doce.




           

El famoso Lunes había llegado y la vida de Olivia Golden seguía de manera normal, sin duda había sido una gran experiencia en París de no haber sido por que tuvo que caminar por una pasarela llena de flashes, pero dentro de todo su convención, que era para lo que había ido principalmente, fue un éxito, todavía tiene en la mente la oferta de trabajo que le hicieron, no podía negarlo, era una oferta tentadora, pero habían cosas que la tenían amarrada a Londres y eso eran sus pacientes, no podía dejarlos abandonados como si no fueran nada, para Olivia sus pacientes son su cable a tierra y son su todo, con cada uno de los niños que atiende durante todo el año aprende algo, no hay día en que Olivia no aprenda otro sentido de la vida.

Por otro lado, Harry se encontraba de vuelta en Londres también, se vino de vuelta, solo, Kendall tenía unos compromisos en Los Ángeles que se ele imposibilitaba poder quedarse en París unos días más o viajar con Harry a Londres, durante la hora y veinte minutos que duraba el vuelo de vuelta hacia la ciudad británica, Harry no pudo dejar de pensar en Olivia, pero no el sentido que ustedes piensan, si no que más bien en el sentido en que le dio lastima por ella que la expusieron a las cámaras sabiendo que ella las odia más que nada y si bien le dieron ganas de salir detrás de ella cuando la vio salir por la puerta, no podía, por dos simples razones, la primera porque eso iba a ser peor para ambos y en segundo lugar, Kendall, es su novia actual y se supone que cuando uno empieza una nueva relación, debe dejar atrás a la ex, pero digamos que a Harry le costaba un poco toda esta situación, y para eso había un motivo y ese motivo es que siempre que quiere olvidar por completo todo lo que tiene que ver con Olivia, hay algo mínimo que la trae de nuevo a su mente.

Su madre, su padrastro, su hermana, Niall, Louis, Liam, todos les recordaban constantemente a Olivia, y eso a veces a Harry lo frustraba porque quería avanzar con Kendall, pero retrocedía mil pasos cuando alguien pronunciaba a Olivia.

Una pequeña lluvia se hacía presente en la ciudad, estábamos a noviembre, el invierno se acercaba y las lluvias venían de la mano, a Olivia le encanta la lluvia, desde pequeña estaba acostumbrada a bailar bajo la lluvia con su padre, era su mejor espectáculo, su madre se encargaba de la música y decidieron hacer lo mismo con Liz, pero menos tiempo porque aún era pequeña y podía contagiarse de cualquier enfermedad.

Olivia se encontraba mirando por la ventana de su consulta con un café en la mano como en la ciudad caían pequeñas gotas de agua y a su vez a la gente caminando con sus paraguas.

Desearía tanto bailar bajo la lluvia o simplemente mojarme y respirar ese aire limpio, pensó Olivia.

La doctora se encontraba en su hora de almuerzo, donde prefirió quedarse en su oficina ordenando un poco de sus papeles y simplemente mirar por la ventana, si bien a muchos le traía nostalgia la lluvia a ella solo le traía paz y tranquilidad para si misma, desearía tanto estar en su cama viendo películas románticas en Netflix o simplemente desde el balcón de su departamento mirando todo desde una vista panorámica.

Alguien toco la puerta, haciendo que Olivia mirara automáticamente hacia está encontrándose a Ethan.

—   Siento interrumpirte – dice apenas entra con una sonrisa.

—   No estaba haciendo nada, relájate – dice riendo mientras se acerca para tomar asiento en su escritorio. - ¿necesitas algo en particular?

—   Necesito hacerte una pregunta. – dice sentándose frente a Olivia.

—   ¿Cuál? – pregunta ella tomando un sorbo de su café.

—   ¿Por qué la doctora Golden sale en las portadas de las revistas de moda de Paris con el titular de "damisela tímida se toma las pasarelas de Paris"? – dice Ethan leyendo el titular.

—   ¿Qué? – pregunta ella sorprendida tomando la revista que tenía Ethan en sus manos. - ¡No puedo creerlo!

—   Créeme que mi expresión fue la misma que la tuya en estos momentos – dice Ethan cruzándose de piernas.

—   Perdón – dice arrepentida – Sabia que no debía hacerle caso a Alex – susurra para si misma.

—   ¡Hey! – dice Ethan tomando su mano llamando su atención – Relájate de hecho vine a decirte que te ves hermosa en la revista – sonríe tímidamente.

—   ¿No venias a despedirme? – pregunta extrañada.

—   ¿Por qué pensaría eso?

—   Porque eso fue poco profesional.

—   Olivia te conozco, pero déjame decirte que sería todo un honor tener a una doctora y modelo en nuestro hospital -  le guiña un ojo y Olivia niega con su cabeza sonrojada.

—   ¡Eres increíble! – dice Olivia

—   Lo sé. – dice Ethan encogiéndose de hombros. - ¿Qué tal si vamos por un café al primer piso?

—   Por si no lo notaste, estoy tomando uno – le muestra su taza.

—   Entonces porque no voy yo al primer piso a buscar un café y unos pasteles y luego vuelvo y conversamos de tu semana en Paris, ¿bien?

—   Encantada.

—   Vuelvo en cinco minutos. – dice Ethan levantándose de su asiento para salir de la consulta de Olivia en busca de su café y unos pasteles.

Olivia niega con su cabeza mientras vuelve a tomar su taza de café y fija su mirada en Londres desde su ventana.


*


—   ¿Cuándo vendrás a verme? – pregunta Kendall a través de la línea.

—   No lo sé, estoy un poco ocupada con las entrevistas por el disco nuevo.

—   ¿No vienen para Los Ángeles? – pregunta Kendall esperanzada, quería ver a su novio, a veces odiaba su trabajo, le impedía bastante tener una relación por lo mismo, su trabajo le consumía todo el tiempo, y no quería perder a Harry de nuevo.

—   De hecho, si – dice Harry y una Kendall sonriente aparece detrás de la línea. – Pero en unos dos meses más.

—   Que mal – dice perdiendo las esperanzas de verlo.

—   ¿Y tú no tienes tiempo libre? – pregunta Harry mientras se pasea por su habitación.

Cuando Vivian en Holmes Chapel, Harry tenía una habitación diseñada a su modo, como los típicas habitaciones de chicos, pero esta vez con sus cantantes favoritos, su madre, Anne, se había encargado de mantener su habitación y su esencia aquí en su hogar de Londres y así fue, a pesar de que Harry extrañaba el hogar en donde creció, en su habitación se sentía como Holmes Chapel, como su madre prácticamente se encargó de mantener todo como estaba, cosa que así fue, Harry empezó a divagar más en la habitación, tenía un mural de fotos, fotos con su hermana, su padre, su madre, Robin, con los chicos, cuando él fue a adicionar a The X Factor, lugar en donde empezó todo.

Si Harry no hubiera ido a esa audición su vida sería más relajada por así decirlo, estaría estudiando una carrera en la universidad, estaría con alguien y pasearía libremente con ella por la calle sin ningún paparazzi buscándolo, todo sería menos complicado.

Pero no se podía quejar, pensó Harry, estaba haciendo lo que más le gustaba y eso era lo que amaba, así que todo era por algo en la vida.

La última foto en la que se fijó Harry lo dejo consternado, pensaba que había desaparecido con la mudanza, ya no se estaba concentrando en lo que estaba diciendo Kendall por teléfono, sino que se encontraba mirando fijamente la fotografía que habían sacado con una de esas cámaras polaroid antiguas que conservaba su madre, era Olivia con él, estaban frente a frente, simplemente mirándose y sonriendo, eso fue cuando ella fue a darle una sorpresa a Harry en el estudio, estaba en plena grabación de una cancion para el nuevo disco que cuando llego y miro a Harry, el dejo de grabar y corrió a los brazos de su novia, Harry recuerda esa día como si fuera hoy, sonrió con nostalgia.

—   ¿Estas escuchándome, amor? – pregunta Kendall.

—   Claro. – responde el sacándose a el mismo de sus pensamientos.

—   ¿Entonces vienes? – pregunta ella y Harry abre los ojos asustado, no había escuchado nada desde que se puso a ver las fotografías.

—   No lo sé Kenny – le dice el, pensando que eso posiblemente haga que ella le vuelva a repetir todo lo que había dicho cuando no le prestó atención.

—   ¿Puedes tratar?, sabes que me gustaría que vinieras al cumpleaños de mi madre, no quiero aburrirme.

—   Tengo que ver – dice ahora el sincero, por una parte, Harry también quería verla, pero su agenda se lo imposibilitaba.

—   Está bien, debo irme, tengo que irme a un photoshoot. – se despide neutra, se había enojado, pensó Harry.

—   Adiós, te quiero. – le dice él tratando que no se enoje más.

—   Como sea, adiós. – cuelga la llamada.

Personalmente no era culpa de Harry, debido a que ambos son famosos, tienen agendas muy ocupadas, y contra eso Harry no podía hacer nada, porque no era él solo, sino que son cuatro y tenían una serie de eventos que cumplir.

Harry volvió a tomar la fotografía entre sus manos, tomo su chaqueta y salió de su casa, tenía algo que hacer.

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¡Feliz Domingo para todos!
¿Que creen que hará Harry qué salió tan desesperado?
Tengo una pequeña idea
Que les parece si desde ahora dedico los capitulo. Ustedes
Si así lo desean solo deben poner en los comentarios ¡Yo quiero! Y listo el proximo capitulo de Olivia será dedicado a uno de ustedes! 😘
Nos vemos en el próximo capítulo

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