qué dijo ella?
—Algo sobre masajes.
—No creo que ella acceda a que un muchacho menor que ella le dé un masaje.
—Bueno… deberías pensarlo dos veces más, si hablamos de la misma Sakura… —ríe —ella a veces puede ser muy distraída, hay una gran posibilidad de que ni siquiera tenga la guardia alta por tratarse de un… simple chico.
Antes era lo mejor escuchar esas noticias, pero últimamente había deseado que dejará de contarle sobre cada movimiento de ella, y al mismo tiempo, no quería dejar de escuchar esas noticias.
—Tienes razón. Ella a veces es muy distraída. —vuelve a sus documentos —Shikamaru… ¿Por qué sigues hablándome de ella?
—Le tranquiliza escuchar de ella, de ese modo se encuentra mucho más tranquilo y su mente se centra en el trabajo… —vuelve la mirada — ¿No se había dado cuenta?
—A veces la gente prefiere no darse cuenta de las cosas… Deberías detenerlo. No me molesta escuchar noticias de ella, pero… vamos a darle un fin a lo nuestro y no puedo seguir escuchando sobre cada paso que da, tengo que comenzar a sacarla de mi mente.
—Oh, pues bien. —sonríe —Sí, por mí perfecto.
En un suspiro dejaba caer su espalda sobre el descanso de su silla, era extraño, pero cada vez podía sentir como la relación con aquella joven se suavizaba un poco más, jamás volvería a aquella relación de maestro alumno, pero… tampoco a aquella relación que ocurrió en segundos y sin darse cuenta.
— ¿Has oído algo de Sasuke? Me dijo que se pasaría por la oficina, pero no lo he visto.
—Lastimosamente lo he visto rondar por la villa con Naruto —sonríe con incomodidad.
— ¿Lastimosamente? Pensé que te llevabas muy bien con ambos.
—Y lo hago, pero no me apasiona ver cómo están de melosos dándose besos y quitando los restos de comida de la cara del otro… —niega con asco ante el recuerdo —es horrible verlos tan
acaramelados.
Riendo se inclina sobre el escritorio — ¿De verdad se comportan así en público? —niega — ¿Qué ha pasado con Sasuke Uchiha?
Entre la risa de ambos hombres la puerta se abre dejando ver al pupilo rubio del sexto. Naruto los observa a ambos y sonríe levemente dejando ver su incomodidad ante aquel encuentro, ellos se dan una mirada y Kakashi decide tomar la palabra.
— ¿Qué te trae por aquí? ¿Nuevamente vas a quejarte de alguna misión?
—No, yo… —aprieta las palmas contra su pantalón —necesito pedirte un favor... Hokage.
—Si te llama Hokage… es porque es algo serio. —suspirando cruza los brazos — ¿En qué demonios te has metido ahora, Naruto?
Tragando grueso los observa a ambos —Necesito que me encomienden una misión de días fuera de la villa, quizá un mes o dos… necesito… —aprieta los labios —encontrar a Itachi.
— ¿Qué? —musita el hombre mayor.
— ¿De qué hablas, Naruto? Ni si quiera Sasuke ha podido dar con él ¿Cómo piensas?
—Él y yo… tenemos algo en común, algo que lo hará venir apenas sepa que lo estoy buscando.
Bajando la mirada frunce el ceño y luego intenta sonreír —Eso se escucha como un maldito romance mal escrito. ¿De qué demonios hablas? Ese tipo es peligroso y no creo que sea buena idea que vayas a buscarlo. ¿Sasuke sabe de esto? No creo que ni siquiera él este de acuerdo con tú
plan. Itachi ya intentó secuestrarte una vez.
—Te preocupas mucho más que Sasuke.
—Quizá porque soy tu amigo. —avanza sujetando la muñeca del chico —No deberías ir.
—Él no me hará nada, lo que buscaba era a Kurama por petición de… —observa a su profesor —ya saben la historia, —suspirando vuelve la mirada a su amigo —Itachi se alejó de los Akatsuki por su propia cuenta. Todo irá bien con mi plan Shikamaru, lo peor que podría pasar sería que él se negará a verme.
—No creo que…
—Lo sé, —toca el hombro de su amigo —deja de preocuparte, ya no soy un niño, tengo la misma edad que tú.
—Shikamaru —expresaba sin apartar la mirada de su antiguo estudiante — ¿Podrías salir?
Su mirada regresa sobre aquel hombre que parece más serio de lo normal, y al segundo da un asentimiento para seguir el camino impuesto por su mayor. Al estar solos Kakashi se levanta y toma asiento en el sofá del lugar para hacerle una señal a su antiguo alumno. Naruto le sigue. Y ambos se miran de frente, entrelazando sus manos entre el nerviosismo de uno y la duda del otro.
— ¿Qué está pasando?
—Sai lo descubrió a punto de irse, y aunque Sasuke me diga que simplemente fue un ataque de
locura… sé que podría volver a intentarlo si tuviera la oportunidad, él quiere encontrar a su hermano para obtener respuestas sobre… —agacha la mirada —lo que ocurrió… así que quiero encontrarlo, citarlo y hacer que hablen… necesito hacerlo.
—Shikamaru tiene razón al decir que puede ser algo peligroso, no tenemos idea de lo que Itachi Uchiha tiene en la mente… —suspira —sabemos la razón de la masacre, todos lo sabemos, pero lo que tiene en su cabeza para este momento… —aprieta la mirada entre una negativa y un nuevo suspiro —es un misterio incluso para Sasuke.
— ¿Me permitirás hacerlo?
—Confío en tú fuerza, pero… —analiza los ojos ajenos que se muestran llenos de la seguridad de
costumbre —necesito que vayas con un compañero, aun eres el Jinchuriki del Kyubi, Naruto, no te puedo dejar ir solo en algo tan… complicado.
—Está bien, eso me parece bien mientras me permitas ir.
Asintiendo hace viajar su mirada sobre la mesa —Sai te puede ayudar.
—Él está bien —asiente rapidez.
—Le pediré a Shikamaru que… levante el documento falso, así que pasa mañana por la tarde para
salir al siguiente día.
—Bien. —sonríe animado —Muchas gracias Kakashi sensei. —da una reverencia agradecida —De verdad le agradezco.
[Parque de entrenamiento]
Al llegar a su destino los estiramientos dieron inicio mientras Reiji se aseguraba de que, su ahora pupila, cumpliera de manera perfecta cada pequeño ejercicio; sus manos se posaban sobre aquella mujer para ayudarle en cada pequeño ejercicio, y parecía estar luchando por tomar una posición perfecta.
— ¿Tienen que ser tan perfectos? Conozco este tipo de estiramiento Reiji, los he practicado más de una vez antes… ¿Qué tiene de diferente la forma en la cual yo los hago comparado a lo que me estas pidiendo hacer?
—Un punto clave. Mi profesora me ha dicho que todo consiste en movimientos precisos, la forma
de una cosa lo determina todo… necesitas tener las poses correctas para que tu cuerpo tome la relajación por completo.
—Si tú lo dices. —sonríe.
Tomando asiento Sakura estiraba los brazos haciendo que sus manos tocarán las puntas de sus pies con mucha facilidad mientras que Reiji analiza la pose y suavemente se posa detrás de ella descansando ambas palmas contra su blanca espalda. Los ojos de su pupila vuelven con diversión y cierta curiosidad.
— ¿Mal otra vez?
—Intenta no pensar demasiado. Solo sigue mis manos sin decir nada.
—Mm… —frunce los labios volviendo el rostro sobre sus piernas estirada —No pensar… puedo hacerlo… simplemente… algo lindo ¿No?
—Si…
Inhalando profundamente continuaba con el estiramiento siguiendo las manos del aquel chico que la guiaba con suavidad, poco a poco su mente se dispersaba del presente y los sonidos más pequeños llenaban sus oídos; al verla completamente relajada Reiji vuelve su toque mucho más suave para iniciar con el masaje sobre los hombros de la delgada mujer. Para cuando Sakura se da cuenta se encuentra acostada sobre el pasto boca arriba y Reiji continúa con el masaje poniendo presión sobre el vientre de ella con sus pulgares creando pequeños círculos.
—Wow… de verdad me perdí en la calma. —sonríe manteniendo la mirada sobre el cielo —Ni siquiera me percaté de cuándo me acosté…
—La presión en el cuello relajó todos tus músculos, y además di un masaje sobre tus sienes, hice presión en ese punto así que quedaste totalmente noqueada… te acosté y masajeé tus piernas y brazos. ¿Qué tal te sientes?
—Muy relajada… —sonríe —ahora entiendo a Shikamaru, definitivamente quisiera darme la vida de una nube si ellas se sienten de este modo siempre, solo… flotando ahí mientras se dejan llevar por el viento. —baja la mirada sobre el chico que sonríe —Tú eres mi viento Reiji.
—Lo comprendo.
— ¿Qué haremos luego de esto? ¿Tenemos planes?
—Pensaba llevarte a tomar un poco de té, es mejor que estés lejos de tu apartamento y pensamientos.
—Suena muy bien…
El masaje sigue su curso y para cuando Reiji avisa que todo ha terminado una voz conocida los
toma por sorpresa, la mirada de ambos se dirige sobre el Hokage de la villa que los saluda elevando sus dedos en una señal de amor y paz.
— ¿Han terminado? Un pajarito, no… mejor dicho, una nube me contó que estarías dándole un masaje a mi pequeña Ninja.
— ¿Qué? —ríe entusiasmada — ¿Pequeña Ninja? ¿Bromeas? Ya tengo mi edad Kakashi.
—Pero te hice reír.
Su risa crece y en un segundo se levanta para abrazar al pequeño chico, que es un poco más alto
que ella, por los hombros. Kakashi sonríe admirando lo buena compañía que aquel chico era para ella, al menos la mantenía alejada de todo el caos que era su mente.
— ¿Qué van a hacer ahora? No quisiera estorbar sus planes, pero sabes que no tengo amigos Sakura.
—Sí tiene Kakashi Sensei, simplemente que sus aventuras con ellos son muy alocadas. —observa
al chico bajo su brazo —Iremos a beber té, si nos invita… —vuelve la mirada a su mayor —puede venir con nosotros.
— ¿De verdad? Bueno… suena mucho mejor que quedarse solo haciendo nada… —observa de reojo al menor —pero… ¿Estan bien con ello?
Dudosa, Sakura vuelve la mirada sobre el joven que rápidamente cambia su rostro de desagrado para sonreírle levemente, ella da un asentimiento convencido, y aunque dudoso, el Hokage accede a ir para pagarles los aperitivos y el té. Llegan a una pequeña tienda que parecía no ser muy conocida, una pastelería con apenas cuatro mesas en un local rectangular muy pequeño, los tres pasan a la barra que se encontraba delante de las mesas y hacen su pedido; no había mucho aire ni grandes vistas, pero en cambio el olor de los panecillos y el té manaba de cada esquina de aquel local.
—Es pequeño… —expresa con calma admirando los alrededores —apenas y hay un pequeño pasillo para hablar, pero… —toca las hojas de una enredadera a su lado —la decoración con plantas es muy refrescante.
—Y las ilustraciones son lindas, te hacen perder en el momento, además es callado.
—A veces tienen música, es el hijo de la dueña quién pone el ambiente, pero debe estar ocupado en otra cosa.
— ¿Hacen los panecillos al momento? —cuestiona con emoción inclinándose en la mesa —La señora ha ido por esa puerta, aunque los panecillos de la vitrina se ven muy apetitosos.
—Luego de un rato toman todos los de la vitrina y los recalientan para darlos como muestras gratis, la gente viene más por las muestras gratis que para consumir.
—Eso no suena como una buena idea —menciona el mayor —deberían dejar de hacer eso para que la gente venga a consumir. Si siguen haciendo eso la tienda terminará en la ruina.
—Puedo dudarlo, es en los festivales y fiestas privadas cuando más ventas tienen.
— ¿Cómo sabes eso? —cuestiona emocionada — ¿Has venido mucho?
—El hijo de la señora es unos dos años menor que yo, lo conocí por casualidad, pero es un chico muy interesante y hemos hablado de todo esto, de vez en cuando vengo a ayudar a la señora.
Los mayores asienten y observan cada aspecto del pequeño lugar, la cocina debía ser pequeña si el edificio era así de minúsculo; el té llegó junto a los panecillos, y a la primer probada de los panes ambos adultos se miraron completamente sorprendido por tal grandioso sabor, Sakura golpeaba
con insistencia el brazo de su sensei mientras que él asentía, y al probar el té…
— ¿Qué tal? ¿Te gusto?
— ¿¡Bromeas!? —cubre su boca — ¡Es comparable a la maravilla que tiene los Aburame en su casa!
— ¿Verdad? —ríe animado —Son amantes de las plantas, el esposo de la señora viaja por el mundo investigando sobre las plantas, y cada mes regresa a Konoha trayendo nuevas especies, o especies conocidas que hacen un buen té.
Ella ríe emocionada. Las pláticas van de lo más sencillo del mundo, el pasado y los mejores momentos que llegaron a pasar en sus vidas, entre las charlas Kakashi se percata de como aquel chico habla únicamente con la mujer del grupo y su atención se centraba por completo en sus
formas de actuar. Al terminar tan tranquila reunión los tres salían de aquel local emprendiendo su
camino hacia el parque central de la villa.
—Bueno, yo de verdad agradezco la preocupación de ambos sobre lo que me ocurre, —gira de frente a ambos hombres —de verdad les agradezco lo que han hecho por mí para ayudarme, para distraerme y centrarme, creo qué… —aprieta ambos puños —estoy lista para volver a ello.
— ¿Lo crees así? Yo pienso que quizá necesitas un poco más de tiempo para descansar, aun pareces algo cansada.
—Lo que sucede es que ya no tiene más tiempo —declara con firmeza.
—Reiji tiene razón, sé que necesito mucho más descanso que solo dos días casi enteros, pero Kankuro llegará mañana por la tarde para analizar mis documentos que aun necesitan ser rectificados, haré las cosas lo mejor posible y luego descansaré lo que me reste de noche… —sonriendo toca el brazo del hombre adulto —gracias por preocuparte, pero enserio estaré bien.
Tragando grueso inspecciona la seguridad en el rostro de aquella chica y simplemente asiente —Bien, entonces. —acaricia sus ahora largos cabellos —Termina pronto y descansa un poco más.
—Lo haré. —abraza al menor —Gracias por lo de hoy, ahora iré a mi oficina para terminar todo, —
apartándose sonríe y peina su cabello con sus dedos —creo que me quedaré con Yuki en la habitación de hospital, así que puedes ir a descansar con los Aburame.
—Si, gracias. —rodea el cuerpo de la mujer —Por todo.
Ella sonríe aceptando el contacto de aquel muchacho con mucho cariño, al apartarse el chico sonríe y sin más que decir se pone en camino hacia la residencia Aburame dejando que ambos adultos se queden solos. Kakashi observa al chico marcharse, su porte, su actuar al momento de
apartarse de aquella muchacha y principalmente su apariencia.
—Supongo que tienen razón sobre lo que dicen.
— ¿He? —vuelve la mirada a su profesor mostrándose completamente confundida — ¿Perdon?
—La gente tiene razón al decir que siempre vuelves a lo que amas.
— ¿De qué hablas? —ríe mostrándose confundida —No entiendo, creo que me perdí de algo.
—Ese chico. —mete las manos a sus bolsillos cabeceando hacia el camino recorrido por el menor —Ese muchacho es completamente igual a Sasuke, su forma de actuar con la demás gente, porque siendo sincero Sakura, a tu lado el chico es un dulce de vainilla.
—Amo los dulces de vainilla.
Ríe asintiendo —También tiene un corte similar al de Sasuke cuando era más joven, y es atractivo.
—Tienes razón, lo es.
Al notar la mirada divertida de aquel hombre sobre ella, Sakura ríe inclinándose un poco al frente
para luego girar levemente quedando de frente a él hasta ser capaz de analizar esos ojos negros que se mostraban divertidos. Ella cruzó los brazos y él simplemente mantenía las manos dentro de sus bolsillos.
—Entiendes mi punto ¿No?
Claro que sí. —declara totalmente calmada —Lo comprendo perfectamente Kakashi, y… —
inhala profundamente para después negar —ya te dije que dejé de pensar en Sasuke de ese modo, ahora él esta con Naruto y ambos son felices en eso. Y, sobre todo, Reiji es un adolescente, no pienso salir con un adolescente como… —inclina el rostro hacia él —otros.
— ¡Oye! —expresa con vergüenza — ¿Por qué dices eso ahora?
Entre su vergüenza oculta el rostro mientras que ella ríe levemente sujetándose de su brazo. En ese preciso momento ambos dieron una mirada sobre el otro, sabían que las cosas habían cambiado entre ellos, pero aun así podían seguir siendo tan… iguales. Estaban en confianza.
—Bueno, supongo qué… —frota su nuca agachando un poco la mirada —los menores tienen sus puntos extras.
—Eso solo lo diría un pervertido como usted. Pero debo decir que Reiji ciertamente tiene puntos extras, es un ángel que me da confianza, no lo sé, es un buen chico, me agrada… como un amigo.
Sonriendo desliza la mano sobre la melena rosa de su compañera —Solo quería que te dieras cuenta de que ese niño no te ve como a una amiga.
—Lo tendré en cuenta. —eleva la mirada dejando que la mano ajena se mantenga sobre su cabello —Gracias por permanecer a mi lado Kakashi.
—Eso debería decirlo yo. Um… —aparta la mano —sé que han ocurrido muchas cosas, así que no planeo apresurarte con nuestra plática pendiente, pero… ¿Ya crees tener un día?
—De hecho, después de que me cuidarás me quede pensando un poco en ello, solo permíteme hacer este último intento con Yuki, si las cosas funcionan en su tratamiento intentaré estar libre lo antes posible para nuestra plática, pero… te pediré un poco de tiempo extra si las cosas van mal y debo detener todo, en sí… mi tratamiento parece ser efectivo bajo casos normales, lo único que
complica las cosas con Yuki son los insectos del Clan Aburame. Estoy… orgullosa de lo que cree, podre ayudar a mucha gente con eso, pero sabes que puedo llegar a ser muy necia y lo que quiero es…
—Que el niño se recuperé. —asiente —Lo comprendo y estoy bien con ello. Tengamos una larga charla cuando ese día llegue.
—Tenía planeado eso desde el inicio. Siempre que nos encontramos hablamos un poco, pero no
profundamente, no como antes… —ríe —sabes, recuerdo aquel día luego de la misión falsa del laberinto.
—Oh. —niega mostrándose divertido —Ni me lo recuerdes, esa misión fue agotadora.
—Pero ahí inicio todo.
Sus miradas permanecen sobre el contrario mientras unas sonrisas tranquilas invaden sus rostros;
Sakura es la primera en apartar la mirada con total calma, ella se despide señalando las horas que
transcurren y todo aquello que le falta de trabajo mientras que Kakashi asiente comprensivo y simplemente la ve marcharse con calma; no podía engañarse, la quería y posiblemente no podría dejarla de querer en un tiempo… ¿Mejorar a su edad? Jamás le paso por la mente que podría mejorar aquellos hábitos que no eran tan buenos, pero lo logro por ella, gracias a… quizá simplemente la estaba idealizando, Sakura era una buena chica, pero tampoco era perfecta, nadie lo era, aunque su mente le dijera que ella… era todo lo que necesitaba para estar bien.
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