Capítulo 16
Escrito: 09/ 08/ 2021
El golpe de la vida adulta.
— ¡Bien! —detiene su andar — ¡Misión concluida! —sonríe ampliamente mirando a la villa — ¡Hola Kiba!
—Ey —eleva la palma con calma.
— ¿Toca cuidar la entrada?
—Si... como diría Shikamaru...
—Es un fastidió —dicen al unisonó.
—Exacto, —sonríe animado —pero es mi turno de estar aquí, y pagan por hora.
Ella sonríe llegando a su lado — ¿Dónde está Akamaru?
—Se quedó con mi hermana para cuidar a los cachorros nuevos, él tiene muy buena pata con los cachorros.
— ¡Oh! Quizá pueda pasar luego a verlos.
—Oh... —endereza el cuerpo con algo de sorpresa —sí, puedes pasar cuando quieras.
—Bueno, entonces me retiro, —señala con el pulgar sobre su hombro —debo ir a dejar mi informe y a revisar mi pago.
—Si... —levanta su cuerpo con prisa — ¡Ha! Oye Sakura.
— ¿Sí?
— ¿Se han comunicado de Suna? Sé que no trabajas en la torre y que solo vas a ayudar de vez en cuando, pero... —baja la mirada con incomodidad —No quisiera preguntarle a Shikamaru, ¿acaso tú... sabes si Suna ha estado mandando mensajes? Si ellos están bien con la crisis actual...
—Um... —agacha la mirada entre su pensar —no creo saberlo, pero ya que voy puedo preguntarle a Kakashi, ¿Quieres que le pregunte algo más?
—Si, am... sobre Kankuro, él me dijo hace unos meses que vendría para atender un asunto con Kakashi, pero no lo hizo, por eso estoy algo preocupado por todo el tema de los bichos controla cerebros y eso...
—Oh, —menciona algo preocupada —eso sería un verdadero problema, pero si ese fuera el caso Gaara debió dar aviso cuánto antes, um... no te preocupes, voy a preguntar.
—Gracias.
Al dar media vuelta con dirección a la torre sus pasos comenzaron a tomar alta velocidad, lo que había escuchado recientemente no era una buena noticia, las cosas apenas comenzaban a calmarse un poco, no podían volver a retomar ese caso sin pies ni cabeza. Al llegar a la torre la emoción le gano y abrió la puerta sin importarle quién se encontraba adentro, la sorpresa la lleno al ver a aquel mucho del cuál apenas habían hablado, quizá... kiba se había distraído y no lo vio entrar.
—Hola, —admira al hokage —lamento entrar... —retrocede —si interrumpí de verdad lo lamento yo...
—No, —sonríe bajo su máscara —entra. ¿Qué pasa?
—Bueno... acabo de llegar de mi misión y traía mi informe, —admira al Nara y entrega el documento —me encontré con Kiba en la entrada y él me dijo algo que me puso nerviosa, por eso es que irrumpí sin llamar.
Su mirada jade se posa sobre aquel joven de Suna que se había sobresaltado al escuchar el nombre de aquel chico, pero aun así Kankuro mantenía su pose de chico indiferente concentrado únicamente en sus documentos. Kakashi seguía sonriendo entre el mirar a la joven, y al percatarse Sakura se mostró más tranquila.
— ¿Qué te dijo?
—Qué al parecer... —avanza hacia el joven de suna posando la mano en la espalda del hombre —Kankuro había dicho que venía para hablar algunos temas contigo y nunca llego, eso le preocupó, pensó que tal vez los bichos controla mentes lo habían... —sacude la cabeza —ya saben.
La mirada de todos los presentes se posó sobre aquel joven que tragando grueso mantenía la mirada sobre sus documentos, desde la presentación de aquel nombre el chico de Suna se encontraba algo tensó, pero ahora lo parecía aún más, su mirada variaba de los papeles hacia aquella joven y regresando a si sitio.
—Llegué temprano y vine...
—No llegaste temprano —ríe el Nara —acabas de llegar apenas, de hecho, llegaste tarde.
—Bueno... —amenaza al Nara con la mirada —me atrasé un poco, no lo sé, no lo vi.
—Pero está en la entrada, a menos que haya dejado su puesto no creo que...
—No lo sé, pase rápido.
Toda la sala quedo en silencio, el joven de la arena se encontraba realmente incomodó con aquella plática. Sakura suspiró y se alejó de su lado para avanzar a la puerta.
—Entonces iré a decirle que todo está bien contigo y que ya has llegado, se veía realmente preocupado cuando me pregunto por...
—No lo hagas, no te metas en lo que no te importa.
Su sonrisa crece llena de incredulidad —Kiba me importa, él es amigo mío.
Ante el silencio de aquel hombre Sakura sale de la habitación para ir a cobrar su pago. Al terminar con su movimiento la Kunoichi sale de la torre y se ve siendo detenida por la presencia de aquel hombre, Kankuro la esperaba con su habitual ceño fruncido, ella suspiro y avanzó hacia él sin problema alguno.
— ¿Qué pasa?
—No le digas.
— ¿Por qué debería no hacerlo?
—Porque... es un tema entre él y yo, no te metas, te lo pido... por favor.
La sorpresa la hace elevar la mirada, aquel hombre se encontraba avergonzado por pedir tal favor, pero se mantenía firme a su palabra, no quería que el Inuzuka se enterara de su presencia en la villa.
— ¿Puedo saber que ocurre? —cuestiona con suavidad.
—No quisiera decirle a una extraña, si ni siquiera le he dicho a Shikamaru que es casi parte de la familia ¿Por qué te lo diría a ti?
—Tienes... razón, —encoge los hombros —lo siento, a veces soy un poco entrometida, —sigue su camino —pero lo digo enserio, él estaba muy decaído y preocupado, por primera vez no lo vi brincando de aquí para allá con Akamaru o perdiendo el tiempo en alguna cosa, estaba... con la mirada fija en el suelo. Adiós.
— ¡Oh, hey! Um... ¿Sabes dónde podría estar el cejon a esta hora? Gaara me pidió que le entregará una carta, pero no tengo ni idea de donde esta, Shikamaru dijo que no había salido en misión así que debería estar por alguna parte de la villa.
—Um... entrenando posiblemente, —vuelve unos pasos estirando la mano — ¿Quieres que me haga cargo?
El hombre lo dudo por un segundo, analizó la carta en su mano y finalmente la cedió a aquella muchacha que se alejó con una sonrisa y una carta en mano; ante aquella visita en la oficina del Hokage no tuvo tiempo alguno para saludar a Kakashi, y aunque aquello la había desanimado un poco... parecía haber descubierto algo bueno. Al llegar al campo de entrenamiento habitual de Lee mostró una amplia sonrisa mientras él hacía flexiones con un brazo en la espalda.
— ¡Oh, Hola Sakura! —levanta el cuerpo en un brinco — ¿Qué te trae por aquí?
—Veamos... —tiende la carta —una carta especial de parte del Kazekage Gaara.
— ¡Oh! —toma la carta con prisa.
El rostro del joven se había iluminado por completo, miraba aquella carta con completo cariño y emoción, sus ojos se cerraron y apretó los bordes para contenerse de abrirla en ese mismo instante.
— ¿Esta... ocurriendo algo con los hermanos de la arena y la gente de suna?
— ¿He?
—Solo digo... —señala la carta —especialmente enviada por el Kazekage, esta tiene su sello, y fue enviada en manos de su hermano... Temari y Shikamaru la llevan muy bien y creo que ya hasta están planeando hacer la boda... además de qué recientemente vi un comportamiento extraño sobre Kankuro y Kiba...
El rostro del joven palideció —No deberías meterte en los asuntos de Kankuro, él se molesta bastante cuando se meten en sus asuntos.
—Ósea que realmente está pasando algo ahí —sonríe con confianza.
— ¡Ugh! —retrocede cubriendo su boca con la carta —Yo no he dicho nada.
—No, claro que no lo hiciste, pero... ¿Realmente?
—No puedo, de verdad lo siento, pero no puedo... Gaara me regañará si yo hablo de Kankuro y su vida, él es muy reservado.
—Bien, —eleva las palmas con calma —bueno... —señala el sobre con la barbilla —disfruta la carta, debo irme.
— ¡Gracias por traer la carta!
— ¡No fue nada! —eleva la mano en despedida.
El siguiente rato Sakura acudió con sus amigas a la casa de Hinata para tener una tarde de charla. Lo había decidido, debía dejar de comportarse rara y tener momento con sus amigos, al menos ahora no pensaba cada hora sobre lo ocurrido con Kakashi, y sobre todo, se sentía muy a gusto al lado de la chica Hyuga que la había escuchado pacientemente sin juzgarla en ningún momento. La noche caía y las amigas se separaron en el centro de Suna, ahora Sakura se podía dirigir a la torre Hokage para verlo; y ahí estaba él, saliendo un poco más temprano de lo normal mientras se despedía amistosamente de los trabajadores del lugar.
Al mirarse ambos detuvieron sus pasos quedando frente al otro, nuevamente podían sentir que algo faltaba ahí, algo que los acercará... Sakura agachó la mirada pensativa sobre ese algo, pero él le gano. Rodeando sus hombros comenzó a guiarla por las calles algo llenas.
—Kankuro salió muy rápido para alcanzarte ¿Paso algo?
—Nada muy malo, creo que nuestras villas de verdad están Estrechando lazos —ríe —Shikamaru no parece ser el único en conquistar a uno de los hermanos de la arena.
— ¿Qué? —aparta la mano deteniendo su andar.
—Oh, —niega —yo no. Estoy hablando de otras personas, —toma la mano del hombre para posarla de nuevo sobre sus hombros —solo es una suposición, pero Lee y Gaara parecen estar enviándose cartas muy... bueno, el sobre parecía muy personal, tenía la letra de Gaara así que es una carta escrita especialmente por él, no como las que manda para ti sobre asuntos de la villa.
—Bien... —alarga la palabra con duda.
Su risa sale —Kiba parecía muy preocupado cuando llegué, y no me sorprendería que no lo hayas notado porque tu mirada estuvo todo el tiempo sobre mí... —se miran entre una leve risa —pero Kankuro se sobresaltó cuando lo mencioné, con el simple hecho de mencionar su nombre Kakashi —expande su sonrisa —ellos, ellos deben tener algo.
—Bueno... no lo sé, pero si tú lo dices puedo creerlo.
—Deja de creer todo lo que yo te digo, —empuja su cuerpo con su cadera.
— ¿Entonces... a donde iremos hoy? Puedo llevarte a tu casa o podemos...
—Tú apartamento. —sonríe convencida.
— ¡Oye, Sakura!
Al volver la mirada ambos ninjas se apartaron del otro con suavidad, la madre de Sakura y su padre estaban delante suyo, los mayores se miraron y avanzaron hacia aquellos jóvenes hasta detenerse delante de ellos.
—Hacen bonita pareja —señala el padre.
Kakashi admiró a la joven a su lado y sonriendo la tomo por la cadera acercándola a su cuerpo, algo avergonzada por la presencia de sus padres solo sonrío con nerviosismo mientras sentía el rostro de su profesor caer sobre sus rosados cabellos.
— ¿Verdad?
Las risas de sus padres surgieron al segundo, Kakashi aparto la mano de aquella cadera con algo de tristeza mientras sus dedos tocaban aquella piel levemente, con un suspiro, Sakura dirigió la mirada sobre el hombre que la había tocado... pero aun cuando intentará atrapar su mirada Kakashi se mantenía de frente a sus padres.
—Um... —menciona su madre —Hokage sama, nosotros... —avanza sujetando el brazo del hombre —quisiéramos hablar un momento con usted.
—Oh, claro, no hay problema.
—Lo estuvimos pensando toda la mañana —informa el hombre alejándolo junto a su mujer —apenas ahora hemos decidido tener esta charla.
—Primero con usted, luego con... Sakura.
— ¿Qué ocurre? —cuestiona preocupado.
—Mi marido y yo estamos teniendo... —busca las manos de su esposo —problemas económicos, muy fuertes.
—No le estamos pidiendo un préstamo o algo así, lo que pasa es que la hermana de mi mujer nos ha conseguido un buen empleo, el problema es que es cruzando el océano... tenemos que partir en tres días.
— ¿Tres días? Dijeron que hablarían primero conmigo y después con Sakura, por favor no me digan que es sobre esto, ella lo va a tomar muy mal si se lo dicen con tan pocos días de anticipación...
Ambos se miran entre sí con incomodidad, luego bajan las miradas, Kakashi posa la palma sobre su máscara con mucha frustración y al elevar la mirada se encuentra con los ojos jade de aquella chica, Sakura abre la boca tendiendo levemente la mano hacia él, pero se retiene de avanzar e interrumpir.
—Hemos estado buscando empleo como locos, las cosas están muy mal económicamente en la villa desde que ocurrió todo aquello con los... muertos, —explica la mujer —la gente piensa que hemos perdido fuerza y por eso no pudimos localizar al culpable, por lo mismo no están haciendo tratos con nosotros y las entradas a Konoha han reducido drásticamente...
—El problema es grande y usted debería de saberlo.
—Lo sé, lo sé muy bien porque yo revisó todo eso cada día, pero... una cosa es eso y otra cosa es no haberle dicho nada a su hija, Sakura está muy confiada en que las finanzas de su familia están bien, gracias al cielo ella no gasta mucho dinero, pero... irse, sin decirle nada, a penas y le dará tiempo de procesar la información para cuando deba salir de la villa, debieron pensar en cómo se sentiría al dejar a sus amigos y la vida que...
—Ella no vendrá con nosotros —informa la mujer.
— ¿Perdón?
—Ella no va a ir con nosotros, mi marido y yo partiremos solos, lo hemos pensado por mucho rato y es lo más práctico y fácil para todos, ella tiene su vida aquí y es feliz con lo que hay en este lugar, nosotros somos sus padres y queremos que ella siga estando bien aun si eso significa tener que dejarla... Sakura es fuerte y siempre ha sido muy independiente, ella podrá estar aquí establemente hasta que podamos mandarle un poco de dinero.
— ¿Se irán sin ella? —cuestiona totalmente sorprendido.
—Sabemos que no se escucha muy bien, —asiente el padre —pero, confiamos en nuestra hija, y sabemos que, aunque se lo hubiéramos dicho ella hubiera preferido quedarse aquí, allá afuera no existe un mundo Ninja... ella es feliz siendo un Ninja.
El silencio se hace del momento, los padres se mantienen juntos mirándose con algo de culpa mientras el hombre de melena plateada baja la mirada pensando en cómo aquella chica que los esperaba pacientemente podría reaccionar mal ante esa información.
— ¿Qué es exactamente lo que me querían decir?
Ambos se miran, y la mujer avanza un paso —Nos iremos y no tenemos más familia en Konoha, es decir que Sakura se quedará sola —cruza los brazos con inquietud —es verdad que los padres de las familias de sus amigos podrán apoyarla, pero... estará sola, necesita un apartamento más pequeño y no tendrá más que sus ahorros...
—Debieron... —exhala un enorme suspiro de frustración —pensar todo este asunto con más cuidado, ¿No tendrá más que sus ahorros? ¿De qué hablan?
—No es nuestra culpa, —menciona con enfado la mujer —no estaba en nuestros planes que de un día para otro tuviéramos la necesidad de buscar un trabajo fuera de esta villa que era tan prospera.
Kakashi retrocede sujetando su frente con cansancio, no podía con esa platica ni un segundo más y sabía que aquella mujer tenía un carácter muy elevado; al ver la pelea presente Sakura dejo de retenerse y avanzó con decisión tomando a sus padres por los brazos para hacerlos caminar.
— ¡Lamento la molestia Kakashi! ¡Nos vemos mañana!
—No... —baja la voz mirándola marcharse entre regaños a sus padres —no te vayas...
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