siete.




           

🎉 ¡ M A R A T O N ! 🎉

Olivia.

Y aquí estaba en la habitación de mi ex novio esperando que él hablara conmigo, estaba nerviosa, debo confesar, la última vez que estuve en esta habitación fue cuando él termino conmigo por culpa de ese malentendido que sigue siendo un peso en mi espalda a pesar de que no era mi culpa.

—   ¿Vas a hablar? – empecé a desesperarme ante el silencio que inundaba la habitación.

—   Solo estoy encontrando las palabras correctas. – dice tratándose de concentrarse, cuando él está nervioso empieza a jugar con su pelo y eso es lo que está haciendo ahora.

—   ¿Por qué estas nervioso? – le pregunto directamente.

—   No estoy nervioso – niega rotundamente.

—   Solo tu cuando estas nervioso juegas con tu pelo. – le digo haciendo una mueca.

—   Olivia

—   Solo quiero saber porque quieres hablar conmigo.

—   Yo... - se sentó en la punta de su cama – Quiero pedirte disculpas por lo que escuchaste.

—   ¿Era eso? – le pregunto cruzándome de brazos, esto ya es extraordinario.

—   Si

—   ¡Eres increíble! – exclamo enojada - ¡Tú no sabes cómo me sentí luego de escuchar esas palabras tan hirientes saliendo de tus labios Styles! – le reclamo, el me mira estupefacto.

—   ¿Tú crees que yo me sentí bien luego de decir eso? – me mira enojado.

—   Tú lo dijiste, se supone que uno dice lo que siente y esos son tus sentimientos hacia mí y antes de que esta pelea sea peor prefiero irme – tomo mi bolso y camino hacia la salida.

—   Olivia – dice tomando mi brazo, me suelto bruscamente de su agarre y tomo valor, su mirada se conecta con la mía.

—   Llore todo un día Harry, Gemma es testigo de eso, decir que puede que nunca me amaste, eso fue como si tu hubieras clavado una daga en mi corazón, me dolió tanto, porque nunca me lo espere de ti, de la persona que más he amado en mi vida, si todo termino entre nosotros no fue mi culpa, fue porque tú le creíste al idiota de tu – tomo un respiro – prefiero no decir el nombre de ese infeliz, pero le creíste a esa persona antes que a tu novia, de ese momento sentí que ya no formaba parte de tu vida, mejor dicho, que ya no formo. – suspiro - ¿Y sabes que es lo peor? – el sigue en silencio – Es que por más que trate que vuelvas a confiar en mi o que volvamos a estar juntos, aunque ahora es imposible, es como si tu trajeras de vuelta el pasado siempre haciéndome sentir culpable y me duele mucho que alguien que es muy especial para mí me odie de la manera en que me odias tú.

—   Olivia yo no te odio – se acerca a mí, lo miro con tristeza.

—   ¿Entonces que sientes por mí? – le pregunto segura.

—   ¡Dios!, no me hagas esa pregunta. – dice frustrado

—   ¡Dime! – le suplico tomando su rostro, pero el trata de esquivar su mirada con la mía. - ¡Dime, mi amor! – sollozo mientras junto nuestras frentes me duele sentirme así.

—   ¡Harry, Kendall llego a buscarte! – interrumpe su hermana gritando.

—   Ve – lo suelto

—   Olivia. – me mira con pena.

—   Ve con tu novia. – digo sin mirarlo mientras sollozo en silencio.

El solo toma su chaqueta y se va de la habitación, dejándome sola, limpio mis lágrimas y tomo mis cosas rápidamente para luego correr escaleras abajo y salir de esta casa lo más rápido posible, necesito estar sola, pensar o simplemente llorar, pero quiero estar sola, quiero desconectarme de todo.

Pero en el único lugar en el que puedo pensar o llorar sola es en mi departamento, tomo el primer taxi que pasa y nos demoramos quince minutos en llegar a mi edificio, le pago al taxista y bajo de inmediato a tomar el ascensor que me lleva a mi piso.

Cuando llego a mi departamento, me pongo ropa más cómoda, me sirvo un café y voy directo hacia el balcón con mi computadora en mano, dicen que lo mejor para sacar cualquier emoción sea positiva o negativa uno debe escribir.

Me pongo a escribir y cuando ya voy en la tercera página una alarma de correo suena en mi computador.

Doctor Jones.

Querida Doctora Olivia Golden, le escribo por este medio porque supe que pidió la tarde libre para atender una emergencia, pero me temo que tendré que pedirle un favor gigante, necesito que alguien del área de pediatría viaje hoy mismo en la noche a Paris, Francia, para representar al hospital en una convención, además de presentar un discurso sobre un caso clínico que le haya llegado al corazón o simplemente el que usted considere que ha sido su mayor logro, le he escrito a usted porque considero que usted es una de nuestras mejores doctoras.

Le pido una respuesta lo más rápido posible.

Se despide el Doctor Jones, director del Hospital Central de Londres.

Me siento alagada debo decir, decido llamar de manera inmediata al hospital pidiéndole que me pasen con el director del hospital.

—   Cuando le mandé el correo no pensé que iba a recibir una respuesta tan rápida. – dice el a través de la línea.

—   Justo estaba en el computador, agradezco demasiado su oferta señor.

—   ¿Y qué dices, entonces?

—   Acepto – dije sin pensarlo dos veces - ¿Cuántos días dura esta convención?

—   Una semana, mañana en la tarde tienen su primera reunión, por eso viajarías hoy en la noche.

—   Perfecto, ¿Debo ir al hospital a buscar algo?

—   Si tus boletos de avión, debes llevar tu delantal, usted se merece este reconocimiento señorita Golden.

—   Muchas gracias Doctor Jones, iré de inmediato.

—   La espero entonces, adiós.

—   Adiós – susurro cortando la llamada.

¡No puedo creerlo! ¡Iré a parís! Fue como una oportunidad caída del cielo, necesito enormemente tomarme esta semana y que mejor en otro país.

Voy directo a mi habitación para hacer la maleta rápidamente, meto la ropa justa y necesaria para estos días, bajo con la maleta lista, primero iré a buscar todo al hospital para luego ir donde mi madre y Liz.

Luego de quince minutos llegué a mi lugar de trabajo, fui directamente a la oficina del director del hospital, toco antes de entrar.

—   Jones – digo al entrar.

—   ¿Cómo estas Golden? – pregunta el director mientras me siento y estamos frente a frente.

—   Creo que ahora estoy mejor – hago una mueca

—   No preguntare por qué.

—   Gracias – digo riendo.

El director del Hospital se llama Ethan Jones, es el jefe más joven que ha tenido el lugar durante todos sus años, anteriormente estaba el doctor Gregory Jones, más conocido como el papá de Ethan, el papá Jones se había jubilado luego de como veinticinco años al mando del hospital, prácticamente Ethan entro al mismo tiempo que yo entre para realizar mi pasantía en el área de pediatría, y como ambos somos jóvenes nos llevamos bien de hecho el me enseño varias técnicas de atención hacia los pacientes.

—   ¿sabes?, medite esto con mi padre y me dijo que desde que te dio el puesto de pasante, supo que tenías un gran potencial y tiene razón, basta con decirte que, en el cuaderno de reclamos, solo hay felicitaciones para ti.

—   Me asuste por un momento Ethan. – lo asesino con la mirada divertida.

—   Sabes que me encanta bromearte. – me guiña un ojo, yo solo niego con la cabeza.

—   Te pasare los pasajes – dice abriendo su cajón del costado y saca un sobre blanco. – Una semana de convención, entretenido. – dice sarcásticamente.

—   Pero por lo menos estaré alejada del caos por un tiempo – digo tomando un mechón de mi pelo para ponérmelo detrás de la oreja.

—   Y además estarás en ¡Paris! – exclama.

—   Gracias Ethan, en serio, por todo esto, ¡Es increíble! – digo agradecida.

—   Te lo mereces Golden, y ahora – dice mirando su reloj – deberías irte porque estoy seguro que iras donde tus padres y tu hermana.

—   Gracias Ethan – digo guardando el sobre en el bolso, me paro de mi asiento, beso la mejilla de Ethan y salgo de inmediato para ir ahora a mi consultorio, apenas entro me doy cuenta que esta desordenado, con todo el asunto de Anne entre lo más rápido que pude, trato de ordenar lo más que puedo, el tiempo está en mi contra.

Finalmente me despido de Madison y Carly, voy a extrañar a mis chicas, son las mejores recepcionistas que puede haber en la tierra, ahora por fin emprendo camino hacia la casa de mis padres.

Justo llego cuando ellos venían del supermercado, corro para ayudarlos y ellos me miran con sorpresa.

—   ¡Hija! – me saluda mi padre - ¿Qué haces aquí un día viernes?

—   ¿no puedo visitar a mis padres acaso? – le pregunto haciéndome la indignada.

—   Siempre eres bienvenida Oli – dice mi madre

—   ¿Y Liz? – pregunto ya que no la veo rodeando por aquí.

—   La fuimos a dejar a una pijamada que tiene con sus amigas.

—   Oh. Quería verla – dice triste.

—   Bueno, cuéntanos, ¿Qué te trae por aquí? – pregunta mi madre mientras nos sentamos en la sala.

—   Pues – empezaron los nervios – Me iré a París

—   ¿Es por él? – pregunta mi madre.

—   ¿Quién es él? – pregunta mi padre curioso, pero a la vez celoso, mi padre y su sobreprotección.

—   Harry – responde mi madre mirando a mi padre, empiezan a hablar entre ellos sobre Harry y yo, yo me quedo mirándolos como al parecer le gusta hablar de mí, pero los interrumpo.

—   Es una convención – aclaro – No estoy escapando de nadie. – me cruzo de brazos – Voy por una semana a Paris a una convención y felicítenme porque daré un discurso frente a miles de doctores, es todo lo que algún día soñé y llego el día.

—   Linda – dice mi madre orgullosa - ¿Cuándo te vas?

—   En unas horas, por eso vine, para avisarles, no quería que pensaran que estaba desaparecida o escapado – digo alzando una ceja.

—   ¡Felicidades! – dice mi padre abrazándome. - ¿Te quedas a comer?

—   De hecho, no puedo, estoy contra el tiempo, ahora iré a ver a Lou y Gemma.

—   A la vuelta celebraremos tu logro – dice mi madre. - ¡Una barbacoa! – dice ella mientras camina hacia la cocina

—   Perfecto – concuerdo con ella riendo, ni me he ido y ya mi madre tiene todo listo para mi llegada. – Tengo que irme – digo parándome y tomo mi bolso.

—   Llámanos cuando llegues a Paris. – me dice mi padre.

—   Esta bien. – beso la mejilla de cada uno y voy camino hacia mi auto para emprender el penúltimo viaje antes de irme – Los amo.

Durante el camino, escucho, canto y bailo mis canciones favoritas, estaciono frente a la casa en la cual hace unas horas salí destrozada, sé que él no estará en casa por eso estoy tranquila.

Toco la puerta y me abre una Gemma sonriente con Lux en sus brazos, se la arrebato rápidamente logrando que la pequeña suelte una risita.

—   Hola a todas, ¿Cómo sigues Anne? – le pregunto mientras me siento a su lado, Lux se encuentra entretenida jugando con mi collar.

—   Mejor, quería salir de mi habitación. – exagera.

—   Está bien que uno vuelva de a poco a seguir su rutina normal – digo mientras hago muecas con Lux – Venia para decirles algo.

—   ¿Qué paso? – pregunta Lou.

—   ¡Me voy a París! – chillo emocionada y las tres me miran con los ojos abiertos.

—   ¡¿Qué?! – pregunta Harry entrando a la casa de la mano con Kendall.

Me giro sorprendida al escucharlo a él decir eso, como si le importara.

—   ¿Cuándo sucedió esto? – pregunto Gemma.

—   Hoy.

—   ¿Cuándo te vas? – pregunta Lou

—   Hoy.

—   ¡¿Cómo?! – pregunta Anne.

—   De hecho, me voy en unas horas. – me encojo de hombros.

—   ¡No puedo creerlo! – dice Lou emocionada.

—   Pues créanlo. – digo riendo. – Pero tranquilas, me iré por una semana.

—   Podrás conocer a los chicos franceses – dice Gemma emocionada.

—   Dicen que son bellos – aporta Lou ahora, con Gemma ríen, pero no sé por qué.

—   ¿Cuál es el asunto?

—   Una convención de doctores.

—   ¡Doctor Guapo a la vista! – gritan mis amigas al unísono, haciendo que Anne y yo soltáramos una carcajada.

—   ¿Quién sabe? – les sigo el juego.

—   Total, eres soltera, nadie ni nada te lo impide.

—   Es verdad.

—   ¿Cómo sigues madre? – pregunta Harry acercándose a su madre.

—   Mejor hijo, gracias. – dice tomando su mano.

—   ¿Qué te pasa Harry? – pregunta Lou apunto de reírse, pero lo único que gana de Harry es una mirada amenazante, no entiendo su cambio de humor.

—   Nada. – dice con la quijada apretada.

—   Debería irme – digo poniéndome de pie con Lux en mis brazos.

—   ¿Y esa mirada Harry? – pregunta su hermana divertida, yo solo escucho porque estoy muy concentrada jugando con Lux.

—   Nada – dice nervioso – Debo irme. – lo veo desaparecer por las escaleras con Kendall.

—   Esto sí que fue divertido – dice Lou chocando su mano con la de Gemma.

—   No entiendo eso que acaban de hacer, pero las quiero y nos vemos a mi regreso, mis padres harán una barbacoa.

—   Perfecto, cuenta con nosotras. – dicen las tres al unísono.

—   Nos vemos en una semana.

—   ¡Diviértete! – me dicen las chicas.

Yo solo sonrió y voy hacia mi auto para luego irme camino al aeropuerto e ir al viaje que cambiara mi vida profesional para siempre.

🌸🌸🌸

Lo mejor de todo esto es que no les dejare la duda, porque me dije a mi misma que por todas las semanas en la que no actualize iba a hacer una maratón y aquí estoy ahora para cumplirlas.

Maratón de tres capítulos que comienza con el capitulo de ahora.
Marcar la estrellita y hacer un comentario no cuesta nada 😘

Nos vemos en unos minutos más...

🌸🌸🌸

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