Publicado: 17/ 08/ 2021

Bruma.

Eran las cinco de la mañana y Kakashi no había logrado dormir para nada aquella noche, a eso de las dos de la madrugada había llegada una joven envuelta en llanto tocando a la puerta de su apartamento con mucho desespero, él abrió y la joven corrió a sus brazos buscando refugio, Sakura no quiso hablar esa noche, se quedó en silencio todo el tiempo que sollozo entre sus brazos, ahora seguía ahí dormida con las mejillas marcadas por las lágrimas de aquella noche. En un suspiro los dedos del Hatake tocan aquel rostro tratando de borrar la tristeza marcada en sus mejillas.

—Gracias por... —Decía con voz ronca abriendo los ojos —dejarme quedar aquí.

Delante suyo se encontraba una joven con los ojos hinchados, el cabello revuelto y las mejillas aun con marcas de llanto; con un suspiro Kakashi la apretó contra su cuerpo dejándola suspirar sobre su pecho.

— ¿Quieres hablar de eso?

—Pero si ya lo sabes... —confiesa contra el cuello frente a ella.

—Si, sé lo que pasa nena, pero no tengo idea de lo que sientes con respecto a todo lo que ocurre...

Las manos del hombre acariciaban la espalda de aquella joven, y Sakura agradecía aquel contacto manteniéndose contra el cuerpo ajeno, no quería hablar de ello, a partir de ese día serían dos días más para la partida de sus padres.

— ¿Tienes ahorros?

—Si...

— ¿Has visto apartamentos por la zona?

—Yo... —suspira apartándose un poco para verlo —fui muy tonta ¿Sabes? Era muy obvio que algo pasaba cuando ella comenzó a empacar cosas en cajas, pero... —ríe conteniendo su llanto —le creí la mentira de que iba a hacer una limpieza general, no lo sé, creo que... una parte de mí sabía que algo iba mal, pero... —exhala un suspiro agachando la mirada —no quería más malas noticias, quizá... hasta fue por eso que aquella vez yo estaba tan enojada...

Con un suspiro Kakashi desliza sus dedos por el rostro de su querida alumna para después acomodar sus cabellos con mucho cuidado, ella eleva la mirada hacia los ojos negros que intentan brindarle confianza.

—Quiero besarlo...

—Si eso hace que te sientas un poco mejor, —sonríe —vamos a hacerlo.

Ella sonríe levemente y tomando una respiración profunda se incorpora en la cama de frente a aquel hombre, Kakashi sostuvo los brazos de aquella chica con mucho cuidado mientras daba suaves caricias con sus pulgares, su sonrisa se mostraba de frente hacia aquella joven desecha.

—Yo... quisiera pedirte que me dejarás quedarme aquí, solo por hoy, no quiero regresar a casa y verlo todo vacío, ellos dijeron que llevarían las cosas a una bodega y dejarían pagado por un año entero...

—Sabes que puedes estar aquí el tiempo que quieras, yo... de hecho, —da una mirada por la habitación —ya hice una réplica de mi llave, por si algún día no estoy aquí y tú quieres...

Sakura se levantó sobre sus rodillas y tomando el rostro de aquel hombre entre sus palmas se atrevió a besar aquellos labios, Kakashi no se retuvo ahí y respondió al beso con mucha suavidad. Al alejarse de los labios contrarios ambos suspiraron deseosos de más y al abrir los ojos admiraron con detenimiento a la persona delante suyo.

—Tengo miedo.

—Es normal, todos tenemos miedo en algún momento... —suspira tomando sus manos —cuando las cosas cambian todos tienen miedo de lo que viene, sea lo que sea, una pérdida o un ascenso, un nuevo inicio... lo importante es tener confianza en uno mismo, y al mismo tiempo, tener confianza en tus amigos, no tengas vergüenza de admitir que tienes problemas... si necesitas algo, sabes muy bien que yo estaré para ti.

—Ellos te lo pidieron ¿Cierto? No me sorprendería que te hayan pedido que también consiguieras un apartamento para mí —suspira con enfado —no tengo a nadie más de mi familia en la villa, y ellos han estado muy interesados en nuestra relación.

—Sé que estamos charlando de manera muy sería Sakura, pero... —sonríe — ¿Nuestra relación?

La sonrisa de la chica crece y en poco tiempo se eleva una risa que la hace caer contra el pecho de su maestro, ella niega completamente avergonzada.

— ¿¡Hablas enserio!? —golpea el pecho del hombre —Si, —Dice con confianza —nuestra relación.

De pronto la calma los llena, Kakashi toma la oportunidad para sujetar la mano de Sakura y guiarla al sofá de la sala mientras él comenzaba a preparar el desayuno, dentro de poco llegaría su hora de marcharse, ahora era el Hokage, tenía responsabilidades que atender.

—Sobre lo que hablábamos, si, ellos me lo pidieron, pero sabes que aun si no hubiera sido de ese modo yo te hubiera ayudado, aunque no me lo pidieras ni siquiera tú.

Sonríe ampliamente recargando las palmas del borde del sofá —Lo sé... no te lo quiero decir porque sé que seguirás mis palabras, pero... de verdad quisiera que te quedarás conmigo por hoy, no me quiero quedar sola aquí.

—Podría invocar a Pakkun para que te haga compañía —bromea —o quizá Buru sea tu favorito.

— ¿El grande? No gracias —ríe dejando caer su cuerpo en el sofá —Pakkun no suena a mala compañía y utiliza poco espacio...

Luego del desayuno juntos Kakashi se preparó para salir de su casa, se marchó depositando un beso en la mejilla de su joven alumna y dejándole a un pequeño compañero junto a la llave de repuesto de su apartamento. Sakura exhaló un largo suspiro para después entrar en la habitación dispuesta a darse una ducha y cambiar su ropa por una más cómoda, la noche anterior salió de su casa sin haberse dado un baño; al salir con más comodidad observa al pequeño can esperarla frente al televisor.

—Lo siento por la tardanza Pakkun, —toma asiento a su lado —y por haber hecho que Kakashi te invocará.

—No es problema, al menos puedo perder el tiempo lejos de los cachorros en el refugio, —rasca su oreja —normalmente nos la pasamos con los Inuzuka, ellos son buenos para tratarnos.

—Es bueno oír que no te molesta, hu... ¿Me permitirías tenerte en mi regazo y acariciarte?

Volviendo la mirada duda un segundo —Si, supongo que si... —avanza sobre el regazo de la joven —Dime Sakura, ¿Ocurre algo? Huele... a tristeza por todo el apartamento, también, nervios.

—Básicamente es mi culpa —confiesa con una leve risa —ocurrieron algunas cosas que me tienen algo decaída...

—Vi que Kakashi te ha dado unas llaves de su apartamento, él no acostumbra a hacer eso.

— ¿Lo ves con chicas muy seguido?

—No exactamente, él me invocaba por las mañanas luego de despedirlas, decía que era para no sentirse tan... solitario, siempre ha estado solo en este apartamento, pero hay días en los que la soledad suele hacerlo caer.

—Puede ser muy sentimental, —asiente con calma —me he quedado a su lado cuando eso pasa.

—Yo por igual, aunque... —olfatea el aire —últimamente la casa huele mucho a ti, y él casi no me invoca, estás tomando mi puesto.

Ella ríe algo apenada —Lo lamento, ¡De verdad lo lamento! Es que... —inhala profundo acomodándose en el sofá —creo que tenemos una conexión o algo así... me gusta estar con él, y a él parece gustarle estar conmigo.

—Puedo darme cuenta con solo mirar su apartamento, —confiesa —él era un verdadero desastre, pero últimamente su apartamento está muy limpio, a veces me llama por la noche para ayudarle con la limpieza.

— ¿De verdad? ¿Antes tenía un desastre? —ríe —hasta la primera noche que vine todo estaba limpio.

—Si... —suspira —no sé si debería decirte esto, pero... antes había venido una muchacha... ¿Puedes rascar un poco más abajo?

La chica obedeció al pedimento, pero su rostro había cambiado por completo, parecía triste con esa nueva información. Cuando la tarde cayó Kakashi llego a su hogar dejando algunos papeles en la mesa de centro para adentrarse en la habitación buscando dar con su joven residente. Pakkun estaba en la estancia profundamente dormido así que era obvio que aquella chica seguía presente en aquel apartamento; golpeando la puerta del cuarto de baño con sus nudillos, acercó su rostro a la madera.

— ¿Estás tomando un baño? Ya he llegado, y aunque traje un poco de trabajo podemos pasar un rato juntos... —saca su camisa — ¿Quieres que preparé la cena o lo harás tú?

—Mm... —sale con una toalla corta sobre su cuerpo —lo haré yo.

Al verla Kakashi queda completamente paralizado, sus manos se detienen de desabrochar su pantalón y obtiene la suave sonrisa de aquella chica sobre él; Sakura se acerca y suavemente toca el brazo de aquel hombre que se estremece ante el contacto.

—Estás fría...

—Mm —asiente — ¿Quieres un abrazo? —tiende los brazos.

— ¿Abrazo? —menciona algo alejado de la realidad —bueno, sí, me gustaría.

La sonrisa de ella se expande y exhalando un suspiro se acerca hasta rodear el torso de aquel hombre con sus brazos, Kakashi exhala un jadeo ante la sensación fría sobre su cuerpo, y al bajar la mirada sobre la melena mojada de su estudiante simplemente rodea aquel cuerpo con fuerza inclinando el cuerpo sobre el suyo, no quería soltarla, nunca.

—Yo... Sakura, me tomaré un descanso de mi puesto para poder estar contigo, al menos unos días, mientras decides lo que harás con tu vida... —exhala un suspiro reafirmando el abrazo —te ayudaré en lo que necesites.

—Mm, —asiente inhalando el olor ajeno —gracias, aunque sabes que no es tan necesario... aun así, de verdad lo agradezco. Mañana, pensaba ir a recoger mis cosas. Hablaré con Hinata y si ella acepta las llevaré a su casa dónde me quedaré un momento hasta que encuentre un apartamento.

—Podrías simplemente quedarte aquí conmigo, y el trabajo como oficinista sigue en pie.

—Gracias, —aparta el cuerpo mostrando una amplia sonrisa —pero lo que está ocurriendo es una prueba para mí, una oportunidad de iniciar mi vida adulta, o eso creo, no lo sé... —suspira algo frustrada —solo sé que lo quiero hacer por mí misma hasta que todo este embrollo termine, vivir por mí misma y cargar con mis propios gastos, aunque... el hospital...

—Podrías dejarlo por un momento, no creo que Tsunade se enfade, ella comprenderá que necesitabas dejarlo.

Con su decaída expresión toma camino hacia el ropero de la habitación mientras Kakashi toma un suéter ligero que se pone encima, ella comienza a buscar entre la ropa con mucha calma y saca lo necesario para vestirse, al iniciar su cambio de ropa el Hatake se mantiene de espaldas a ella.

—Sé que lo comprenderá, pero dejarlo significará dejar mi entrenamiento, así sean procesos de rutina y heridas pequeñas... con todo lo que está ocurriendo debo dejar mis practicas por completo... —suspira —dependiendo de todo, del precio del apartamento y la ganancia en un trabajo, además de las misiones Ninja que como sea me mantienen con un ingreso... ahora tengo que centrarme en salir adelante obteniendo un ingreso en todo lo que hago, será un tiempo, pero dejaré mi preparación como ninja medico estancada por un momento hasta que todo tome su lugar de nuevo.

—No tomará tanto tiempo si me permites ayudarte.

—Ya estoy cambiada. —informa con tranquilidad —Y no quiero que me ayudes, sea como sea, —avanza delante suyo —todo esto es una oportunidad para abordar mi vida adulta, supongo.

Al tenerla delante suyo nota esa mirada algo frustrada y aquella sonrisa decaída, parecía que le era difícil pensar en todo lo que decía, más que nada parecía temerosa. Con un suspiro toma a la chica de la mano atrayéndola sobre su regazo.

—Sabes, —acaricia el brazo de su estudiante —yo estoy para ti.

—Ya lo sé... —descansa el rostro contra el pecho ajeno.

Él lo sabía, esa chica estaba muy conflictuada con todo lo que ocurría, habían sido muy pocos días los que sus padres le dieron para procesar todo lo que ocurriría a partir de ese día... las ideas parecían torturarla mientras buscaba forma de subsistir por su cuenta y despedir a su única familia de aquella villa en la cual nació; Kakashi no podía evitar cuestionarse si quizá, y solo quizá, esa chica estaría más feliz al irse con sus padres.