Escrito: 16/ 07/ 2021

¿Es posible olvidar una obsesión?

La Ninja de melena rosada salía del campo de entrenamiento estirando su cuerpo en diferentes posiciones, flexionaba sus brazos por el frente, detrás de su espalda, giraba su cuello para desestresarlo y sujetaba su hombro mientras hacia girar el brazo; al estar más relajada exhalaba un enorme suspiro y sonreía al camino que se mostraba delante suyo, la tarde caía con tonos anaranjados y amarillos mezclados entre sí, el sol estaba a unos pasos más adelante y su sonrisa crecía al pensarlo.

— ¡Sakura!

Al volver la mirada hacia una jardinera se sorprendía de encontrar al sensei de rostro cubierto que la había hecho enfadar unos tres días atrás, la chica bufó con enfado y simplemente siguió su camino ignorando al mayor. Kakashi suspiro y la siguió con prisa.

—Oye, ¿De verdad vas a seguir enfadada?

La chica mantuvo la boca cerrada siguiendo su camino, el hombre seguía haciendo pregunta tras pregunta en un intento de sacarle por lo menos una maldición, pero la joven se mantenía firme a ignorarlo por completo. Llegaron al centro de la villa y Kakashi suspiraba manteniéndose en silencio y resignado a ser ignorado. La chica comenzó su tarde de compras con normalidad, hablaba tranquilamente con los dirigentes de las tiendas y puestos, les dedicaba sonrisas amplias y hermosas, y Kakashi solo permanecía a su lado admirando como aquellas pálidas mejillas se teñían de un tono rosa pastel.

— ¿Seguirás así? —cuestionaba cansado de ser ignorado —Sakura... —seguía su andar —Sakura... Sakura...

La chica se detuvo y exhalo un suspiro cansado, pero finalmente siguió su camino al interior de una pequeña tienda, saludo al tendero y avanzo a las neveras para sacar un bote de leche y algunos pudines, se acerco a las verduras del lugar y las hecho en una bolsa, finalmente da media vuelta encontrándose de frente con su profesor que sorprendido retrocede un paso, ella mantiene un semblante escéptico a su presencia y simplemente le da caer la bolsa con cosas en las manos, Kakashi no se rehúsa y simplemente la sigue entre el cargar de sus cosas.

—Hola, creo que ya terminé, —Dice amablemente al tendero — ¿Cuánto sería?

El hombre alarga en cuello en busca de lograr ver la mercancía comprada, Kakashi se asegura de inclinar la bolsa dejando ver los artículos, luego de agradecer el hombre saca la cuenta y expone el precio obteniendo el pago por sus productos. Ambos ninjas abandonan la tienda con las compras en mano, Sakura se detiene un segundo analizando mentalmente sus compras y enseguida siguen su camino hacia la casa de la joven.

— ¿Cuánto tiempo más vas a seguir enojada conmigo? Lo siento ¿sí? De verdad lo lamento, pero... no lo sé, —exhala un suspiro —pensar que te ves con un tipo luego de beber demasiado me tomo por sorpresa, nada bueno llega cuando dos personas están ebrias y juntas.

—Espere... —detiene su andar volviendo la mirada — ¿Qué es exactamente lo que lo enfado? ¿Qué yo beba? ¿O qué yo beba con un tipo que no es Sasuke?

Algo parece aclararse en la mente de la joven, ella se aparta con sorpresa y eleva ambas palmas pidiendo un momento, niega divertida y parpadea dudosa de toda la situación.

— ¿Qué... qué es lo hace sensei? ¿Está... —eleva la ceja con duda —enojado porque deje de querer a Sasuke? —ríe cubriendo su boca —No, es que eso es imposible, es imposible... —niega siguiendo su camino —no puedo entenderlo, —encoge los hombros —simplemente no comprendo porque le enfadaría que yo dejara ese... bueno, —detiene su andar volviendo la mirada con duda —esa excusa de amor, simple y estúpida obsesión por Sasuke.

—Yo no...

—No, —niega —lo comprendo bien Sensei, no esta hablando de Sasuke, es que eso de verdad suena a locura, —toca el brazo del hombre —comprendo su idea, su preocupación por ese chico y porque yo beba con él, pero... le aseguro que sé defenderme —muestra el músculo de su brazo —sabe lo fuerte que soy, y sobre todo, él tipo es tranquilo, aunque... —toma sus bolsas retrocediendo a la puerta de su casa —si tanto le preocupa que beba con él, podríamos salir juntos a beber, usted ocuparía su lugar, ¿Le parece? —abre la puerta sin mirar —así hasta podrá medir mi nivel de ingesta de alcohol, dos asuntos resueltos, ¿Le parece?

El hombre no dice palabra y simplemente da un asentimiento, su alumna sonríe ampliamente y al segundo se adentra en su casa dando aviso de su llegada para comenzar a acomodar las compras. Kakashi suspira pasando la mano entre sus plateados cabellos repasando mentalmente las palabras de su alumna, realmente, ¿Qué lo había hecho enfadar? El alcohol, la compañía de otro hombre en la vida de su alumna o... por extraño que se escuchará... ¿Realmente lo había enfadado el que esa chica haya olvidado el amor que sentía por aquel viejo compañero de equipo?

La última parada de esa noche para el Hatake era en la torre de la quinta hokage, la mujer lo había mandado a llamar para la noche, al parecer lo enviaría a una misión nocturna que debía mantenerse en secreto. Luego de dar tres toques con los nudillos a la puerta, la voz de la hokage se hace oír permitiéndole la entrada a la oficina, al entrar puede ver a la mano derecha de la kage totalmente dormida en el sofá mientras la hokage bebe de una botella grande de Sake.

— ¿Bebiendo tan tarde? —cuestiona con vos calmada.

—Si, —eructa por lo bajo —no es tu maldito problema Kakashi...

La mujer inclina el cuerpo hacia el escritorio delante suyo buscando un pergamino, gruñendo aprieta sus parpados con los índices mostrando su molestia; Kakashi suspira admirando toda la habitación de reojo, su alumna pasaba gran parte del día metida en aquel lugar, en la torre y en esa oficina.

— ¿Tienes idea de si Sakura se ha vuelto alcohólica?

— ¿Disculpa? —deja caer la palma con fuerza sobre el escritorio — ¿Estás tratando de decir que yo soy una mala influencia para ella? —da una carcajada — ¡Por favor! ¡Yo sabría al segundo si esa niña bebiera una gota de alcohol!

—Pues no eres tan cercana a ella como lo piensas, ella bebe Tsunade, en plena mañana.

— ¿Cómo qué...? —sacude su rubia melena despeinada — ¿Cómo qué bebe?

—Ella bebe Sake, la invite a tomar el desayuno conmigo hace unos días, y ella pidió una botella de Sake y cuando le pregunte por ello contesto... que sabía beber.

— ¿¡Cómo qué...!?

—Si, y al parecer ha llegado a embriagarse al lado de un chico, dijo que esa vez estaba realmente ebria, pero... por suerte logro contenerse.

— ¿¡Contener... SE!?

El fuerte grito es seguido por dos palmas que caen contra el escritorio, shizune se levanta con sorpresa mirando los papeles y el polvo elevarse frente a ella, el escritorio termino hecho trizas en el suelo y ambos presentes simplemente miraban la escena. Shizune comenzó a elevar las manos poco a poco mientras sus ojos salían de orbita y su boca se abría emitiendo un chillido que poco a poco se convirtió en un grito de terror, la mujer dio un paso al frente y apunto duramente el escritorio destruido.

— ¿¡POR QUÉ!? ¡Tsunade sama! ¿Por qué?

— ¿Cómo que ella bebe...? —endulza su voz entre el avanzar hacia el ninja — ¿Cómo que Sakura bebe Kakashi? Vuelve a repetirme eso, anda, anda... —palmea el pecho del hombre —dímelo de nuevo, y sobre ese chico... quiero el nombre de ese mocoso.

— ¿Crees que ella me lo diría? —desvía la mirada—solo creo que trabaja en la torre o algo... dijo que fue después de terminar su entrenamiento cuando ese tipo se acercó a ella.

—Su entrenamiento, —asiente pensativa —su entrenamiento —mueve la mano de arriba hacia abajo una y otra vez —su entrenamiento ¿¡De qué!? —toma al ninja por el chaleco —Ella entrena como médico ninja, pero también entrena su fuerza física fuera de la torre.

—No tengo idea en cuál de los dos entrenamientos pudo ser, eso es lo único que sé.

Tsunade apretó la mandíbula mientras sus ojos viajaban en todas direcciones tratando de centrar su mente, con paso rápido y firme Tsunade se acercaba al escritorio tomando un pergamino con fuerza para arrojarlo al pecho del Hatake, Kakashi dio una reverencia y sin más que hacer se retiró dispuesto a iniciar su misión.

— ¡Trae A SAKURA HARUNO A MI OFICINA AHORA MISMO!

Shizune pego un brinco lleno de sorpresa y alsegundo salió de la oficina para comenzar una carrera hacia la casa de la jouninnombrada; Kakashi suspiro mirándose llegar a la salida de Konoha, volvió lamirada un momento, se sentía culpable por lo que estaba pasando en ese precisomomento, pero... esa chica, lo había hecho enfadar... aunque aun no sabía por qué.