Olor a Miel

⚠️Advertencia⚠️
Temática con versión omegaverse. Se recomienda a todo el público leer con precaución, sino conoces esta temática te daré una breve explicación.

Los alfas son los que están en la cima de los tres géneros, el alfa sea hombre o mujer tiene la capacidad de dejar a un omega en cinta (ya sea mujer o hombre) en el caso de las mujeres alfas, ellas cuentan con el reproductor masculino, que puede esconderse en medio del cervix y salen cuando van a tener relaciones sexuales con su omega.

Los omegas, tanto mujeres como hombres son los que llevan a los cachorros, y en este caso entre la temática del MPREG, (hombre que se puede embarazar) los omegas suelen estar junto a sus alfas, ya que con ellos sólo pueden tener relación alguna. Claro, un beta y un omega también pueden estar juntos sólo que a la hora de hacer un bebé es mucho más complicado.

Ojalá les haya ayudado con esta aclaración.

—Sarada alpha¡!
—Boruto omega¡!

Sarada esperaba pacientemente que el doctor terminará de atender a otra pareja, que estaban a la espera de su bebé. Mientras que su omega lucía irritado, impaciente y con una cara de pocos amigos. Llevaban horas esperando, y a Boruto le estaba colmando la paciencia, ¿acaso la otra pareja tenía a más de un bebé?

—¿Quieres cálmate, Boruto?

Boruto la miró groseramente. Y la alfa sólo se mantuvo neutra.

—Cállate, Sarada, llevamos aquí más de dos putas horas —le respondió el omega enojado, sin dejar de mover su pie, desesperado.

La alfa pelinegra rodó los ojos, agarró su mano, soltando a algunas feromonas, para tranquilizar al idiota que tenía como omega y por esposo, el olor a miel de Sarada hizo que el omega interior de Boruto se relajara por completo.

Pará muchos alfas, era raro que una alfa como Sarada portara como olor, un olor miel, normalmente los alfas tenían olores fuertes como, a tierra mojada. Bosque, lluvia, almendra, chocolate, café con leche e incluso. A gasolina, pero... ¿olor a miel? ¿Qué clase de olor era ese?

Bueno... Sarada estaba consiente de que muchas personas le veían de forma rara al portar un olor tan dulce, pero ella... ella siempre fue diferente a su familia y al resto de esos alfas "patéticos".

Era una Uchiha, y los Uchiha's siempre olían a café o chocolate amargo.

Por eso fue una total sorpresa que Sarada hubiese presentado un olor característico de los omegas. Miel, en especial para a su padre, que nunca se lo había esperado para nada, porque pensó que su hija tendría un olor a café o gasolina.

—Sara, tú aroma me relaja —sonrió feliz, al ver a su esposo recargarse en su hombro plenamente feliz, y observó por completo la marca en su cuello.

—Gracias, cariño —le besó la frente, y escucharon la puerta del consultorio ser abierta. El doctor Kakashi Hatake estaba despidiendo a la pareja beta, para luego centrar su vista en la alfa y el omega.

—Sarada, Boruto, ¿supongo que vienen por los resultados, verdad? —bromeó el peliblanco, mirando a la pareja.

Los ojos azules de Boruto ardieron en llamas.

—¡Tardó demasiado, Kakashi!

Le gritó el omega bastante enojado, y Kakashi sólo se disculpó con una sonrisa. Entraron al consultorio, los tres tomaron asiento en sus respectivas sillas, Sarada se encontraba nerviosa, porque ese día se iba a revelar si su omega portaba a su cachorro.

—Bien, Boruto, revise tus exámenes y al parecer todo comprueba que estas esperando un bebé —Kakashi les dio una sonrisa calidad—, felicidades chicos. Van a ser papás.

La alfa soltó un sollozó, el omega la miró asustado, Boruto pensó un momento que tal vez, Sarada no iba querer al bebé.

Hasta que sintió unos brazos alrededor de su cuerpo, y unos labios contra los suyos, su esposa estaba llorando.

—Gracias. Gracias. Gracias —dijo sin dejar de besarlo—, gracias por esto, Bolt...

Boruto sólo pudo sonreírle.

Ahora, en la actualidad, el omega de Sarada llevaba más de dos meses de embarazo, la alfa moría de ternura cada vez que Boruto se ponía uno de sus sacos de trabajo, sin decir que también le dejaba prendas con su aroma. Pará crear, un hermoso nido, y poder sentir el aroma de su alfa en su cuerpo.

Cuando Sarada salía a trabajar, dejaba todo su olor a miel esparcido por toda la casa, para que así nadie molestara a su omega, y para que vieran que tenía una alfa sobre protectora. Durante los meses de embarazo, su instinto alfa era demasiado exigente con la seguridad de su omega y su cachorro. Al ser una madre primeriza, la pelinegra le gruñía todo aquel, que quisiera dañar a su omega y su cachorro. Si Boruto se asustaba, la alfa lo impregnabá con su olor, si Boruto se sentía inseguro, volvía a dejarlo con su olor.

—Sarada... —llamó su esposo, y ella abrió sus ojos.

—¿Qué pasa, Bolt?

Miró sus mejillas sonrojadas, Boruto oculto su cara entre medio de los pechos de su esposa. A Sarada no le molestaba eso, porque en repetidas ocasiones, pese a ser un omega, Boruto solía excitarla con tan sólo tocarlos.

—¿Como le vamos a poner a la bebé? —preguntó.

Hace un mes habían ido con Kakashi para saber el sexo de su hijo, y ambos estaban felices de que tendrían una hermosa niña.

—No sé me ocurre algún nombre, pero, ¿Hanami es un nombre muy bonito, no crees?

—Hanami hace referencia al nombre de tú madre.

Ella suspiró.

—Sí —le acarició el cabello, y su esposo ronroneó al toque, Sarada llevó su mano al vientre abultado del omega. Y sintió una patadita de la bebé.

—Será futbolista, me patea mucho —rieron por el comentario.

—¿Y tú, Boruto? ¿Ya has pensado en un nombre para nuestra pequeña?

Boruto negó con la cabeza, él había nacido en un ambiente diferente, donde el alfa decidía y mantenía el orden de la familia. Su abuelo siempre se lo decía, su mamá por igual, y en todos estos años, Boruto había aprendido en darle siempre la palabra a su alfa, aunque Sarada le dijera que su opinión valía más que la de ella.

—Sabés que eso te lo dejó a ti, Sarada...

La alfa se removió, revolviéndole el cabello con amor.

—No porque sea alfa tienes que darme la razón, Boruto —ella le levantó la vista, mirándolo a los ojos—, cariño, si a te gusta un nombre, solamente dilo. Por favor, estamos creando a nuestra propia familia, tú opinión vale más que la mía.

—Sólo... no quiero herir tus sentimientos —confesó—. Se cuanto extrañas a tú mamá, cielo, y Hanami hace referencia a su nombre, entonces...

—Hey —le interrumpió—. Boruto, realmente no me importa si nuestra hija se llamá Hanami o Sakura, o si tiene un nombre de perro —soltaron una leve carcajada—, pero si tu quieres otro nombre, adelante, hazlo. No me voy a enojar con que le pongas otro nombre a la niña. Aquí lo importante es que ella tenga uno.

Boruto podía notar la firmeza en su voz. La madre de Sarada: Sakura, falleció hace aproximadamente cuatro años, y la alfa la pasó horrible, porque el vínculo que la unía a la omega poco a poco moría, Sakura era muy importante en la vida de Sarada, pero al morir su alfa interno estaba sufriendo y Sarada por igual.

—Creo... que... Ya se que nombre ponerle a la bebé..

—¿Y cuál es amor?

—Sshh, es una sorpresa.

La alfa hizo un puchero.

—Podías soltar tu aroma, los rayos me dan miedo...

—Por supuesto que si, mi vida.

—Sarada tú olor a miel, me relaja.

Por fin era el gran día. El gran día donde la bebé de Sarada y Boruto por fin nacía. Todos estaban en la sala de espera del hospital, el omega había roto fuente, y tuvieron que llevarlo a la sala de partos. Desgraciadamente, la alfa no podía acompañarlo, y temía por la vida de su esposo y su bebé.

En el hospital, la familia de ella y la de Boruto estaban ahí, esperando noticias del chico.

—Cuando nazca, ¿cuál crees que será su casta, Sara? —Sarada miró incrédula a Hanabi, a decir verdad a ella no le importaba si su hija fuera alfa, omega, o beta, simplemente quería que naciera sana.

—En momentos como estos, Hanabi, poco me importa que mi hija pertenezca a una.

La otra alfa permanecía en silencio, sin poder creer en las palabras de la esposa de su sobrino. Iba hablar, pero, Hatake apareció.

—¿Cómo están?

Kakashi se bajó el cubre bocas.

—Ellos están bien, la pequeña peso 2 kilos y midió 53, felicidades, Sarada. Tuviste una niña completamente sana.

La familia Uchiha y Uzumaki celebró el nacimiento de la bebé, Sarada quería ver a Boruto, y Kakashi los guió a la habitación donde se encontraba el rubio, al llegar pudieron verlo, sostener a una hermosa niña, de cabellos negros como su madre, sus ojitos se mantenían cerrados, pero eran azules como los de su padre.

La mujer se acercó a ellos, y les dio un beso a cada uno, Sarada cargo a la niña, sin dejar de mirarla, la bebé era muy parecida a ella.

—Ahora toca saber su nombre —dijo Mikoto—. ¡Mi bisnieta necesita tener un nombre muy bonito!

—¿Ya planearon el nombre, muchachos? —Hinata preguntó, las miradas estaban encima de ellos.

—Boruto dijo que era sorpresa.

—¿Y cómo se llamara? —Itachi estaba impaciente, todos lo estaban.

Boruto miró a su hija, para luego mirar a Sarada, y después a su familia. Sabía la decisión que tomó, y la verdad es que no arrepentía.

—Se llama Sakura.

—Sarada no vayas a dejar caer a la bebé —le advirtió su abuelo.

Negó con la cabeza, dejó sus lágrimas salir de sus ojos, jamás imagino o pensó que su hija se llamara como su madre.

—¿Por qué?

—Yo también quería a tú mamá, Sarada —su esposo le tomó la mano—. Y quiero que nuestra hija lleve el nombre de tú madre.

Esta vez la alfa se permitió a llorar como correspondía, sus ojos negros miraron a su bebé, y la niña empezó abrir sus ojitos, revelando así sus ojos azules, tan idénticos a los de su padre. La niña se removió en sus brazos, y soltó su olor a miel, para tranquilizarla.

—Bienvenida, Sakura.

La pequeña Sakura observó a su mamá, y en sus pequeños labios se formó una pequeña sonrisa.

—Siento interrumpir, familia. Pero, Boruto y Sarada necesitan formar el lazo con su hija, para que así la niña se sienta segura.

Ellos a sintieron para salir, dejándolos a los tres solos. La habitación olía a miel, y Sakura se sentía cómoda estando en los brazos de sus padres.

—Una vez más digo que tu olor a miel, me encanta, Sarada.

—Y tú me encantas más, Bolt, gracias por esta familia.

—A tí, por darme esta oportunidad.

Fin.
Personajes a Masashi Kishimoto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top