Capítulo 55
Ganándose a los chicos
Al día siguiente tal cual la chica había dicho… se había presentado en la residencia Aburame muy dispuesta a mostrar su información hacia el mayor de los chicos de Suna. Reiji se mantiene sorprendido al observar como aquella chica se adentraba por el umbral saludando a algunos amigos de aquella familia, y cuando sus miradas se encontraron, ella no dudó en dirigirle una sonrisa calmada.
—Hola. He venido tal y como te dije. —muestra su mochila —Aquí dentro tengo un informe del tratamiento que quiero poner en práctica con Yuki. —observa los alrededores —Por cierto ¿En dónde se encuentra él?
—Yuki… —desvía la mirada mostrándose vergonzoso entre su habla—le ha enseñado al señor Shino como llevarse bien con los chicos, así que ahora mismo se encuentran jugando en el patio trasero.
Ella asiente comprensiva y llega al lado del chico tomando asiento en los escalones de entrada, mientras ella se ocupa de sacar los documentos Reiji no puede perder la oportunidad de
admirarla, su cabello, sus ojos, sus manos que, aunque delicadas dejaban ver el esfuerzo de su trabajo en aquellas venas que llegaban a sobresalir por el blanco tono de su piel. Con todo fuera Sakura gira hacia el chico.
— ¿Iniciamos por los papeles o practica? Tú no posees el control de los insectos así que ellos no serán un impedimento para mostrarte mi talento con los hilos de chakra.
—Quisiera saber si le dolerá.
—Haré una prueba primero, pensaba hacerlo de ese modo desde el inicio —ajusta su corta coleta —haré lo mismo que pienso hacer para mostrarte.
—Bien. Entonces hagámoslo.
El chico mostraba su mano y ella simplemente daba un asentimiento para tomar el Kunai que tenía en su mochila, tomando la mano del joven dirigía la palma hacia el cielo y admirando los ojos negros de aquel chico hacia avanzar el arma ninja. Profunda y larga, la abertura estaba hecha. Ella inhaló profundo y luego exhaló ampliamente para crear los hilos de chakra al unir las yemas de sus dedos y separarlas lentamente.
—Con esta calidad de hilos únicamente puedo coser heridas del exterior, y heridas grandes del
interior del cuerpo… —inicia la costura —pero hay una táctica llevada a cabo con agujas de chakra que unen tejidos más pequeños y complicados.
—con el trabajo finalizado observa al chico —¿Qué te parece?
—Pude sentir… un piquete, como si algo jalara…
— ¿Y el dolor?
—No es demasiado.
Ella asiente —Pero… el trabajo en la garganta de Yuki durará al menos tres horas cada tercer día, si no es que un poco más, ese solo es mi aproximado.
El resto de la tarde la chica se ocupó de explicar la información de sus documentos, logrando que Reiji cada vez se soltará un poco más a su lado y se atreviera a hacer preguntas que la tomaban por sorpresa y al mismo
tiempo lograban causarle una gran emoción, era sorpresivo que el chico le hiciera preguntas tan buenas.
Con el sol cayendo Yuki llegaba a su lado en una carrera y se abrazaba a su cuello con entusiasmo, causando su risa mientras admiraba el rostro del pequeño sobre su hombro, solo hasta ese momento se dió cuenta de que se habían pasado en esas escaleras de entrada desde hace un buen rato.
—Creo que ya es hora de que vayan a casa Sakura.
—Sí. —levantándose entrega los documentos al chico —Le he explicado todo al padre de Shino, él
mismo tiene toda la información así que si tienes alguna duda extra podrías preguntarles a ellos, aunque… —observa a su amigo —trataré de estar viniendo cada tarde a menos que me encuentre muy sobrecargada de trabajo.
—Muy bien. —observa los documentos entre sus manos —Lo comprendo.
—Bien. —acaricia el cabello del pequeño niño a su cuidado —Entonces Yuki y yo nos estamos
yendo.
Ambos daban una reverencia y salían tomados de las manos. Al quedarse solos Shino dirigía su mirada sobre el joven a su lado que sorpresivamente sonreía con levedad admirando los
documentos en manos.
— ¿Ella te agrada?
— ¿He? —eleva el rostro con sorpresa.
— ¿Te agrada Sakura?
—…Si, ella es… —finge desinterés —interesante.
Asiente con una sonrisa —Es una buena chica.
—Shino san… ¿Cuándo será posible para mí salir con libertad por la villa?
— ¿Hu?... un par de semanas más, aún estamos investigando el tema de los escarabajos de arena y lo agresivos que pueden llegar a ser para los usuarios, además de la conexión que podríamos tener con ellos.
—Mm… —asiente —un par de semanas…
— ¿Quieres ir con ella?
— ¿He? No… solo me parece interesante la villa y quería ir a inspeccionar la zona.
Shino sonríe dando un par de palmadas en la espalda de aquel chico para después adentrarse en la
posada, era obvio que aquel joven estaba algo interesado en su amiga. Por la calle principal de Konoha paseaba una chica entre el entusiasmo de un pequeño niño moreno que la guiaba de un lado a otro explicándole entre señas lo que había ocurrido aquel día, ella sonreía y reía cuestionando con entusiasmo, pero al verlo casi chocar con una persona se apresuró para sostenerlo del brazo… la mirada de un hombre regresa sobre ambos y ella no duda en dar una reverencia para pedir perdón, acción que el pequeño sigue con algo de pena. Al ver al hombre
marcharse Sakura sonríe hacia el pequeño.
—Entonces… ¿Qué ocurrió después? ¿Qué hizo Shino?
— ¡Sakura chan! —gritaba emocionado.
Al volver la mirada por la calle del lado derecho Sakura podía ver a su par de amigos avanzar hacia ella, Sasuke elevaba la mano con tranquilidad mientras el rubio iniciaba una carrera para detenerse frente a ella palmeando su hombro.
— ¡Oye! No has estado muy activa en las misiones Ninjas.
Sasuke llega admirando al pequeño — ¿Quién es el niño?
—Oh. —sujeta al pequeño por los hombros —Se llama Yuki. Lo trajimos de Suna junto con Shino, se esta quedando conmigo ya que tiene un problema del habla y lo estaré tratando.
— ¡Oh! —inclinándose al pequeño termina poniéndose en cuclillas — ¡Es muy lindo! ¡Es adorable!
Algo avergonzado, el pequeño simplemente sonríe y apunta al joven rubio para después crear un
corazón con sus manos, Naruto ríe y eleva la vista desconcertada hasta su amiga que simplemente exhala un suspiro.
—Te ha regresado el cumplido, pero creo que no sabe cómo expresar la palabra adorable, así que… —hace la seña de corazón —por ello lo hizo.
—Ooh… —observa al niño tomando sus manos —Oye, ¿Qué te parece? —toca sus mejillas con ambos índices para hacer una cara tierna —De esta forma para decir adorable. Y… —cruza la mirada haciendo viscos entre el sacar su lengua —Y esto para decir bobo.
—Bueno, le has dado una buena arma para llamarte. —ríe — ¿No lo crees Sasuke?
—Lo lamento Naruto, estoy muy de acuerdo con Sakura.
Ambos ríen junto al pequeño niño que se acerca para acariciar el cabello del rubio en un intento de consolarlo. Con el ambiente más calmado los tres adultos se miran mientras el pequeño se dirige a una tienda de convivencia con un poco de dinero en manos.
— ¿Van a festejar algo?
—No realmente, salimos a comer porque nos dio pereza hacer comida en casa.
—Además tengo la nevera medio vacía, así que también venimos a comprar.
—Mm… —asiente —Saben, no creo estar activa en el mundo Ninja por un buen tiempo, la enfermedad de Yuki es un poco difícil de tratar, estoy… creando un tratamiento desde cero,
estudiando y practicando además de que tomo mis horarios en el hospital y debo cuidar de él. Muy ocupada.
—Esta bien, que no estés activa en misiones no significa que has dejado de ser un ninja, además las cosas han estado muy calmadas últimamente así que no creo que haya urgencia alguna.
—Sasuke tiene razón. —exhala un suspiro —Las misiones han sido muy flojas últimamente.
—En lugar de estar quejándose de eso deberían estar contentos siendo que no hay problemas mayores que nos quiten la paz.
— ¡Kakashi sensei! ¡Hola! —eleva la mano con entusiasmo.
—Naruto. —sonríe calmado.
Los otros dos chicos dan una reverencia y al segundo sonríen hacia él para charlar un poco juntos.
Para cuando Yuki vuelve Sakura lo toma en brazos dispuesta a cargarlo hasta su casa, era tarde, pero la plática no veía final hasta que la chica observo la hora por su propia cuenta en el reloj de una tienda cercana.
—Demonios… —observa al niño dormido sobre su hombro —Lo siento chicos, pero ya es tarde y aun me queda un largo camino por delante, —aprieta los labios —solo lo llevaré a dormir, que bueno que le dieron de comer en la casa de Shino.
Sasuke observa la hora por igual —Wow, realmente necesitamos vernos más para no tardar tanto charlando. —toma el brazo del rubio —Vamos de una vez o las tiendas van a cerrar antes de que podamos cenar algo.
—Hasta luego Kakashi sensei, Sakura. —da una reverencia.
—No vemos luego —reverencia levemente.
Al quedarse solos ambos regresan la mirada sobre el contrario para enseguida sonreírse con
calma; Sakura es la primera en apartar la mirada de ese hombre, ese hombre que sorpresivamente
parecía ser… nuevamente el Kakashi de antes.
— ¿Puedo acompañarte hasta tu casa? No quisiera dejarlos ir solos hasta tan lejos.
—Agradecería su compañía Hokage sama.
Él ríe —Sabes que no me gusta.
—Lo sé —ríe de manera animada.
Su camino da inicio y aunque Kakashi tuviera ganas de cargar al pequeño en brazos para ayudar a su pupila, simplemente se retiene manteniéndose a su lado entre su andar.
— ¿Cómo ha estado ser el Hokage? Ha hecho muchas cosas para mejorar la villa, sinceramente me emocioné de viajar en tren nuevamente, éramos muy pocos los que tuvimos la suerte de viajar en tren y conocer cosas fuera de la villa, ahora todos ellos pueden conocerlo.
—Tienes razón, estábamos muy atrasados en cuanto a tecnología se trataba, con todos los problemas del pasado no había tiempo para meter innovaciones a la villa. Estoy trabajando en algunos contratos marítimos y otros… —eleva la mirada al cielo —aéreos, he conseguido algunos buenos contactos y puede que seamos capaces de mover nuestros recursos hacia lugares que los
requieran para obtener dinero extra.
—Comprendo, suena increíble.
— ¿Cómo vas con el tema del pequeño? —acomoda los rulos del niño.
—Mi tratamiento ha sido aprobado por la junta directiva del hospital y por el mismo Shibi san, aun espero la aprobación del Kazekage. Es algo puramente experimental, nunca antes había visto un caso de este tipo debido al… clan aburame.
—Los insectos. —asiente —Aun no comprendo cómo fue que los niños son los únicos capaces de
domar a esos insectos, lo platique con Shibi san y parece que esos escarabajos son realmente
agresivos, así que…
—El tema de que un niño sea capaz de domarlos es impensable, yo también creía eso, pero de alguna forma Yuki y sus amigos lo han logrado obteniendo algunas heridas en el proceso.
— ¿Puedo saber cuál es tú plan?
—Bien…
La chica iniciaba la plática y para cuando ambos llegaron a la casa de la joven dieron por finalizada aquella charla en el umbral de su puerta, pero por primera vez en todo el transcurso de su encuentro el ambiente lograba ponerse raro entre ellos, de cierto modo no tenían idea de como despedirse en esa situación.
—Deberías meter al niño y abrigarlo, aun hace algo de frío por la noche.
—Sí. —sonríe —Um… ¿Cuándo tendrá algo de tiempo para tomar un té conmigo?
—Bueno… últimamente estoy muy ocupado y según tu informe la semana que viene, que es cuando
más disponible estoy, vas a comenzar con el tratamiento de ese pequeño.
—Sí. —suspira —Bueno… luego, quedemos para tomar algo.
— ¿Vas a acabarlo definitivamente? —frota su nuca —No quise preguntarte, pero… no leíste las cartas ¿Cierto?
—No lo hice, pero no hablemos de eso ahora.
—Yo pienso… que tienes razón Sakura, así que cuando hablemos en ese almuerzo o simple salida, no dudes en decirme todo lo que hice mal, lo voy a creer.
Al verlo alejarse Sakura observa esa espalda adulta que hacia bastante tiempo no había logrado
ver, y tragando grueso da un paso al frente.
— ¡Por fin has crecido Kakashi!
El hombre sonríe bajo su máscara y sin la necesidad de regresar la mirada simplemente eleva la palma en despedida para seguir su camino. Sakura gira abriendo la puerta de su casa con completa calma mientras le susurra al pequeño en brazos que han llegado y lo llevará a acostar.
[Una semana después]
La joven Hyuga había intentado tener una salida con su pareja desde la charla que había tenido con su antiguo compañero de equipo, pero… Tenten parecía evitarla, y por esa vez ella estaba segura de no estar imaginando aquello. Exhalando un suspiro toma asiento en los escalones de salida mientras observa con dirección a la puerta principal de su residencia, Hanabi llega a su lado en una carrera y se aferra al brazo de su hermana descansando el rostro en el hombro ajeno.
— ¿Qué ocurre hermana? Has estado muy desanimada últimamente.
—Pues… simplemente me cuestiono sobre las parejas que elijo.
— ¿Salió mal lo tuyo con esa chica Tenten? Jamás creí que te gustarán las chicas.
—Sabes… —observa el rostro de su hermana —lo que pasa es que yo tampoco estaba cien por
ciento segura de si me gustaban las chicas, ni siquiera me había preguntado si eso podría ser una posibilidad… pero cuándo ella comenzó a insinuarse hacia mí, no lo sé, pensé… wow, quizá es posible, y… —niega volviendo la mirada al frente —por alguna razón no me molestó la idea de intentarlo con ella. Lo pensé antes de aceptar, y acepté dispuesta a intentarlo.
— ¿Y entonces?
—El problema es que… yo ya había superado mi antiguo enamoramiento, no estaba atada a nadie, pero… ella nunca dejo de estarlo.
— ¿Seguía…? —observa hacia la entrada — ¿El primo Neji te traicionó?
Al verlas sentadas juntas el joven detiene su andar de golpe y luego da una reverencia para marcharse en una dirección distinta, Hinata frunce el entrecejo mostrándose completamente segura de la siguiente respuesta que daría.
—Puedo estar casi cien por ciento segura de ello. —suspira —Me dijeron que ellos tuvieron una misión juntos hace no mucho, se marcharon por dos días y una noche… y luego de volver, aunque he intentado hablar con ambos, ellos solo me evitan.
— ¿Realmente el primo Neji hizo algo tan bajo? —bufa cruzándose de brazos —Y luego va por toda la villa jactándose de su entrega hacia nuestra familia, no puedo creerlo, si que es un traicionero.
—Pero la culpa fue de Tenten. Ella quiso intentar algo sin estar completamente entregada a ello, en el fondo sabía que aún no lo había superado, y aun estaba enamorada de él, pero… aun así vino a “Intentarlo” conmigo… a veces siento que solo me utilizó para llegar a Neji, pero… por más que lo intento no puedo estar completamente enojada con él, simplemente… estoy, tan… —exhala un suspiro cubriendo su rostro —enfadada con ella… porque ella vino y me besó, ella vino he inicio todo, ella vino y… y…
Las lágrimas de la chica comenzaron a fluir y su hermana pequeña únicamente se abrazaba a ella
para darle un poco de calma.
Tenten suspiraba detenida en el umbral de aquella familia, sabía que
había hecho mal, sabía que últimamente esa chica la estaba buscando y entre el ir a intentar
hablar con ella… sintió como su corazón se desgarraba al verla llorar. Avanzando hizo acto de presencia siendo notada por Hanabi quién de golpe se levantó y avanzó hasta poder darle una fuerte bofetada.
—Eres lo peor. Aunque parecías tan cool, a quién haga llorar a mi hermana… lo odiaré para siempre.
—Hanabi. —se levanta a prisa alejando a su hermana —Por favor no te metas en esto hermana.
— ¡Pero Hinata!
—Esto es… entre nosotras.
La menor observa a la joven recién golpeada y entre su furia solo aprieta la mandíbula para dar media vuelta adentrándose a su morada con completo enfado en el rostro. Hinata suspira y gira hacia su pareja admirando la mano pesada que había dejado marca sobre su mejilla mientras que Tenten no era capaz de verla a los ojos.
—— ¿Vas a romper conmigo? —cuestiona de frente — ¿Fue por eso que has venido después de haberme evitado por días?
Tenten frunce el entrecejo y apretando los puños simplemente mantiene la mirada baja.
—Lo intenté.
—Es que yo no necesitaba que lo intentarás… —avanza sujetando el rostro de la joven —Tenten, si
no ibas enserio conmigo simplemente debiste… no haberlo hecho. —frunce sus temblorosos labios —Me enamoré de ti.
— ¿Qué? —analiza el rostro contrarío.
—Me enamoré de ti, me gustas. Entre todo, con mis celos e inseguridades y todo lo demás… sinceramente me enamoré de ti al punto en que no paraba de pensar en lo que estarías haciendo o lo mucho que te gustaría cierta comida si yo la estaba comiendo, las cosas qué… —baja la mirada tragando grueso —haríamos, seríamos… viviríamos… el futuro… —eleva la mirada —el futuro a tu
lado.
—Yo… —cierra los ojos con pesar —yo lo lamento…
—Esto es… —traga grueso conteniendo su llanto —un asco, una porquería, ¡Una… una! —niega —
¡Creí en ti! —sujeta los brazos ajenos —Creí en ti Tenten, me arriesgue a creer en lo nuestro y lo que pudimos haber hecho juntas, jamás… —deja fluir sus lágrimas —pensé que yo saldría con una mujer, pero a tu lado vi que eso era posible y me arriesgué a creerlo… —aprieta los labios
retrocediendo entre el secar de sus lágrimas —El trabajo extra no fue solo por mi próxima sucesión, yo… le conté a mi padre que me había enamorado de una mujer maravillosa y se la quería presentar, aplaque mis dudas y miedos, le hice frente, pensaba luchar por lo nuestro y aun
así… ¿Qué fue lo que paso con Neji?
La chica se contrae y simplemente aprieta su propia ropa contra su cuerpo; mirar a aquella chica
tan frustrada y dolida, jamás la había visto de ese modo antes y al ver sus ojos podía creer cada palabra que ella decía. Hinata era maravillosa, era dulce y se preocupaba por su pareja, pero… en el fondo de su pecho, Tenten no podía mentirse.
—Simplemente nos besamos.
Asiente evitando aquella mirada —Simplemente. No hubo nada más.
—Y ahora vienes a terminar conmigo.
—… Lo lamento.
—Pues bueno, bien. —suspira —Mentiría si dijera que no me interesa, me interesa y me duele, y quiero dejarlo claro… yo no falle aun cuando esto nunca fue lo mío, aunque nunca pensé que podría amar a una mujer yo… yo no falle.
—Sé que no fallaste, sé que lo diste todo de ti para intentarlo… —agacha la mirada —y nunca olvidaré lo que tuvimos Hinata, posiblemente me arrepienta de haber dejado a alguien tan bueno como tú, pero… —da una reverencia en disculpa —él aún sigue tan profundo en mi pecho.
La ojiperla simplemente da un asentimiento y se adentra hacia su casa limpiando sus lágrimas, jamás había sentido tantos celos hacia Neji como ese día. Hanabi se detuvo en seco al ver la fuerte bofetada que su padre le había proporcionado al joven Hyuga de la rama secundaría; delante de ella Hiashi mantenía una mirada de enfado mientras observaba a aquel chico que agachaba la vista.
—No vuelvas a hacer llorar a Hinata.
En media vuelta el hombre se marchaba sin decir nada más, fue entonces que Hanabi avanzó
observando el camino libre hasta poder ser notada por su primo.
—No puedo creerlo de ti.
—No fue…
—No fue intencional, no quise hacerlo, solo ocurrió… —bufa con enfado —Las cosas no solo ocurren Neji, podemos retenernos de hacer idioteces, podemos… —niega totalmente enfadada —podemos pensar las cosas y ver a quienes vamos a herir en el proceso de hacer algo que sabemos… es una idiotez.
—Wow… cuando se trata de reprenderme hasta suenas como una adulta centrada.
—Eso es porque te atreviste a herir a una persona que es importante para mí.
El chico no vio más remedio que bajar la mirada, estaba perdido, Hinata era la persona más importante para él también, y se había atrevido a herirla. Aunque todo aquello no hubiera sido intencional… Hanabi tenía razón, él pudo haberlo evitado.
[Tres semanas después]
Entre una animada plática Sakura llevaba al pequeño Yuki por la mano mientras avanzaban hacia
la residencia Aburame siendo acompañados por Kankuro y Kiba, quienes, entre su andar iban
bromeando y empujándose con cariño.
—Entonces, —observa a la joven chica — ¿Cómo quedamos con los entrenamientos?
— ¿He? —baja la mirada hacia el pequeño niño que toma su mano —pues… —vuelve la mirada al
mayor —Cuando tengas tiempo Kankuro san, por mí no hay ningún problema en hacer tiempo entre mis deberes del hospital, el nuevo director por fin se ha asentado en su puesto así que me ha quitado algunas responsabilidades de encima que nunca debí tener desde un inicio. Ahora tengo más tiempo.
—Entonces quizá me pueda pasar por el hospital en la tarde, dependiendo tu horario.
—Claro, acordemos luego. —detiene su andar mirando los caminos de adelante para luego volver la mirada al Inuzuka —Ustedes irán por otro lado ¿No? nosotros vamos al lugar de los Aburame.
—Sí, Akamaru ha estado ansioso y quiere ver a Kankuro cuanto antes, así que lo estoy llevando.
—Muy bien. Entonces nosotros nos marchamos.
Ambos elevan la mano en despedida hacia aquellos dos muchachos. Al encontrarse solos Yuki aprieta la mano de Sakura y la hace avanzar con prisa expresando sus palabras con distintas señas que ella debía descifrar. Últimamente el niño se encontraba muy feliz llevándola a conocer a todos sus compañeros de villa y haciendo que la joven médico jugará con él, aunque llegaban muy tarde a casa y de lo único que les daba tiempo era de tomar una ducha, Yuki era feliz al lado de esa mujer. Al llegar a la residencia Aburame ambos se detuvieron en el Umbral principal admirando al mayor de los chicos de Suna.
—Hola Reiji, ¿Estás aburrido?
—Un poco, —avanza a su lado —no hay mucho que hacer por aquí, en especial porque no soy capaz de controlar a los insectos, así que tengo prohibida la entrada a muchas áreas.
— ¿De verdad? Eso debe ser pesado… y aburrido. ¿Dónde te dejan pasar el rato?
—La sala de té, el patio trasero y el principal, mi habitación… para las otras habitaciones hay un horario.
— ¿Horario? —ríe algo sorprendida — ¿De verdad?
—Sí.
Al ver la suave sonrisa del chico Sakura podía sentirse más relajada, con el transcurso de los días había sido capaz de poder avanzar con aquel muchacho, quizá su relación aun no era la mejor, pero ahora él podía confiar en ella.
—Kankuro comenzará con mis clases pronto, más tarde acordaremos nuestro horario de entrenamiento así que… —acaricia el cabello castaño del pequeño infante —espero poder iniciar cuanto antes con las sesiones.
Con una sonrisa en cara Yuki asentía muy animado para después informar que se adelantaría hacia la sala con sus compañeros de villa, esa era la señal para que ambos adultos se quedaran en la sala del té, ya que no tenían permitido entrar. Sakura toma asiento mientras que Reji acerca una tetera y un par de tazas, él toma asiento y de una forma muy educada sirve un poco de té para ella, qué al tener la taza en manos simplemente da una suave reverencia en agradecimiento.
—De verdad tienen un buen té en este lugar. —sonríe mirándolo tomar asiento — ¿No te parece?
—Es verdaderamente bueno.
—Sabes. —aprieta los labios mostrando su emoción —He estado hablando un poco con el padre
de Shino y he logrado un pequeño avance sobre ti.
— ¿Sobre mí? —frunce el ceño sorprendido — ¿Qué hay conmigo?
—Bueno, siempre que vengo me dices que has estado muy aburrido, y ya llevan un tiempo aquí, así que pensé que ya era hora de darle un empujón al tema de dejarte salir de aquí.
— ¿De verdad? ¿Y qué dijo?
——Gracias a Shino, tengo la confianza del jefe, así que te dejará salir siempre y cuando me comprometa a traerte de vuelta antes de media noche.
— ¿Lo dice enserio?
—No miento. —ríe negando —Enserio Reiji, podemos salir ahora mismo si quieres.
—Y… —frunce los labios agachando levemente el rostro — ¿A qué saldríamos?
—A entrenar. Yuki me dijo que eras un luchador nato, muy fuerte. Yo también soy muy fuerte y las
personas fuertes tenemos el mismo pasatiempo. Entrenar.
Aunque la mirada del chico mostraba algo de duda sobre la gente que recorría el exterior de aquella habitación, cuando su mirada terminaba sobre aquella chica simplemente podía asentir
causando la amplia sonrisa de la mayor. Con el té terminado ambos salieron de aquel lugar sin recibir llamadas de atención por parte de los miembros del clan. Se encontraron frente al lugar de entrenamiento que vio crecer a la joven ninja, y mostrando su confianza Sakura sacaba algunas vendas de su bolso.
—Para evitar lastimarnos de más. Iniciaré lo más calmada posible y nivelaré mi fuerza con la tuya, así que… empieza lento.
—Yuki… —desenrolla las vendas —no te mintió al decir que soy un peleador muy bueno, de verdad soy fuerte. ¿Está segura qué… no la lastimaré?
—Por eso mismo vas a iniciar lento.
Las palabras de aquel chico le causaban mucha risa, pero daba todo de sí para controlar su sonrisa y mostrarse lo más sería posible. Con los puños vendados Sakura probaba que los seguros de la tela estuvieran bien sujetos, y enseguida sacaba su blusa dejando ver su top deportivo color negro además de su firme vientre bien formado. Reiji se contraía sorprendido al ver a aquella mujer mostrándose con tanta confianza, le era imposible no admirar la piel descubierta que Sakura mostraba con orgullo…
—Oye. —sacude la mano para llamar su atención — ¿Me sigues?
— ¿He? Oh… —agacha la mirada entre el frotar de su nariz —Sí, sí…
La aperlada sonrisa de la joven se mostraba llena de entusiasmo, y era enormemente capaz de causar la calma y confianza de aquel muchacho; con un pequeño cordel que el joven sacaba de su bolsillo derecho, mantenía la mirada sobre su rival mientras ataba su negro cabello en una coleta pequeña.
—Tu indicas Reiji —ajusta su cabello.
—Sí. —termina de atar el cordel —Bien, estoy listo.
Aun con la pequeña coleta atada en lo bajo de su nuca, algunos cabellos del chico no podían evitar deslizarse a cada costado de sus ojos, que desprendían un filo matador, firme. Ella sonreía analizando esa mirada llena de seguridad y confianza. Sakura asentía entre el cerrar de sus puños
haciendo avanzar su pierna derecha mientras elevaba su guardia e inclinaba un poco su cuerpo. Por otra parte, el chico inhalaba profundamente y cerraba sus ojos un segundo, sus movimientos para tomar su pose de lucha eran menos bruscos que los de aquella chica, pero ambos terminaron con la misma guardia.
— ¿Eres de armas? —comenzaba a girar lentamente por un círculo imaginario manteniendo la
mirada sobre su rival — ¿O únicamente puños? —lentamente lo veía avanzar al igual que ella, un
pie delante del otro con firmeza y agilidad.
—Puedo con ambos. —suspiraba — ¿Y usted?
—Puedes hablarme de tú, sin problemas. Um… soy más de puños.
El chico asentía mientras aquella mujer le mostraba una señal con la mano que pedía su avance. Sin dudarlo, Reiji avanzó firmemente con pasos rápidos, y elevando el puño soltó el primer golpe sobre el antebrazo de la joven chica, y aunque su preocupación fue fácil de leer, Sakura únicamente sonreía como si estuviera complacida con la fuerza que había puesto en su ataque.
—Voy yo.
Al ver la pierna de la mujer elevarse contra su costado, Reiji rápidamente hizo descender su brazo completamente tenso, para evitar un golpe directo que podría hacerlo tambalear. Ambos conocían la fuerza del contrarío, y Sakura había golpeado de manera intencional, con un poco más de fuerza.
—Bien. Lo haré como quieres.
—Solo es… para que no te preocupes —vuelve a su guardia.
Los golpes siguientes fueron más veloces y firmes, él lo estaba dando todo de sí mientras que ella se contenía lo mejor que podía, aun cuando aquel chico lograba hacerla retroceder y la encerraba en un inminente final; no era la fuerza de sus golpes lo que la llevaba al precipicio de la derrota, aquel chico tenía ingenio y una agilidad impresionante… sus movimientos eran como la brisa doliente del desierto, suaves a la vista y dolientes al tacto; casi mentalmente Sakura se imaginaba a la arena surcando sobre su cuerpo para terminar golpeando con rudeza su cuerpo. El puño de
Reiji navegó directamente al rostro ajeno logrando sorprender a Sakura, quién en lugar de darlo todo por perdido simplemente dejaba ir su cuerpo hacia atrás evitando el golpe para luego reponer su postura y dirigir su puño directamente a la garganta del joven que había perdido el equilibrio.
—Esta es mía. —canturrea alejando el puño que jamás llegó a su destino.
—Bien. —frota su garganta entre una sonrisa — ¿Y cuál es el premio final?
—Bueno… —rota las muñecas manteniendo la mirada elevaba entre su pensar —quizá podría…. —
sonríe convencida —invitarte a cenar a mi casa, haré comida para ti como premió.
—Debes cocinar muy bien si lo propones con tanta confianza. —niega suavemente manteniendo una sonrisa sobre sus labios —Bien. Me gusta eso.
—Entonces… cinco golpes, es el ganador.
El asentimiento llegó con prisa y ambos volvieron a cerrar sus puños para ir directamente contra el otro, las patadas, los puños, los esquivos y los aciertos llegaban de manera seguida, y mientras la batalla continuaba ambos dejaban de retenerse y simplemente llegaban al contacto directo infringiendo un daño menor a su oponente. La tarde cayó con una patada directa al vientre de la joven chica que caía rendida al suelo doliéndose apenas un poco; sus ojos estaban cerrados y sostenía su vientre mientras una amplia sonrisa era seguida de una breve risa, al abrir sus ojos jade admiraba a aquel muchacho llegar a su lado manteniéndose en pie, el sudor llenaba su rostro y no podía retener los jadeos de cansancio.
—Somos buenos para huir.
—Somos buenos para evitar perder. —corrige entre el sentarse a su lado cruzando las piernas —Pero… te he ganado.
Desatando su coleta dejó fluir sus cabellos rosas por todo el pasto mientras lo observaba con
gracia.
—No fue una batalla perfecta Reiji, te la pasaste huyendo de mis golpes.
—Eso es obvio. —ríe algo avergonzado —La pelea no solo es atacar, es evadir y regresar al frente.
—Lo sé. —ríe acostándose de costado —Pero yo soy más de ir directo, así que… te dejaré pasar esta pelea, pero a la siguiente deja de huir tanto de mí.
Su vergüenza le hace desviar la mirada entre el frotar de su nuca —Simplemente da miedo recibir tus golpes. —observa de reojo a la chica —Me han dicho que eres muy fuerte.
—Oh, si… lo soy un poco —menciona sin importancia —tú también lo eres.
Sus miradas se encontraban conectadas, sinceras y firmes, pero todo el ambiente se rompía ante
el arreglar de una voz adulta, en un segundo las miradas de ambos estaban sobre el hombre de cabellera color plata que se presentaba a unos pasos de ellos con un porte tranquilo.
—Hola. —sonríe tranquila — ¿Estás libre?
—No lo diría de ese modo.
Ella ríe ampliamente hasta tomar asiento y descansar sus brazos sobre sus rodillas, era extraño, el chico podía ver algo en la mirada de esos dos adultos, qué… no era incomodo, pero… tenía algo.
— ¿Has escapado nuevamente de Shikamaru?
—Solo un poco, —observa el campo — ¿Estaban entrenando?
—Algo así, apostamos una cena preparada por mí.
—Uy… —observa al chico —que suerte la tuya. —frota su cuello —Sakura no era la mejor cocinera
al inicio, pero… —resopla una risa —creo que Chouji Akimichi es un buen maestro de cocina.
—Ni lo dudes.
—Sí, ella prepara muy buena comida. Aunque… hace tiempo que no pruebo sus platillos.
—Te llevaré algo pronto.
—Bien.
El silencio se hizo presente, pero la mirada de esos adultos seguía estando atenta al contrario y ninguna incomodidad se presentaba ante ellos, aunque…
—Bueno… —frota su nariz levantándose del pasto —es tarde, deberíamos irnos —tiende la mano
a la mujer — ¿No crees?
Ella sonríe centrando la mirada en el chico —Sí, tienes razón, —toma la ayuda para ponerse en pie —debemos cumplir las reglas o ya no nos dejarán salir.
Al estar un poco más limpios y teniendo sus cosas en mano, ambos avanzan, y antes de marcharse Sakura deja caer su mano sobre el brazo del Hokage obteniendo su muy atenta mirada mientras que Reiji inhala y exhala rendido a aquella conexión.
—No escapes mucho tiempo de tu deber, estas haciendo un excelente trabajo como Hokage.
—Lo sé. Iré pronto.
Palmea el brazo —Ten una buena noche Kakashi.
—Lo mismo digo.
Al terminar con esa despedida la chica avanza con prisa hasta llegar al lado de su acompañante en batalla. El transcurso del camino hacia la residencia Aburame fue lleno de conversación por parte de la médico hacia la lucha que había tenido lugar algunas horas antes, Reiji sonreía y asentía además de contestarle sinceramente sobre sus pensamientos de batalla. Al llegar ambos observan
a Shino y a todos los niños de Suna que estaban en el patio delantero corriendo por todo el lugar mientras Shino los perseguía y su risa algo profunda lo hacía ver sumamente lindo. Ambos jóvenes se miran
cómplices de aquel espectáculo, y al volver la mirada al frente los ojos jade de Sakura se quedan sorprendidos por la presencia de su amiga en aquel lugar.
— ¡Hinata! —eleva la mano avanzando hacia ella —déjame ayudarte.
—Oh, —tiende la charola —gracias Sakura. —observa al chico —Hola, tú debes de ser el guardián de los niños, es un gusto conocerte.
—El gusto es mío, —sube los escalones —iré por algo de bebida para nosotros.
—Si, ve. —sonríe hacia su amiga — ¿Desde cuándo estás aquí?
—Me desocupe no hace mucho así que decidí venir a ver a Shino. —observa a su amigo jugando con los pequeños —Es muy lindo cuando juega con los niños, ríe… de una forma tan sincera, era muy raro escucharlo reír así de… lindo.
—Um. —asiente dejando la charola en una mesa —No he tenido tiempo para ir a verlas. ¿Cómo está todo contigo?
—Uh… —sonríe un poco incomoda —Mejorando, es decir… creo que estoy mejor, ya he… dejado lo que paso con Tenten atrás y las cosas de mi clan van muy bien.
—Jamás hable de eso contigo, lo lamento por no estar presente en un momento así.
—No. —niega calmada —Es comprensible que no pudieras estar presente, tienes muchas cosas que hacer… ¿Qué tal vas con el tratamiento del pequeño?
— ¿Yuki? Estoy avanzando, mis compañeros médicos me han dado el punto bueno y hemos mejorado algunos puntos del tratamiento, además Tsunade ya me ha enviado algunos otros puntos que puedo añadir al tratamiento y entrenamientos que me harán aún más ágil en un punto tan sensible, y también Kankuro se encuentra en la villa y me mostrará como utilizar las agujas de Chakra.
—Escuché por Kiba que es un poco difícil dominar esa técnica, me dijo que Kankuro también tardo bastante en poder dominarla.
—Daré mi mayor esfuerzo, tengo que poder hacerlo. —suspira admirando a los pequeños que siguen jugando —Además vendrá un especialista de Suna para apoyarme en ello.
—Lo estás intentando en grande Sakura, siempre logras impresionarme.
—Lo estoy haciendo lo mejor que puedo.
Ambas sonríen y se toman de las manos en apoyo a la contraría, al segundo llaman a los pequeños
para que tomen un poco de té y los niños rápidamente acuden a la mesa tomando su té y yendo a buscar un lugar donde tomar asiento. Yuki permanece sobre el regazo de Sakura mientras bebe su té y come un panecillo; Reiji llega con las dos tazas faltantes y toma asiento junto a los adultos en la mesa.
—Reiji y yo estuvimos entrenando un rato. Es muy bueno para la pelea, deberías tenerlo muy en cuenta Shino.
—Lo tendré ahora que me lo has dicho, —observa al chico —podrías… intentar con el Taijutsu.
—No tengo ni el más mínimo control de chakra.
Hinata activa su Byakugan —Todos tenemos chakra, aunque ciertamente algunos poseen una menor cantidad, y… no saben cómo potenciar su poder. —desactiva el Byakugan —El Taijutsu aumenta tu fuerza muscular, vital, algo que también aumenta tus niveles de chakra, y la siguiente parte es
aprender a abrir los conductos… Si gustas, yo podría mostrarte algunos trucos, abrir tus puntos de chakra.
—Eso no suena mal Reiji, deberías tomar la oportunidad. Puedes verlo de un modo más útil, todos estos niños son controladores de insectos y no tienen a nadie que los guíe y proteja fuera de estos muros… si al finalizar su estadía en Konoha, ustedes deciden volver a Suna, habrá gente que buscará el secreto de los Aburame, y ellos necesitan protección.
—Claro que si deciden irse no los dejaremos solos, —informa Shino con calma —pero ella tiene razón, son muy pequeños, y los insectos que controlan seguirán exigiéndoles demasiado… necesitan bastante tiempo para poder tener un control medianamente estable con sus insectos, necesitan protección especial, y aunque Gaara se comprometa a estar para ellos… mi clan es muy reservado, nuestro secreto ha sido guardado por generaciones y desde hace mucho tiempo han intentado obtener nuestro secreto. Irán tras ellos.
—Obtener una mayor fuerza vital y física… —analiza a la joven a su lado — ¿Cuándo podemos iniciar?
—Mañana mismo está bien por mí.
—Hinata es buena maestra, y es muy paciente, así que te lo aseguro Reiji, lo lograrás.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top