Capítulo 46
Escrito: 25/ 10/ 2021
Nuevos rumores.
—Si, lo digo enserio, últimamente ha vuelto con sus estándares altos. —posa las manos en su cintura entre un exhalar frustrado —No las entiendo, antes estaban enojadas porque se había fijado en alguien tan... fea, pero... al menos eso las hacía sentir medianamente capaces de llegar a él, ahora están enfadadas porque volvió con sus estándares altos.
—Es verdad —cruza los brazos —creo que era mejor cuando quería a esa chica... Sakura.
—No era una mala chica, y a pesar de cometer el error de ir contra las órdenes del Hokage, la verdad es que tienen razón y es una Kunoichi excepcional, muy fuerte.
—Y un médico increíble, la otra vez tuve que asistir al médico y ella me atendió, está trabajando con el chico Hyuga ¡Oh! De hecho, ese chico tampoco está saliendo con ella, yo creo que se han inventado todo tipo de tonterías sobre ella, pero esa chica no hizo nada de lo que dijeron.
—Seguro ni siquiera tuvo relaciones con Kakashi y realmente solo era un sensei ayudando a su alumna desamparada.
—Es verdad que sus padres se marcharon por los problemas que hubo en la villa, recuerdo que en esos tiempos difíciles ella estuvo intentando conseguir trabajo, fue a pedir empleo en el lugar donde yo trabajo, pero no había presupuesto para contratarla.
—Así que Kakashi simplemente la ayudaba... ¿Y ahora qué podemos hacer con esa tipa tan guapa? Era realmente hermosa...
—Bueno...
El nuevo año llego con calma, al menos para la mayoría de personas. Kakashi había cumplido su palabra y ahora dejaba de investigar sobre Sakura enviando a Shikamaru quién estaba aliviado de detener esa locura, pero en cambio, los rumores volvían sobre el sexto y sus encuentros con diversas mujeres en hoteles; algo había cambiado en esos encuentros y era que ahora no era capaz de llevar a esas chicas a su casa.
—Los ancianos no están felices con los rumores Kakashi.
—Lo sé. —exhala un suspiro peinando sus cabellos — ¿Qué quieres que haga?
—Lo más sencillo sería dejar de coquetear y salir con chicas por montones.
—Lo hago para que dejen de hablar sobre...
—Lo sé, y es un lindo gesto, pero ahora no paran de hablar de ti, hacerlo un par de veces no estuvo mal, pero estamos a mitad de mes y sigues haciéndolo.
—Me distrae.
—El trabajo te distrae, entrenar te distrae, no lo sé... hacer cualquier otra cosa podría distraerte, trabajas en esta oficina de sol a sol, no entiendo como no puedes distraerte con esto.
—Porque ella sigue estando presente, en mi casa y aquí.
Deteniendo el apilar de documentos regresaba la mirada al hombre a su lado, Kakashi tenía razón, esa chica había vivido todo ese tiempo en su casa y había visitado aquella oficina varías veces... ¿Cómo olvidar algo que estaba presente cada segundo a tu lado? El hombre de cabellera plateada se levantó de su asiento y estiro los brazos uniendo sus palmas en alto, al segundo rodeo el escritorio.
—Subiré un rato a la azotea y me llevaré —sacude los documentos —estos para distraerme un rato.
Shikamaru no podía negar que ese hombre lo estaba intentando con ganas, estaba intentando ser más maduro y no desear tanto a aquella chica que aún lo volvía loco, pero... podía notar en aquella mirada, que se perdía al horizonte desde la ventana, que en el fondo Kakashi seguía deseando tenerla a su lado, era como si algo le faltara.
Sakura desfilaba por el hospital como si volviera a ser la cabecilla del lugar, y es que todos la respetaban como tal, ese día Neji no estaba presente pues había salido en una misión al lado de Lee, y más tarde no parecía tener planes con nadie conocido; a lo largo del inicio de año Shino acepto la propuesta que ella le ofreció, salieron un par de veces para charlar junto a Neji y de vez en cuando Kiba o Lee se animaban a hacerles compañía ya que sus parejas estaban lejos y no se la pasaría de cariñosos frente a los demás.
—Sakura —sonriendo dejaba la plática que tenía.
—Hola Ino. ¿Ya has terminado tus rondas de la mañana?
—Um... más o menos, aun me falta un poco. —eleva la mirada entre una leve risa —últimamente Hinata ha estado muy ocupada con ser la nueva cabecilla de su clan. ¿Crees que vaya a tener tiempo para nosotros luego?
—Pues... —golpetea la tabilla que lleva contra su pecho —Neji dijo que quizá para dentro de tres días este libre, al parecer ellos también sufrieron grandes pérdidas con todos los problemas que hubo anteriormente así que su padre está permitiendo que sea ella quién busque una solución a eso.
—Vaya... —sonríe siguiendo su camino —por suerte papá es ahorrativo y nuestro clan tenía ahorros así que la perdida no fue mucha, más bien es precavido, —rectifica —porque sinceramente el negocio de las flores es bueno... pero llegamos a tener malos meses en los que nos vemos en serios problemas, además de que no es tan estricto como los Hyuga que piden una parte del pago ninja para su clan.
—Eso es... una buena idea si lo piensas bien, pero ciertamente se escucha muy estricto. —ríe —Bueno, si quieres que salgamos apenas Hinata se encuentre libre puedo ir más tarde con los Hyuga para verificarlo.
—Te lo agradecería —aferra sus manos alrededor del brazo ajeno —de verdad necesito una noche de chicas para embriagarnos hasta la muerte y quejarnos de lo que sea —ríe a carcajadas junto a su compañero —tu casa estaría bien ¿Qué piensas?
—Definitivamente, el padre de Hinata no puede verla bebiendo, y Sai tiene un desastre en la casa con sus pinturas y pinceles que no me permite mover a menos que se lo pregunte... —detiene su andar —aunque... jamás hemos ido al apartamento de Tenten.
—Es pequeño, por eso no le gusta que vayamos, yo le pregunté hace tiempo.
—Bueno... —asiente —entonces en tú casa.
Apenas Sakura sonríe entre su asentir, Ino se marcha siguiendo el pasillo y ya habiéndola dejado en la puerta de su oficina. Al entrar la chica se sienta tras su escritorio, ajusta su peinado en una pequeña coleta y toma un lapicero para comenzar su papeleo. Los accidentes en hielo habían disminuido desde que el hielo comenzó a desaparecer en las calles, así que ya no había tantos casos graves que atender, las misiones Ninjas no eran altamente peligrosas y simplemente tendían a enfrentarse con algunos ladrones comunes que rara vez lograban causar una herida. El toque de la puerta apenas y sorprende a la chica que sigue rellenando una hoja a mano.
—Pase.
—Um, hola. —sonríe ajustando sus gafas —Lo lamento por interrumpir, pero... —muestra unos papeles en mano —ya he terminado con la revisión del hospital...
— ¿Antes de tiempo? —cuestiona sorprendida mostrándole el asiento.
—Sí, hubo algunos problemas con pacientes ebrios que dañaron algo de equipo...
Frunciendo el ceño tendía la mano al hombre pidiendo los papeles para analizarlos, aquel hombre de unos cuarenta años analizaba la oficina de la chica y luego volvía la mirada sobre ella con sumo respeto admirando la sorpresa que poco a poco preocupaba aquel rostro de ceda.
— ¿Cómo sucedió todo esto?
—Mmm... —aprieta sus manos entre si bajo el escritorio —pues no todos los médicos y enfermeros tenemos la fuerza que usted posee, la mayoría —inclina el cuerpo señalando un punto clave en el papel —sucedieron en la noche mientras no se encontraba en turno doctora.
—Lo normal, —lleva la mano sobre un cabello que molesta su visión ajustándolo detrás de su oreja —esa es la hora preferida para los ebrios.
—Pues también es nuestra hora con menos personal, los de seguridad hicieron lo posible al igual que los médicos y enfermeros de turno, pero inició una lucha de borrachos y las maquinas presentes sufrieron daños.
En un suspiro casado eleva la mirada al hombre —Si puedo entenderlo así que no se preocupe, pero... estamos a unas semanas más de terminar el mes, no podemos entregar esto con tanta anticipación... además estamos pidiendo varios aparatos nuevos además del mantenimiento habitual, es mucho dinero.
—Si lo sé, por eso venía a que usted le diera el visto bueno y me dijera lo que podemos hacer.
Ella aprieta sus labios desviando la mirada de aquel hombre entre su pensar, inclinando el cuerpo sobre su silla y elevando la pierna sobre la otra, comienza a tamborilear en el descaso de los brazos manteniéndose pensativa del asunto. Sonríe, y da un asentimiento para si misma. Aquel hombre la admiraba con sorpresa, era... sumamente parecida a la quinta.
—Bien, haremos lo siguiente, voy a reescribir este informe y le remarcaré los errores que tuvo al escribirlo para que en el futuro pueda hacerlo de mejor forma, y no sé preocupe tanto... —toma una pluma roja —cualquiera que inicia en algo puede equivocarse si no tiene las herramientas adecuadas, en este caso la información de cómo hacerlo. —sonríe —yo pedí ayuda a un conocido, unos consejos, así que mi primer informe no fue nada mal... —eleva la mirada —pero debe dejar de ser tan dudoso de lo que hace, usted es un excelente doctor y por eso mismo le han entregado el puesto que tiene, debe tener más confianza en usted.
—Mm... —da un asentimiento mostrando una suave sonrisa —muchas gracias.
—No se preocupe, bueno... —vuelve la mirada sobre la hoja —lo siguiente será disminuir el pedido de instrumentos perdidos, vamos a pedir los más importantes y solo pediremos la mitad de todo lo que enlisto, aunque haya una disminución de ayuda extra... —sonríe con orgullo —recuerde que tenemos la ventaja de tener médicos ninja entre nuestro personal, podemos ir con unas máquinas menos, solo debemos organizarnos bien... y pedir un poco la visión de los Hyuga cuando se trata de operaciones de abertura.
—Bien.
—No lo había comentado antes, pero quería hacer esto desde hace un tiempo.
— ¿El qué doctora?
—Tener una charla con el cabecilla Hyuga y pedirle que nos permita a sus interesados en la medicina, Neji Hyuga me informó que algunos chicos parecían interesados en saber cómo era ayudar en las operaciones ya que siempre llamamos únicamente a los primos Hyuga quienes poseen el mejor Byakugan, pero... —entrelaza sus manos —el benefició sería por ambos lados, Neji está de acuerdo en ayudarme a entrenar el Byakugan de quienes accedan, cosa que los hará mejores ninjas al mismo tiempo que útiles para nosotros.
—No suena nada mal, pero he escuchado que el señor Hiashi...
—Lo sé —ladea la cabeza en un asentimiento —por eso mismo primero iba a pedir su aprobación, director, y luego le pediría ser yo quién acuda con los Hyuga para charlar con detenimiento los puntos que creo importante resaltar.
—No suena mal y si te parece un buen plan pienso aceptarlo —comenta más confiado —Es un poco vergonzoso comportarse como un líder después de ser un miedoso, pero... —ríe levemente —intentaré seguir tú consejo. Entonces —levantándose acomoda su bata —te encargaré la edición del documento y cuando lo tengas listo puedes pedirle a algún enfermero o residente que vaya a entregarlo... y claro que tienes mi aprobación con respecto a los Hyuga.
El resto de la tarde la chica se la paso con el papeleo y para cuando tuvo lista su hoja solo dejó su bata en el perchero y tomo su bolsa para salir cuanto antes hacia la residencia Hyuga, ahora tenía dos cosas que atender en ese lugar así que debía apresurarse para volver a su hogar no muy tarde, debía dormir temprano para salir más temprano de lo habitual de su casa y llevar la hoja a la oficina del Hokage a primera hora del día. Al llegar saludo a las sirvientas de la casa principal con una reverencia.
—Buenas tardes, quisiera tener una conversación con el señor Hiashi o... si está libre Hinata también necesito hablar con ella.
—Por el momento la señorita Hinata está ocupada así que —poniéndose de pie tiende la manga dejando caer su larga Yukata —si me sigue podremos ver al señor Hiashi en la sala del té.
La chica da un asentimiento y con la amabilidad de la otra sirviente se coloca unas pantuflas y sube al piso de madera para seguirles el paso. Al llegar es presentada y ella da una reverencia media mostrando su respeto, el hombre asiente dejándola tomar asiento frente a él, pide que sirvan té para los dos y luego de ver a las sirvientas tomar asiento a su lado le cede la palabra a la joven.
—Muchas gracias por recibirme, um... me supongo que al verme puede darse cuenta de que no vengo por algo que tenga que ver con Hinata, esto es más... un asunto de trabajo.
— ¿Asunto de trabajo? —sonríe con sorpresa —Eres un médico ¿En qué puede ayudarte el líder del clan Hyuga?
—Verá, recientemente tenemos problemas con algunas maquinas del hospital a tal grado que nos vemos en el desespero de enviar antes de tiempo el reporte de nuestro trabajo a la torre central, aun así, no creo que sea posible reparar todas las máquinas y... desde antes de perder mi puesto como directora del hospital ya tenía esta idea en mente.
—Adelante, suena interesante.
—Como ya sabrá, Neji ha estado conmigo en los últimos meses y ha aprendido algunas cosas sobre medicina mientras agudizaba su vista al ayudarme en operaciones complicadas, el poder ocular de los Hyuga es sumamente poderoso y mientras nos ayudaba descubrió un uso increíble para la medicina...
—Él me lo comentó, al parecer el Byakugan es capaz de ver más allá de los puntos de chakra.
—Exacto. Además de que ambas materias van algo ligadas, ustedes saben lo básico del cuerpo Humano para manejar el Byakugan... eso los hace muy útiles en el ámbito médico.
—Con eso he entendido un poco a lo que quieres llegar.
—Sí —da un asentimiento —Neji está dispuesto a ayudarme, y no quisiera meterlo en problemas por esta charla, pero... él me dijo que estaba dispuesto a ayudarme cuando le plantee esta idea.
—Si, no te preocupes continúa.
—Al parecer existen algunos interesados en el ámbito médico entre sus jóvenes, yo planeo enseñarles principios médicos mientras Neji los ayuda a avanzar con su poder ocular, verá...
La charla continuó por un rato y el señor Hiashi la dejaba extenderse en su explicación brindándole así conocimientos nuevos hasta al hombre de mayor edad que cada vez parecía más entregado a la idea de aquella muchacha. Hinata apenas salía de la oficina de su padre terminando con una reunión cuando escuchó una conversación entre las mujeres de limpieza, dudosa de lo que oía se acercó al par de mujeres.
—Disculpen. ¿Sakura Haruno ha venido?
— ¡Oh, señorita! —da una reverencia al lado de su compañera.
—Disculpe nuestra plática de mal gusto. La señorita Sakura esta ahora mismo en una charla con el señor Hiashi en la sala del té.
— ¿Y sabrán de que hablan?
—Bueno... —admira a su compañera con duda —pues creo que la señorita Sakura está pidiendo nuestra cooperación en el hospital.
— ¿Hay algún problema grave en el hospital?
—No que nosotras sepamos...
La chica eleva la mirada sobre el pasillo y luego de darles las gracias se pone en dirección a donde la reunión da final; Sakura se levanta y al segundo da una reverencia para salir al pasillo donde ambos observan la presencia de la primogénita Hyuga.
—Hola Hinata —sonríe con entusiasmo —quería hablar contigo.
—Hu... sí. —observa al hombre de apariencia dura —Padre, nuestra reunión ha llegado a un punto final, así que... —da una reverencia —puedes admirar los papeles de la oficina si gustas o podemos tener una charla más tarde, ahora quisiera tener una charla con mi amiga.
—Muy bien, adelante entonces.
Sin decir más Hinata tomo a su amiga de la mano para llevarla consigo al patio principal donde tomaron asiento.
— ¿Estás bien? —cuestiona dudosa admirando a la Hyuga.
— ¿He? Si... —desvía la mirada —um... ¿De qué hablabas con mi padre?
—Un tema del hospital, Neji me propuso una idea increíble que ahora mismo le queda como anillo al dedo al hospital.
— ¿De qué hablas?
—Estamos teniendo un problema con nuestras máquinas de revisión corporal, algunas se dañaron en medio de una pelea de ebrios así que nuestro equipo médico tiene varios problemas ahora mismo, tenemos que entregar una petición al Hokage mañana, pero recordé una charla que tuve con Neji, ya lo sabías ¿No? su visión obtuvo un... extra, digamos, ahora puede ver mucho más que antes.
—Sí, nos lo comentó.
—Pues quisiera utilizar la visión de los Hyuga para poder guiarnos en el trabajo de las operaciones invasivas al menos por un tiempo y le tenía que hablar a tu padre para proceder además de convencerlo.
—Um. —da un asentimiento.
— ¿Estás bien Hinata?
— ¿Qué? —vuelve la mirada.
—Estás algo evasiva... no paras de mirar a los lados, —observa hacia la casa principal —además me sorprendió tú forma de hablarle a tu padre... ¿Está ocurriendo algo?
—No realmente, estoy... —sujeta su cabello agachando el rostro —algo cansada últimamente, mi padre me ha puesto muchas clases para tomar el puesto de cabecilla además de esos retos que toman horas por resolver... —exhala un suspiro descansando su mejilla sobre su palma —solo estoy muy cansada.
—Puedo comprenderlo —sonríe tranquila —Sabes, esta mañana Ino me propuso que tengamos una noche de chicas el día que puedas estar libre... ¿Crees que eso se pueda?
Ella observa con seriedad a la chica de melena rosa, y por un momento parece perderse de lo que hablaban, entre su vista perdida Sakura inclina el rostro, algo dudosa, percatándose de que aquella chica no parecía mirarla y ni siquiera escuchar el suave golpeteo que hacía fluir del golpear a la mesa con su dedo índice en busca de atención. Sorprendida por tal situación comenzó a sacudir su mano cada vez más cerca del rostro de su amiga hasta volver a obtener su mirada.
—Oh, sí. Creo que tengo libre dentro de tres días así que si ese día está bien para ustedes...
—Si, claro.
Sin más que decirse, Sakura se despidió de aquella incomoda conversación saliendo de la residencia Hyuga para ponerse en marcha a su hogar. El camino aún estaba un poco helado, ya era enero... finales de enero, pero... deteniendo sus pensamientos sobre el clima, agacha la mirada, sus labios se fruncen y apretando los puños gira su rostro sobre las calles solitarias a la distancia; podía recordarlo claramente y eso hacía que su estómago se contrajera lleno de incomodidad, había un dolor que le incomodaba por completo. Verlo con alguien más, sabía que le dolería, pero...
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