Capítulo 11
Escrito: 28/ 07/ 2021
Perdidos, encontrados.
Una semana después no había pistas, los capturados y operados parecían desconocer lo que había ocurrido desde que fueron raptados. Pérdida de memoria, aseguraba la Hokage, además de que aquellos bichos aun eran desconocidos para ellos, lo único entendible era que se metían o eran introducidos en la cabeza de la gente para controlar sus movimientos.
—Bueno, creo que este es el final de la reunión, —informa la Hokage —aun con la ayuda de toda la alianza desconocemos porque está sucediendo esto, las familias no han recibido amenazas ni pedimentos... los rescatados no saben nada de lo ocurrido.
— ¡Esa pérdida de la memoria es un dolor en el trasero! —golpea su escritorio.
—Kurotsuchi por favor, —expresa agotada —no podemos hacer nada contra eso.
— ¿No hay una manera de intervenir en sus cabezas? —cuestiona el Raikage —tú eres un médico Tsunade, y Kakashi tiene el sharingan, no sé si pueda servir de algo, pero... podrían intervenir a la fuerza en sus mentes y...
—No pienso hacer eso, —informa Kakashi —no voy a invadir...
—Tenemos a alguien capaz de hacer eso, pero... —suspira abrumada —no podemos hacer nada sobre su gente, ellos están abrumados por lo que les paso, no quisiéramos intervenir en sus mentes aún más, y quizá... —desvía la mirada —estamos hablando de un punto muy frágil en el cuerpo humano, corríamos con el riesgo de lastimarlos cuando operamos abiertamente, pudieron no volver a caminar o no hablar, o perder todo el sentido... intervenir en sus mentes es completamente peligroso ¿Están seguros de qué...?
—Shira está dispuesto a hacerlo —informa el Kazekage —quiere vengarse de sus atacantes, quiere saber quién lo rapto, él quiere hacerlo.
Ante el pánico y duda en la mirada de la Kazekage todos los Kages comprendieron la situación, el miedo que recorría esa mirada siempre segura de sí misma les hacía comprender lo peligroso que era intervenir en un cerebro.
— ¡Bien! —informa apenada desviando la mirada —No lo hagamos, aunque ellos quieran no vamos a hacerlo, pero entonces... ¿Qué haremos?
—Seguir buscando —informa el Hatake —no hay otra opción.
Con la reunión dando un final la Hokage exhalo un enorme suspiro mientras dejaba caer su frente contra la palma de su mano, Kakashi suspiro ajustando su máscara.
— ¿Puedo marcharme?
— ¿Qué es... —pone firmeza en su cuerpo —lo que sucede contigo y Sakura? Ya tiene tiempo que lo vengo pensando, —Dirige una dura mirada por sobre su hombro —pero no te había preguntado. Eres el mayor, —da media vuelta cruzándose de brazos —tú eres quién debe hacerse cargo de estas cosas... —sacude la mano hacia el exterior —los rumores se están esparciendo por la villa desde hace un buen rato, —avanza hasta hacer retroceder al hombre —tú, pervertido de closet ¿Qué es lo que haces con mi preciada alumna?
—Um... —expresa incomodo —en primera, has robado ese apodo de Naruto, yo no soy un pervertido de closet.
— ¡Oh, pero claro! ¡Lo lamento! —finge preocupación — ¡Olvide que siempre muestras tus libros sucios por todos lados! —ríe con molestia — ¡Ahora dime! —deja caer las palmas contra la pared a los lados del rostro de aquel hombre — ¿Qué demonios estás haciendo con mi alumna?
—Nada, —sonríe entrecerrando los ojos —no hacemos nada, simplemente salimos o nos vemos para escuchar sobre el día del otro, —se escabulle bajo los brazos de aquella mujer —no hacemos nada de lo que te imaginar.
— ¡Haaa! —eleva el mentón cruzándose de brazos — ¡Espero que eso sea verdad! ¡El hokage no puede tener tan mala fama apenas iniciando! —su voz desciende —Ella no puede tener mala fama...
El hombre se paraliza al escuchar lo último, y regresa un paso atrás de la salida —Nunca dejaría que eso ocurriera.
—Ya veremos, porque pensaba dejarla en tus manos de todas formas. —Se adelanta a la salida — ¡Aunque no hablo de entregártela en el altar! Solo... de que la cuides.
—Si.
Rascando su nuca el hombre tomaba camino contrarío a aquella mujer, al salir se encontraba con Naruto que entre su distraer mirando las nubes tarareaba una melodía algo pegajosa, Kakashi se acercó y poso la palma de su mano sobre los rubios cabellos de su estudiante, él hecho la cabeza hacía atrás y al abrir sus ojos azules notó la presencia de su maestro.
— ¡Kakashi sensei! —levanta su cuerpo de un brinco — ¡Sakura nos espera en el lago!
— ¿En el lago? —eleva las cejas sorprendido.
— ¡SI! —toma la mano de su profesor — ¡Vayamos de una vez! ¡Si no lo hacemos Sakura Chan se enfadará!
— ¡Espera! —avanza a su lado — ¿Qué está pasando?
— ¡No lo diré! —muestra una amplia sonrisa.
La carrera toma velocidad, y al llegar a la orilla del lago Kakashi se detiene sin aire en los pulmones, la sorpresa lo llena al ver a aquella joven con el antiguo vestido que él mismo escogió para ella. La sonrisa aperlada de ella crece con inmensidad mientras sostiene su cabello en busca de evitar que lastimen sus ojos, Naruto ríe y simplemente avanza al lado del jounin avergonzado.
— ¡Hemos llegado! —ladea la cabeza al lado de la mesa — ¡Parece que ya tienes todo listo! ¡Genial!
— ¡Espera! —golpea la nuca de su amigo —Hinata fue a cambiarse la ropa y a traer a los chicos, también faltan Tenten y los demás, Shikamaru dijo que vendría... —eleva la mirada pensativa —aunque quisa llegue un poco tarde...
Al apartar la vista de aquella hermosa joven Kakashi podía admirar el lugar por completo, al lado del lago había una larga mesa con distintos alimentos, sobre los árboles largas líneas de colores que eran encendidas por sus alumnos, y delante suyo, dos jóvenes sonriendo con amplitud. Poco tiempo paso para cuando los demás ninjas comenzaron a llegar con ropa casual, la fiesta dio inicio para cuando la puesta de sol cayó, ahí estaban todos, sensei's y alumnos, charlando, riendo, recordando.
Kakashi se apartó de las personas para avanzar a la orilla del rio donde mantenía la vista fija sobre la corriente que reflejaba el cielo, la música llenaba el bosque, detrás de él Kurenai y Asuma bailaban juntos, los chicos se unían entre risas y juegos, Kiba y Shino sonreían atrayendo a la Hyuga entre su baile en grupo, Hinata reía con fuerza dejando sus cabellos azules volar por los aires cuando llegaba al pecho de sus compañeros, Lee hacia entrar a Neji a la pista y Tenten apartaba a Chouji de Shikamaru para hacer que ambos entraran con ayuda de Ino, Sai reía ampliamente siendo introducido al baile por Naruto, todo... se divertían.
—La vida cambia mucho, y muy seguido... —detenía sus pasos al lado de él —los problemas se crean y acaban... —suavemente toma la mano a su lado —podrás con esto.
—Gracias.
Los ojos del jounin se abren con rapidez, su rostro gira hacia la pared del frente de su casa y se levanta con rapidez buscando su traje ninja, al salir puede ver el caos sembrarse en la entrada de Konoha.
— ¡Kakashi, la Hokage quiere que nos reunamos frente a la torre!
— ¿Y la gente? —avanza.
—Está siendo evacuada... pero el ataque nos tomó por sorpresa a todos.
—La paz antes de la guerra, ya me parecía extraño que no hayan intentado recuperar los cuerpos vencidos.
Las explosiones podían verse desde la lejanía, su villa estaba siendo atacada y la gente huía como podía siendo ayudada por los gennin y profesores que aun ni siquiera habían iniciado sus días de clases normales, eran las seis con doce de la mañana y el ataque iba avanzando muy rápidamente. Al detenerse toman fila con sus compañeros que esperan pacientemente la información de la quinta.
— ¡No habrá ataque! ¡No quiero que toquen a ninguno de los presentes de este ataque! ¡Usaremos chakra para hacerlos detenerse, tienen que acercar una gran concentración de chakra en sus cabezas, los Hyuga se dividirán por el campo para señalarles el lugar indicado! ¡Y quiero que intenten destapar sus rostros! Necesitamos saber quién nos ataca.
— ¡Tsunade sama, ya he dado aviso a las villas vecinas! —informa Shizune.
— ¡Vamos! —exige.
Todos los ninjas tomaron su camino con rapidez siguiendo las instrucciones dadas, pero era muy notorio quién los atacaba, las estaturas delataban a aquellos niños que habían sido raptados tiempo atrás. El caos inundo la villa por completo, los médicos más experimentados iniciaban las operaciones de cráneo abierto siendo dirigidos por los hyuga libres del campo de batalla mientras los enfermeros y enfermeras aplicaban chakra en busca de mantener vivos los cuerpos posibles, al menos, las heridas en los niños eran mínimas
— ¡Kiba!
Hinata dejaba de dar lucha para ir en dirección de su amigo, detrás de los niños habían un grupo de adultos enmascarados, una nueva ola de ataques con mucho más poder comenzaba a llegar, al ritmo que tomaba la lucha y los nuevos ataques con jutsus era imposible contenerse más... el primero en hacer frente fue el chico del clan Aburame en busca de salvar la vida de su compañera, tres ataques consecutivos sobre la hyuga la habían dejado sin escapatoria, pero los insectos de Shino lograron detener uno de los ataques. La lucha con Taijutsu dio inicio, los Ninjas que podían ayudaban con los niños raptados haciendo lo posible por mantenerlos vivos.
— ¡Hay más por el norte Kakashi!
— ¡Naruto, ve con Sakura, yo me quedo con Sai!
El chico daba un asentimiento y dejaba a su compañero para acompañar a su amiga en la lucha, los jutsus caían como olas sobre la arena de la playa, ninjas de Konoha comenzaban a caer por el cansancio y eran arrastrados a fuertes heridas y en algunos casos... la muerte. Sakura luchaba a la par de su buen amigo y entre cada ataque podía escuchar el tronar de los huesos ajenos, ahora que sabía la verdad podía ver la sangre escurrirse de aquellos cuerpos, pero no había gritos ni jadeos llenos de cansancio o dolor, solo... cascarones vacíos peleando por ninguna razón, perdiendo la vida sin sentido alguno; las lágrimas brotaban por sus mejillas llenas de impotencia, sus puños se tensaban más de la cuenta y sus ataques buscaban una muerte rápida, quería acabar con ese dolor.
— ¡Kakashi sensei! —Naruto comenzaba la carrera.
— ¡No! —respondía el mayor — ¡Quédate ahí!
El chillido del raikiri retumbo por el aire y el miedo invadió a la joven por un segundo, pero se retuvo de volver la mirada, sabía que aquel hombre era fuerte, con o sin Sharingan.
—Naruto... —retrocedía hasta su compañero —pide ayuda a Kurama, detengamos esto por la paz... son demasiados, nuestros ninjas están concentrados en salvar vidas y yo ni siquiera puedo ayudar al escuadrón médico, necesitamos...
Sonriendo da un asentimiento —Aléjate un poco, ve a ayudar a Tsunade, yo me haré cargo.
El día había llegado como un globo de agua, y había explotado en la cara de aquella villa, el lanzador era desconocido y la ayuda llegaba tardía al lugar, muchos edificios estaban dañados, mucha gente herida... todos agotados, pero el pánico se expandió al completo cuando tras la máscara encontraron cadáveres, el asco de la gente lleno el silencio devastador, las lágrimas fluían y el pesar era grande. Los médicos caían incrédulos de lo que estaba delante de sus ojos... algunos cuerpos estaban putrefactos, eran viejos...
—Es horrible... —musitaba la Hokage saliendo de entre la gente — ¿Qué monstruo haría esto? Esto no es... no es el Edo Tensei, esos cuerpos... —cubre su boca con nauseas —esos cuerpos son...
—Los originales, —Dice Sakura —desenterraron los cuerpos y los manipulan...
Aguantando las náuseas, la chica avanza hasta uno de los cadáveres utilizando poca fuerza para lograr abrir el cráneo del difunto... de dentro sacaba el único ser con vida, el gusano que los manipulaba, para mostrarlo a toda la gente. Kankuro se acercó lleno de curiosidad analizando el cuerpo y el gusano en sí.
—No lo comprendo, esta cosa es... tiene la función de un hilo de chakra, parece ser la que los mueve, pero... ¿Por qué? ¿Por qué este animal buscaría una guerra? Eso es ilógico... debe haber un marionetista... o alguien que pueda controlarlo ¿Cómo saben qué hacer? ¿Cuál es realmente su propósito?
Kankuro mismo llevo al gusano hacia un frasco de investigación, estaban consiguiendo la mayoría de esos gusanos para estudiarlos mientras las operaciones seguían dentro del hospital principal y los ninjas restantes ayudaban a sus compañeros y alejaban los cuerpos difuntos. Sakura trago grueso mirando la sangre de sus manos con algo de miedo y asco, era sangre putrefacta, de no haber vivido una guerra con cientos de muertos eso la hubiera hecho vomitar sin control, pero aun así su estómago se encogía de asco, Kakashi se acercó a ella y limpio sus manos con un trapo roto para luego buscar su mirada jade, ella asintió.
—Usted no tiene idea, —Dice Kankuro girando hacia la Hokage —usted que es de las mejores Ninja médicos en toda la nación... los médicos de la villa no tienen idea alguna de lo que es, nadie la tiene... ¿¡Qué demonios vamos a hacer entonces!?
Tsunade bajo la mirada entre su pensar —Rezar porque no siga sucediendo y... seguir buscando al culpable. —Eleva la mirada —vigilar los alrededores, todo, subir la guardia aún más, desconocemos a lo que nos enfrentamos.
El Hombre sintió su cuerpo temblar de frustración así que simplemente desvió la mirada con enfado encontrándose con un cachorro que llegaba a su lado entre un pequeño llanto que le pedía calma, su sonrisa apareció por poco tiempo y luego de acariciar el pelaje de Akamaru dirigió la mirada hacia el dueño del perro quién limpiaba su rostro con las mangas de su chamarra.
—Entonces... —vuelve la mirada a la hokage —hay que informar cuanto antes a la alianza, tenemos que mantener a todos bien informados sobre lo que pasa, al menos, —suspira frotando su nuca entre el mirar al joven Inuzuka de reojo —ya no serán considerados enemigos de la alianza.
—Eso no me hace feliz, —informa ella —pero ya es algo, tenemos que buscar al culpable.
Al marcharse la gente sigue con el trabajo duro cubriendo sus bocas y narices para evitar que la putrefacción les haga efecto en el cuerpo. Sakura suspira mirando uno de los cuerpos con dolor, a lo largo de su vida habían visto muchas cosas, el Edo Tensei que traía a los muertos a la vida creándoles un nuevo cuerpo y... bueno, les traía sus conciencias, era como... si estuvieran vivos, sabían lo que pasaba, pero... lo cuerpos frente a ella, no sabían nada, habían hurtado esos cuerpos y los habían destrozado, ni siquiera sabía cómo era posible que esos cuerpos pudieran utilizar jutsus.
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