Capítulo 8: La cazadora y el buscador

Hagrid vivía en una pequeña casa de madera, en el borde del bosque prohibido. Una ballesta y un par de botas de goma estaban al lado de la puerta delantera cuando ____ fue a visitarlo.

Tocó a la puerta con un ritmo bastante peculiar y se abrió en cuestión de segundos, mostrando a un Hagrid muy alegre.

-¡Bienvenida, ____! Entra y toma asiento.

De inmediato Fang, el perro de Hagrid, corrió alegre a saludar a la pelirroja, que reía mientras el perro lamía sus mejillas.

-Yo también te extrañé, Fang -dijo entre risas y lo acarició. Acto seguido entró a la casa, donde ya estaba Harry junto a Ron.

-¡Chicos! -sonrió alegre a modo de saludo, que ambos devolvieron con la misma sonrisa.

Hagrid se apresuró a servirle el té de menta roja que había prometido y se lo dio. ____ agradeció y tomó el primer sorbo con gusto.

En eso comenzaron a hablar de Filch y su gata. ____ no hablaba mucho, pero aportaba uno que otro comentario. Hasta que tocaron el tema Severus Snape.

-Pero realmente parece que me odie.

-¡Tonterías! -dijo Hagrid-. ¿Por qué iba a hacerlo?

Esa es una buena pregunta, pensó ____.

No podía pensar en una sola razón para que su maestro y tutor odiase a Harry Potter. Pero se podía notar desde lejos la diferencia de trato que había entre ella y los de Slytherin y Harry y el resto de Gryffindors. Tal vez iría a preguntárselo a él mismo, algún día.

-Y dime, ____, ¿cómo te ha ido esta semana? -habló Hagrid, como tratando de cambiar de tema.

-Todo es perfecto menos Herbología -resumió la pelirroja mientras terminaba su té-. Nunca me han gustado las plantas -añadió en un escalofrío.

-¡Ja! -Hagrid rió-. Lo tuyo y lo mío siempre han sido los animales, así fue como te crié -añadió mientras sonreía con orgullo-. ¿Ya has hablado con tu abuelo?

-¡Sí! Le envié una carta hace poco y recibí respuesta casi de inmediato. Se siente un poco solo en la tienda pero me dijo que le hacía feliz que estudiase e hiciera amigos -replicó ____ y miró a Harry y a Ron con una sonrisa. Ellos también sonrieron.

Mientras Ron le hablaba a Hagrid del trabajo de Charles con los dragones, ____ alcanzó a mirar el recorte del periódico que estaba sobre la mesa. Era de El Profeta.

RECIENTE ASALTO EN GRINGOTTS

Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31 de julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas desconocidos.

Los goblins de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La cámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día.

«Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las narices fuera de esto, si saben lo que les conviene», declaró esta tarde un goblin portavoz de Gringotts.

-¡Hagrid! -dijo Harry-. ¡Ese robo en Gringotts sucedió el día de mi cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí!

Tú también lo leíste, ¿eh?, pensó ____ con ironía.

Hagrid decididamente evitó su mirada, gruñó y le ofreció más pastel.

Mientras los tres regresaban al castillo para cenar, con los bolsillos llenos del pétreo pastel que fueron demasiado amables para rechazar; ____ habló:

-Harry -lo llamó.

-¿Qué? -preguntó Harry y la miró. Ron también lo hizo.

-¿Sabes algo de eso? Del asalto.

-Creo que sé algo -respondió encogido de hombros-. Ese mismo día fui con Hagrid a Gringotts y, además de sacar un poco de dinero, sacó una especie de paquete extraño.

-¿Creéis que era eso lo que buscaban los asaltantes? -preguntó Ron sorprendido.

-Podría ser -dijo ____ pensativa-, no es nada seguro.

Las lecciones de vuelo comenzarían el jueves... y Gryffindor y Slytherin aprenderían juntos.

-Perfecto -dijo en tono sombrío Harry-. Justo lo que siempre he deseado. Hacer el ridículo sobre una escoba delante de Malfoy.

-Anímate, al menos no será frente a todo Hogwarts -dijo ____ con una sonrisa algo forzada.

Pero ella estaba igual o peor. Nunca en su vida había montado una escoba, y lo menos que quería era hacer el ridículo frente a todos. Y frente a Malfoy.

-No sabes aún si vas a hacer un papelón -dijo razonablemente Ron-. De todos modos, sé que Malfoy siempre habla de lo bueno que es en quidditch, pero seguro que es pura palabrería.

Un lechuzón entregó a Neville un paquetito de parte de su abuela. Lo abrió emocionado y les enseñó una bola de cristal, del tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.

-¡Es una Recordadora! -explicó-. La abuela sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer. Mirad, uno la sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja... oh... -se puso pálido, porque la Recordadora súbitamente se tiñó de un brillo escarlata-... es que has olvidado algo...

Neville estaba tratando de recordar qué era lo que había olvidado, cuando Draco Malfoy que pasaba al lado de la mesa de Gryffindor; le quitó la Recordadora de las manos.

Harry y Ron saltaron de sus asientos, pero ____ los detuvo a ambos cuando vio a McGonagall aparecer de inmediato.

-¿Qué sucede?

-Malfoy me ha quitado mi Recordadora, profesora -dijo Neville.

Con aire ceñudo, Malfoy dejó rápidamente la Recordadora sobre la mesa.

-Sólo la miraba -dijo, y se alejó, seguido por Crabbe y Goyle.

____ sonrió y le guiñó un ojo a sus dos amigos.

Aquella tarde, a las tres y media, Harry, Ron y los otros Gryffindors bajaron corriendo los escalones delanteros, hacia el parque, para asistir a su primera clase de vuelo. Era un día claro y ventoso.

Los Slytherins ya estaban allí, y también las veintiún escobas, cuidadosamente alineadas en el suelo. Entonces llegó la profesora, Madame Hooch. Era baja, de pelo canoso y ojos amarillos como los de un halcón.

-Bueno ¿qué estáis esperando? -bramó-. Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.

____ se apresuró a colocarse junto a una escoba.

-____ -la llamó Seamus en un susurro-. ¿Estás bien? Estás más pálida que de costumbre.

Ella asintió como pudo. Estaba aterrada y no sabía qué hacer.

-Extiendan la mano derecha sobre la escoba -les indicó la señora Hooch- y decid «arriba».

-¡ARRIBA! -gritaron todos.

____ observó sorprendida cómo su escoba saltaba de inmediato en sus manos. Fue de una de los pocos que lo consiguió. Ella y Harry se miraron con una sonrisa.

Luego, la señora Hooch les enseñó cómo montarse en la escoba sin deslizarse hasta la punta y recorrió la fila, corrigiéndoles la forma de sujetarla.

-Ahora, cuando haga sonar mi silbato, dan una fuerte patada -dijo la señora Hooch-. Mantened las escobas firmes, elevaos un metro o dos y luego bajad inclinándose suavemente. Preparados... tres... dos...

Pero Neville, nervioso y temeroso de quedarse en tierra, dio la patada antes de que sonara el silbato.

-¡Vuelve, muchacho! -gritó, pero Neville subía en línea recta, como el corcho de una botella... Cinco metros... Diez metros...

Sin pensárselo dos veces, ____ dio una patada con fuerza y voló hacia él.

-¡Señorita Ollivander, bájese de ahí de inmediato! -exclamó la profesora, más pálida que nunca.

-¡____! -gritaron Harry, Ron y Hermione al mismo tiempo.

La pelirroja se las arregló para mantener el equilibrio en la escoba y volar hasta Neville, y se apresuró a extenderle la mano. Él la agarró y se subió a su escoba, dejando caer la que montaba antes.

Descendieron despacio hasta el suelo, donde Neville llegó sano y salvo. Las exclamaciones de júbilo no tardaron en llegar. Harry y Ron suspiraron de alivio.

-Señorita Ollivander -llamó Madame Hooch, cesando toda celebración-. Acompáñeme.

____ tragó saliva. Dejó la escoba en el suelo y fue hasta la profesora, no sin antes mirar a Harry por unos segundos. Él también estaba preocupado.

Subieron por los peldaños delanteros y después por la escalera de mármol. Madame Hooch seguía sin hablar. Abría puertas y andaba por los pasillos, con ____ siguiéndola cabizbaja. Tal vez la llevaba ante Dumbledore.

Hooch se detuvo ante un aula. Abrió la puerta y asomó la cabeza.

-Discúlpeme, profesor Flitwick. ¿Puedo llevarme a Wood un momento?

¿Wood?, pensó ____ extrañada, ¿qué tiene que ver con esto?

Wood era un muchacho corpulento de quinto año, que salió de la clase de Flitwick con aire confundido.

-¿____?

-Seguidme los dos -dijo la profesora y avanzaron por el pasillo.

-Aquí.

Se detuvo en un aula, entró con los dos y cerró la puerta. Justo cuando estaba a punto de hablar, la puerta se abrió, dejando ver a McGonagall y a Harry.

-¿Wood? Ya estabas aquí, entonces -habló McGonagall, y su mirada se detuvo en la pelirroja-. ¿____? ¿Qué haces aquí?

-A eso vine -dijo Hooch, y explicó la situación a la profesora. Wood escuchó todo con atención.

-No sabía que ____ tuviera ese talento tan oculto -dijo McGonagall, sonriente-. Potter, este es Oliver Wood. Wood, te he encontrado un buscador, y Madame Hooch una cazadora.

-¿Está segura, profesora?

-Totalmente -dijo la profesora con vigor-. Este chico tiene un talento natural. Nunca vi nada parecido. ¿Esta ha sido tu primera vez con la escoba, Potter?

Harry asintió con la cabeza en silencio.

-Atrapó esa cosa con la mano, después de un vuelo de quince metros -explicó la profesora a Wood-. Ni un rasguño. Charlie Weasley no lo habría hecho mejor.

Wood parecía pensar que todos sus sueños se habían hecho realidad.

-¿Y ____, qué hizo? -preguntó, y Hooch habló esta vez.

-Salvó a uno de mis alumnos de caer de una altura de más de 10 metros -explicó-. Agarró la escoba de inmediato y mantuvo un equilibrio inquebrantable en el aire. Voló con la destreza de un experto, me dejó boquiabierta.

-Esta también fue tu primera vez en una escoba, ¿me equivoco, ____? -dijo McGonagall.

-Sí, así es -murmuró en respuesta, pero se le escuchó. Estaba igual de aturdida que Harry.

-¿Alguna vez has visto un partido de quidditch, Potter? -preguntó Wood emocionado.

-Wood es el capitán del equipo de Gryffindor -aclaró la profesora McGonagall.

-Y tiene el cuerpo indicado para ser buscador, y ____ para ser cazadora -dijo Wood, paseando alrededor de Harry y ____, observándolos con atención-. Ligeros, veloces... Vamos a tener que darles una escoba decente, profesora, una Nimbus 2.000 o una Cleansweep 7.

-Hablaré con el profesor Dumbledore para ver si podemos suspender la regla del primer año. Los cielos saben que necesitamos un equipo mejor que el del año pasado. Fuimos aplastados por Slytherin en ese último partido. No pude mirar a la cara a Severus Snape en varias semanas...

La profesora McGonagall observó a Harry con severidad, por encima de sus gafas. Hooch ya se había ido.

-Quiero oír que te entrenas mucho, Potter, o cambiaré de idea sobre tu castigo. ____, lo mismo va para ti.

Luego, súbitamente, sonrió.

-Tu padre, Potter, habría estado orgulloso -dijo-. Era un excelente jugador de quidditch. Y tu madre lo era también, ____.

Era la hora de la cena. Harry y ____ habían terminado de contarle a Ron todo lo sucedido cuando dejaron el parque con la profesora McGonagall. Ron tenía un trozo de carne y pastel de riñón en el tenedor; pero se olvidó de llevárselo a la boca.

-¿Cazadora? ¿Buscador? -dijo-. Pero los de primer año nunca... Serían los jugadores más jóvenes en...

-Un siglo -terminó ____, metiéndose una cucharada de helado de cereza a la boca. Tenía muchísima hambre después de toda la emoción de la tarde-. Wood nos lo dijo.

Ron estaba tan sorprendido e impresionado que se quedó mirándola boquiabierto.

-Tenemos que empezar a entrenar la semana que viene -dijo Harry-. Pero no se lo digas a nadie, Wood quiere mantenerlo en secreto.

Fred y George Weasley aparecieron en el comedor; vieron a ____ y a Harry y se acercaron rápidamente.

-Bien hecho -dijo George en voz baja-. Wood nos lo contó. Nosotros también estamos en el equipo. Somos golpeadores.

-Te lo aseguro, vamos a ganar la copa de quidditch este curso -dijo Fred-. No la ganamos desde que Charlie se fue, pero el equipo de este año será muy bueno. Tienes que hacerlo bien, Harry. Wood casi saltaba cuando nos lo contó. Y ____, eres la mejor. Vas a dar un partidazo.

-Gracias -sonrió la pelirroja.

-De nada. Bueno, tenemos que irnos. Lee Jordan cree que ha descubierto un nuevo pasadizo secreto, fuera del colegio.

-Seguro que es el que hay detrás de la estatua de Gregory Smarmy, que nosotros encontramos en nuestra primera semana.

Fred y George acababan de desaparecer, cuando se presentaron unos visitantes mucho menos agradables. Malfoy, flanqueado por Crabbe y Goyle.

-¿Comiendo la última cena, Potter? ¿Cuándo coges el tren para volver con los muggles?

-Eres mucho más valiente ahora que has vuelto a tierra firme y tienes a tus "amiguitos" -dijo fríamente Harry.

-Nos veremos cuando quieras -dijo Malfoy-. Esta noche, si quieres. Un duelo de magos. Sólo varitas, nada de contacto. ¿Qué pasa? Nunca has oído hablar de duelos de magos, ¿verdad?

-Malfoy, córtalo ya. Harry no irá a ningún lado contigo. -Esta vez fue ____ quien habló con molestia.

-¿Te crees superior a mí para decirme qué hacer, Ollivander? -Draco la miró molesto. La conversación no resultó como la planeaba.

-No me creo superior a nadie, no como otras personas que se pasean por la vida creyéndose el centro del mundo. Creí que eras diferente, que Ron y Harry sólo exageraban al hablar mal de ti. Ahora me doy cuenta de que tenían razón.

Malfoy la miró por unos segundos con sorpresa, pero desvió la mirada y chasqueó la lengua con fastidio. Ron intentó hacerla razonar.

-____, no...

Pero ____ ya se había ido.

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