veintisiete.
Maratón [3/3]
27 horas desde que Olivia cayo en coma.
Harry y toda la familia Golden estaban muy contentos al ver que su hija había pasado las horas críticas, aunque el doctor Jones menciono que siempre van a estar monitoreándola aun no es el momento de cantar victoria completamente, si bien durante la noche Olivia presento avances positivos con respecto a su estado de salud, tenían que esperar a que ella despertara.
Harry hablo con Ben y Daphne para expresarle que él se ofrecía a quedarse con Olivia por las noches, más bien a suplicarle si es que le dejaban quedarse por las noches junto a ella, ellos aceptaron porque notaron que el chico verdaderamente quería estar cuidando y protegiendo a su hija durante la noche, además a Harry se le notaba a kilómetros lo enamorado, pero a la vez preocupado que estaba por su hija.
Gemma le insistió a su hermano que fuera a casa a dormir, se le notaban sus ojeras de cansancio a lo lejos, Harry no quería, pero al final termino accediendo, el sueño lo estaba venciendo.
Así que así fue, Harry tomo un taxi con camino a su casa, se prometió a el mismo que tan solo dormiría unas horas para luego volver al hospital y no separarse de Olivia en lo que resta de la noche.
Mientras tanto en Los Ángeles, Kendall estaba muy confundida, porque a la mañana siguiente amaneció mejor luego de ese accidente que tuvo, así que decidió ir a la casa de su novio para que fueran a tomar desayuno juntos, pero lo único que encontró fue que nadie nunca le atendió la puerta y luego la pelinegra reviso su teléfono para encontrarse si es que tenía algún mensaje o simplemente una señal que le avisara donde se encontraba, pero nada, ni una sola respuesta, lo llamo cientos de veces pero sin éxito, se cansó de tanto insistir que simplemente se enojó y se prometió a ella misma no llamarlo ni mensajearle.
Volviendo a Londres, los más adultos decidieron que irían al almorzar para luego hacer un relevo, esta vez Lou no pudo venir porque tenía unos compromisos que no podía cancelar a última hora ya que lo habían agendado hace meses, Gemma estaba ahí al lado de su amiga acompañada del rubio y Liam, Louis iba a venir más tarde tenía un par de cosas que resolver.
— ¿Cuándo crees que despertara? – susurro Gemma.
— Ojalá en los próximos días – susurro Niall.
— El doctor dijo que durante la noche su actividad cerebral estuvo muy activa.
— Gracias a Harry – soltó Niall sonriendo.
— Se aman tanto y ellos parecen no notarlo – sonrió nostálgica Gemma.
— Ambos lo saben, pero ninguno se atreve a dar el paso de confesárselo.
— Ayer estaba pensando y traje unos esmaltes, Olivia necesita un poco de color, aunque sea en sus uñas – rio Gemma sacando dos envases de esmalte color coral, para luego empezar a pintárselas una por una con toda delicadeza.
— La fashionista Gemma Styles salió en acción – rio él irlandés.
— Haha – soltó Gemma sarcásticamente.
La familia Golden y Styles llegaron media hora más tarde para que ahora ellos acompañen a Oli y Gemma junto con Niall vayan a comer algo a la cafetería del hospital.
— El Doctor vendrá en unos minutos – anuncio Daphne, la madre de Olivia.
— ¿Liz sabe todo? – pregunto Robin.
— Si, no pudimos no contarle, nosotros estábamos destrozados e iba a empezar a hacer preguntas así que decidimos contarle, Harry se ofreció a traerla.
— Ese chico no se va a querer separar de su hija en un largo tiempo – dijo Anne mientras se encontraba abrazada de su esposo.
— Ambos se hacen bien – dijo Ben y todos los demás asintieron.
— Familia Golden – entro el Doctor Jones a la habitación junto con Ethan.
Para Ethan esta era la primera vez que veía a Olivia en este estado, desde el día de la operación y cuando le anunciaron que entro en estado de coma, no se había atrevido a entrar a verla, esta tan vulnerable, pensó el jefe del hospital Central de Londres.
— Vengo a decirles que Olivia se encuentra estable, paso sus horas críticas y ahora solo nos queda esperar.
— ¿Sabe usted más o menos cuando podría despertar? – pregunto Ben, el padre de Oli.
— Lamentablemente eso no lo decido yo, lo decide Olivia, ella decidirá cuando vaya a despertar, pueden pasar días, meses e incluso años, es todo relativo cuando un paciente se encuentra en coma.
— Oh – soltó Daphne desilusionada, no quería esperar años para volver a ver a su hija despierta.
— Vendré en la noche – les aviso el doctor Jones – Buenas Tardes.
El doctor Jones y su hijo dejaron la habitación para luego hacer sus propias tareas.
Minutos después Harry se hizo presente con la compañía de la pequeña Liz.
Cuando la hermanita de Olivia entro a la habitación y vio a su hermana inconsciente, corrió a los brazos de sus padres, no le gusto ver a su hermana así, sollozo en silencio en los brazos de su padre mientras la madre de Olivia abrazaba a dos de los amores de su vida, mientras eso sucedía dentro de la habitación Harry se acercó a la camilla donde se encontraba Olivia.
— Prometí volver y lo hice – suspiro – Hoy te contare la historia que te prometí ayer, nuestra primera cita. – susurro mientras acariciaba su mejilla suavemente.
— Vamos a dar una vuelta por el hospital – le aviso Daphne a Harry – Liz tiene pena.
— Claro – acepto Harry – yo me quedo aquí.
— Está bien – susurro la madre de Olivia saliendo de la habitación junto con su esposo y Liz.
Ellos iban saliendo cuando entro Niall y Gemma.
— Hola hermanito – le dio un beso en la mejilla Gemma a su hermano.
— Hola Harry – Niall y el ojiverde se dieron un apretón de manos.
— ¿Dormiste algo? – pregunto Gemma mirando a Harry como regañándolo.
— Si, apenas llegue, comí algo y luego fui directamente a la habitación y me quede dormido.
— Sabemos que quieres estar con Olivia, pero también debes cuidarte - lo reprendió Niall, el chico asintió.
— Solo quiero que despierte – dijo Harry mientras echaba su cabello atrás nervioso. – Quiero ver sus hermosos ojos mirándome con ese brillo que solo aparecía cuando estábamos juntos. – dijo el ojiverde sin separar sus ojos de Olivia.
— Ya verás que pronto despertara – susurro Niall.
— Eso espero – suspiro Harry.
— Debemos irnos – dijo Gemma – Tengo que cuidar a Lux por la tarde.
— Y yo con los chicos tenemos que ir a unas entrevistas por el disco.
— ¿Tengo que ir? – pregunto Harry.
— No te preocupes, la prensa piensa que estas enfermo y no puedes hablar – dijo Niall – Nosotros dijimos eso, sabemos que quieres estar con ella amigo.
— Gracias – sonrió agradecido.
— Nos vemos – se despidieron Gemma y Niall al unísono.
El atardecer se hacía presente en la ciudad de Londres, Harry lo pudo notar mirando por la ventana que tenía la habitación con una vista al Big Ben, diez minutos más tarde Daphne y Ben llegaron a la habitación con Liz en los brazos de su madre durmiendo.
— Creo que nos vamos – susurra Ben, Harry asiente.
— Vendremos mañana temprano – susurro Daphne.
— Está bien.
— Y gracias Harry – susurra la madre de Olivia.
— ¿Por qué? – pregunta el ojiverde confundido.
— Por todo, por hacer feliz a nuestra hija, porque gracias a ti paso las horas críticas, el doctor dijo que durante la noche su actividad cerebral progreso bastante. – sonrió tímidamente.
— Ella es la que quiere salir adelante – susurro Harry sonriendo sin perder la vista de su enamorada. – Yo solo le doy un empujoncito.
— Pues ese empujoncito como dices tú, le ha hecho de gran ayuda.
Harry solo sonrió y se despidió de su segunda familia.
Ahora quedaban solo Olivia y Harry.
Harry.
Bien, llego el momento de contar la otra historia del día de hoy a mi chica.
— Ahora estamos solo tú y yo, amor y como te mencione cuando llegue hoy toca la historia de nuestra primera cita, creo que podría hacer un libro sobre nosotros, tendría demasiadas páginas, casi una enciclopedia – reí levemente, aclare mi garganta antes de empezar a contar la historia. – Bien, ¿recuerdas cuando te invite a salir por primera vez? ¿Esa vez que fui tan torpe para preguntártelo? Espero que lo hagas, porque ahora te contare mi versión de nuestra primera cita. – respire profundo – Todo comenzó esa tarde de verano, la gira ya había terminado y entre nosotros no había día en el que no conversáramos, el punto es que hubo un momento en el que junto con los chicos realizamos un concierto privado, solo para cien personas en un teatro pequeño en Londres, nuestro manager nos dijo que podíamos invitar a una persona, y yo decidí invitarte a ti, recuerdo que aceptaste encantada, llego el día de nuestro pequeño recital y tu llegaste con ese vestido floreado y tu cabello amarrado y sin maquillaje solo con brillo labial, para mí te veías perfecta, en realidad, sigues viéndote perfecta, en fin, nos saludamos efusivamente, note que estabas muy entusiasmada, al parecer esa noche que tocamos en el O2 Arena te encanto nuestra música, mientras cantábamos era inevitable no mirarte donde estabas, al costado del escenario, solo desviaba mi vista hacia ti y tú me devolvías una sonrisa tímida, ese fue un gran concierto. Luego por parte quise invitarte a comer pizza a mi lugar preferido de Londres, aceptaste, recuerdo que compartimos una pizza tradicional, reímos y nos conocimos más, me contaste que tu color favorito era el morado, que adorabas los animales, de hecho, tenías una perrita llamada Frida, te adoraba todo tipo de música y también tenías una pequeña obsesión con la fotografía – reí – Luego de eso quise acompañarte hasta tu casa, tu aceptaste, pero nos desviamos de camino para terminar en un parque cerca de tu casa, nos quedamos ahí un rato, jugamos como niños en los juegos y decidí que era el momento perfecto para pedirte que salieras conmigo – respire profundamente y reí al recordar – Tome una rosa que estaba en el pasto y nervioso me di vuelta y me encontré que tú me estabas mirando y decidí hablar.
— Olivia – empecé diciendo, tú me mirabas atenta – ¿Desearías ir a cenar con esta rosa? – pregunte y tu reíste, desde ese momento también supe que tu risa iba a ser mi debilidad, la ame desde el primer instante - ¿Qué? – pregunte confundido y luego me di cuenta de lo que te había preguntado, me sentí un imbécil – Perdón – susurre con la vista abajo, tomaste mi mano como queriéndome transmitir confianza y fue así - ¿Quieres salir a cenar conmigo?
— ¿Como en una cita? – preguntaste sonriendo tímidamente.
— Si, esa seria nuestra primera cita oficial – respondí devolviéndole la sonrisa.
— Me encantaría – sonrió abiertamente.
Sonreí, recordando ese día.
— Un viernes por la noche se llevó a cabo nuestra cita – entrelace su mano con la mía como lo llevaba haciendo desde ayer – Fuimos al Le Duck & Waffle Restaurant, y si, fuimos a comer unos ricos waffles, estaban deliciosos concordamos, teníamos una hermosa vista de Londres, debo confesarte ahora que tome mis ahorros para hacerte esta invitación al mejor restaurant de la zona, te lo merecías, luego de esa gran cena decidimos caminar por las calles tomados de la mano, que ahora que recuerdo, fue un movimiento que dude en hacer en un principio, pero tome valor y lo hice al igual que cuando decidí hablarte por primera vez, llegamos al famoso Big Ben, junto con el río Támesis, disfrutamos de la compañía del otro y para terminar esta fantástica velada, decidimos subirnos al London Eye, estaban próximo a cerrarlo pero luego de suplicarle casi diez minutos al caballero, nos dejó entrar, cuando empezó a andar, sentiste un poco de miedo, lo note, por eso decidí abrazarte para calmarte, disfrutamos de la vista del anochecer de Londres, nos miramos y sonreímos sinceros con el otro, donde finalmente ahora tú tomaste el valor y me besaste, era lo que faltaba para nombrar este día como perfecto.
— Te amo, te amo, te amo – le susurre en su oído – Despierta, quiero que me tengamos una nueva primera cita en el mismo lugar y que repitamos todo lo de esa perfecta noche, quiero que me beses, te extraño – solloce juntando mi frente contra la suya – Te amo, despierta por favor mi amor – dije entre lágrimas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top