Capítulo 40

Escrito: 04/ 09/ 2021

Distracción.

Manteniéndose ocultos tras algunas yerbas olorosas, Shino suspiraba escuchando por fin noticias del chico que habían estado buscando desde el día anterior, la calma invadió su rostro y volviendo la mirada sobre sus acompañantes sonrío elevando la comisura izquierda de sus labios.

—Lo tengo ubicado.

Ambos jóvenes se miraron llenos de entusiasmo y Kankuro se acercó al chico dejando su puesto de vigilancia. Habían estado desde el día anterior bajo una manta de yerbas olorosas que mantenía lejos a los gatos, Shino era quién se movía en todo el reino, para ese entonces conocían la ubicación de los guardias gatunos y la ubicación de la gente que había asistido de su propia villa. Hinata miraba de reojo como esos chicos inician una charla mientras ella mantenía activo el Byakugan manteniéndose alerta a la vigilancia para no ser descubiertos.

—Entonces es así... —analiza la situación relamiendo sus labios —entonces... —eleva la mirada al Aburame —la hora adecuada para movernos es a eso de las cinco de la tarde cuando la mayoría se acerca con los humanos de la zona y a disfrutar de la yerba de gatos.

— ¿No creen extraño que nadie de los nuestros se haya acercado a Kiba? —comenta la Hyuga en un susurro — Los Inuzuka conocen bien su olor así que no entiendo...

—El lugar está rodeado de olores distintos, plantas por doquier, —vuelve a su puesto de vigilancia —sabes que los olores mezclados pueden aturdir los sentidos de los Inzuka, a veces es tal el poder que ellos podrían sentir nauseas, pero... —menciona con calma arreglando sus gafas —han sabido disimular eso para no llamar la atención, hay al menos cinco lugares con el mismo olor y en la misma cantidad.

—Así el clan de Kiba no iría al único lugar que parece querer repelerlos —asiente comprensivo.

—Exacto. —asiente —Pero... —apunta un lugar —con los perros es distinto, el clan Inuzuka se ha percatado del lugar en el cual están los perros porque están juntos, a Kiba lo tienen separado, encadenado y amordazado... aun así no comprendo porque lo están haciendo.

—Creo que un miembro del clan Inuzuka podría entenderlo mejor que nosotros Shino, ellos han tenido problemas con los gatos en muchas ocasiones, Kiba me dijo alguna vez que era porque los gatos Ninjas se jactaban de ser mucho mejores que ellos... —analiza de forma precavida toda la zona —en si toda la gente del reino de los gatos es muy... engreída sobre sus cualidades.

—Bueno —suspira el Subaku —al menos ya sabemos dónde se encuentra y en la condición que lo tienen... —observa al Aburame — ¿Tus insectos no tienen alguna forma de escuchar la conversación y traerla a nosotros?

—Pueden hacerlo, pero no deberíamos tentar a la suerte, tanto los gatos como los perros tienen los sentidos más agudizados que nosotros... si es Kiba quién se entera de nuestra presencia podría estar bien, pero si son los gatos todo podría volverse un lío.

—Si es así deberíamos ir con calma Kankuro san, conozco al clan de Kiba muy bien y sé que ellos no van a actuar hasta tener conciencia exacta sobre el lugar de Kiba y de los perros, además están en territorio de los gatos, no van a actuar imprudentemente para darles la oportunidad de hablar de más.

—Hinata tiene razón, además los Ninjas de la hoja están a su lado, la señora Tsume intentará apartarlos para tener una lucha directa con los gatos, eso significa que tomarán su momento para decidir un plan y luego atacarán... aun no tienen idea del lugar donde se encuentra Kiba así que...

—Tenemos tiempo, lo comprendo. Pero no puedo evitar estar desesperado.

—Y te comprendemos —asiente Hinata desactivando su byakugan —Lo siento, pero necesito tomarme un momento.

—No hay problema —decía su compañero de equipo —duerme lo que necesites, no vamos a hacer nuestro movimiento hasta mañana cuando el sol este descendiendo en el horizonte.

La chica daba un asentimiento ocultándose bajo la manta de hierba olorosa en la cual tenían que dormir y comer, había sido de gran ayuda que Kankuro se hubiera informado tanto antes de unirse a ellos en ese plan de locos, o bueno, antes de llamarlos a ellos para participar en ese plan de locos; ambos ninjas de la hoja estaban preparados para recibir su castigo si todo aquello iba mal, y aunque todo saliera bien ellos sabían que serían castigados, lo que más le preocupaba era la actuación de su amiga, pero Sakura había decidido ayudarlos por su cuenta y no había sido capaz de pensar en nada para evitarlo.

Para la mañana del día siguiente el equipo siete se veía llegando al castillo de los gatos sin ocultar su presencia, eran conocidos en aquel lugar y además de eso, esa era su estrategia; durante su avance por los bosques y praderas decidieron que podrían ayudar a lo que sea que estuviera pasando detrás de aquellos muros, no existía forma de contactarse con sus compañeros Ninjas ni de saber cuáles eran sus movimientos en el interior así que lo máximo que podían hacer era servir de distracción mientras ellos avanzaban para hacer lo que creyeran correcto.

—Te lo dije —expresa con confianza mirando a su compañero para luego volver la mirada a los chicos —Sasuke Uchiha, y compañía... —avanza frente al ninja rubio —Naruto y... —inclina la cabeza —Sakura ¿No?

—Si, correcto —contesta con una sonrisa.

—Y bueno —interviene la gata de pelaje café —hace bastante tiempo que no los veíamos ¿Qué los trae por aquí? —busca algunas orejas entre su bata roja.

—Gracias —expresa el Uchiha poniéndose las orejas —ha ocurrido un pequeño lío en la villa, los Inuzuka están siendo retenidos a como da lugar, pero están vueltos locos.

—No es novedad que los perros estén vueltos locos —comenta con gracia el gato con un kanji en su frente — ¿Qué los alborota ahora? Me supongo que no deben ser las pulgas —comenta burlón.

El equipo se mira levemente, sabían que los gatos no eran fáciles de engañar, y sobre todo eran muy perceptivos, por esa misma razón estaban intentando actuar con la mayor normalidad posible. Sakura avanzó poniéndose de su altura para mirarlos con seriedad.

—Un Inuzuka fue capturado en una misión fuera de la villa, —pide un momento elevando la palma abierta frente a ellos —los Inuzuka decidieron investigar por su cuenta y entre su despliegue por el bosque recibieron un nuevo ataque efectuado de igual forma que el primero... —observa a ambos —encontraron un bigote de gato.

Ambos gatos parecen sorprenderse apenas un poco y al segundo se miran analizando la veracidad de aquellas palabras para después volver la vista hacia aquella chica, Denka, el gato del kanji marcado en su frente fue el primero en hablar.

— ¿Qué tipo de ataque fue?

—Ustedes saben que me he vuelto una médico Ninja, entonces también tuve mis dudas sobre el tema porque los arañazos eran irregulares, y yo sé lo precisos que son en sus ataques, pero... los Inuzuka aseguraron que era un bigote de gato, y saben la buena calidad de olfato que ellos tienen comparado a nuestra capacidad —exhala un suspiro poniéndose en pie.

—Lo comprendemos —asiente la gata admirando a sus acompañantes.

—El ataque —inicia Naruto —consistió en dos ataques con Humo, el primero era para distorsionar el aroma, algo que lograba atontar a los Inuzuka.

—Y el segundo —prosigue el Uchiha —era un ataque con gas pimienta para cegarlos, además de eso no había rastro de aroma en los alrededores y no había huella alguna que seguir, es únicamente por ese bigote que ahora hemos venido para pedirles... ayuda o cooperación.

Ambos gatos permanecieron pensativos y luego de mirarse decidieron guiar a sus invitados al interior de la fortaleza con la intención de llevarlos con su nueva líder. Los chicos se miraban de reojo intentando calmar sus pensamientos y sentidos para seguir teniendo la confianza de aquellos gatos Ninja.

El insecto de Shino volvió con nueva información, y al escucharlo no dudo en volver la mirada a sus compañeros con la mayor rapidez posible.

—El equipo siete está entrando en la villa, ya debieron descubrirnos, pero no entiendo lo que están haciendo aquí... allá, con los gatos.

— ¿Qué? —cuestionaba la chica con sorpresa — ¿Con los gatos?

—Los están guiando con los humanos —explica —según me informan mis insectos les han contado sobre lo que paso con Kiba y los gatos decidieron guiarlos.

— ¿Qué puede significar eso? —frunce los labios con duda —los gatos no decidirían ir contra toda una villa, ir contra los Inuzuka es algo normal por la rivalidad de las especies, pero ir contra toda una villa ninja... —mira a sus compañeros —no lo harían, estarían en desventaja, aun creyéndose los mejores saben reconocer sus debilidades en silencio.

—Eso no es importante ahora —expresa firmemente manteniendo la vista sobre las calles —Shino, mantén a tus insectos atentos a todos los movimientos posibles... esos tipos no son tontos, y esa chica los ayudó cuando salieron de la villa así que no creo que vengan en nuestra contra... debemos concentrarnos en salvar a Kiba sea como sea la situación, ya tenemos su ubicación así que solo hay que esperar.

Los compañeros se miraron con algo de duda sobre la situación y al segundo volvieron a sus lugares de vigilancia, era muy obvio que ese chico se preocupaba en mayor cantidad por aquel chico y haría hasta lo imposible por sacarlo del lugar en el cual lo tenían prisionera, con o sin ayuda.

Al estar frente a la líder Tamaki, ellos contaron lo sucedido con mayor precisión, la chica inhalo profundamente pensando lo que le habían contado y manteniéndose atenta a las acciones de sus felinos más perceptivos, al no ver duda en los gatos simplemente agachó la mirada apretando los labios.

—Bien. —suspira —no creo que estén mintiendo, pero mis gatos ninja me indican cada movimiento que planean hacer... si hubieran tenido una disputa con los Inuzuka me lo habrían dicho... —analiza los alrededores —hagamos esto, les dejaré dar un recorrido por la zona para investigar por su cuenta en compañía de Hina y Denka mientras yo busco información con mis gatos. Momo... —llama al gato de pelaje grisáceo —llama a todos los gatos disponibles, necesitamos tener una charla sobre un tema importante, que solos se queden en sus puestos los gatos de la muralla.

Con una leve sonrisa en gato dio un asentimiento y al segundo salió del lugar brincando sobre las salientes de la pared, Tamaki suspira pensativa y los gatos Hina y Denka se acercan a los Ninjas haciéndolos avanzar para salir de aquel lugar.

— ¿A dónde iremos primero? —cuestiona el chico rubio admirando todo a su alrededor —el lugar ha cambiado...

—Hemos crecido un poco, la cantidad de humanos que nos apoya también ha aumentado... —observa de reojo al Uchiha —con la desaparición de los Uchiha, nuestros principales compradores, las ventas disminuyeron un poco... —vuelve la vista al frente —ahora hacemos lo mismo que ustedes, cobramos por ayudar con sus problemas.

—Denka —sonríe admirándolo —sigo creyendo que eres precioso, me encantaría tenerte en casa para hacerme compañía, podríamos ir en misiones ninjas y cosas así.

—No cometeré el error de entregarme a cualquier humano —menciona con diversión —aunque sé que no eres cualquier humano, los conocimientos médicos no me vendrían mal... —sacude suavemente la cabeza hacia la derecha —quizá lo tenga en consideración para dentro de unos años más.

Ella ríe —Encantada espero por ti.

—Aunque... —olfatea el aire —puedo percibir que tienes a un grupo de perros cerca de ti, reconozco a uno en especial... Pakkun, el fiel cachorro de Kakashi Hatake. ¿No es así? —aprieta los labios —lo siento, no comparto espacio con los perros.

—Oh... los veo de vez en cuando, pero no son míos.

Era estúpidamente ridículo, hasta en una misión tan alejada todo parecía querer recordarle a ese hombre, ambos gatos percibieron la alteración de aquella joven y detuvieron su andar mirando aquel rostro cabizbajo, al percatarse, Sakura elevó el rostro mostrando su mejor sonrisa.

—Lo siento, yo... —rasca su cabello —tengo un tema con eso y me pone algo...

—Nos hemos percatado —vuelve la vista al frente —sigamos con esto y no duden en decirnos si quieren ver algún lugar.

—Sí —asiente Denka —la líder Tamaki a dado el visto bueno a esta visita así que pueden escoger cualquier lugar.

Ambos chicos miraban a su compañera de reojo mientras avanzaban a la par de ella. Al ver el movimiento Shino lanzó sus insectos hacia el lugar en el cuál tenían cautivo a Kiba, Kankuro se sacó la manta de hierba de encima y Hinata le siguió estirando el cuerpo, lista para lo que viniera.

—Las cosas se están apresurando —informa el Subaku —manda a tus insectos con los Inuzuka e informa que ya tenemos a Kiba a salvo, que rescaten a los perros.

— ¿Entonces haremos un ataque directo? —cuestiona la Hyuga activando en Byakugan en la dirección que tomarían —los gatos de la muralla siguen resguardando los alrededores.

—No podemos actuar directamente, los tres seremos castigados y meteremos en problema a nuestros líderes si alguien sabe que estamos aquí... —sujeta al Aburame por el hombro — ¿Cómo está la situación?

—Han salido por completo de la torre, la mayoría de gatos está alejándose de esta zona, pero debemos de tener cuidado porque estamos cerca del muro y los gatos que resguardan la ciudad podrían percatarse de nuestra presencia.

—Entonces hagamos lo siguiente. —los mira con seriedad —No guiaremos con el Byakugan de ahora en adelante, tú debes alejarnos de los enemigos lo más posible Hinata, Shino mantén un radio amplio a nuestro alrededor para evitar cualquier choque inesperado, y yo me mantendré alerta con los gatos de la muralla... tenemos que alcanzarlo antes de que su clan haga un embrollo.

Con un asentimiento los tres Ninjas se pusieron en marcha sin dudarlo, saltando entre techos y corriendo por las calles se mantenían en silencio guiándose por los cabeceos y movimientos de la Hyuga además de las indicaciones creadas por los insectos del Aburame; Kankuro mantenía el ceño fruncido y la vista sobre el muro y aquel gato que podría atraparlos.

—Estamos a nada de llegar, pero hay un gran campo abierto adelante —informa la Hyuga — ¿Pasaremos directo?

—Es lo único que podemos hacer, ¿Tienes alguna entrada?

—Hay una entrada subterránea por el lado norte, —informa Shino —será más fácil entrar por ahí sin ser vistos.

—Bien, hay que seguir entonces.

Aumentando su velocidad los chicos se movían sigilosamente por las sombras manteniéndose alerta y deteniéndose ante cualquier movimiento gatuno, algunos gatos llegaban a detenerse y olfateaban en aire, pero al segundo se cubrían la nariz, esos chicos llevaban dos días bajo yerbas olorosas sería imposible que su olor humano se mantuviera con normalidad. Al llegar a la escotilla Shino abrió la compuerta dejando pasar adelante a sus compañeros, ahí se encontraron con un sótano lleno de muebles viejos y algunas yerbas, Hinata comenzó a guiarlos entre la obscuridad haciendo que siguieran sus pasos tal cual ella los daba.

—No hay gente en el exterior —informaba al llegar a la escalera de salida — ¿Procedemos? —cuestionaba a ambos.

— ¿Cómo están los Inuzuka? —sujetaba la muñeca del chico detrás suyo con fuerza — ¿El equipo siete y el exterior de la casona?

—Los Inuzuka están procediendo directamente al interior de la bodega, Naruto y su equipo están entrando a algunas tiendas acompañados por dos gatos mientras que el exterior aún sigue estando libre.

—Entonces hay que salir.

La casa era grande, pero no se esperaban que al salir de ese sótano les esperara un completo laberinto, nuevamente ambos hombres dejaban todo en manos de la chica Hyuga. Shino se mantenía de espaldas a ambos mientras Hinata iba de frente y Kankuro analizaba cualquier posible ataque de ambas direcciones manteniendo su títere fuera por cualquier inconveniente.

—Estamos llegando —informa entre el sacar de un Kunai —mantengamos la guardia arriba, hay zonas que logran nublar mi vista... no sé la razón.

Ambos chicos se miraron y simplemente decidieron prepararse para la siguiente batalla en silencio, al llegar frente a la gran puerta Hinata detuvo su andar haciendo una señal de manos sin volver la mirada a ellos, ambos comprendieron con prisa lo que ocurría detrás de aquella puerta y giraron la mirada al frente. Hinata les regreso la mirada y tomando la mano de Kankuro lo hizo estar de frente a la puerta para ser el primero en entrar, aun entre su duda observó la afirmación del otro miembro del equipo con aquella idea y decidió empujar ambas puertas para adentrarse en una gran sala con grandes ventanales, ahí estaba Kiba de rodillas, atado de ambas manos, cuello y tobillos por cadenas. El chico volvió la mirada sobre el equipo que se adentraba en aquella zona.

—Kankuro... —musitaba incrédulo.

—Kiba —sin detenerse a pensar corrió en su dirección —Kiba...

Shino elevó sus insectos hacia aquel hombre que corría, y bruscamente lo jalo hacia ellos alejándolo de las lanzas que caían incrustándose en el suelo, el chico quedo perplejo en el suelo y solo pudo centrar su mirada sobre aquel chico que se mostraba altamente preocupado por él.

— ¡Kankuro! —trata de girarse hacia ellos — ¡Kankuro!

Hinata se apresuro hasta el joven de Suna ayudándolo a ponerse de pie, Kankuro recobró la compostura al segundo y los tres se pusieron en guardia admirando cada esquina, viga y sombra de aquella habitación. Shino giró levemente la mirada hacia su compañera.

—Hinata, activa tú Byakugan, los puntos borrosos que veías podrían ser nuestros enemigos, tal vez descubrieron alguna forma de evadir nuestra segunda arma más poderosa.

—Soy como la quinta arma más poderosa de la villa, pero sí, está bien.

—Lo lamento chicos —expresa abrumado entre el mantener su marioneta —no volveré a ser tan imprudente.

—Has sabido mantenerte con la cabeza fría todo este tiempo —menciona Shino —yo quise saltar desde el primer momento, así que no te preocupes por un pequeño error luego de dos días de sufrimiento.

—Shino y yo comprendemos, ahora solo debemos centrarnos en este tema.

Entre el exhalar de un suspiro, la Hyuga posa su dedo índice en el costado del chico a su lado comenzando a pasar información sobre el lugar en el cuál se encontraban sus atacantes, Kankuro hace lo mismo sobre la pierna de Shino y con todos teniendo la información el ataque da inicio. Los insectos comienzan a trepar por las paredes mientras Kankuro efectúa la distracción lanzando su marioneta de frente a Kiba.

—No atacan —informa firmemente — ¡Hinata, no están atacando! Debo ir... quizá... quizá solo —avanza un paso.

Las lanzas caen con fuerza incrustándose en el suelo y Kankuro retrocede sin dejar de maniobrar su marioneta que libera las cadenas poco a poco, Hinata sonríe de gran manera al mirar como Shino hace caer a los gatos que estaban en el techo con un único ataque, Kankuro saca su siguiente marioneta y Hinata se acerca a los gatos comenzando a repeler sus ataques.

— ¿Por qué secuestraron a nuestro amigo? —cuestiona entre el hacer retroceder a dos gatos — ¿Por qué atacan a los Inuzuka?

Shino retrocede mirando las armas que poseen los gatos y toma un tubo oxidado de aquel lugar para poder hacerles frente en una lucha cuerpo a cuerpo además de utilizar sus insectos por momentos, debían distraerlos el tiempo suficiente para que la marioneta de Kankuro se deshiciera de las cadenas que retenían a su amigo. El Subaku atacaba con su marioneta más débil a los gatos mientras retrocedía atrayendo en todo momento la atención de los gatos.

— ¡Hablen! —exigía la chica.

Habian cinco gatos en aquel lugar, dos gatos blancos que parecían ser mellizos con manchas negras en distintas y a la vez mismas partes de sus cuerpos, ojo izquierdo y ojo derecho, la punta de la cola y cola media, pata derecha y pata izquierda, además de lunares en otras partes del cuerpo; un Gato marrón de robusto cuerpo color café con un parche sobre su ojo izquierdo y una bola con cadena en su pata, un gato blanco de apariencia delgada que sacaba las uñas mientras su pelaje blanco se deslizaba sobre sus ojos, y un gato calicó con una katana en mano.

—No tenemos nada que decirte —decían al unisonó deslizándose uno detrás del otro entre un oleaje a la par, sacando sus garras emitían su típico sonido de ataque — ¡No tienen por qué meterse humanos!

— ¡Tenemos todo el derecho de meternos si han capturado a nuestro amigo!

Con un ataque directo lograba pegar en un punto clave del cuerpo gatuno haciendo que el gato cayera inmovilizado, el gemelo gatuno miraba a su hermano y la furia se pintaba al instante en su rostro mientras comenzaba a impulsarse de la pared para atacar a la joven Hyuga.

Shino retrocedía y siendo informado por sus insectos guiaba a los gatos hacia un montón de viejos artefactos logrando que el gato calicó cayera contra ellos destrozando su Katana en el proceso, los insectos hicieron el demás trabajo atacando directamente la cara del gato blanco hasta hacerlo caer en el piso y retorcerse entre quejas y arañazos.

— ¡Shino, tengo tres, suelta las demás!

De un solo ataque metía al gato robusto en su marioneta apresándolo sin la intensión de herirlo demasiado, al volver la mirada pudo ver como los insectos del Aburame liberaban los grilletes restantes dejando en libertad a su pareja que caía sobre sus palmas al suelo, Kiba elevó la mirada gruñendo con enfado hacia los gatos y se levanto con rapidez yendo en dirección al único gato en pie hasta tomarlo por el cuello dejándolo inmóvil mientras apretaba con sus garras.

— ¿Dónde está...? ¿¡Dónde tienen a Akamaru!?

—No te lo diré... —sujeta la mano que lo sostiene —aunque me cortes el cuello...

—Pues cortémoslo entonces. —sonríe mostrando sus colmillos —esta vez ustedes han generado este desastre... aténganse a las consecuencias.

Sin más palabras hace chocar al gato contra la pared dejándolo totalmente noqueado, Shino los reúne con sus insectos para apresarlos con unas sogas mientras Kiba jadea exhausto, parecía que no le habían dado agua en días pues sus labios estaban resecos y el calor en ese lugar era insoportable. Al volver la mirada a sus compañeros observo a su fiel amiga acercarse con una botella de agua, pero simplemente negó y paso de largo hasta poder descansar su rostro en el hombro del marionetista.

— ¿Por qué has venido? Ni siquiera entiendo cómo es que sabías que esto había ocurrido... —ríe levemente — ¿Me espías o algo?

Sin mediar palabra apretó fuertemente el cuerpo de aquel chico contra el suyo —Le pedí un favor a Lee.

—Vamos —insiste Hinata acercándose —toma un poco de agua —toca el brazo de su amigo —pareces deshidratado.

—Lo necesitas —concuerda Shino —necesitamos actuar rápido, déjanos contarte lo que ocurre.

Ante el asentimiento del marionetista Kiba decidió beber agua y escuchar a sus compañeros, mientras Shino hablaba Kankuro se quitó una prenda de encima y le tendió la camisa al semidesnudo Inuzuka que solo la acepto con una media sonrisa en cara. Al terminar la explicación Kiba se levanto hacia los gatos capturados y los analizo un segundo.

—Ni siquiera yo tengo idea del porqué de su ataque, —observa a sus compañeros —hagamos esto... —suspira —ustedes tres no deberían estar aquí así que quiero que se larguen mientras todo el caos sigue en el aire, yo me encargaré de llegar a los míos. —observa a su compañero —Shino necesito que mandes un mensaje tanto al equipo siete como a mi clan.

Las acciones estaban siendo seguidas al instante y sin momento para pensar o reponerse de lo que había pasado todos salieron de aquel edificio siguiendo sus caminos. Sakura era las más atrasada entre el andar por la villa y eso fue de gran ayuda para los insectos, obteniendo su ubicación partieron para dar la información al Inuzuka que corría a su máxima velocidad logrando llegar entre su cansancio y mal aspecto hasta los gatos y el equipo siete.

— ¡Chicos! —expresaba exhausto y jadeante —yo... allá... —apunta el camino —me...

Sin más energía en su cuerpo el chico cayó rendido en el suelo, Sakura se acerco enseguida para darle primeros auxilios mientras los gatos miraban los arañazos en la piel de aquel joven y las marcas de tortura sobre su espalda, cuello, muñecas y tobillos, ambos se miraron notando algunos pelajes sobre su piel.

—Algo esta mal —iniciaba la gata marrón.

—Debería volver para informar a Tamaki —mencionaba Denka con inquietud —definitivamente eso fue causa de alguno de los nuestros... ese pelaje es.

—Lo sé —asiente elevando la mirada al camino —viene de por allá, las cosas serán más claras si vamos por ese camino a verificar, pero... —posa la pata en su mentón —es necesario informar a Tamaki.

—Iré enseguida entonces.

Antes de poder partir un estruendo llama la atención de ambos felinos y todo el equipo siete, ambos gatos dejan al grupo solo para asistir al lugar que parece mantener un enfrentamiento activo. Sakura sonríe y sube la mirada a su equipo notando que ambos parecen seguros de encontrarse solos.

—Shino y los chicos están saliendo del reino de los gatos, pidieron al clan Inuzuka crear un gran desastre de su lado así que ahora solo nos queda actuar para que los gatos crean que los Inuzuka lograron salir sin permiso y vinieron a rescatar a los suyos.

— ¿Y Kiba? —cuestiona dudoso agachándose a su lado —No parece fingir... —observa las heridas de su cuerpo —no entiendo porque hicieron eso.

—Las heridas aun están frescas Naruto, lograré curarlas así que no te preocupes mucho, lo que haya sido se ha detenido... o pronto se detendrá, ahora mismo hay que centrarnos en estabilizarlo, necesitamos medicamento así que deberíamos volver con Tamaki mientras Denka y Hina se hacen cargo de los Inuzuka.

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